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Post by Rose Bonebreaker on Dec 11, 2017 20:58:44 GMT
Por dos semanas consecutivas, en los plantíos de Mirovia se ha vivido una carnicería justo en la media noche. Una jauría de lobos hambrientos se ha salido de sus límites para cazar al ganado de los granjeros. Siendo al menos 10 lobos, es imposible para los trabajadores deshacerse de ellos sin arriesgarse a ser mordidos o peor, asesinados por aquella jauría. ¡Deshazte de los lobos!
El final de la tarde inundaba el cielo por los plantíos de Mirovia, anunciando que faltaban algunas horas más para la llegada del anochecer y con ella la promesa de otra masacre. Los testimonios de los habitantes sobre las carnicerías de media noche estaban llenos de miedo y angustia por la pérdida de su ganado y el peligro constante de ser atacados si salían de noche. Su grito de auxilio llego hasta la ciudadela por medio de un cartel a mitad de una plaza transitada, donde se detallaba un lugar de encuentro y una supuesta recompensa si se podía aportar una solución. Desde luego aquello atraería a personajes adecuados para la tarea, algunos motivados por el premio final y otros tal vez por el simple deseo de hacer el bien a otros.
Fue de esa manera en que llego a aquel lugar en los plantíos una joven arcana de porte regio y mirada de fiera, abriéndose paso por los pastizales hasta la puerta de una vivienda modesta, como había indicado la descripción del cartel. Llevaba puesta una armadura sin casco, negra como la misma penumbra, llena de grabados dorados de soles, plumas y espirales. Su arma eran sus guanteletes, extensiones de su armadura y sus propias garras. La capa que descansaba sobre sus hombros era carmesí obscura y cubierta de plumas blancas por la parte del cuello, igualmente el símbolo en la tela lucia el fulminante sol tribal; sin duda la pelirroja pertenecía a la corte del verano. Llamo a la puerta de la vivienda con el puño, cruzando sus brazos por detrás de su espalda al esperar una respuesta. Desde dentro abrió un elfo de complexión delgada y mirada preocupada–“Buena tarde. He venido por su cartel”-se presentó con firmeza la dama, alzando a la vista una copia de dicho anuncio.
El joven elfo salió de la vivienda dando algunos pasos, comenzando a balbucear de manera rápida gran cantidad de información desordenada sobre los recientes ataques, sin realmente aportar algo para trabajar con ello. Rose se mostró incomoda, levanto una de sus manos para llamar su atención –“Escucha, solo necesito que me indiques donde puedo encontrar a la manada. Del resto puedo encargarme perfectamente”-hablo confiada y algo irritada. El joven se tomó un momento para pensar y seguir un poco mas con su platica vacía, cosa que para Rose fue casi una eternidad, todo para una simple frase final: “no estoy seguro”. Los ojos amarillentos de la joven brillaron como fuego, clavados en el ahora espantado elfo, respiro hondo para procesar una respuesta cordial-“Yo no puedo ayudarte si tu no me ayudas. Piensa bien, dame una respuesta útil o busca alguien que pueda dármela”-Sus manos permanecían tensas en sus costados, iban tomando la forma de puños apretados a medida que el silencio se prolongaba. Rose no era de tomar represalias con civiles sin motivo y no es que planeara hacerlo, pero tampoco gozaba de una gran paciencia y su cuerpo esperaba cualquier señal para dejar salir la tensión acumulada. El tiempo se agotaba y la joven pelirroja estaba a un ‘no se’ más de explotar.
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Post by Laia Bloodwalk on Dec 12, 2017 0:54:35 GMT
Los ataques de los lobos eran un tema que se había extendido de forma desagradable entre los habitantes de los plantíos, los tenía lo suficientemente temerosos como para continuar sus labores más allá de la zona segura. Por las noches el silencio había sido reemplazado por los pasos, gruñidos y olfateos de aquellos animales, ganados perdidos y campos maltrechos eran el resultado de una noche lúgubre que dejaba a todos como único consuelo, el que no se hubieran perdidos vidas arcanas.
La urgencia de cazarlos para darle fin a todo aquello finalmente se había condensado en un llamado para reunir a unos cuantos valientes dispuestos a enfrentarlos. La noticia había llegado rápido a sus oídos gracias a un par de conocidos provenientes de los plantíos que había encontrado en el mercado, conocía bien la situación pues había estado allí la primera semana de los acontecimientos, hubiera esperado que los lobos continuaran su camino al poco tiempo pero al ver que era lo contrario decidió finalmente poner de su parte en el asunto.
Llegó al lugar de encuentro pocos minutos después del momento acordado, encontrando al elfo y a la chica pelirroja en un intercambio de palabras algo tenso –Yo podría ayudarte con eso- mencionó mientras se acercaba a ambos, el elfo al tener la vista en su dirección fue el primero en verla –señorita Laia- mencionó el joven ligeramente sorprendido –Asrin, tiempo sin verte- respondió la joven elfa inclinando la cabeza en un ademán de confianza y luego se giró hacia la joven con la intención de no hacerle perder más la paciencia –quiero ayudar, estuve siguiendo el rastro de esos lobos durante el día en la primera semana, puedo llevarte hacia ellos y combatirlos – dijo acomodando una mano sobre el mango de la espada que llevaba en un costado, más el arco y flechas que llevaba en su espalda, su ropa al contrario que la joven pelirroja con su armadura, constaba en su mayoria de cuero, guantes hasta la mitad del antebrazo, botas, cinturón, pechera, pantalón y camisa de tela, además de llevar su cabello recogido en una cola de caballo, desvió la vista al elfo quién suspiró con pesadez para regresar a la joven y añadir -disculpa a mi compañero, no han sido buenos dias para la mayoría.
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Post by Amandi Mortuu on Dec 12, 2017 4:09:42 GMT
La naga no tenía una vida muy social pues nunca se tomaba la molestia de aproximarse a cualquiera que se le cruzará en el camino, prefería no ser vista y estar a solas con sus asuntos, además nunca ha visitado la ciudadela en todo el tiempo que llevaba viviendo en Mirovia; aún así llegó conocer a varias personas en los viajes que hacía desde el bosque de las hadas hasta el bosque de los susurros y de regreso, pues iba a arreglar las trampas que tenía armadas y recoger los los cadáveres de animales que caían en estas, sus trampas eran rápidas y mortíferas pues quería dejar de lado ese gusto culposo de escuchar el sufrimiento de los pequeños animales que quedaban atrapados los cuales comería después como simples aperitivos.
Este día volvería al bosque de las hadas pues ya había terminado sus quehaceres en el otro, como siempre preparada para casi cualquier cosa llevaba su gran bolso de cuero el cual colgaba a un lado de su cadera, sus dos grandes espadas curvas bien puestas en su cinturón y en la espalda no faltaría su arco junto con flechas las cuales hacía ella misma. En el camino de regreso escuchaba a la gente hablar sobre un problema en los plantíos, algo sobre lobos y ganado; casualmente pasaría por allí para acortar camino y como la noche estaba cerca muy poca gente la vería. No se preocupo de que se fuese a topar con dichoso problema, podría sacarle provecho y conseguir una comida más grande al fin pero tampoco le importaba el hecho de que podía perder la vida por aquel gusto y pensandolo más, incluso podría llevarse una vaca y todos culparian a los animales.
Ya en los plantíos comenzó a avanzar con más lentitud, escondía y arrastraba su largo cuerpo entre los pastizales, observando con su único ojo los alrededores. Sacando la lengua junto con las serpientes de su cabello lograron captar el aroma de varios arcanos reunidos en un lugar, asomó su cabeza para ver; a lo lejos en la puerta de una vivienda se encontraban dos arcanas conversando con alguien más a quien no llegaba a ver del todo.
Se quedó en completo silencio y sin parpadear continuó siendo una espectadora de la escena, preguntandose de que estarían hablando que parecía llenarlos de emoción.
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Post by Rose Bonebreaker on Dec 12, 2017 23:48:05 GMT
La nueva voz en escena quebró el sentimiento de ira dentro de la pelirroja, quien desvió su fulgurante mirada del elfo hacia la recién llegada. Esta se dirigía al lugareño con una familiaridad y confianza muy naturales, sin duda ellos se conocían. Ahora que Laia, según había podido captar que se llamaba, se mostraba frente a ella Rose cruzo sus brazos con incredulidad. La examino con la vista de cabeza a pies, notando cada pieza de cuero bien preparada para combate ligero con su arma de proyectiles, mentiría si dijera que no se impresiono al menos un poco. Su impresión o plan inicial habría sido pedirle la localización de la manada e ir en solitario a por ellos, pero sin duda la chica se mostraba ante ella de la mejor manera: preparada y lista para la acción. Sin duda algo que no se veía mucho estos días y algo que Rose, aunque orgullosa, no podría dejar pasar. Se tomó su tiempo antes de darle su respuesta–“Por fin. Alguien con quien puedo entenderme”-declaro con tono aliviado, mirando fugazmente al otro elfo para asegurarse que le hubiera escuchado también. Dio la espalda a la humilde casa he hizo una seña levantando su mano para indicarle a Laia que la siguiera, conduciéndola así a donde iniciaba el plantío. Cruzo sus brazos por detrás de su capa y se preparó para hablar con ella–“Si puedes guiarme hasta donde necesito ir, entonces no veo porque no debas acompañarme”-dio un paso hacia delante para acercarse más a ella, sus ojos amarillentos fijos en los suyos –“Pero no te conozco, ni siquiera sé si la información que tienes sea precisa o confiable, pero correré el riesgo porque eres la única opción que tengo. No me malentiendas, pienso que eres lo suficientemente capaz, pero cualquier movimiento o desvió extraño de tu parte y te aseguro que te mostrare lo que yo soy capaz.”-su tono de voz era firme para una arcana tan bajita, una advertencia con verdadero ímpetu en sus palabras, como el fuego mismo. Se separó entonces de la cercanía que había logrado con su plática dando unos pasos hacia atrás.-“No lo tomes como una amenaza, es solo las cosas como son. Si estás de acuerdo, partiremos de inmediato. Debemos llegar antes de la media noche”-indico mirando más allá del pastizal. En algún momento pudo jurar haber visto una cabeza junto a un par de ojos asomándose por entre el cultivo, además de que sentía una presencia muy extraña que le miraba.-“¿Alguien más venia contigo?”-pregunto con un susurro a su guía, haciendo una seña discreta con la cabeza hacia donde sentía aquella presencia mientras tensaba sus músculos poco a poco para sacar las garras y alas de su forma fated.
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Post by Laia Bloodwalk on Dec 15, 2017 1:40:21 GMT
Que la chica la examinara no fue cosa del otro mundo, aunque esperaba haber cumplido de pronto con sus expectativas, era algo normal y por ello mismo se había ido preparada, bien dicen que la primera impresión es lo que cuenta, sonrió con seguridad aunque sus ojos perezosos le daban un aspecto más relajado, el pobre Asrin por su lado se encogió de hombros apenado ante el comentario y al ver que la pelirroja se alejaba se movió para tratar de evitarlo, a lo que Laia le hizo seña con una mano de que no lo hiciera –yo me encargo- susurró al muchacho dando algunos pasos hacia atrás, se despidió de él con un ademán y dejándolo atrás inició su marcha hasta donde la joven había indicado, asintió a sus palabras y mantuvo su posición y su vista fija en los ojos amarillentos de la joven, alzó las cejas sutilmente ante la forma tan directa de la joven al expresarse, era mas baja en estatura pero le llevaba el doble en confianza, (Laia mide 1.70) a lo que sacudió la cabeza negando ligeramente –está bien, entiendo tu punto– demasiado comprensible aún más con la situación que tenía a Mirovia de cabezas en ese momento -sé que tal vez no sirva de mucho pero soy de aquí de los plantíos, mis padres viven aquí así que ahora mismo esos lobos son una amenaza tanto para ellos como para los demás. Así que te doy mi palabra por mi honor como elfo, puedes contar conmigo como tu aliada en combate, de la misma forma que espero contar tu ayuda – mencionó con la misma seguridad e ímpetu de la pelirroja, no había desviado su mirada ni un poco siquiera, quería hacerle saber que hablaba en serio y aunque la desconfianza también salía de su parte prefirió ahorrarse las palabras, simplemente no la iba a subestimar. Asintió de nuevo ante la orden de partida y adquirió un gesto serio ante el tema del susurro –no- respondió igualando el tono de voz que Rose había usado, desvió la vista en la dirección indicada y después giró todo su cuerpo, preparó su arco y una flecha sin dudar ni un poco y apuntó -quien esta ahí?- preferia evitarse la parte de preguntar y luego atacar, después de todo ¿porque no hacer ambas al mismo tiempo?
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Post by Amandi Mortuu on Dec 16, 2017 0:53:30 GMT
Por estar viendo tan fijamente a las arcanas, quienes eran las que llamaban más su atención, pudo notar que la de cabellos rojo hizo un gesto indicando la dirección en la que estaba escondida espiandolas; de inmediato se agachó un poco más pues quizás no la había notado y podría pasar de largo como si nada pero no, la otra arcana ahora estaba le apuntando con un arco y flecha. Apenas pudo escuchar las palabras que le dirigió pues estaba bastante lejos y su sentido del oído no era muy bueno (que hago? que hago?) se preguntaba repetitivamente nerviosa en la cabeza; quizás su feo aspecto les haría creer que es una bestia mala y dispararía esa flecha de inmediato...aunque estaba la posibilidad de que pudiera saludarlas, conversar y asi tener más amigos!
Fue elevando su cuerpo lentamente y un tanto ondulante, con las manos en el aire para motrar que estaba "indefensa" y que no buscaba lios -lamento haberlas molestado, no era mi intención- se disculpó elevando un poco la voz para ser escuchada, su rostro mostraba una amistosa sonrisa; finalmente terminó de erguirse llegando a medir de momento un metro y medio por sobre el pastizal -tan solo estaba mirando...debería irme o puedo continuar viendolas??- se pregunto lo último a si misma en voz alta mientras se llevaba una mano al cuello, seguido de eso lo apretujo un poco a modo de contener el dolor incomodo de sus heridas. Paseaba su fija mirada en los rostros de ambas y de repente se le vino algo a la mente -vienen a por el problema con los lobos verdad? puedo acompañarlas?- preguntó con emoción -soy lo bastante fuerte como para ayudar, tampoco me molestaría ser la carnada- mencionó entre risas como si de un juego se tratase. Bajó la mano que estaba libre y la dejó colgar a un lado de su cuerpo, su mirada parecía iluminarse mientras esperaba ansiosa su respuesta; aun asi no se sorprendería si no le aceptaban la petición, simplemente seguiria su camino.
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Post by Rose Bonebreaker on Dec 17, 2017 22:33:07 GMT
De reojo pudo notar a su acompañante con el arma desenfundada y lista para disparar provocando una fugaz sonrisa en la pelirroja. Laia lograba sorprenderla con cada nueva reacción de su parte, sin duda reafirmaba porque era necesaria para la misión que tenían. Concentró entonces su atención a la amenaza oculta en el plantío, comenzando a dar algunos pasos en su dirección con las manos y garras extendidas en posición. Rose detuvo su andar a mitad de camino al ver como la nueva presencia se iba levantando para revelarse a sí misma, sus ojos le seguían cada movimiento con tensión de que aunque desarmada intentara alguna locura. La altura que había tomado la desconocida sobre el pastizal no le atemorizaba en lo más mínimo, ni siquiera su aspecto algo bizarro para la situación, haría falta algo más que una diferencia de tamaño (Rose mide 1.55) para hacer retroceder a la joven guerrera. Cuando la extraña joven pregunto si podía acompañarlas Rose alzo una ceja genuinamente confundida, volteo hacia atrás para ver si la elfo podría cubrirle con su arco si la situación lo requería. Termino de acercarse a la recién llegada, sin dejar en ningún momento de tener las garras desenvainadas. Comenzó entonces a examinarla con mirada firme desde su elongado cuerpo de serpiente hasta la cabeza, caminando a su alrededor de manera lenta.-“Naga. Armada con dos espadas y un arco sólido. Sin armadura”–iba describiéndola en voz alta para que su compañera más alejada estuviera al tanto de lo que veía. Al terminar de darle una vuelta completa se detuvo frente a ella, cruzando los brazos pensativa. No estaba convencida del todo, dedico una mirada fija e intensa a la naga para dejarle en claro el fuego de su espíritu, que no se metiera con ella si esa era su intención. Dio media vuelta sin responderle y camino hasta donde se encontraba su compañera arquera par tener una conversación privada–“No viene mal armada, pero por supuesto no me fio de ella. Si le negamos que nos acompañe tal vez nos siga de todos modos. Sinceramente prefiero tenerla a la vista que merodeando por ahí sin que nosotros sepamos”-le comentó en voz baja a su guía, dando una breve mirada hacia atrás para ver si la naga seguía ahí. Guardo sus garras y se encogió de hombros-“Tú decides”-dijo a Laia.
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Post by Laia Bloodwalk on Dec 19, 2017 23:24:12 GMT
Siguió los movimientos de la extraña a medida se levantaba, pudo ver que no estaba armada de buenas a primeras pero aun así no despegó el arco en su dirección, desvió la vista un segundo para ver como la pelirroja avanzaba con sus garras listas a pesar de la altura que la chica tenía, pocas personas lograban impresionarla, muchos eran valientes pero pocos lograban combinarlo con una cabeza fría.
Achicó los ojos con suspicacia ante las serpientes en el cabello de la joven –una naga- mencionó en sus adentros, aquella sonrisa desentonaba con aquel parche y heridas, ¿que las habría causado? su mirada se encontró con la de la pelirroja asintiendo ante la duda silenciosa que surgió, escuchó la descripción de la naga sin inmutarse y gracias a su agudeza sensorial las palabras de la extraña chica fueron claras incluso para ella. Una vez Rose regresó a su lado, bajó su arco descansando un poco de la tensión –parece una caza recompensas- interpretó hablando en voz baja- no son mucho de fiar pero no creo que nos de problemas, su pregunta de seguir observándonos no me da buena señal pero tal vez nos sea de utilidad – mantuvo el arco y la flecha en sus manos por si algo nuevo surgía, deslizó la vista por los pastizales en busca de alguna otra figura extraña y concentró su oído por si había algún crujir de más en el lugar -¿porqué te escondias? –preguntó en voz alta para que la naga la escuchara, aunque estaba casi 100% segura de que estaba sola, su reacción y respuesta daría el veredicto final, por su parte no le molestaba la compañía extra, después de todo aunque la chica no viniera continuaría manteniendo su atención en alto.
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Post by Amandi Mortuu on Dec 20, 2017 2:10:32 GMT
Apretujo su cuello con más fuerza por los nervios al ver que la de cabellos rojos la estaba examinando de cerca y diciendo en voz alta lo que veía en ella, se quedó totalmente tiesa como una rígida estatua y de igual manera sus serpientes (porque lo hace? Comenzará a decir lo escamosa que es mi piel? que me falta un ojo? Que huelo a sangre de animal?...que no soy bonita como ellas?) Aún estando preocupada su sonrisa arcaica nunca se desvanecía de su rostro.
Dejó salir algo de aire por la boca con alivio de no recibir alguna crítica de momento, vio como la muchacha se fue alejando para volver con la otra y hablarle, nuevamente no podía escuchar lo que decían debido a la distancia asi que intentó leer sus labios lo mejor que pudo (caza...penza...blemas UGH me rindo) relajó su postura al igual que el apretón en su cuello, prosiguió a rascarlo un poco mientras esperaba a que terminaran de hablar.
-eh?- le habían hecho una pregunta que si pudo oír, guardo silencio un momento con la mirada en blanco; que debía decir ahora? Todas sus intenciones? Alguna mentira? Nada he irse?
Salió de sus pensamientos con un ligero sacudon de cabeza (no me gusta que vean) planeaba responder pero en vez de eso le salió -porque es divertido! Jaja- elevó la voz para ser escuchada; no mentía pero tampoco decía toda la verdad -puedo acompañarlas? Prometo ser obediente- insistió una vez más con su pregunta agregando una cosa más a lo que podía hacer por ellas. Realmente quería comer algo más grande pues comenzaba a aburrirse de los pájaros y ardillas de los bosques.
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Post by Rose Bonebreaker on Dec 21, 2017 23:28:41 GMT
Con los brazos cruzados golpeteaba sus dedos con impaciencia, haciendo sonar el metal de sus guanteletes. En el fondo sabía que no podía evitar que la naga se les uniera como había aclarado antes, no estaba al tanto de sus intenciones y prefería tenerla de cerca. Sin embargo a diferencia de Laia ella no estaba cómoda con tanta compañía desconocida, más aun si la nueva compañía le inspiraba aún menos confianza de la que Laia le había inspirado al principio. La veía como una naga errática e impredecible, un peligro en potencia. Su respuesta a la pregunta de la elfo no la convenció del todo por supuesto, pero le dio una idea de cómo manejarla a su debido momento .-“¿Obediente dices? Bien, entonces escucha”-volvió hacia ella con paso confiado, su armadura tintineaba al moverse.- “Vas a venir con nosotros y te mantendrás donde podamos verte; en cuanto sernos de utilidad ya lo discutiremos en su momento. Si te separas o planeas alguna cosa rara no dudare ni un segundo en usar mis garras para convertirte en carnada para los lobos ¿Comprendes?”-hablo con voz firme frente a ella sin titubear, su mirada fulminante y fija en la contraria era la encargada de demostrar la veracidad de su amenaza. Algo en el cielo capto la atención de Rose, sobre ella una parvada de aves volaba en unisono a través del final del atardecer. Ella las conocía, no por su nombre, si no por el augurio que llevaba consigo su presencia: a donde fueran ellas, habría carne fresca en poco tiempo. El cuerpo de la pelirroja se relajo ligeramente. -"No nos queda tanto tiempo"-declaro para sus dos acompañantes, alejándose de la naga algunos pasos.-"Necesitamos empezar a andar, ahora. O no podríamos llegar a tiempo para evitar la masacre de esta noche"-Su mirada aun se mantenía en las aves sobre ella, que parecían saber perfectamente a donde tenían que ir a diferencia de ella-"Laia"-llamo a la joven, sin agresividad en su tono-"¿Lista para guiar el camino?"-pregunto mirandola, por supuesto sabia la respuesta a su pregunta.
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Post by Laia Bloodwalk on Dec 24, 2017 3:37:06 GMT
Arqueó una ceja ante aquella respuesta tan ambigua, miró de reojo a la pelirroja y alzó los hombros ligeramente sin saber que responder ante tal cosa, aunque finalmente la desconfianza hacia la naga empezó a picarle la cabeza. Rose por su parte parecía mucho menos convencida de antes, la siguió en cuanto inició el camino de regreso a la extraña chica y guardó silencio mientras la joven hablaba con firmeza, no dudaba que pudiera hacer lo que había dicho, desde un principio había dejado claro lo segura que era en sus decisiones, al parecer esa era su carta de presentación, ladeó la cabeza en cuanto su mirada se encontró con la de la naga como una indicación a que no tenía ninguna otra opción.
Como se había decidido la participación de la chica, guardó finalmente la flecha y acomodó el arco de nuevo en su espalda, su atención fue atraída también por aquella parvada de aves, las reconocía bien después de todo las había visto un par de veces durante la primera semana de los ataques. Asintió a las palabras de la pelirroja –por supuesto- respondió adquiriendo una expresión seria –andando- añadió para iniciar el viaje manteniéndose a la cabeza del grupo, en un principio había pensado que podían simplemente esperar a que los lobos aparecieran por si solos pero tratándose de un enfrentamiento, no era recomendable dejar una masacre y causar grandes destrozos cerca de una zona habitada.
Cruzaron los pastizales y luego se introdujeron en el bosque, la tierra se veía revuelta y las huellas se habían conservado lo suficiente, ese era su camino de entrada y salida, Laia mantenía su vista en el suelo pendiente de no perder el rastro a medida avanzaban y para amenizar un poco el ambiente decidió que tal vez sería bueno hablar al menos un poco –a todas estas… no pudimos presentarnos debidamente –giró la vista un segundo hacia Rose y luego la regresó al camino- bueno, tú ya sabes mi nombre pero tú no –dijo en referencia a la naga dándole un vistazo rápido a ella tambié – soy Laia.
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Post by Amandi Mortuu on Dec 26, 2017 20:30:57 GMT
Puso mayor atención a la pelirroja y escuchó -está bien, entiendo- respondió casi de inmediato y con energía -no me separare de ustedes, gracias- sonrió con gentileza. Pensaba que quizás en algún momento se llegarían a separar en medio de la acción, realmente la haría carnada? Aunque ya había mencionado que no tenía problema con ello. Solamente las serpientes alzaron sus cabezas para olfatear con sus lenguas los aromas que traía el aire, aves, plantas y las arcanas de momento.
Ya que la pelirroja comenzó a hablarle a la rubia, la miró llegando a cruzar miradas con ella y una vez que comenzaron a andar las siguió de cerca por detrás siendo la larga cola del grupo, junto sus manos a la altura de su vientre y se mantuvo en silencio; se preguntaba de que especies serían las muchachas, cuantos años tendrían, con quienes convivían diariamente y muchas otras cosas mas mientras observaba sus figuras detalladamente aprovechando que estaban cerca.
Pronto se percató de las huellas en la tierra por lo que bajo la vista, pasaba alrededor de estas para no estropearlas con su propio rastro y aprovechando en borrar las huellas de sus compañeras también. Alzó levemente la cabeza cuando la rubia volvió a hablar -Laila- murmuró su nombre sonriendo -me llamo Amandi- siseo y pasó su vista por la pelirroja esperando a que ella se presentará para luego decir -es un placer conocerlas- suspirando enamoradiza.
Poco después se agachó un poco sacando la lengua para ver mejor y oler unas huellas más definidas que las anteriores -son varios...es una manada?- preguntó en voz baja alzando la cabeza y ver a sus compañeras esperando a que le confirmaran o negaran sus palabras.
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