Post by Sawyer Sinclare on Dec 12, 2017 4:43:44 GMT
Este día había sido de arduo trabajo para Sawyer en los plantíos de su familia, no era difícil debido a su experiencia pero seguía siendo cansado para él y más cuando era en su forma sellada y no en la verdadera esta vez. Literalmente la mañana y la tarde volaron con la labor y de verdad no deseaba ir a una taberna o hacer un espectáculo después de eso, quería mas que descansar con una siesta, quería despejarse. Con esto en mente, desde su hogar, llevando consigo su violín, fue volando hasta la ciudadela, apenas la noche se manifestaba y con esto locales cerraban a la vez que otros abrían; el bullicio era menor afortunadamente comparado durante el tiempo en el que el sol estaba en su punto máximo.
Llegando, se la pasó caminando por distintas calles, mirando todo tipo de arcanos andar, otros hablando, unos en grupos, de todo tipo. Alejándose de todo eso, se acercó a un puente y se sentó en el suelo en una de las orillas, por un instante parecía un indigente bien vestido con un violín en mano. Miró al cielo estrellado. Su cabeza se llenó de pensamientos, sobre los amigos que había realizado hasta ahora (los cuales no son muchos), las cosas que ha descubierto, pensó en las cosas que aún le faltaban por aprender de este mundo mágico, etcétera...filosofando sobre su 'corta' y aveces insignificante vida. Miró a su violín, una de las cosas que más amaba, se preguntaba si algún día a alguien le gustaría sentarse a escucharle tocar, cantar o simplemente verle bailar, pero eso no se daba. Enseguida miró sus manos ¿Alguien aparte de su familia o de su violín podría tocarlas? Estas tenían varias curitas por el reciente trabajo, le había generado ligeras lesiones pero no para alarmarse.
Llegando, se la pasó caminando por distintas calles, mirando todo tipo de arcanos andar, otros hablando, unos en grupos, de todo tipo. Alejándose de todo eso, se acercó a un puente y se sentó en el suelo en una de las orillas, por un instante parecía un indigente bien vestido con un violín en mano. Miró al cielo estrellado. Su cabeza se llenó de pensamientos, sobre los amigos que había realizado hasta ahora (los cuales no son muchos), las cosas que ha descubierto, pensó en las cosas que aún le faltaban por aprender de este mundo mágico, etcétera...filosofando sobre su 'corta' y aveces insignificante vida. Miró a su violín, una de las cosas que más amaba, se preguntaba si algún día a alguien le gustaría sentarse a escucharle tocar, cantar o simplemente verle bailar, pero eso no se daba. Enseguida miró sus manos ¿Alguien aparte de su familia o de su violín podría tocarlas? Estas tenían varias curitas por el reciente trabajo, le había generado ligeras lesiones pero no para alarmarse.
Pasados unos minutos dejó de pensar, se suponía que había ido allí para despejarse, no para entristecer su un poco vacía vida si así se le puede llamar. Tomó el arco de su violín y jugó con unas cuantas cuerdas de este, de manera cuidadosa claro; al poco rato ya estaba tarareando una canción que sus abuelos le cantaban, una muy dulce de tonos agudos y suaves. La relajación estaba ahí pero, ¿por qué entonces se sentía tan triste?