Un Medico de Brazos (priv)

Conforme a los días pasaban y las necesidades en el templo llegaban al arconte no le quedaba de otra nas que salir al fastidio del mundo exterior en busca de medicamento y hierbas medicinales para poder ayudar a los que pudiera ... Aun que también buscaba potentes hiervas venenosas para poder liberar a aquel que lo necesitara .... Pero bueno, no era algo que le llenaba de emoción el salir pues si en verdad siguiera sus deseos preferiría dejar morir a todos ... "Que se las arreglen ellos" pensaba en la mente desquitándose todo lo que sus labios no podrían decir jamas

Conforme a caminaba en dirección a los pplantios pero aun estando en la ciudadela pudo divisar a lo lejos un baúl en el suelo el cual pareciera tener un momentos de basura a un lado "que asco" dijo conforme se acercaba nas y más a este pero después pudo escuchar un murmuro ... Una voz débil que apenas se escuchaba gracias al silencio que retumbaba hasta los arboles ... Finalmente se acerco al bulto

Mirando hacia abajo pudo escuchar lo que este que ahora reconocía como otro decía ... La situación le molestaba estaba frustrado y no quería cargar a alguien y aparte sus cosas, aun que no había nadie que lo viera bien podria dejar lo a su suerte ignorando lo ... Pero después sus ojos revolotearon en silencio arrebatando esa idea de la mente "Nisitris sili sirvimis piri ayidir" pensó en modo de puchero las palabras de su sacerdote superior por lo que con cuidado le golpeo a este por la nuca bien aplicando la fuerza necesaria para dejarlo inconsciente para que dejara de decir falacias y fuera mas fácil de cargar

Finalmente después llevando en braso al tipo y con la otra cargando el baúl le dio camino a su templo pues bien ahí podría ayudar lo mas fácilmente

-me voy a volver loco si sigo así ...-

Conforme lo llevaba en brazos se daba cuenta como era que seguía hablando "no lo golpee con suficiente fuerza..." se dijo a si mismo en silencio mientras escuchaba las falacias que el pelinegro ahora decía, cualquiera podría haberse reído de tal situación pero la falta de expresividad y el ver esos brazos hacían que en sus ojos mas bien se reflejara una especie de preocupación -calla te- termino diciendo le poco antes de siquiera llegar a poner un pie dentro del templo a donde ahora se encontraban (a lo cual daba gracias de no haber sido capas de que llegara mas lejos o sino se verían en desventaja)

Finalmente entraron al templo y lo primero que tuvo que hacer fue dejar el baúl que lo inmovilizaba en el suelo de la que fungía como sala/salón/quirofano y templo el lugar era amplio y por suerte vació por lo que pudo llegar tranquilamente a recortar al herido en una manta la cual resultaba un tanto rasposa pero hacia sentir un tanto mas suave el suelo -aquí ... estarás bien- le dijo mientras lo recostaba para posteriormente ir en busca de una pequeña caja en donde guardaba sus pócimas, medicinas, vendajes y herramientas para el cuidado ... en ese momento después regreso con el otro, sentándose en sus cuclillas al lado del pelinegro

Después de eso jalo un pequeño cordón el cual abrió suavemente una cortina de tela suave, destapando así una ventana que pegaba por encima de ellos, dejando la luz pasar y pegar suavemente en el cuerpo del otro para poder ver que es lo que le pasaba a detalle por lo que procurando tener cuidado puso una venda en los ojos de este apenas si posando la sobre el rostro de este -no te muevas- en eso después dirigió sus manos y empezó a cortar los harapos que este llevaba por ropa con unas tijeras (las cuales eran ridículas comparadas con el tamaño de sus manos) descubriendo el pecho y brazos de este

Al escuchar lo quejarse la molestia se volvió verdadera su ceño estaba ahora fruncido pues el hombre no dejaba de gritar como vaca vieja esto no dejaba que siquiera pudiera pensar en forma que era lo que deseaba hacer por lo que con un suspiro se levanto a sacar de un cajón un pequeño artilugio de cerámica el cual servia como pipa para enfermos con un contenido de opio en el medio, algo que aun que no fuera lo mejor dejaba que al menos el dolor no fuera lo principal en que se preocuparan los enfermos. Lo coloco encima de los labios del hombre y después puso el sus labios del otro lado soltando un suspiro fuerte, haciendo que el polvo se introdujera en la boca del hombre, ahora era cosa de que perdiera razón poco a poco

-AHORA!!! ...- soltó un suspiro -por favor callate- conforme decía eso empezaba a palpar levemente el cuerpo del herido, haciendo ligeras presiones sobre el vientre, pecho y finalmente los hombros que era donde comenzaba la zona que le preocupaba, facilemente sabia que estos estaban rotos e infectados pero necesitaba saber en cuantas partes y en que partes -dime donde sientas dolor- dijo mientras recorría el brazo con sus manos -mmmmmh- exclamo disfrazando la tentación de apretar de más -cómo te hiciste esto?-