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Post by Deleted on Jan 6, 2018 18:30:30 GMT
El ruido del hacha golpeando la madera le impiio escuchar la primera llamada de la chica, luego de quebrar los pedazos que necesitaba hizo una pausa y esto le basto no solo para oírla sino que la veía caminar hacía él de inmediato y alarmado el caballero fue hasta ella y con cuidado ofrecio sus brazos para darle apoyo- Señorita evangeline, por favor estare en un minuto con usted y la acompañaer lo que desee pero por favor quiero y necesito que repose -La cargo para caminar y dejarla otra vez junto al fuego- Escuche, no es ninguna molestia para mi ayudarle, es mi trabajo es lo que me dedico pero permitame hacerlo, esta usted bastante lastimada, no se de medicina es verdad pero se de heridas y se que necesitamos ayuda especifica, así que por favor debe descansar -En su voz se notaba autoridad pero sobre esta preocupacíon una honesta y genuina preocupación, aquella chica acababa de llegar volando hasta la isla el agotamiento que aquello representaba para cualquier arcano era enorme, sin contar con todas las heridas que había recibido, el caballero se levanto y volvio al lugar donde había estado trabajando, recogió su hacha y los troszos de madera y regreso para sentarse junto a ella.
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Post by Evangeline on Jan 16, 2018 17:23:50 GMT
La mujer se hallaba inquieta; ansiosa por respuestas, por asegurarse de que todo lo que estuviese ocurriendo a su alrededor fuera la realidad. Fue llevada de nueva cuenta hasta la fogata, donde se sometió a esperar por el caballero quien se esforzaba por mantenerla cómoda y segura. Suspiró. -Discúlpeme- dijo una vez que el hombre volvió a su lado. -Aún estoy... aturdida por todo esto. No comprendo todavía las condiciones de mi llegada a este lugar... ¿cómo?...-. Calló nuevamente. Sentía inadecuada su confusión en aquél momento. Era ingrata por interponer la satisfacción de su curiosidad ante los gestos amables del hombre que sin ningún compromiso se había dado a la tarea de proporcionarle cuidados. Detestaba lo que el miedo estaba haciendo en sus adentros; la llenaba de duda, de egoísmo y de una incertidumbre que no había conocido antes. Había estado colmada del privilegio de la seguridad, de un futuro brillante que los escenarios como el que estaba en aquél momento no eran una opción en su mente, jamás lo habían sido.
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Post by Deleted on Jan 17, 2018 6:25:50 GMT
El hombre la escucho en silencio mientras veía los trozos de madera y parecía medir algo con ellos, luego giro su cabeza para verla directamente- ¿Como llego usted hasta aquí? -Pregunto tratando de terminar la pregunta de la joven, luego miro el fuego- Volando supongo yo, una vez entras aquí nadie busca salir y los que lo hacen bueno... Dicen que no se les vuelve a ver -Saco un cuchillo de su cinto y empezo a quitar algunas imperfecciones a la vara de madera que tenía en la mano- Si lo que le preocupa es que hará ahora, bueno puedo sugerirle recuperarse de sus heridas primero -Menciono mientras continuaba su trabajo con el trozo de madera- Luego quizás quiera conocer un poco las ciudades y su gente, no es un mal lugar para vivir si posee usted un oficio claro esta y en caso de no tenerlo bueno nunca faltará alguien interesado en enseñarle -Sabía que la chica estaba asustada ante el incierto destino que parecía ser víctima- No se preocupe, puedo ayudarla el tiempo que haga falta si así lo desea -Siguio cortando algunas imperfecciones hasta que termino de hacer una pequeña vara lisa.
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Post by Evangeline on Jan 20, 2018 19:09:43 GMT
-No... sí, eso es claro... eso lo tengo claro...- respondió, llevándose las manos al rostro. Estaba tan aturdida intentando comprender. No era una conocedora física del mundo pero había leído y jamás había escuchado sobre la isla de Mirovia. Pero dejó el tema, se empaparía de información después. Se alejó del refugio de sus manos para mirar al caballero mientras éste se dedicaba a actividades ordinarias; su vida seguía y ella apenas comenzaba una. -Le agradezco... por su caridad, su bondad y sobre todo la disposición que tiene para ayudarme. Me temo que, no poseo nada para pagarle por todo esto...- declaró avergonzada, cubriéndose el cuerpo por el frío que se sentía. -Si es que hay alguna ciudad cerca, me gustaría visitarla; creo que ahí habrán oportunidades para una recién llegada como yo...- murmuró. Realmente no sabía eso, no tenía idea. Desconocía por completo qué acontecía en ese sitio. -Bueno... eso supongo-. Elevó las rodillas para refugiarse. Se sentía insegura por el futuro. Era tan incierto. No había marcha atrás y de eso estaba consciente pero ni siquiera tenía un terreno firme, nada que prometiera un inicio...
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Post by Deleted on Jan 28, 2018 20:20:21 GMT
-No tiene porque pagarme señorita Evangeline, a este tipo de cosas me dedico así -Comento mientras tomaba el otro pedazo de madera que era más largo y empezaba a quitarle la corteza mientras la escuchaba- Estamos cerca de una ciudad donde dicen hay muy buenos boticarios y médicos, claro está que es en el bosque de las hadas, una vez allí me asegurare de dejarla en buenas manos y luego podrá usted seguir su camino, claro esta que si desea que la acompañe un poco más no tendré problemas en hacerlo -Las ciudades mas pobladas estan algo lejos y hay que atravesar terrenos bastante complicados -Comenta el caballero mientras sigue trabajando en la madera- Y usted parece ser alguien de muy buen corazón a personas asi no les faltan las oportunidades -Comenta para mirar el fuego un rato y luego continuar en silencio su trabajo hasta que termina otra vara lisa pero mas grande lo suficiente para servir como bastón.
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Post by Evangeline on Feb 11, 2018 2:50:41 GMT
Evangeline permitió que el silencio reinara por un momento. Se sentía bendecida de haberse encontrado con un hombre de buen corazón que parecía tener las mejores intenciones. Pero a pesar de eso, le pesaba esta nueva realidad que le había caído como un balde de agua fría... era como haber despertado de un sueño para entrar a una pesadilla. -Le agradezco, de verdad... nunca olvidaré la bondad que me ha mostrado... Quiero creer que su nobleza es buena señal... que estoy en un lugar seguro- repetía esto en su cabeza como un rezo para brindarse cierta seguridad. El hombre se veía determinado en ayudarle, por lo que no se resistiría más a los detalles que estaba extendiéndole a su persona. Volvió a recostarse sobre la arena, fijando la mirada sobre el fuego mientras los sonidos de la madera al ser raspada por el caballero, le brindaron un cierto sentido de paz. -Aún no me ha dicho su nombre- murmuró, con los ojos cerrados, tratando de arrullarse por los sonidos que en ese momento estaban brindándole tanta tranquilidad.
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Post by Deleted on Mar 19, 2018 1:30:15 GMT
-Encontrara su lugar seguro señorita Evangeline- Contesto el caballero distraído todavía miro al cielo y noto que era bastante tarde, quizás debía esperar a que la mañana llegará aunque le preocupara la herida que mostraba la chica, en cuanto le menciono lo de su nombre el caballero giro para verla pero la muchacha se hallaba con los ojos cerrados parecía tan tranquila y descansada, había volado desde tan lejos quizás un sueño tranquilo sería mas importante para ella que una atención médica, se escucho un suspiro por debajo de aquél enorme yelmo de jabalí, se levanto y le acomodo la manta a la chica- Puede llamarme Bhorem señorita Evangeline, descanse -Susurro con suavidad no quería interrumpir aquella expesión tan tranquila que ella tenía, luego se sento frente al fuego vigiliante.
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Post by Evangeline on Mar 20, 2018 1:59:10 GMT
Sonrió. Por fin podía ponerle nombre a quien le brindaba tanta bondad desinteresadamente. -Bhorem... gracias- susurró. Los sonidos del mar al rugir, a pesar de poseer una rabia en su naturaleza, le daban paz... quietud. Su mente se sentía descansada a pesar de la violencia por la que había pasado antes. Confirmó, en ese instante, que había encontrado un refugio en donde no sufriría, donde no sería perseguida y lo más importante, donde desaparecería, dejando de ser una amenaza para aquellos que vivían a su alrededor en aquél pueblo. ¿Los volvería a ver...? En ese momento, no sabía que las posibilidades de salir de aquél refugio eran nulas, ni tampoco sabría que el sufrimiento la acompañaría a cada paso que diera puesto que la maldad no habita en el corazón humano sino en la naturaleza de todo aquél capaz de distinguir entre el bien y el mal. Cayó entonces al fin, rendida al cansancio, a los sueños que la alejarían de una realidad distinta. De ahí en adelante, los sueños parecerían mejores que la vida que tendría que vivir. -- THREAD CERRADO --
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