Post by Blyer Bloodthorn on Dec 22, 2017 21:01:30 GMT
''Solo esto merezco...''
El sonido del metal moviendo se podía escuchar ya a las afueras de aquel enorme y cálido lugar, acompañado del sonido de los pasos sobre el suelo. Su mirada ya no mostraba ese brillo que alguna vez tuvo, estaban vacíos de cualquier especie de emoción, como si fueran meras piedras pintadas de se color bermellón característico de sus ojos, ya no estaba seguro ni de las acciones que realizaba, pero de algo si estaba seguro, esa mascara que siempre portaba para tratar de que otros no se dieran cuenta de los verdaderos sentimientos del Minotauro... Ya no existía más. Su tardo en sentir de mejor manera como el calor que rodeaba los alrededores se filtraba por el visor de su casco, mirando el ardiente sol que cubría todo el lugar mientras los demás luchadores lo miraban con curiosidad, algunos conocidos, viejos colegas, que se preguntaban que hacia esa figura supuestamente retirada de vuelta en ese lugar. Murmuraban, sacaban conclusiones, como: ''¿La pasión por pelear volvió?'' ó ''¿Quizá solo quiere morir?'', quizá esa ultima era la más acertada, ¿Era cierto? Ni él mismo estaba seguro de la razón para volver ahí, quizá diversión, distracción... Tal vez una manera de olvidarse de todo.
En su espalda portaba el hacha con la que había derramado la sangre de una gran cantidad de personas, incluyendo a esos cazadores a los que había lastimado para poder proteger a la Sirena, ¿Pero a que costo? Pudo verlo en su mirada, en sus acciones, en sus palabras... ''Le doy miedo... Asco...'' Pensó una vez más, sentándose en una de las bancas de piedra de los pasillos del Coliseo, donde solo le quedaba esperar por el momento. Se despojo de los guantes de acero de su armadura para sacar de su mochila su tableta arcana, y revisando la gran cantidad de pictografias que tenia con esa mujer pelirosada. Algunas lagrimas cayeron a través del visor del casco a la pantalla del aparato... Seguía doliendo como esa vez en el manantial del unicornio, causando que su corazón se comprimiera, pero en un pesado suspiro, volvió a guardar el objeto arcano, y levantándose de la banca de piedra para moverse a otro lugar.
La sangre reflejaba la luz del sol en el suelo, el hacha goteaba ese liquido carmesí mientras el publico parecía volverse loco en la emoción, mientras el cuerpo del contrincante del Minotauro yacía sin vida sobre el suelo de aquella arena, con un horrible corte que se extendía desde su hombro hasta su cintura. El Minotauro solo miraba de manera fría el cadáver, mientras escuchaba los gritos de la gente, algunos pidiendo por más, otros simplemente felicitándolo por su victoria. Agito su hacha para que esta dejara de gotear, y solo se dirigió a la salida de la arena, no para irse... Si no esperando su próxima lucha, pues eso era lo que realmente sentía, no había otra utilidad en su vida, no había otro objetivo... Solo luchar.
El sonido del metal moviendo se podía escuchar ya a las afueras de aquel enorme y cálido lugar, acompañado del sonido de los pasos sobre el suelo. Su mirada ya no mostraba ese brillo que alguna vez tuvo, estaban vacíos de cualquier especie de emoción, como si fueran meras piedras pintadas de se color bermellón característico de sus ojos, ya no estaba seguro ni de las acciones que realizaba, pero de algo si estaba seguro, esa mascara que siempre portaba para tratar de que otros no se dieran cuenta de los verdaderos sentimientos del Minotauro... Ya no existía más. Su tardo en sentir de mejor manera como el calor que rodeaba los alrededores se filtraba por el visor de su casco, mirando el ardiente sol que cubría todo el lugar mientras los demás luchadores lo miraban con curiosidad, algunos conocidos, viejos colegas, que se preguntaban que hacia esa figura supuestamente retirada de vuelta en ese lugar. Murmuraban, sacaban conclusiones, como: ''¿La pasión por pelear volvió?'' ó ''¿Quizá solo quiere morir?'', quizá esa ultima era la más acertada, ¿Era cierto? Ni él mismo estaba seguro de la razón para volver ahí, quizá diversión, distracción... Tal vez una manera de olvidarse de todo.
En su espalda portaba el hacha con la que había derramado la sangre de una gran cantidad de personas, incluyendo a esos cazadores a los que había lastimado para poder proteger a la Sirena, ¿Pero a que costo? Pudo verlo en su mirada, en sus acciones, en sus palabras... ''Le doy miedo... Asco...'' Pensó una vez más, sentándose en una de las bancas de piedra de los pasillos del Coliseo, donde solo le quedaba esperar por el momento. Se despojo de los guantes de acero de su armadura para sacar de su mochila su tableta arcana, y revisando la gran cantidad de pictografias que tenia con esa mujer pelirosada. Algunas lagrimas cayeron a través del visor del casco a la pantalla del aparato... Seguía doliendo como esa vez en el manantial del unicornio, causando que su corazón se comprimiera, pero en un pesado suspiro, volvió a guardar el objeto arcano, y levantándose de la banca de piedra para moverse a otro lugar.
''Ya no queda más... Para esto sirvo... Para esto vivo... Debo aceptarlo...''
Las puertas de la enorme arena se abrieron lentamente dejando escuchar el sonido del publico, el fervor y la ansia porque aquel violento espectáculo comenzara. Los pasos del Minotauro acompañado de esa armadura de acero que lo cubría, lo llevaron hasta ser iluminado nuevamente por el ardiente sol sobre ellos, frente a él se encontraba su oponente, alguien con grandes ansias de combatir. Su mano se dirigió a tomar el mango del hacha de reposaba en su espalda, sacándola de un movimiento y golpeándola contra el suelo, a la par que su mirada a través del visor se conectaba con la de su rival. Esa sensación volvía a él, como el tiempo parecía pasar más lento, segundos que parecían minutos, horas incluso, hasta que finalmente, aquella batalla de todo o nada entre dos sujetos que no tenían absolutamente nada que perder, dio inicio....
''Aceptar... La Bestia que soy.''