Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Dec 23, 2017 4:56:52 GMT
La suave brisa fría y húmeda en sus mejillas le acariciaba, frunció un poco el ceño, se sentía tan bien que no deseaba que esa sensación acabara, tan suave y relajante, tierna, suspiro, había algo que no estaba bien, su cerebro intentaba hacerla reaccionar de aquel adormecimiento en el que se había sumido todo su cuerpo, estaba cayendo inevitablemente, culpa de la inconsciencia que la había poseído, nuevamente aquella maldición la atrapaba, su cuerpo no podía dormir, su mente no la dejaba en paz, en cuanto cerraba los ojos nuevas imágenes de su pasado la atormentaban, había aceptado tantas cosas y aun así la lista seguía, pero ya pasaba con menos frecuencia gracias a alguien que se desvelaba con ella en las noches, alguien quien era tan amable y sincero… alguien de quien no sabía nada hace unos días, y se moría de los nervios, se había acostumbrado tanto a hablar con aquel hombre que su silencio le dolía, pero comprendía que debía estar ocupado, lo sabía, aun si él no le dijera, ella agradecía que él le diera una pequeña parte de su preciado tiempo para dialogar, después de todo lo que había sucedido entre ambos con aquel viaje hacia el templo del invierno, el libro, sus reacciones… la mordida; Había decidido retomar sus viajes en su ausencia, llevando consigo el aparato mágico, la tableta, por si el respondía, no quería que se asustara como la última vez que no contesto. La conciencia volvió y su reacción no se hizo esperar, se había desmayado mientras volaba y ahora caía a su inevitable y dolorosa realidad, estiro sus alas lo más que pudo buscando nuevo equilibrio, pero era inútil, el viento de la costa no hacía más que entorpecer su desesperado intento por frenarse, al menos ya no iba de cara al suelo
Planeo de forma torpe unos metros más antes de estrellarse en la arena, rodando hasta toparse con el agua que fue finalmente quien la detuvo, se había protegido apenas con sus brazos de un golpe mayor; Dejo escapar un quejido mientras el agua y su marea le mojaban el cuerpo y la cara, se sentó escupiendo todo lo que había entrado a su boca ¿Por qué siempre debía terminar cayéndose en algo? “Pareciera que el destino así lo quiere” recordó sus últimos meses en la isla y la enorme cantidad de veces que había terminado metiéndose en lugares extraños o bien, cayendo de forma torpe en el agua, cualquiera que la viera no podría ni siquiera imaginar el pasado de aquella arconte, una general, una asesina “El ángel del apocalipsis” como la habían nombrado en la guerra. Se froto la sien, mareada, temblando un poco por el viento y sobre todo adolorida, aquel viento y la caída habían tocado aquellas destruidas alas, no podía moverse, sentía como si muchas agujas se enterraran en su piel, revivía nuevamente el dolor de perder sus plumas, una tras otra mientras eran jaladas, cortadas, quemadas, quería vomitar
-Al…menos llegue a la playa…- Comento luego de tragar saliva, respirando hondo para controlar su estómago, miro a su alrededor, el brillo puro de sus alas vivas le iluminaban bastante, pero no había mucho que lograra ver en esa noche de luna llena, las nubes la perseguían, al menos solo era una y se iría pronto, solo debía esperar –Quizás debería levantarme…- se cuestionó a sí misma, pero entre el mareo, sus recuerdos y el dolor, el frió del agua y su mecer suave parecían un regalo, al menos le reconfortaba saber que de seguro sus provisiones y su diario no se mojarían gracias a la tela de la misma mochila “comprendo por qué era tu favorita” sonrió lentamente ante ese pensamiento, si Rhonan estuviera vivo seguro estaría riéndose preocupado, nervioso, insistiéndole en que saliera del agua mientras se sentaba a su lado para mojarse el también, ese rasgo tan inocente le había cautivado hasta los últimos momentos, el mismo rasgo que había heredado su pequeño retoño
¡ADVERTENCIA! ¡ADVERTENCIA! Este thread contiene temas sensibles tales como tortura, violacion, secuestro y abusos diversos, por favor si eres menor de edad o eres sensible a estos temas abstente de leer <3
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Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Dec 23, 2017 23:41:54 GMT
¿Cuanto tiempo habría pasado desde la ultima vez que había hablado con el minotauro? Serian quizás unos veinte días o quizás menos, esas horas habían sido agonizantes para la sirena desde aquel día en el que ambos se habían despedido en la playa, desde ese momento en el que no había sido capaz de decir lo que sentía por miedo de ser juzgada y quizás había exagerado un poco en ese sentido pero... le importaba tanto lo que el minotauro pensara de ella que no quería romper la impresión que tenia de su ser, definitivamente no quería decirle que en realidad estaba manchada y toda marcada, que había sido usada como si solo se tratara de un mero objeto sin vida, que había revelado información importante y para que luego fuera desechada como un viejo trapo usado al mar donde casi había perdido la vida de no ser que Skye la había encontrado. Había optado por guardarse todo lo que había sucedido en ese barco, incluso de Blyer pero... ¿A que costo?, por causa de eso prácticamente había rechazado su confesión y ahora no sabia nada de él, realmente no había momento en el que no pensara en el minotauro, en que estaría haciendo, si estaría durmiendo y comiendo bien, si... pensaba en ella tanto como ella pensaba en él, en muchas ocasiones sacaba su tableta con la intensión de hablarle pero siempre se arrepentía de ello y terminaba viendo las pictografias que se habían tomado en las dos excursiones sin poder contener sus lagrimas, realmente la estaba pasando mal.
Todo era como si no hubiera hablado con el minotauro, sus noches sin dormir habían regresado al igual que la falta de apetito, las ganas de estar completamente sola, al igual que la paranoia y el llanto, es por eso que se hallaba cerca de la playa con su torso recostado sobre unas rocas mirando aquel cielo nocturno sin una pizca de sueño solo pensando mientras los segundos, los minutos y las horas pasaban lentamente. Normalmente estaría en la ensenada que era su pequeño "escondite secreto" pero había evitado el volver a ese lugar ya que le resultaba imposible no recordar su primer encuentro con el minotauro, aquella noche tan similar a la presente, si regresaba en ese lugar solo esperaría que el destino le regalara otro encuentro con Blyer pero sabia que eso era menos que probable, era imposible, tenia que aceptarlo. Su mirada permanecía en el tranquilo cielo nocturno que se reflejaba en el agua notando al que le hizo entrecerrar la mirada, algo parecía estar cayendo desde el cielo pero no conseguía distinguir de que se trataba debido a que solo podía distinguir algo de luz, sea lo que fuere termino por estrellarse en la orilla de la playa justo donde el agua aun acariciaba la costa provocando que el agua oceánica salpicara, no sabia de que se trataba y la curiosidad por aproximarse era grande.
Lo pensó un momento. ¿Era prudente acercarse?. ¿Que tal si se trataba de alguien peligroso?. Aunque también podría tratarse de alguien que estaba herido debido a la manera por la que había terminado cayendo, realmente estaba en duda pero al final se convenció de que quizás era alguien que necesitaba ayuda así que si podía hacer aunque fuera alguna mínima cosa para ayudar entonces iría y así lo hizo. Se sumergió por completo para nadar en dirección a la playa sacando su cabeza del agua cerca de la orilla para ver mejor de quien se trataba, resulto ser que era una mujer de cabellos plateados y cortos, luego de haber visto mejor de quien se trataba tomo su forma sellada para salir del agua y acercarse con cuidado hacia la peliblanca. -Disculpa...- comenzó hablando en un tono algo nervioso estando de pie cerca de ella. -¿Te encuentras bien?...¿Necesitas ayuda?- pregunto en un tono preocupado mirando a la contraria en busca de alguna herida visible, mas solo se la veia mojada y con algo de arena encima, esperaba que no se hubiera lastimado.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Dec 25, 2017 2:31:05 GMT
Se había sumido tanto en sus pensamientos que el movimiento del agua la había despertado, había alguien que estaba saliendo de la misma, volteo apenas unos centímetros para poder observar con su blanca pupila al desconocido que se acercaba, preparándose en casi de que fuera algún depredador o alguno de esos extraños monstruos nocturnos, las alas de la mujer se iluminaron más preparándose para el ataque, pero la misma luz tan rápido como se incrementó desapareció, la silueta femenina y la voz nerviosa casi asustada la tranquilizaron, se volteo aun sentada en el agua para poder observar a su interlocutora, no esperaba encontrar a alguien a tan altas horas de la noche. La luz de la luna se hizo presente esta vez y la arconte pudo observar con mayor detalle a la joven frente a ella, una sonrisa maternal se le escapo mientras negaba suavemente, buscando los ojos de la sirena – Estoy bien, muchas gracias – con un movimiento suave se inclinó hacia un lado para levantarse, en realidad no se sentía mal, físicamente hablando, suspiro, mientras se levantaba con algo de esfuerzo gracias al agua, sus plumas ahora brillaban por las gotas de agua que caían a paso lento por estas hasta caer al enorme océano, Lumina se sacudió un poco cuidando de no mojar a la jovencita cerca de ella, se revisó por si acaso, solo había rasguños y rasgaduras en su ropa, la peor parte la había llevado uno de sus brazos, un enorme trozo de tela se había desprendido, dejando a la vista aquella cicatriz cerca de su hombro que de no fijarse bien, podía confundirse con algo hecho recientemente, una maldición en su carne – Mi nombre es Lumina, es un placer… ¿Puedo saber tu nombre?- pregunto en tono suave, melodioso mientras llevaba las manos a su cabello para retirar aquella corona metálica y así poder estrujar su cabello tan blanco como la nieve, aun si no lo quisiera su aura siempre daba esa apariencia de paz
Lumina medito unos segundos lo que había dicho, quizás incomodaría a la chica su presencia allí, más si una completa desconocida era tan directa – Disculpa, no es necesario que respondas si te es incómodo, comprendo que quizá pude haberte irrespetado…- se disculpó, el sueño la hacía un poco más lenta, suspiro mientras comenzaba a salir del agua, no demasiado, lo suficiente para poder levantar sus alas y secarlas sin que se llenaran de arena, volteo breves segundos esperando a ver si la joven de cabellos bicolor la seguía, hablar con alguien siempre era un tesoro, y si el destino la había hecho estrellarse en ese punto específico y encontrarse con la muchacha era por algo, siempre lo había pensado así, incluso su encuentro con Blyer, un gesto de nostalgia se escapó de su rostro al recordar al joven minotauro, hacía tiempo no sabía de él y le preocupaba, pero sencillamente no se lo había encontrado y él no había respondido su último mensaje, seguramente ocupado en asuntos importantes
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Tsuyume
Los Grises
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Post by Tsuyume on Dec 25, 2017 18:29:01 GMT
Aún estaba de pie frente a la mujer preocupada por su estado de salud, aunque en el momento en que sus alas se iluminaron retrocedió un poco mientras se cubría un poco de la intensa luz que no le dejó mucho por unos momentos mas luego de unos instantes aquella luminosidad se apagó hasta que solo quedó la luz de la luna; fue allí cuando notó aquella sonrisa en el rostro de la mujer de cabello blanco como la nieve y cuyas pupilas llevaban el mismo color, pronto la voz de la fémina pudo escucharse para tranquilizar las preocupaciones de la sirena diciendo que se encontraba bien, por lo que un pequeño suspiro de alivio salió desde sus labios. Mientras la peliblanca se reincorporaba la sirena se quedó observandola, más que nada a sus alas y las plumas de estas que brillaban gracias al agua del océano, supuso que ella era un arconte o al menos eso era lo que teorizaba ya que después de haber conocido a Zadquiel sus alas le recordaban a las suyas.
Mientras la mujer se limpiaba un poco los ojos ámbar de la pelirosada se posaron sobre ella, mas específicamente sobre su ropa rota producto de la caída, es así como apenas pudo distinguir aquella cicatriz en el hombro de la contraria y no pudo evitar que la curiosidad se presentara, preguntándose como la obtuvo y en cierta manera recordando las que ella misma portaba en su cuerpo. Las palabras de la mujer le hicieron reaccionar, mientras que esta se presentaba y antes de que ella pudiera responderle ella volvió a hablar disculpándose, cosa que dejó confundida a la sirena quien no dudó en hablar. -N-No no, esta bien. No me es incómodo para nada.- respondió agitando un poco las manos para después seguir hablando estando mas calmada. -Soy Tsuyume, es un gusto conocerte Lumina.- le dedicó una sonrisa para demostrarle que estaba realmente cómoda hablando con ella ya que se veía agradable y de hecho a pesar de que era una desconocía no le generaba desconfianza.
Sin embargo se notaba algo nerviosa, no por la compañía de la mujer sino porque la curiosidad por preguntarle sobre la cicatriz que había visto era grande pero debía contenerse, es decir, apenas se habían presentado y seguramente ese era un tema personal que no debía abordarse a los minutos de haberse conocido, por lo que decidió mitigar la curiosidad con otra pregunta menos invasiva para no incomodar a la peliblanca. -Disculpe si soy muy curiosa pero... ¿Por qué terminó cayendo?...- al menos podía estar segura que aquella duda no iba a molestar a la ajena, o eso esperaba, no le gustaría que ella se llevara una mala impresión de su persona apenas haberla conocido, los nervios seguían presentes pero trataba de hacer su mejor esfuerzo para que no se notara demasiado sin embargo por la manera en que hablaba y jugaba con su cabello era más que evidente.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Dec 25, 2017 23:01:28 GMT
El ser de luz la miró unos momentos más antes de que esa enorme sonrisa maternal se agrandada, verla tan nerviosa por preguntar algo sencillo la hacía delatarse a si misma, la curiosidad no era algo malo siempre y cuando no se irrespetara a nadie, medito unos segundos su respuesta antes de contestar, no estaba segura de cómo explicarlo sin que sonara grave o mal, tampoco estaba segura de si se había dormido o simplemente su conciencia la había abandonado a causa del agotamiento que sentía su cuerpo “ si tienes sueño no debes volar, puedes provocar un accidente” la voz de rhonan resonó en su cabeza, un antiguo recuerdo de su adolescencia, mucho antes de que el arconte de alas plateadas le robara el corazón, jamás había entendido aquella frase dicha en un tono tan serio hasta su muerte, ahora que su cuerpo parecía descompuesto y en un caos total comprendía aquello - Creo… que me desmayé - pronunció en un tono confundido, no seguro de lo que decía, suspiro levantando un poco más las alas mientras salía del agua, si seguía así de mojada se enfermaria -Discúlpame un momento por favor tsuyume - pidió en tono amable mientras con corona en mano extendía lentamente sus alas, mostrando no solo su majestuosidad si no también lo enorme que eran… y la falta de las centrales, de las cuales solo quedaban plumas desordenadas y pequeñas a la altura de la cintura, plumas que no brillaban como las otras. Lumina cerró los ojos y se agitó con fuerza, su cabeza y alas se sacudieron unos segundos marcando un área a su alrededor con las gotas que habían salido disparadas hacia la arena seca, las suaves plumas se esponja ron, perdiendo su forma tan definida y majestuosa por una imagen esponjosa que se acompañaba con el cabello blanco cubriendo el rostro del cual se escapaba una sonrisa divertida, pronto aquellas plumas luminosas tomaron su forma normal y la mujer ordenó su cabello, reacomodando la corona que pareció adaptarse nuevamente a su cabeza - ahora me siento mucho mejor - comento aliviada, las alas de la mujer se deshicieron en pequeños destellos de luz que fueron consumidos por la misma noche
-el placer es mío tsuyume… Es un lindo nombre si me permites decirlo, y tú eres una muy bella joven…- algo con sinceridad mientras comenzaba a quitarse la enorme mochila de la espalda, cuando está tocó el piso Lumina busco con la mirada alguna zona más íntima para cambiarse, por el rabillo del ojo divisó la rasgadura de su camisa y cubrió disimuladamente la cicatriz, no dolía físicamente pero los recuerdos que venían con ella eran aún desgarradores - Disculpa si te dejo unos momentos pero debo cambiar mi ropa, no me gustaría enfermar - se disculpó esta vez divisando no muy lejos de allí una zona más privada, un montículo de lo que parecía ser tierra y arena ¿Cuántas camisas no había perdido por cosas así? “Debería ser más cuidadosa” sé autoregaño mentalmente, dando un apenas perceptible gesto de regaño
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Tsuyume
Los Grises
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Post by Tsuyume on Dec 26, 2017 20:05:17 GMT
Su corazón latía con algo de fuerza debido a los nervios aunque trataba de calmarse y lo consiguió gracias a la sonrisa de la mujer que le transmitió tranquilidad en ese momento, al menos ahora estaba mas relajada y menos tensa sin embargo cuando escuchó las palabras de la mujer en respuesta a su pregunta su expresión cambió por la de una de preocupación. -¡Ah! Eso fue muy peligroso... podría haber terminado muy herida o incluso muerta...- expresó preocupada sin querer si quiera imaginarse que eso podría haber pasado.
Luego de eso la mujer se disculpó amablemente para salir del océano, era comprensible dado que el agua estaba algo fría y seguramente ella podría enfermarse si no se secaba pronto, la sirena por otra parte no tenía problemas con eso ya que casi siempre estaba mojada y no corría riesgo de enfermarse; fue entonces cuando vio las preciosas y realmente grandes alas de la mujer, el plumaje de estas era simplemente majestuoso, incluso a pesar de que había algunas secciones donde las plumas estaban algo despeinadas, se quedó observando mientras ella sacudía su plumaje para dejarlo totalmente seco.
Le pareció muy lindo ver aquellas alas con sus plumas esponjadas, de verdad que se veían tiernas a los ojos de la sirena y hasta tenía deseos de peinar aquellas plumas para sentir mejor su suavidad pero esos eran lujos que no podía apenas habiendo conocido a la mujer, así que solo le sonrió en cuanto ella le expresó que ya se sentía mejor y mientras veía como las enormes alas de ella desaparecían entre algunos destellos luminosos que alumbraron un poco la playa.
Las palabras de la mujer expresando que su nombre era hermoso al igual que su apariencia le hicieron avergonzarse un poco, era lindo escuchar esos halagos pero ella no estaba de acuerdo en eso. -Muchas gracias, es muy amable pero... No creo ser bonita... Creo que su nombre y su apariencia son mejores...-respondió mientras bajaba la mirada, nunca había sabido como reaccionar ante cumplidos y luego de lo ocurrido con Blyer pensaba que no los merecía, de verdad que lo había lastimado.
Subió su mirada al oír las palabras de la arconte quien iba a cambiar sus prendas por unas secas. -Adelante, yo estaré aquí...- expresó mientras salía por completo del agua y se sentaba sobre unas rocas que estaban sobre la playa, suspiró mirando al cielo nocturno adornado con todas aquellas estrellas luminosas, buscando su tableta arcana en los bolsillos de su ropa, miró el canal de comunicaciones buscando el nombre del minotauro mas este no aparecía entre los muchos que se hallaban allí. Otro suspiro salió desde su boca, uno mas triste, deseando poder hablar con él en ese momento pero aunque tuviera la oportunidad de hacerlo... seguramente no sabría que decirle, eso le entristecía bastante, nuevamente buscó en sus bolsillos sacando el collar que Blyer le había obsequiado para mirarlo desanimada y esforzándose por no llorar en ese momento. -Debí habérselo devuelto... este collar es importante para él...- expresó en voz baja mirando hacia el océano algo perdida en sus pensamientos.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Dec 26, 2017 23:54:57 GMT
-Si él te lo obsequio es porque eres tanto importante como ese recuerdo – la armónica voz del ángel interrumpió la quietud del ambiente melancólico, sus pasos siempre habían sido silenciosos y aquella no era la excepción, sus ropas graciosamente eran las mismas, pero limpias y en buen estado, suaves, la mujer deposito con cuidado su mochila en el suelo junto a la roca en la que la chica estaba sentada, Lumina no tenía problemas pues agradecía su altura en esas situaciones, traía entre sus manos un cuaderno de cuero, grueso y gastado de cuerdo, con varias hojas, tantas que apenas el cinturón que tenía podía sujetarlas, la mujer suspiro suavemente, estirándose, en la otra mano traía un sencillo carboncillo, grueso – Respondiendo a lo anterior… no creo que la belleza sea algo físico pequeña, es algo que viene de aquí..- la mujer estiro el brazo para dejarlo cerca del pecho de tsuyume, sobre su corazón, sin llegar a tocarla – Lo que hay aquí no puede ser corrompido ni manchado por nadie a menos que uno lo permita… - de la mano de la mujer emergió una suave luz que flotaba en su palma, Lumina la dejo en las piernas de tsuyume, su pequeño truco dudaría unos instantes más, su poder ya no era lo de antes – Yo no soy más que una simple viajera, que no tiene color – comento riendo mientras señalaba su cabello, solo había una vez en la que se había sentido mal con su aspecto y aun así no podía despreciarse a sí misma – Y estoy segura de que ese joven quien te ha dado aquel collar vio lo mismo que estoy viendo yo Tsuyume – Se subió por momentos a la piedra, tomando el cuaderno para acariciar apenas la mejilla de la chica en un gesto maternal, había reconocido ese collar solamente con ver su silueta, y todas aquellas pequeñas pistas se habían conectado en su mente
Lentamente bajo sonriendo aun, mirando a la joven y luego a la inmensidad del mar, el viento corría suave, una caricia tibia, inhalo profundo, hacia tantos años que no veía el mar, pero esta vez su pensamiento era distinto, su mente estaba mucho más tranquila a pesar de todo lo que estaba sucediendo en la isla. Miro a su alrededor, el agua no alcanzaba a tocar esa zona, las olas se deshacían mucho antes, dando pequeños oleajes que se disolvían en la arena cercana, volviéndola fría y húmeda, observo como la fauna nocturna se asomaba, la enorme luna les iluminaba a la perfección desde esa posición, Lumina se acercó un poco para ver mejor al cangrejo que pasaba cerca de ellas, era bastante grande y lento, le daba el tiempo justo para poder retratarlo. Se dejó deslizar hasta estar sentada en la arena y con sus pies descalzos dejo que el agua fría los tocara, sonriendo tranquila y subiendo su cabeza para ver a tsuyume con gesto amable – Espero que no te moleste que dibuje, pero este paisaje es hermoso – ensancho su sonrisa mientras con delicadeza abría el cuaderno para sujetar todas las hojas, se podía ver varias ilustraciones, hojas, colores, notas, demasiadas cosas para tan poco espacio, Lumina intentaba aprovechar el espacio lo mejor posible –Además de que nuestro pequeño amigo parece desearlo – comento con voz divertida mientras veía el cangrejo cambiar de dirección y acercarse a paso lento
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Tsuyume
Los Grises
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Post by Tsuyume on Dec 28, 2017 20:19:29 GMT
La tranquilidad reinaba en la playa, el ruido de las olas y la brisa suave que hacía bailar a las hojas de los árboles aledaños era todo lo que podía escucharse, era un ambiente pacífico digno de un sueño profundo y allí era donde estaba la sirena sentada, aparentemente sola, sobre una roca en la playa, aún humedecida por haber salido recientemente del océano, mientras ella miraba triste ese hermoso collar en sus manos hasta que la voz de la arconte le hizo dar un pequeño salto de la sorpresa. Realmente aquellas palabras dichas por la fémina le impactaron, casi no podía creer lo que ella le decía pero en su interior rogaba porque de verdad fuera así, el ser importante para Blyer, tanto como esos preciosos recuerdos, le alegraba y se preguntaba si todavía tenía ese lugar en su corazón después de la última vez que se habían visto. Una lagrimas se formaron en sus ojos las cuales se deslizaron por sus mejillas, sin embargo la sirena volteó su rostro escondiendo su llanto y tomándose unos momentos para calmarse.
En cuanto dejó de llorar y luego de limpiar sus lágrimas volvió a mirar a la mujer notando el cuaderno desgastado y el carboncillo en sus manos para que luego las palabras de la mujer se escucharan, ella tenía razón, la belleza no solo provenía de la apariencia física, era algo mucho más profundo que eso. -Es verdad... pero... creo que yo ya dejé que lo mancharan...- expresó desanimada para luego ver ese resplandor proveniente de las manos de Lumina, era hermoso, como si se tratara de una estrella justo en frente de ella, era algo maravilloso que hizo que la tristeza fuera reemplazada por asombro mientras aquella luz hermosa se mantenía sobre sus piernas brillando con intensidad. -Es hermoso...- murmuró sin dejar de ver esa luz tan magnífica que permanecía sobre sus piernas.
Las siguientes palabras de la mujer hicieron que su atención se centrara en ella, mirándola con algo de tristeza cuando ella mencionó lo de no tener color y luego antes de que pudiera decir algo mas sintió ese gesto amable sobre su mejilla mientras el discurso de la mujer le provocaba querer llorar una vez más. -S-Se que él lo hizo... pero... no lo vio todo... hay... mucho que escondí...- expresó con una voz quebradiza esforzándose para no llorar más aunque las ganas eran fuertes. A pesar de todo lo logró, y se quedó sentada mientras que la arconte se sentaba sobre la arena observando el paisaje tranquilo que se desplegaba frente a ambas, junto a otras siluetas, mas específicamente la de un cangrejo que estaba pasando lentamente haciendo compañía a ambas mujeres en esa perfecta noche en la playa de Aqualia. -Esta bien... no me molesta para nada pero... y si no le molesta cuando termine me gustaría ver el dibujo...- respondió devolviendo la misma sonrisa amable aunque la suya era algo triste, pero de verdad estaba interesada en ver aquel dibujo hecho por la arconte.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Dec 29, 2017 7:00:13 GMT
Los ojos de Lumina miraron unos momentos a la sirena, aquel comportamiento no se sentía como el de una joven dudosa, o rechazada, había algo más, algo mucho más grave y pesado dentro de su pecho, la arconte no podía ignorar esa sensación, quizás era su propia intromisión, o su deseo innegable de ayudar a quien lo requiriera, aun si ese pedido de auxilio fuera silencioso, contenido en un par de lágrimas; La mujer cerro el cuaderno con cuidado de no dejar escapar ninguna de las hojas, se estiro hacia el costado de aquella enorme piedra y deposito con cuidado el cuaderno gastado sobre la enorme mochila, dejando en un perfecto equilibrio el carboncillo para que no cayera al suelo y se rompiera. Bajo su mano al suelo justo a tiempo para ofrecerle un mejor transporte a su nuevo amiguito, lo mantuvo en su palma unos momentos para después subir al cangrejo a la roca cerca de Tsuyume –Allí estarás bien para que no caigas – murmuro en tono amable como si el animal la entendiera perfectamente, Lumina siempre había tenido esa impresión, por algo era que se le acercaban ¿No? –Ahora voy yo – comento mientras se subía ella esta vez, sentándose cerca de la sirena, con el cangrejo recorriendo tranquilamente la estructura de piedra; La arconte sabía que se mojaría nuevamente, pero la joven le importaba más en esos momentos que su propio trasero mojado, rio ligeramente ante su pensamiento y su pérdida de equilibrio, se aferró a la piedra para no resbalar y luego de unos segundos finalmente suspiro tranquila, ya no caería a la arena y por ende al mar nuevamente
Respiro hondo, manteniendo el silencio unos momentos, pensando las palabras precisas para comenzar –Tsuyume…- comento en tono maternal, mirando hacia las estrellas, esa situación le recordaba un poco a su encuentro con Blyer, con el Blyer real - Creo que… sea lo que hayas decidido esconder no cambiara lo que él piensa de ti… - comenzó, bajando la mirada para ver a la chica al rostro – Estoy segura que lo que él siente por ti es más grande que cualquier prejuicio que pueda tener – levanto lentamente su mano para despejar un poco el rostro de la muchacha, ese lado maternal tan característico en la mujer afloraba nuevamente – Pero en este momento pequeña… Puedes sentirte libre de llorar si deseas… por que guardar esa tristeza que se escapa por tus ojos solo envenenara tu corazón…- miro las casi imperceptibles rastros de lágrimas en las mejillas de la sirena, una sonrisa de confianza afloro, ella sabía que no era tan sencillo confesar los pesos que uno cargaba, pero un simple abrazo podía aliviar y calmar las tormentas sin necesidad de decir nada mas –Antes de que lo mal pienses no estoy pidiéndote que me confieses aquello que marchita tu alma… y aun si quisieras contármelo no te juzgare, jamás podría hacerlo… - comento con tono suave y ligero mientras retiraba un poco su mano para darle espacio a la muchacha y que ella eligiera, no podía obligarla a nada y aun así esa preocupación crecía en su pecho tras cada instante, esa sensación de mal augurio se esparcía lentamente por su columna ¿Qué clase de atrocidad le habían hecho a esa muchacha? ¿Había algo que ella misma pudiera hacer para curar su alma? ¿Para quitar aquel veneno? “Bien… el primer paso siempre es llorar… llorar es la mejor limpieza de alma que conozco…” Se dijo a sí misma, esperando de corazón poder ayudarla
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Tsuyume
Los Grises
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Post by Tsuyume on Dec 29, 2017 18:04:47 GMT
Esperaba oír la respuesta de la arconte respecto al dibujo más aquello no sucedió, ella se quedó en silencio mirándola para luego cerrar aquel cuaderno que llevaba consigo y depositarlo sobre la roca donde la pelirosada se hallaba para luego también darle un pequeño aventón al cangrejo que las acompañaba en ese momento; la sirena no sabía el porqué ella había dejado de dibujar, quizás no se sentía cómoda mostrando sus dibujos, en realidad no lo sabía y solo podía especular al respecto. Pronto la peliblanca también acompañó al crustáceo y a la sirena sobre la roca, la presencia de la mujer le reconfortaba bastante, tanto su voz como su personalidad y acciones eran suficientes para que la sirena se sintiera más cómoda a pesar de que las ganas de llorar siempre estaban presentes, estaba aliviada de haber podido conocer a la mujer aunque... prefería que el encuentro no se hubiera dado por una caída sino en circunstancias mas agradables.
El silencio y la quietud se mantuvieron por unos momentos más hasta que de nuevo la voz de la contraria se escuchó esta vez mencionando el nombre de la sirena, cosa que hizo que esta la mirara con algo de curiosidad porque no sabía que era la que iba a decir hasta que luego lo averiguó, aquellas palabras hicieron que su pecho le doliera y que su voz se quebrara un poco nuevamente esforzándose por no llorar justo en ese momento. -¿En... serio?...- respondió haciendo contacto visual con la fémina mientras que esta apartaba un poco su cabello para que ambas pudieran verse mejor, sus palabras eran esperanzadoras para su corazón tan lleno de dudas en ese momento y le brindaban alivio ya que la manera en la que ella hablaba de él era como si ya lo conociera, en ese momento no iba a preguntarle si de verdad lo conocía o no, solo iba a atesorar esas palabras alentadoras.
-Yo... he llorado mucho... desde que eso pasó... no había parado de llorar pero quería dejar de hacerlo... y... y... luego lo conocí y él hizo que las lagrimas cesaran...- expresó mientras el llanto se hacía presente sin poderlo contener más, y en un acto inconsciente dejo que su cabeza se apoyara sobre el hombro de la arconte ocultando un poco sus sollozos. - Creí... que lo había olvidado... que lo había superado gracias a él pero... luego me di cuenta de que aún me afecta y por culpa de eso... lo lastimé...- su voz ya estaba quebrada por el llanto y de hecho no le molestaba para nada el continuar hablando sobre aquello, sentía que soltarlo todo sin restricciones. En ocasiones anteriores no había hablado sobre nada de lo que había pasado en ese barco solo porque el miedo era grande, ahora luego de tanto tiempo por fin iba a deshacerse de todo ese peso que ella misma se había impuesto cargar decidiendo mantener todo en secreto de su familia y amigos.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Dec 29, 2017 23:53:21 GMT
Las alas de la mujer volvieron a aparecer, esta vez para envolver a la joven sirena en un abrazo suave mientras Lumina le permitía estar allí en su hombro, se volteó un poco para que ambas pudieran estar más cómodas, había escuchado atentamente las palabras de tsuyume, meditando las, comprendía perfectamente cómo se sentía la joven que lloraba en su hombro, habían ciertos eventos que llevaba tiempo superar; inevitablemente recordó por vagos segundos los ojos de su esposo, se mordió los labios alejando ese recuerdo, aún si ya no dolía tanto, no significaba que lo hubiera terminado de superar - escúchame tsuyume… a veces hay cosas que pasan en nuestra vida y dejan marcas en ella… marcas que a veces sentimos que no podemos borrar hagamos lo que hagamos…- comenzó en un tono suave y moviendo su brazo libre para acariciar el cabello de la sirena, su cabeza oculta entre sus plumas y su hombro - Superar un acontecimiento así es duro, lleva tiempo y sufrimiento… el primer paso que puedes dar es aceptar lo que sucedió, aún si es difícil…Tratar de olvidarlo, esconderlo e ignorarlo no soluciona el problema… Con el tiempo solo se vuelve más pesado, más grave, te ahoga y te consume junto con el silencio - decir aquello le costaba un poco, ella jamás había dicho nada sobre… sobre todo, todos aquellos actos de los que fue víctima, pero si con eso podía ayudar a tsuyume lo haría, los confesaría por completo de una vez aún con el miedo presente de ser juzgada, de una mala reacción, del odio y el resentimiento, para Lumina era más importante en ese momento la sirena a su lado, y quizás hablarlo terminaría de cerrar las heridas que aún le restaban - Confía en mí...se cómo se siente el silencio por qué yo lo viví… y si te digo esto ahora es para ayudarte, no voy a comparar, ninguna experiencia dolorosa puede compararse con otra, todas pesan y lastiman en diferentes niveles y tenemos.diversas formas de afrontar ese dolor…- las caricias en el cabello de la muchacha seguían suavemente. Lumina necesito unos instantes antes de seguir, se podía sentir que era un tema delicado y ella debía llevarlo como tal - debes aceptar lo que te paso… y poco a poco irás superando lo… pero no estás sola y no debes olvidarlo nunca… si el te quiere eso incluye incluso esto que te está rompiendo…-
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Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Dec 30, 2017 20:46:13 GMT
Su cabeza se mantenía sobre el hombro de la mujer sin preocuparse de que aquello fuera un gesto un tanto prematuro dado al poco tiempo que se conocían, había sido un impulso, necesitaba consuelo y contensión después de todo lo ocurrido, cosa que en ese momento consiguió por el solo hecho de estar junto a la arconte; se sentía acompañada, tanto como cuando estaba con Skye pero al mismo tiempo era diferente, para la sirena la dragona era la hermana mayor que le hubiera gustado tener, en cuanto a la peliblanca... sus palabras, y su personalidad le recordaban a la de su madre, aquella que había perdido hacía tanto años cuando apenas era una niña a causa de una enfermedad. Sin embargo, ahora sentía que la tenía a su lado, que la reconfortaba, era como si no hubiera fallecido y eso era algo que la aliviaba en muchas formas; las alas de la mujer tan suaves como se veían la abrazaban con cariño y la sirena no pudo evitar apegarse mas a la arconte mientras escuchaba sus palabras.
Las caricias de la mujer sobre su cabello eran relajantes y lo dicho por esta le llegaba al corazón, era cierto, negar que había sucedido y callar su sufrimiento no era la solución a sus problemas, solo causaba que se sintiera aún peor y por causa de ello había herido a Blyer cuando este se había confesado. No podía seguir cargando con ese peso por siempre, nada bueno saldría de eso y solo conseguiría guardar todo aquel dolor hasta que explotara y probablemente podría herir a otros tan importantes como el minotauro, definitivamente no quería que eso sucediera, no de nuevo, ahora sabía lo que tenía que hacer; debía ser honesta con todos aquellos quienes le importaban y quitarse todo el miedo que sentía, solo así podría llegar a sentirse mejor consigo misma, sabía que no podría dejarlo atrás pero al menos ... podría sobrellevarlo mucho mejor.
Se preparó para lo que iba a decir, realmente era difícil para ella y por lo que escuchó de parte de la arconte pudo deducir que la peliblanca sabía perfectamente como se sentía, quizás era una suposición muy apresurada pero sospechaba que ella había pasado por una situación parecida aunque claro, no podría saberlo hasta que ella hablara.
-Bueno... tienes razón... yo nunca voy a lograr sobrellevarlo si me guardo todo el dolor... expresarlo... sería mucho mejor.- expresó entre algunos llantos mientras se limpiaba las lagrimas de sus ojos, respirando profundamente para luego comenzar a hablar ya mas tranquila pero aún así algo insegura por lo que iba a decir a continuación. -Todo comenzó con un mensaje en el canal de comunicaciones... alguien estaba buscando un guía para llegar a la ciudad de Aqualia y yo me ofrecí a ayudarlo, confiando ciegamente en ese individuo. Pero era una trampa... y yo.. no lo noté hasta que fue tarde...
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Dec 31, 2017 18:42:51 GMT
Mantuvo las suaves caricias en el cabello de la sirena, el amor y el cariño se podían sentir en esas muestras de afecto y consuelo, Lumina no se contenía para dar cariño y comprensión a quien lo necesitara, aun si su pecado era muy grande o su pena era arremetedora, era una costumbre que se arraigaba desde el origen de su propia existencia, dedicaba un par de horas al día a escuchar a los aldeanos y aconsejarlos, a jugar con los niños y enseñarles tanto como le enseñaban a ella, pero donde más le había calado había sido en la utopía, las historias que había escuchado, las heridas y cicatrices, las lágrimas y la rabia… Decidió dejar de pensar en aquello, ahora lo importante era Tsuyume y sabía que su experiencia podría darle luz para darle alivio al apenada alma de la sirena de hermosos ojos brillantes, la vio limpiarse las lágrimas de sus mejillas frías por el viento y comenzar a hablar, la arconte trago saliva disimuladamente, ese mal presentimiento crecía – oh pequeña… no puedes culparte por eso…- comento en tono suave la mujer, acomodándose para pasar su brazo hacia la espalda de la siena y acariciarle en un gesto suave y cariñoso, lento – No todos son buenos lamentablemente pero no es tu culpa el confiarte… - dijo en tono suave, apegando más a la sirena hacia si, como si se tratara de su propio retoño, se veía tan pequeña y temblorosa que aquel instinto de protección solo afloraba, no podía controlarlo, no podía permitirse no hacer nada por quien lo necesitara
-Por favor… continua… - pidió en tono suave, acercando su cabeza hasta la de la chica para depositar en esta un pequeño beso, se preocupaba, aunque quizás para la sirena fuera extraño, Lumina le tenía cariño a esa joven a pesar de ser la primera vez que la veía, Blyer se veía tan distinto, tan feliz, tan completo y satisfecho, que ella no podía estar más complacida de verlo alegre, de verlo recompuesto, aquellas confesiones junto a la cascada habían quebrado el espíritu del minotauro y la sirena había con su solo cariño y forma de ser reparado parte de aquel daño, si ella ahora necesitaba del mismo amor y comprensión no se lo negaría, aunque no era momento de comentarle aquel pequeño secreto – Puedes sentirte en confianza… de mis labios no saldrá nada de lo que me cuentes si eso te asusta – aclaro con porte firme y noble, ella jamás revelaba un secreto que pudiera perjudicar a otro – Te lo juro – mucho menos si lo juraba, y mantenía su palabra… Aun si le costaba su propia integridad… y dos de sus alas… Jamás revelo la ubicación de la utopía “y aun así todos… todos” Se mordió la cara interna de su boca, no era momento de pensar aquellas cosas
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Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Jan 2, 2018 17:12:19 GMT
La tristeza estaba presente en el rostro de la sirena, siendo consolada por las suaves caricias en su cabello las cuales eran otorgadas por la arconte, la amabilidad y el confort que ella sentía gracias a ese gesto era aliviante, sentía que podía contarle lo que fuera en esos momentos ademas de que la mujer le brindaba algunas palabras que la ayudaban a no sentirse tan culpable de lo que había sucedido, algo que había hecho desde el momento en que se había dado cuenta de las verdaderas intensiones del pirata ese fatídico día en el barco. -¿Como no culparme por ser tan ingenua? ... debí haber ido acompañada, pero no, fui sola al encuentro con un desconocido que resultó ser un pirata.- expresó sollozando y cubriendo su rostro con sus manos mientras sentía como era abrazada por la contraria, se sentía protegida junto a ella, algo que no sentía desde que era una infante, era una sensación que creía que jamás iba a poder volver a sentir desde que su madre había fallecido.
Después de lo que ya había revelado no estaba muy segura de continuar, realmente estaba dudosa, Lumina le recordaba mucho a su madre , lo cual era extraño considerando que apenas se conocían pero esos eran sus sentimientos, y por esa razón no quería preocuparla. Sin embargo ese beso sobre su frente, tan amable por parte de la peliblanca, y sus palabras posteriores hicieron que el miedo se disipara una vez más, era como si ella supiera exactamente que decir para hacerla sentir mejor, para que la confianza de que nada de lo que ella iba a revelarle iba a divulgarse y eso era lo que más temía, no quería que Blyer o Skye lo supieran porque sabía lo que podría llegar a pasar y lo que menos quería es que ellos salieran heridos, no deseaba ver eso y esa era una de las razones por la que había guardado silencio todo ese tiempo. - Intenté escapar... y por un momento pensé que lo lograría cuando logré saltar al océano... Pero me equivoqué... ese hombre se convirtió en una serpiente marina horrible... nunca sentí tanto miedo en mi vida. Nade lo mas rápido que pude, pero el me atrapó.
Hizo una pequeña pausa tratando de no dejar que el llanto se apoderara por completo de la situación y poder seguir contando aquella experiencia que la marcó de muy mala manera, realmente era difícil pero quería dejar de cargar con ese peso para no volver a herir a nadie a causa de esos temores. -Lastimó la aleta de mi cola y me sacó del agua como si nada...luego me lanzó de vuelta al barco y... debo haberme desmayado por la caída porque no tengo recuerdos de lo que pasó después, solo desperté en una celda sucia...- tomó una buena cantidad de aire para dejar de llorar un poco y luego continuar hablando mientras miraba algo perdida al océano frente a ello. -Hay... noches en las que todavía tengo pesadillas con esa serpiente marina persiguiendome, amenazando con comerme y clavar sus dientes sobre mi...- tragó saliva mientras sus manos se aferraban a su propia ropa sintiendo un escalofrío recorrer todo su cuerpo . -Ya en esa celda... el hombre que estuvo detrás de todo el engaño se presentó ante mi y exigió saber la ubicación de Aqualia... aunque claro yo me negué a decirle lo que quería saber aunque sabía lo que iba a significar eso...
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Jan 5, 2018 0:04:35 GMT
La mujer escuchaba en silencio cada una de las palabras de la joven, aquel escenario que para la arconte era tan familiar, tan incrustado en su alma, como si aún siguiera latente dentro de ella aquel dolor fantasmagórico, trago saliva suavemente, entre sollozos y ahogos la sirena comenzaba su relato, y con cada palabra, los recuerdos de la misma arconte se volvían tan vividos, tan reales, tan semejantes, su mente divagaba imaginando todo aquello e inconscientemente mezclándolo, recordaba aquella trampa, la culpa, lo ingenua que fue, debió verificar muchas veces más la información pero no lo hizo, eso no significaba que no fuera cuidadosa, incluso Salem se lo había repetido muchas veces hasta perder la paciencia, ella había seguido su propio protocolo y aun así habían caído, recordaba la voz desesperada de su esposo distorsionarse ordenándole que se fuera, recordaba el olor de la sangre en su armadura, la sensación de desesperación que crecía en su pecho mientras volaba lejos de allí, el dolor en su ala cuando la flecha la alcanzo, no había forma, finalmente aquella masa negra que la perseguía la encontró y luego solo la oscuridad, el olor de la muerte, un lugar peor que el infierno
Se mordió con fuerza la cara interior de su boca, obligándose a despertar de aquella burbuja de recuerdos, no era el momento, no debía hundirse nuevamente en aquel dolor, no podía “Ella me necesita” aquel pensamiento la traje por completo al mundo real, sus alas por voluntad propia comenzaron a cerrarse, a cubrir a la sirena y a Lumina, como si fuera alguna clase de escudo de cualquiera que quisiera atacarlas, de cualquiera que quisiera escuchar, las mismas comenzaron a desprender una tenue luz cálida, un abrigo y cobijo, la mujer no pensó más y sencillamente y acomodándose estiro sus brazos para rodear a la sirena, depositando con suavidad la cabeza de Tsuyume en su pecho, un abrazo que significaba demasiado para la propia Lumina. Rogaba, rogaba en su interior que la historia no tuviera el mismo final, pero no podía engañarse a sí misma, ya se imaginaba lo que vendría y su corazón latía con fuerza mientras las lágrimas amenazaban con acumularse en sus ojos dorados –Oh… pequeña…- Fue lo único que pudo salir de su garganta, parecía que esa inmundicia de persona repetía un patrón, acaricio nuevamente la cabeza de la muchacha mientras la besaba repetidas veces, tenía demasiados sentimientos en su pecho en ese momento y el que comenzaba a aflorar era la tristeza, deseaba llorar, quizás llorar de la misma forma en que la niña lo hacía, como no lo había echo en su momento, pero si era el caso…entonces “Quizás…pueda hacer por ella lo que no puedo hacer por mi”
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