Underground River (priv.)

Asintió con la cabeza en el momento en que Fiona tomó la antorcha encendida y Rosse la de repuesto, los caminos habian sido elegidos con rapidez en especial Niku que habia continuado su camino por su cuenta. Una vez Frits se acercó iniciaron marcha para alcanzar a su respectivo grupo -no quería forzarte a elegir -comentó de pronto manteniendo la vista en el camino -perdona si pareció así- le dió un vistazo de reojo sonriendo de medio lado con algo de verguenza, al menos habian considerado la misma idea de que entre conocidos era mejor.

El eco de la canción resonó en el lugar, quería guiarlos, de eso no habia duda, dijo entonces que debian apresurarse si no querian perderlos y acelerando el paso terminaron por encontrar primero a Niku, al verlo los primeros segundos se puso en alerta pensando que se trataría de alguien o algo más, después de todo no habia más que plantas y humedad hasta donde se podía ver. Rió con ligereza ante el comentario de Frits y respondió -No soy una guerrera, la verdad es que no me gusta combatir, pero me gusta mucho explorar y para eso debia aprender primero a defenderme - encogió un hombro a manera despreocupada -pero si- continuó- tuvimos suerte de que el grandote se nos uniera -miró a Niku de reojo con una ceja levantada esperando tal vez una respuesta de su parte.

A medida se adentraban los rugidos se hacian cada vez más claros -definitivamente no va a ser un dia de campo - comentó con ironía recorriendo la vista por los alrededores hasta donde la luz de la antorcha permitía ver -a todas estas- continuó ahora hablandole a Frits - que te trajo al bosque? -preguntó, ya el habia dejado en claro que no sabía combatir y la mayoría de los arcanos normales no solían adentrarse tanto en el bosque, una vez que recibió respuesta movió la antorcha hacia Niku para alumbrarlo un poco debido a su altura - y a ti? que te trajo al bosque? - quería saciar un poco su curiosidad y matar los nervios de alguna forma, no tenía miedo de que se encontraran con algo peligroso pero si podía evitarlo mejor, por eso estaba tratando de hablar bajo para que el sonido no se expandiera demasiado en el lugar.

ooc: Me disculpo, entre las festividades y otros asuntos quise tomarme un pequeño descanso del foro pero ya me pongo las pilas a responder debidamente u.u de nuevo lamento la tardanza.

Frits caminaba al ritmo de Laia sonriendo y viendo los alrededores. El mero hecho de ya conocerla le ayudaba bastante a mantener la calma, aunque ciertamente estaba intrigado y un poco asustado por lo que les deparaba el camino. -No te preocupes! Es mejor mantenerse junto a quien uno conoce, ¿no?- Seguido a eso siguió dando pasos precavidos y viendo cómo el camino se volvía más oscuro poco a poco. Le aliviaba bastante tener la antorcha de Laia a su lado. Si fuese un dragón, cómo su padre, podría usar fuego para iluminar. Pero, no se quejaba. Disfrutaba de la aventura dentro de todo.

-Ojalá no haya nada con lo que pelear la verdad sea dicha...- expresó con timidez. La mera idea del combate no le atraía para nada, y tampoco se sentiría a gusto quedándose refugiado mientras los demás peleaban por protegerle si las cosas llegaban a eso. -Vengo al bosque buscando plantas que mi hermano ha clasificado. Cómo me envía cartas con la información, luego tengo que yo conseguirlas de alguna forma. Los contratos ayudan pero a veces toca hacerlo yo mismo- Exclamó riendo mientras seguía caminando al lado de la chica y se acercaban al Rakshasa. Su risa hizo eco en la creciente oscuridad, y sonaba algo tétrica. El viento hacía un ruido bastante fuerte y peculiar. -También escucho el viento... Eso es... ¿normal?-

Siguió avanzando acelerando un poco el paso pero manteniéndose cerca de Laia en todo momento. La llama de la antorcha lo tranquilizaba, pero si el viento la apagaba sería bastante peligroso seguir avanzando.

Alzó las cejas sorprendida al escuchar las palabras de Niku – ¿de verdad?- preguntó casi incrédula –también suelo andar mucho este bosque jaja aunque más por trabajo, la mayoría de mis clientes hacen encargos de cosas que puedo conseguir en la zona –giró el rostro un poco para ver Frits y sonreírle con ligera complicidad ante lo que había dicho de los contratos – en eso estaba incluso –palpó dos veces la bolsa que cargaba, bastante liviana pues no llevaba mucho de empezar.

Mantuvo la antorcha en alto y sus oídos lograron escuchar de nuevo aquella voz, frunciendo las cejas confundida ante las palabras de ambos –es una voz- aclaró deteniéndose unos segundos para escuchar mejor –creo que es del goblin, porque no creo que a la mujer que lo acompaña le guste cantar –miró a ambos con algo de gracia ante su propio comentario y entonces siguió avanzando, habia muchos ruidos extraños y el viento era extrañamente singular, una corriente dentro de un espacio aparentemente cerrado... de donde provenia?

Parecía que ya estaban por alcanzarlos pero entonces una luz en el camino empezó a hacerse más y más fuerte al punto en que la antorcha parecía ya no ser necesaria, olvidando que afuera de por si no estaba siendo el dia más soleado en mirovia – ¿una salida?- balbuceó con algo de preocupación, temiendo que aquel tétrico camino solo se haya tratado de pasar de largo a través de un tronco gigantesco, al llegar al punto de donde surgía la luz tuvo que cubrir sus ojos colocando una mano delante de ellos para lograr ver al menos de que se trataba, dándose cuenta varios segundos tarde de la presencia del pequeño y la mujer -… ¿Qué es eso? – no pudo evitar preguntar inclinando su cuerpo ligeramente hacia adelante queriendo ver que era lo que generaba tanta luz, manteniéndo una distancia cautelosa.

Frits no era lo que uno llamaría un explorador. Miraba en todas direcciones sin mucha seguridad de entender en que se estaba metiendo. Caminaba lo más cerca que le era posible de tanto Laia como Niku, buscando no quedarse atrás ni perderse, y prestaba atención a lo que ambos Arcanos decían. La canción de Ciaran lo mantenía en el camino, pero habían varias cosas en su cabeza. Era algo atemorizante el lugar, además de emocionante. Pero el tiempo pasaba y se iban metiendo más y más en la profundidad de el tronco.

Y de pronto, el Rakshasa a llevó su mano a su espada. - P...pasa algo? Seguro no fue sólo viento?- La tensión crecía en el ambiente. Frits tropezó mientras caminaba debido a esto y mientras intentaba levantarse, un escalofrío recorrió su espalda. Tenía miedo.