Jundel Fenrir
La Resistencia
La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on Dec 30, 2017 3:27:54 GMT
Habian transcurrido un total de dos dias y dos noches donde el licantropo Jundel retorno a la cueva donde estaba la manada de la tormenta aullante, sin embargo este se notaba decaído considerablemente, además de enfermo y con un aura que podría sentirse en cualquier arcano que se encuentre cerca suyo, fue cuando una noche Jundel miro la tabla arcana hablando con “tranquilidad” hasta que la arcana en cuestión Ondine, se había presentado en esta y comenzó una discusión, no solo eso si no que todos los arcanos se habían puesto en técnicamente “su contra” tachándolo de insensible o de incluso cruel, idiota y otras cosas igual de crueles una que la anterior.
—B-basta…—
Susurro cansado amenazante con romper en llanto por la experiencia que estaba viviendo.
—P-por favor basta ya…yo…no quiero seguir asi…no quiero…—
Este decía para si mismo encorvándose mas y mas hasta dejar la cabeza en el suelo como si estuviese en posición fetal, era todo tan cruel y doloroso para el que solo lanzo la tabla arcana lejos de su presencia permitiendo regocijarse en su tortura personal y mental, que tristeza tener que sufrir de esa forma, un corazón roto y además la soledad por parte de los que alguna vez quizo en su vida y ahora odian.
—No quiero mas esto…no quiero olvidar a nadie…estoy tan cansado…—
Suspiro entre lagrimas y decidio ir a una pequeña cueva lejos de los demás que dormían juntos donde yacían por supuesto Fauce y Diana, Jundel se mantuvo en soledad 5 dias y noches sin dormir ni comer, no tenia hambre, no tenia fuerza, no quería nada con nadie nunca mas, no quería seguir sufriendo por lo que ocasionaba a su alrededor.
Sin embargo Noitye y Wolfeimer se acercaban de vez en cuando a tratar de animarlo, de hacerlo sonreir, incluso le llevaban comida, sin embargo siempre no comia absolutamente nada, asi fue como el tiempo pasaba lento para el licántropo, Lizzy le daba aveces de comer de manera obligatoria, lo drogaba para que consiliara algo de sueño pero era mas difícil de lo que parecía, cuando una tarde fría escucho unos pasos que se adentraban a donde el se encontraba en su penumbra y soledad.
—Eh…dicho…que….se vayan…— dijo apenas audible por la debilidad.
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Raymond Clive
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"¿Qué? ¿No tienes nada importante que decir? Entonces no estorbes"
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Post by Raymond Clive on Jan 1, 2018 3:52:34 GMT
—no recuerdo un solo día en que tú me hubieses obedecido cuando yo digo eso. —fue lo que respondió. Raymond, incluso si el Fenrir no quería compañía se sentó ni mas ni menos que justamente a su lado.
Habían sido cinco días desde la última vez que supo de él. Wolfeimer y Noitye insistían en que podían hacerse cargo ellos, Lizzy decía que “todo estaba normal” pero la actitud del muchacho no era normal. Raymond lo conocía lo suficiente para decir que Jundel, en ninguna realidad que se planteara, iba a estar bien en la soledad absoluta. Antes y después del accidente, el chico siempre había sido sociable, sobre todo con la manada; lo que le ocurría no podía ser una tontería si había tumbado a Jundel de esa manera.
—sé que tienes muchas cosas que decir en protesta —aseguró— te aseguro que lo que haces no solucionará tu problema, pero dime ¿por donde quieres empezar?.
Simple y sencillo como eso. Raymond temía en ese momento no ser la persona más sensible del mundo para tratar esos temas, no era la mejor persona para ser emocional, pero si era la mejor opción si lo que el Fenrir necesitaba era honestidad.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Jan 1, 2018 23:46:34 GMT
La voz que se había escuchado entre las paredes de la cueva resonando en un eco no solo en la cueva, sino que también estaba resonando en la cabeza de Jundel que sufría mentalmente, no quería sentir miseria pero lo hacía, era verdad, sentía terrible miseria. —………No quiero que te…acerques a un ser como yo, lo siento Ray…solo estoy cansado…—
Estaba palidecido, cansado, muerto de hambre y sed, pero era una acción de castigo para sí mismo por su corazón roto, por sus errores y por no poder recordar a quienes quería, Jundel frunció el ceño al oír la voz de Raymond para abrir la boca a punto de querer gritarle y alejarlo pero de pronto las palabras de Raymond le sorprendieron. “— ¿por dónde quieres empezar? —“ No entendió que trataba de decir en realidad con aquella pregunta por lo que se quedó en silencio mirándole de reojo.
—No sé de qué estás hablando…solo….quiero….estar solo y que todos se alejen, que me olviden como yo lo hice con ellos,así no sufrirá nadie más…—
Dijo para suspirar pesado y querer llorar en silencio y soledad pero las lágrimas ya no le permitieron eso. |
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Raymond Clive
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"¿Qué? ¿No tienes nada importante que decir? Entonces no estorbes"
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Post by Raymond Clive on Jan 15, 2018 15:20:11 GMT
Era el peor de los comienzos que había llegado a escuchar en mucho tiempo. Era el peor discurso de autocompación que el propio Raymond creía capaz de existir, era lo peor de lo peor ver como el muchacho se destruía a si mismo capaz sin darse cuenta del daño que se hacía. Raymond había vivido algo similar, pero nunca podría decir que entendiera al cien por cien lo que el muchacho estaba soportando en esos instantes. Paciencia, debía tenerle paciencia. Recuperarse no sería algo de la noche a la mañana, pero debía intentar subirle el ánimo por lo menos.
—A este punto dificilmente podrías caer en el olvido —aseguró— Una vez que la gente tiene aprecio en ti, no pueden olvidarte, y ya luego es cosa tuya escoger como quieres que te recuerden —añadió, pues era algo que el viejo licántropo sabía de sobras.
De nuevo observó a Jundel, el muchacho pálido y débil se veía realmente patético ante sus críticos ojos, daba lástima, y por algo así era lo último que debía sentir. Apenarse y ser suave solo lo volvería un mimado, no lo prepararía para el resto de los golpes que la vida le pudiera dar. No podía hacerle eso, no a él. Tal "sufrimiento" del que el Fenrir hablaba era para Raymond tan ficticio como un hombrecillo levantando una montaña con un meñique. El único que estaba decidiendo quedarse estancado era él, el único que estaba decidiendo no avanzar era él, el único que podía sacarse de esa zanja era él.
Pero nada decía que nadie pudiera mostrarle cómo hacerlo.
Y bueno... al menos debía intentar...
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Jan 29, 2018 5:09:46 GMT
No sabía que palabras usar, no sabía que expresar al mayor, solo sabía que estaba demasiado dolido como para importarle cualquier cosa, los comentarios de Raymond lo hicieron enfadar a un punto que se levantó y quiza intentar golpearle pero estaba tan débil que solo flaqueo y cayó al suelo debilitado por completo negándose a caer dormido.
-N-no quiero dormir...no debo..ugh...lo lamento tanto...se que no soy el mejor...pero...me cansé de tratar, me cansé de que me presionen por no recordar el pasado...no es algo que pase de la noche a la mañana...y dicen que no los recuerdo como si fuese mi culpa...lo eh intentado...ella...ella se fue...me abandonó y me dejó solo...no entiendo...¡¿qué quieren que haga?!...-
Dijo sintiendo náuseas pero no pudo devolver el estómago pues estaba vacío.
-....lo se...soy patético...-
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Raymond Clive
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"¿Qué? ¿No tienes nada importante que decir? Entonces no estorbes"
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Post by Raymond Clive on Jan 31, 2018 22:28:47 GMT
En un principio, el mayor de los dos solo miró, observó como su furia se desataba por un momento. Como una pequeña explosión que le dio energía momentánea. Solo miró, pero no dijo nada. Le vio levantarse, resbalar, caer al suelo, y finalmente respetó su silencio en el momento que empezó a desahogarse. Eso que estaba escuchando esta vez, era mucho mejor.
—Mucho mejor. —admitió en voz alta incluso.— hagamos algo esta vez.
Raymond se levantó, y lo siguiente que hizo fue ayudar al chico a ponerse de pie. Desde la espalda, y luego se pasó uno de los brazos del Fenrir sobre los hombros. Era ahora que parecía estar con la cabeza quizá más despejada gracias a la ira que simplemente se le ocurrió sería una buena idea empujarlo al siguiente paso.
—¿Qué tal si te llevo ahora a la manada y dices exactamente eso? —sugirió— Claro, omitiendo la parte de que eres "patético" según tú.
Sus ojos fueron a los del muchacho, no se veían fríos como de costumbre, quizá había hasta comprensión en ellos.
—Jundel, yo creo que tu único problema es que no te dejas ayudar. —opinó— Tienes hermanos que te aprecian, tienes gente que va a escucharte sin considerarte una molestia ¿No lo ves? Tienes todo lo que necesitas al alcance de tu mano. Solo tienes que estirarla para que el resto te ayude a levantarte.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Feb 17, 2018 1:35:33 GMT
Las palabras de aliento del mayor le fueron extrañas, no sabía cómo debía reaccionar ante el cómo Raymond se había acercado a tomar su manos de forma relativa, se sentía del asco y más aún cuando tuvo que se ayudado a quedar completamente de pie, estando recargado en el contrario, el vikingo estaba en brazos del contrario ¿Cómo diablos pudo permitir que eso pasara? Inhalo profundo y frunció el ceño decidido a todo, pero cuando Raymond dijo que le dijera eso mismo a los miembros de la manada sintió como si su estómago se contrajera de ¿nervios? En realidad no sabía, apenas tenía fuerza para levantarse en realidad, mirando al contrario a los ojos diciendo.
—Dette stinker…— “—Esto apesta—” — ¿Crees que todo lo que ha pasado me lo perdonaran de verdad? Hace tanto tiempo que deje de creer que ellos me darían apoyo, además de Zeth y Noitye por supuesto…pero ahora al verte aquí tratando de ayudar al licántropo malhumorado que sufre de corazón roto, es gracioso…bueno más bien inesperado…—
Expreso mirando hacia afuera, estaban solos en aquella cueva que Jundel había decidido hacer su “hogar” hasta que tuvieran que viajar o muriera lo que viniera primero, pero…en realidad no quería estar solo por más que dijera que si lo deseaba y alejara a los demás, solo no quería contagiar con su miseria a los miembros de la manada, sin embargo quería estar con ellos, quería ser feliz pero dado a los sucesos del pasado ¿Cómo podría? ¿En verdad todo podría ser así de sencillo?
—Me parece tan extraño…Kanskje gudene smiler på meg denne gangen...— “—Quizá los dioses me sonríen esta vez…—“ Dijo con calma mirando la nieve caer como una danza silenciosa en el exterior de su mente y soledad.
—… ¿Por qué me ayudas?... ¿por qué ahora Raymond?...—
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Apr 4, 2018 15:36:33 GMT
OOC: ¿se va a continuar?
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Raymond Clive
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"¿Qué? ¿No tienes nada importante que decir? Entonces no estorbes"
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Post by Raymond Clive on Apr 4, 2018 21:43:06 GMT
Irónico era sin duda que un gruñón como Raymond se estuviera disponiendo a ayudar a Jundel, si. Era irónico y casi imposible de creer. Raymond incluso se había sorprendido a si mismo andando hacia la cueva antes de darse cuenta; no podía permitir que Jundel se hundiera de esa manera. El viejo licántropo suspiró ante las preguntas del más joven, su cabeza se alzó hacia el exterior y sus pasos fueron lentos para que el chico pudiera andar a su ritmo. ¿Por qué lo había hecho? ¿Había una respuesta que no involucrara hacerle ver como alguien blando? No, no la había, de ninguna manera la había y tampoco había esperado que existiera; casi ignoró aquella pregunta al momento de contestar.
—Somos una Manada, Jundel —fueron sus palabras— debemos estar juntos, apoyarnos entre nosotros y confiar los unos en los otros aunque no siempre parezca la mejor opción
De pronto recordó a Wolfeimer, el muchacho se esforzaba sin dudas, pero seguía siendo demasiado inocente para su propio bien. Esa inocencia le podría acarrear problemas a futuro, pero Raymond aún quería creer que podía confiar en él. Quería confiar en Wolfeimer, pero su falta de experiencia y cautela realmente le ponían los pelos de punta con una facilidad terrible. Raymond ya no sabía si él era impaciente o realmente al chico le faltaba una tuerca en el cerebro. Se aclaró la garganta, afirmó el agarre, luego siguió hablando.
—diciéndote esto ¿esperabas que te dejara tirado? —cuestionó— Jamás. Nadie se queda atrás en mi guardia.
Era malo con las palabras sin dudas... pero esperaba que se hubiera entendido.
Raymond, por más duro que pudiera ser, se preocupaba por todos los miembros de la manada
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