Post by xien on Jan 4, 2018 2:14:08 GMT
Es el atardecer, después de cruzar a pie media isla li xien llego por fin a la ciudadela, pero erróneamente entro por el lado equivocado; directo entre las viviendas. Parecía que el clima era lo suficientemente agradable para los ciudadanos, había demasiada gente realizando aun actividades, hogareñas en su mayoría, también algunas mujeres se reunían en los porches de sus casas para platicar a la vez que veían jugar a sus hijos entre las calles; Li xien caminaba a paso lento entre las calles observando todo aquello, no podía evitar que en su rostro se reflejaran muecas de desprecio y compasión. Sabia que esas personas estaban equivocadas, su herejía le molestaba hasta la médula, pero a su vez también sabia que solo era consecuencia de la ignorancia; nadie había sido capaz de llevarles el mensaje del dios innominado, - pobres almas perdidas - pensó, antes de que sus necesidades básicas lo interrumpieran; el ayuno tenia varios días, cuatro para ser exactos. sintió un tremendo odio por su falta de fuerza para soportar un día mas, un día mas que podría ofrecer a su dios en pago por haber salvado su vida; tal vez dentro de toda esa podredumbre social existiría algún alma merecedora de la salvación, del mensaje que el traía; se los ofrecería a cambio de algo de alimento, pues no cargaba moneda alguna con el cual pagarles por sus servicios, y estaba muy alejado del mercado donde tal vez podría robar algo , ademas de que ni siquiera sabia en que dirección quedaba .
Tomó algo de valor, apretó el puño al rededor de su báculo y camino en dirección a una casa que desde la chimenea emanaba humo y también un delicioso olor brotaba, como brota de las flores el aroma seductor.
Tomó algo de valor, apretó el puño al rededor de su báculo y camino en dirección a una casa que desde la chimenea emanaba humo y también un delicioso olor brotaba, como brota de las flores el aroma seductor.