Post by Khorial Ruststeel on Jan 5, 2018 18:31:14 GMT
Las estrellas ya se posaban sobre el manto nocturno que se extendía por todo el cielo que cubría la isla de Mirovia. El Draconio se encontraba durmiendo tranquilamente, en los brazos de morfeo luego de haber terminado con el trabajo diario, el cual específicamente en ese día había sido mucho mayor al de otros, una mayor demanda de armamentos de toda clase la cual tuvo que cubrir lo más rápido que podía. Soñaba con como su vida había cambiado tanto, el haber conocido tan buenos amigos, a su actual pareja a la cual amaba demasiado, y el como estaba logrando sacar a flote el legado de su maestro, lo hacían sentir orgulloso. Pero el enternecido sueño no tardo mucho en comenzara distorsionarse, causando unos quejidos en el pelinegro. Los paisajes se volvieron toscos, marchitos... Sangrientos incluso. Los recuerdos se mezclaban, los más recientes con los más antiguos, recuerdos de esa época donde vivió con su clan, donde fue obligado a mandato de su padre, a lastimar a aquellos más cercanos, en una demostración de poder bajo la clara enseñanza ''Solo el más fuerte sobrevive''. Los gritos asaltaban su cabeza, causaban inquietud en sus movimientos, quejidos, sudor, hasta que estos cesaron cuando sus ojos se abrieron, observando la oscuridad de su cuarto, con tan solo un poco de luz filtrándose por su ventana. Se reincorporo lentamente, respirando de manera agitada mientras llevaba su mano a su rostro, notando el sudor en su frente.- Creí que las pesadillas habían cesado... .-Se dijo a si mismo en un murmuro, moviéndose para sentarse en la orilla de la cama.- Necesito un café... .-Musitó, levantándose, y preparándose para ir a la cocina.
Ni siquiera se molesto en encender la luz, comenzando a caminar en dirección a la puerta de su cuarto, no sin antes mirar la pequeña mesa donde se encontraba la flor de hielo que Skye le había regalado el día del festival del cortejo. La miro enternecido, y luego al cuadro que se posaba más arriba, el cual mostraba la imagen de su maestro. Habían tantas cosas buenas en su vida, ¿Entonces por que las pesadillas aun lo perseguían? O más bien... ¿Por qué habían vuelto? No lo entendía, pero quería dejar de pensar en eso. Siguió caminando, esta vez pasando a un lado del espejo que había en su cuarto, deteniéndose y mirándose unos momentos. Observo la herida de su hombro por no llevar nada puesto de ropa superior, el como esta había cambiado en su pelea contra su pareja ''Aun no lo superas...'' Sus pupilas se contrajeron, temblaron suavemente al escuchar esa voz en su cabeza.- No... .-Murmuro tragando saliva... ¿Por qué había vuelto a escucharla? Quizá era la falta de sueño... ''Aún quieres venganza... Contra el ser que te marco de por vida... Y te arrebato a tu madre...''. Su mano se dirigió a su cabeza, quería que esa voz se detuviera.- Callate... .-Exclamó comenzando a molestarse, aun mirando su reflejo en el espejo ''¿Por qué...? ¿Por decirte la verdad...? No puedes engañarme... No puedes engañarte... Sabes que quieres ir... Matarlo... Hacerlo pagar...''.- Prometí que no lo haría... Y no lo haré, ahora callate... .-Volvio a exclamar, chasqueando la lengua, sintiendo como un leve dolor de cabeza lo invadía ''¿Que vale una promesa ante la satisfacción de lograr lo que quieres? ... Nada...'' Volvió a decir esa voz, lo estaba irritando, de verdad estaba enojando al pelinegro.
Dio unos pasos hacia atrás, buscando acallar la voz, pero esta no se silencio ''¿O acaso crees que todo lo que tienes es real?'' Pregunto la voz, mientras Khorial apretaba los dientes.- Lo es... Es real, tú no... .-Replicó, a lo que la voz dejo escapar una risa burlona ''No lo es... Miralos... Tú mejor amiga, esa tal Itzanami... Se olvido de ti... Tu mejor amigo... Neero, tan solo dejo de hablarte... Silver, la dulce panadera, ahora no es más que una distancia que crece más y más... Y tu pareja... Ni siquiera el amor que le das... Puede acallar su dolor... ¿No lo entiendes? No eres nada... NADA''. Al escuchar esa ultima palabra, pudo ver unos ojos amarillos y filosos viéndolo en la oscuridad del cuarto, detrás de él, viéndolo por el espejo. Rápidamente se volteo, golpeando el aire con su mano, sentía el ambiente pesado, su respiración estaba agitada mientras miraba alrededor ''¿Que sucede...? ¿No aceptas la verdad...? No eres nada en comparación a tu maestro, solo estas llevando este lugar... A su perdición''. Creía ver cosas, sentía la presencia de esa voz en alguna parte de ese cuarto, más no era real, esta vez su mente comenzaba a jugarle sucio, una ilusión creada por su sugestión.- Callate... Callate... .-Repetia en voz baja, retrocediendo aun más pasos ''No me callare, no puedes callarme... ¿Sabes por qué...? Porque como ya te he dicho antes... YO... SOY... TÚ''. Los ojos volvieron a verse en el espejo, pero esta vez el Draconio se volteo furioso, cargando en su garganta y en su boca una notoria estática, y dejando escapar un aliento de trueno que impacto con la madera de su hogar, haciendo esta temblar, rompiendo parte de su cuarto.
Su respiración solo se agito más, quedándose mirando fijo el punto que había destrozado de su cuarto con su aliento de trueno. No tardo en voltearse para ver al espejo nuevamente, solo para notar como su ojo derecho, era igual a los ojos que había visto en la oscuridad. Eso lo asusto, lo agito y lo aterro, al punto de que no pudo evitar acercarse más al espejo, queriendo que no fuera real, pero lo era, ese ojo se había mostrado como su naturaleza verdadera lo había hecho ''Te lo dije, Khorial Ruststeel... Tú eres yo... Y yo soy tú... No hay otro camino, no hay otra verdad... Ambos sabemos que no hay otra salida más que aceptar lo que eres y lo que alguna vez fuiste... ¿Lo recuerdas? El sonido de la sangre gotear... La carne ser arrancada... Masticada... Por ti mismo...'' Recordó esa voz con un tono amenazador.- Basta... Por favor... Basta... .- Suplico el Draconio. queriendo de una vez por todas que esa voz se callara, y así fue, esta se callo finalmente, pero con un gran coste, Khorial había perdido totalmente la seguridad de quien era, de si lo que hacia era correcto, y el nuevo iris de su ojo derecho, mostraba que su naturaleza real lentamente estaba volviendo a ver la luz. Se levanto del suelo, caminando de manera débil de vuelta a la cama, solo quería dormir, dormir y olvidar lo que había ocurrido, a pesar de que eso no pasaría, pues ahora algo de verdad había cambiado en su persona.
Ni siquiera se molesto en encender la luz, comenzando a caminar en dirección a la puerta de su cuarto, no sin antes mirar la pequeña mesa donde se encontraba la flor de hielo que Skye le había regalado el día del festival del cortejo. La miro enternecido, y luego al cuadro que se posaba más arriba, el cual mostraba la imagen de su maestro. Habían tantas cosas buenas en su vida, ¿Entonces por que las pesadillas aun lo perseguían? O más bien... ¿Por qué habían vuelto? No lo entendía, pero quería dejar de pensar en eso. Siguió caminando, esta vez pasando a un lado del espejo que había en su cuarto, deteniéndose y mirándose unos momentos. Observo la herida de su hombro por no llevar nada puesto de ropa superior, el como esta había cambiado en su pelea contra su pareja ''Aun no lo superas...'' Sus pupilas se contrajeron, temblaron suavemente al escuchar esa voz en su cabeza.- No... .-Murmuro tragando saliva... ¿Por qué había vuelto a escucharla? Quizá era la falta de sueño... ''Aún quieres venganza... Contra el ser que te marco de por vida... Y te arrebato a tu madre...''. Su mano se dirigió a su cabeza, quería que esa voz se detuviera.- Callate... .-Exclamó comenzando a molestarse, aun mirando su reflejo en el espejo ''¿Por qué...? ¿Por decirte la verdad...? No puedes engañarme... No puedes engañarte... Sabes que quieres ir... Matarlo... Hacerlo pagar...''.- Prometí que no lo haría... Y no lo haré, ahora callate... .-Volvio a exclamar, chasqueando la lengua, sintiendo como un leve dolor de cabeza lo invadía ''¿Que vale una promesa ante la satisfacción de lograr lo que quieres? ... Nada...'' Volvió a decir esa voz, lo estaba irritando, de verdad estaba enojando al pelinegro.
Dio unos pasos hacia atrás, buscando acallar la voz, pero esta no se silencio ''¿O acaso crees que todo lo que tienes es real?'' Pregunto la voz, mientras Khorial apretaba los dientes.- Lo es... Es real, tú no... .-Replicó, a lo que la voz dejo escapar una risa burlona ''No lo es... Miralos... Tú mejor amiga, esa tal Itzanami... Se olvido de ti... Tu mejor amigo... Neero, tan solo dejo de hablarte... Silver, la dulce panadera, ahora no es más que una distancia que crece más y más... Y tu pareja... Ni siquiera el amor que le das... Puede acallar su dolor... ¿No lo entiendes? No eres nada... NADA''. Al escuchar esa ultima palabra, pudo ver unos ojos amarillos y filosos viéndolo en la oscuridad del cuarto, detrás de él, viéndolo por el espejo. Rápidamente se volteo, golpeando el aire con su mano, sentía el ambiente pesado, su respiración estaba agitada mientras miraba alrededor ''¿Que sucede...? ¿No aceptas la verdad...? No eres nada en comparación a tu maestro, solo estas llevando este lugar... A su perdición''. Creía ver cosas, sentía la presencia de esa voz en alguna parte de ese cuarto, más no era real, esta vez su mente comenzaba a jugarle sucio, una ilusión creada por su sugestión.- Callate... Callate... .-Repetia en voz baja, retrocediendo aun más pasos ''No me callare, no puedes callarme... ¿Sabes por qué...? Porque como ya te he dicho antes... YO... SOY... TÚ''. Los ojos volvieron a verse en el espejo, pero esta vez el Draconio se volteo furioso, cargando en su garganta y en su boca una notoria estática, y dejando escapar un aliento de trueno que impacto con la madera de su hogar, haciendo esta temblar, rompiendo parte de su cuarto.
Su respiración solo se agito más, quedándose mirando fijo el punto que había destrozado de su cuarto con su aliento de trueno. No tardo en voltearse para ver al espejo nuevamente, solo para notar como su ojo derecho, era igual a los ojos que había visto en la oscuridad. Eso lo asusto, lo agito y lo aterro, al punto de que no pudo evitar acercarse más al espejo, queriendo que no fuera real, pero lo era, ese ojo se había mostrado como su naturaleza verdadera lo había hecho ''Te lo dije, Khorial Ruststeel... Tú eres yo... Y yo soy tú... No hay otro camino, no hay otra verdad... Ambos sabemos que no hay otra salida más que aceptar lo que eres y lo que alguna vez fuiste... ¿Lo recuerdas? El sonido de la sangre gotear... La carne ser arrancada... Masticada... Por ti mismo...'' Recordó esa voz con un tono amenazador.- Basta... Por favor... Basta... .- Suplico el Draconio. queriendo de una vez por todas que esa voz se callara, y así fue, esta se callo finalmente, pero con un gran coste, Khorial había perdido totalmente la seguridad de quien era, de si lo que hacia era correcto, y el nuevo iris de su ojo derecho, mostraba que su naturaleza real lentamente estaba volviendo a ver la luz. Se levanto del suelo, caminando de manera débil de vuelta a la cama, solo quería dormir, dormir y olvidar lo que había ocurrido, a pesar de que eso no pasaría, pues ahora algo de verdad había cambiado en su persona.