Ideas No Tan Buenas (Abierto) (0/2)

La lung había tomado como mala costumbre escaparse cada tanto de las residencias en donde dejaba su labor como sirvienta y...se aferraba mas de lleno en la vida social, en conocer lugares nuevos y por lo visto amistades nuevas. Era regocijante de solo pensarlo, así que, dejo su uniforme tirado en su cama...para tomar su usual vestimenta y salir volando por la ventana: su útil vía de escape. Muchas veces había visitado los bosques de la isla, pero por lo pronto se le antojaba comer algo...o comprarse algo de ropa nueva (su salario se lo permitía, pero había sido algo que paso por mucho tiempo a un lado). Tras las nubes, veía todo tan pequeñito como era ella en su estatura real, se sentía imponente, feroz, inalcanzable pero sobre todo: libre. El volar la hacia sentir liberada de todas esas ataduras mentales, de sus malos recuerdos, era ella misma.

Aterrizando como un pajarito, se oculto tras un pequeño conjunto de arboles los cuales le sirvieron de escondite para ayudarle a cambiar en su forma sellada. Traía una lista mental de los lugares en los que le gustaría visitar: la floristería (para pedir trabajo), la pastelería (había comido unos deliciosos pastelillos la vez anterior) o quizá pasear cerca de la fuente, recorriendo el lugar en búsqueda de algún local nuevo. Emocionada, no pudo evitar sacar rápidamente su cola, la cual se meneaba de lado a lado como si fuese la de un pequeño cachorro que había recibido un tierno presente. De pronto, su búsqueda se detuvo, ya que la pequeña había plantado sus ojos en una muchacha de cabellos de fuego quien estaba sentada en el borde de la fuente, pensativa, bella, parecía uno de esos cuadros que su difunta madre pintaba al alba. Nerviosa, decidió acercarse a hablar, su cola seguia moviéndose a la par que avanzaba hacia la muchacha. Movio su mano en señal de saludo-¡H...hola!...err...¿buscando también alguna distracción?- quizá su intervención no era del todo bienvenida, no lo sabia por lo pronto, la chica parecía estar absorta en el movimiento de su mano contra la superficie del agua. -"Umm...¿quizá llegue en mal momento?"-.

Un tanto decaída, al escuchar que alguien hablo tan cerca de ella, reprimió su primer instinto que fue voltear hacia el sonido. No quería emocionarse tan rápido, ya había sido ignorada varias veces, seguramente aquel saludo no era para ella, bufo con pesadez, siguiendo con su incesante movimiento de dedos contra el agua de la fuente. Pero al escuchar que la voz persistía, alzo la mirada, topándose con una chica bajita frente a ella que parecía estarle hablando. Un poco apenada, volteo a ambos lados, asegurándose de que la contraria le estuviera hablando a ella y no a otra persona detrás o a los costados.


No había nadie más cerca, así que el saludo era para ella. Inflando un poco su pecho, le sonrió de manera cálida -¡Hola!- dijo emocionada y en voz alta –No, emmm, solo estaba…- tartamudeó un par de veces, sin saber muy bien que hacer o decir –Soy Tana, mucho gusto- extendió su mano casi de inmediato a la desconocida, temblando un poco y mostrando una sonrisa algo forzada.


Una voz llamo su atención, desviando la mirada sin dejar de extender su mano, se topó con un pequeño de cabello rosa, sumamente adorable y que llevaba una piel de foca sobre los hombros –Hola- dijo ya más calmada. Aquel pequeño despertaba el lado maternal de la ninfa, por que pudo tranquilizarse y proseguir de manera natural.

Ambas parecían agradables, lo cual le daba cierta sensación de tranquilidad. No estaba muy acostumbrado a conversar pero haría su mejor esfuerzo. Ambas respondieron a su saludo de forma amable algo que hizo que él se acercara a ellas. Asintió ante la invitación que le estaba haciendo una de ellas de unirse, aunque estaba bastante apenado. – Es un gu-gusto señorita Tana – tartamudeo un poco por los nervios y la timidez – soy Cian – dijo suavemente mientras miraba el cabello rojo de la señorita Tana que había llamado su atención.

Ya sabía el nombre de la pelirroja pero se preguntaba cuál era el de la otra persona, no sabía cómo preguntarle pero ella lucia tan emocionada que de alguna forma su felicidad se le pegaba. – A mi tam- también me emociona conocer gente nueva… no conozco mucho este lugar – el selkie les ofreció una cálida sonrisa acompañada de un sonrojado rostro –. Me disculpo por no ser bueno para mantener conversaciones – entrelazo sus dedos mientras miraba hacia abajo (una maña que poseía y que lo ayudaba a tranquilizarse) – so-soy mejor escuchando… umh… ¿cuál es tu nombre?-.

-Ojojoooo- una risita casi jocosa broto de los labios de la pequeña, le divertía la compañia de ambos cuyas personalidades eran tan distintas: Tana tan maternal y amable, Cian tan adorable y tímido, personalidades que le agradaban bastante a Viveka ya que, hacia que su explosiva energía y alegría brotasen de manera natural, sin contenerse al respecto. -¿Cian?, pero que nombres tan bellos tienen- una enorme sonrisa adorno el rostro de la lung quien, mostraba esos pequeños colmillos de dragón en crecimiento. -Yo no es que conozca a todo el mundo pero bueno, ¿que hay mejor que una cara nueva de vez en cuando?- observo como el chiquillo entrelazaba sus dedos nerviosamente, un chillido como diciendo "awwww" por parte de ella, eran cosas que la derretían de ternura. -Mi nombre es Viveka, Viveka Malraux...¡un placer!- ofreciéndole su mano para que el la aceptase cortésmente. -Pueeees, ya que estamos aquí... - la cola de Viv se balanceaba rítmicamente al tiempo de que ella daba unos pasos hacia adelante, llamando la atención de ambos -...pensaba ir a comer algo...o quizá buscar alguna linda prenda para estrenar ya saben, si quieren podemos hacer algo en especifico ufufufu....¡tengo todo el tiempo del mundo!- .