Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Feb 7, 2018 14:07:10 GMT
Poco a poco el relato de esa experiencia iba tornándose más sombrío, mas violento y no era para menos, después de todo estaban hablando sobre lo que ese pirata sanguinario era capaz de hacer para conseguir lo que quería, a él no le importaba para nada llenar sus manos de sangre y cometer tales actos impensables contra arcanos inocentes, ella había visto de lo que era capaz al ver a Amalthea en esa celda del barco y no solo eso sino que también lo había experimentado de primera mano al haber sido víctima de tales brutales actos. Tenía que contar el resto, así como lo había hecho estando con Lumina pero no era algo fácil, no quería ser juzgada por el contrario y aunque él ya le había demostrado que no iba a hacerlo la mente aún le jugaba malas pasadas haciendole creer en realidad si lo haría, pero su corazón, aún algo desecho y maltratado le seguía diciendo que no había nada que temer, que solo tenía que seguir hablando como lo había hecho hasta ahora y esperar lo mejor; fue así que nuevamente estuvo lista para seguir narrando lo que faltaba de aquel suplicio por el que había pasado mientras no se despegaba del ajeno en ningún momento, nadie iba a separarlos o algo así pero la manera en la que ambos estaban hacía parecer que de hecho hubiera peligro de que algo los alejara de ese refugio que era el otro.
- Lo siguiente que sucedió fue que él volvió a llevarme a donde me había mantenido hacia unos momentos para tirarme en una mesa y amarrarme a las esquinas… después de eso… hizo que trajeran a sus “amigas” para que me ayudaran a hablar y sus amigas eran una anguilas eléctricas las cuales dejó caer en un recipiente con agua para que ellas me mordieran además de darme descargas eléctricas… así me dejó toda la noche… recibiendo descargas… hasta que el día siguiente llegó. Pasé toda la noche despierta sufriendo ese dolor pero nada se comparaba con escuchar los pasos de ese hombre por el pasillo acercándose a donde yo estaba…- el miedo era algo que no iba a desaparecer tan fácilmente a pesar de que contara con el apoyo del minotauro, le aterraba pensar que ese pirata seguía allí… en las aguas de la playa o hasta incluso en la tierra gracias a su fachada de comerciante… y el solo pensar que podía encontrar con él de nuevo hacía que unas ganas de vomitar muy fuertes se presentaran acompañadas por un sudor y escalofríos recorriendo su cuerpo, es decir, ya había tratado de matarla una vez y de milagro se había salvado pero seguramente no volvería a pasar de encontrarse con ese hombre nuevamente, aunque rogaba a los dioses porque que eso no sucediera.
- Él volvió a entrar a la habitación donde yo estaba… y luego de haberme dejado toda la noche con esas anguilas al las quitó… pero luego de eso hizo cosas peores que esas, como por ejemplo darme de comer desde su boca…- comentó llevando su mano a tapar su boca sonriendo náuseas al recordar todo eso. -Esa sensación… horrible de tener la comida que él había masticado en mi boca… haberla tragado… se sintió asqueroso.- expresó con una expresión que confirmaba lo mal que se había sentido. -Pero no fue lo peor… luego de eso… el comenzó a tocarme, a romper mi ropa… fue tan desagradable, sentía una sensación repulsiva y traté de gritar… de decirle que se detuviera pero para ese entonces mi voz ya no estaba, mis cuerdas vocales estaban muy dañadas así que sólo pude retorcerme e intentar escapar aunque claro fue inútil… no llegaría muy lejos estando en mi forma fated…- contar todo aquello le dolía bastante pero también era liberador en cierto modo.-Al final… fui tomada nuevamente y me llevaron a una habitación donde el capitán les dió permiso a sus hombres para que hicieran lo que quisieran con mi cuerpo aunque también les dió algunas condiciones… ugh… ellos fueron acercándose de a mi… y yo… tenía tanto miedo… pero no podía hacer nada…- las lágrimas comenzaron a caer de nuevo desde sus ojos, esta vez parecía una cascada que no se detenía. - No pude… defenderme… uno de ellos fue elegido para… usar mi boca mientras que otro, el suboficial del capitán… se me pegó por atrás… jamás me había sentido tan asqueada… tan repugnante… fue demasiado para mí… no lo toleré por más tiempo y caí inconsciente…
Sus manos se aferraron a la ropa del minotauro con fuerza mientras lloraba, apenas si podía hablar un poco, pero ahora ya había enfrentado a aquello que tanto temía, ahora solo debía seguir a delante y terminar de narrar lo que quedaba de esa odisea tan pesada por la que había tenido que pasar. -Para cuando me desperté… estaba siendo llevada de nuevo a la celda… aún me sentía mareada... mi cuerpo se sentía totalmente adolorido…. Pegajoso … y cuando pude verlo mejor note todas la marcas que tenía… me sentía tan sucia… como la peor basura… pero eso quedó de lado cuando vi que dejaban a Amalthea conmigo… ella había sido secuestrada por ellos también… y estaba igual o peor que yo… y aún así… ella me consoló.. me … cantó… y yo… sin darme cuanta de que estaban escuchando la conversación… revelé la ubicación de Aqualia…- Al decirle esto al minotauro se sentía tan tonta, pensaba que había estado resistiendo bien, que al menos solo sufriría ella y no el resto de Aqualia pero había sido un error, por su descuido ahora ellos tendrían la ubicación de la ciudad submarina, se sentía responsable y una traidora además. -Fui descuidada… por eso terminé en ese barco y por eso pasaron todas esas cosas… al final me separaron de Amalthea… todavía me pregunto qué habrá sido de ella… y si logró escapar como yo…o… no...- comentó entre lágrimas con una mirada perdida y algo fría. -Ya tenían la información que querían pero… me torturaron un poco más. .. hasta que estuve al borde de la muerte y… luego… me ataron a una ancla… hicieron un corte en mi garganta y me arrojaron al mar… hubiera muerto pero… Skye… ella me salvó… cuidó de mi… y yo… no pude... decirle que... sucedió…- terminó de decir mientras lloraba hundiendo su cabeza en el pecho de Blyer, era una historia desgarradora para ella y ahora que le había comentado aquello que temía que el minotauro se enterara… sólo quedaba aguardar… -Lo siento Blyer… yo… no estoy… tan “limpia”... en realidad fui… manchada...
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Blyer Bloodthorn
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Post by Blyer Bloodthorn on Feb 7, 2018 18:01:05 GMT
Ya no sabia que hacer o que pensar respecto a lo que ella le estaba contando, no sabia como reaccionar o cómo hacer que la ira que volvía a crecer en su interior se apaciguara. Se notaba dolida, quebrada… Era claro que lo que le había hecho ese maldito fue algo impensable para cualquier arcano o ser humano… ¿Por qué ella…? ¿Por qué la sirena había tenido que sufrir tal martirio?. Cerro los ojos para intentar ponerse en su lugar respecto a aquel sufrimiento, pero no podia, ni siquiera podia imaginarse un porcentaje de lo que la Sirena había tenido que pasar por un error que cualquier persona hubiera podido cometer. Trago saliva para escuchar la siguiente parte del relato por parte de la pelirosada, lo que hizo que su corazón se comprime de nueva cuenta al escuchar sobre la tortura de las anguilas electricas… Había podido sentir por cuenta propia lo que era recibir descargas de tal magnitud, en las peleas contra arcanos capaces de usar aquel elemento… ¿Pero estar toda la noche sufrimiento tales ataques por parte de esas criaturas? Solo le generaba un aumento en la furia que había en su interior, como una mecha de una especie de bomba que no tardaria mucho en explotar si más cosas de esa clase eran relatadas por parte de la boca de la pelirosada. Respiro profundamente mientras sus manos aun se encargaban de acariciar la espalda y los cabellos de la mujer que estaba entre sus brazos, quería seguir dándole esa sensación de seguridad, pero en ese momento, hasta él se sentía inseguro de lo que quería hacer y de lo que podía pensar.- Anguilas… Electricas… .-Repitió en voz baja en un claro tono de molestia, de enojo… De frustración… Si tan solo hubiera conocido antes a la Sirena… Si la situación hubiera sido distinta, hubiera podido evitarlo, pero era tarde para eso. Suspiró, el relato obviamente no terminaba ahi, aun quedaba una verdad más siniestra y horripilante por ser revelada. Los cabellos castaños de Blyer se movieron un poco para ocultar mejor su rostro lleno de enojo y frustración, pero conteniendo lo mejor que podía para mantenerse fuerte, mantenerse siendo el pilar de confianza de la Sirena que estaba sincerando su peor experiencia… ¿Como no querer estar fuerte en esa situación? Debia hacerlo por ella, por todo el cariño que sentía hacia esa mujer. Lo siguiente fue algo que le hizo apretar los dientes con enojo, aquella humillación era algo que le causaba un odio mucho mayor contra esa persona que se hacía pasar por comerciante. No solo no le bastaba con causarle un dolor agonizante… Con cortes y descargas eléctricas, si no que tambien le daba una asquerosa comida masticada… .- Ese maldito… .-Murmuró, suspirando e intentando seguir calmandose, mantener su resolución y su fortaleza por ella. La abrazo con más cariño cuando noto su gesto de asco al relatar, no podía culparla tomando en cuenta lo que había hecho ese sujeto. Lo siguiente… Lo siguiente comenzó a generar una molestia interna a la par que una mirada de sorpresa y odio se posaba en su rostro… El escuchar que no solo torturarla… Si no que ese sujeto había comenzado a tocarla… Hizo que una mecha mucho mayor se encendiera en su interior. Trago saliva… Si era lo que creía… Entonces de alguna forma sabia que era lo que seguía en el relato. Tal como esperaba… Todo fue peor, mucho peor… Las siguientes palabras de la ajena hicieron que sus ojos se contrajeron mientras su cuerpo dejaba de moverse… Apenas y respiraba pensando en lo que ella le estaba contando.- Ellos… Ellos te… .-Murmuró en una voz apenas audible mientras bajaba la cabeza para observar a Tsuyume a la par que sus manos volvían a dirigirse a sus mejillas para intentar calmar las lagrimas que caían como una cascada… Era inutil, no podia simplemente pedirle que no llorara ante una experiencia tan traumante como esa. Con cada palabra, cada parte de la siguiente parte del relato, la respiración del Minotauro se agitaba más y más… Casi sintiéndose afectado en carne propia con lo que ella le estaba contando, intentando nuevamente ponerse en sus zapatos pero era imposible, totalmente... Era algo que supera cualquier tipo de tortura. Lo siguiente fue algo más suave que lo anterior pero eso no quitaba lo horrible que era… Quedar en ese estado demacrado por capricho de otro, además de conocer a alguien que paso por el mismo trágico destino… No era algo que te marcara solo por un dia o una semana… Era algo que quizá era permanente. Ante sus últimas palabras, el pelicastaño limpio por última vez sus lagrimas, separándose un poco y parando, mirándola directamente a los ojos… Era una mirada triste, había lagrimas en sus ojos pero a la vez habia cierta determinación, una extraña seguridad.- No me importa, Tsuyu… Eso no me importa porque tu no fuiste manchada… .-Comentó acercándose a ella y llevando sus manos a las mejillas de la chica.- Ellos te torturaron… Te hirieron… Pero… Ellos no robaron lo más importante que hay en ti… .-Dijo apuntando a su pecho, a su corazón.- Esta herido… Casi roto… Pero aun no hecho pedazos… .-Agregó agachando la mirada, y girándose al soltarla, acercándose a una pared con su respiración agitada.- No fue tu culpa… Ese… Ese maldito… .- Su tono comenzó a tomar enojo a la par que su mano con el puño cerrado se iba hacia atras, dandole un fuerte golpe a la pared de piedra que estaba frente a él.- Tarde o temprano pagara… .- Otro golpe con la otra mano fue dado.- Por lo que te hizo… A ti y a esa chica… A ese hombre desmembrado… Por todos los que lastimo… .-Su tono seguia ganando una furia increible, sintiendo cierto frío en las manos y sus músculos tensarse.- … Ese hombre morirá… .- Otro golpe, sus puños comenzaban a tener cierto reflejo rojizo.- ¡… Morira…! .- La sangre cayó por gotas al suelo desde sus nudillos, y un último golpe hizo salpicar aquel líquido carmesí.- ¡MORIRA!.- Mantuvo su puño apegado a la pared a la par que su respiración se agitaba y despues miraba su puño ensangrentado. Suspiró mientras las lagrimas caian por sus mejillas y se volteaba con la cabeza agachada.- No lo permitire… Mientras yo esté vivo… Mientras yo esté a tu lado, nunca nadie volver a hacerte daño, Tsu… Jamas nadie volvera a quitar esa sonrisa de tu rostro… .- Comentó acercándose y limpiando la sangre de sus manos con su propia ropa, agachándose frente a ella, con la cabeza agachada.- Permiteme… Ser quien repare tu herido corazón… Aunque me tarde… Aunque no sea capaz, permíteme intentarlo… Déjame estar a tu lado… .-Pidió mientras esperaba la respuesta ajena.
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Tsuyume
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Post by Tsuyume on Feb 8, 2018 22:01:01 GMT
Ya le había contado todo al contrario, cada minuto de agonía, miedo, preocupación y dolor por el que había pasado estando a bordo de aquel barco infernal, no quedaba nada mas por decir y se notaba que cada palabra tenia un peso bastante grande en el minotauro quien parecía que iba a estallar por toda la furia que sentía, ella lo notaba, sabia que estaba molesto, ademas ya sabia que era muy probable que el estallara de cólera, ya lo había visto una vez, mas específicamente en el bosque de las hadas pero en esta ocasión no estaba aquel que era el dueño de toda aquella ira y furia que este sentía. A pesar de lo enojado que este estaba con todo lo que había pasado aun era tan amable y considerado de secar algunas de las lagrimas que se deslizaban desde sus ojos, claro que estas volvían nada mas al ser limpiadas pero ese gesto era suficiente para que la sirena sintiera el confort que necesitaba, algo que él solo podía lograr con aquellos gestos tan simples y sencillos que demostraban lo mucho que el la estimaba, lo mucho que quería que ella estuviera bien, por su parte ella también quería lo mismo para el minotauro, verlo feliz. alegre, sin rencor, ira o tristeza en sus ojos, por eso es que lo único que se guardo de aquella experiencia fue el nombre de quien la torturo, su apariencia y su ubicación, no quería que nadie buscara venganza por ella mas que nada porque temía por sus seres queridos, no quería verlos heridos o peor… muertos, no quería peleas de ningún tipo.
Aun estaba llorando claramente nerviosa por lo que contrario le diría con respecto a todo, pero le preocupaba mas que pensaría de ella ahora que sabia que había sido manchada, ambos seguían abrazados hasta que el minotauro la separo lentamente de él para mirarla, notaba lo lloroso de sus ojos y no paso mucho tiempo para que algunas lagrimas también se deslizaran desde los ojos bermellón del ajeno cosa que sorprendió a la sirena, esa mirada triste pero un semblante seguro y después de escuchar algunas palabras de sus palabras las lagrimas de la mujer se detuvieron en un segundo. Que el le dijera que no le importaba todo eso… que ella en realidad no había sido manchada… le devolvió el alma al cuerpo, sus mejillas ya estaban rojas y sus ojos algo hinchados por haber llorado pero aquel toque hizo que el color se intensificara en aquella área donde los dedos del contrario gentilmente estaban tocando; con cada palabra se sentía mas liviana como si poco a poco ese peso de toneladas que llevaba encima desapareciera dejando de comprimir su interior y permitiendole respirar en paz. Un leve sollozo se escapo de sus labios al momento en que su corazón fue señalado, palabras muy idénticas a la de Lumina, ambos tenían razón, aun era ella a pesar de todo lo que había tenido que pasar, sonrió enternecida al escuchar esas palabras en lo que una gota se escapaba desde sus ojos la cual limpio de inmediato para luego ver que el minotauro la soltaba y se ponía de pie para dirigirse a un pared, la mirada de la sirena tomo un semblante mas preocupado pues sabia que seguramente Blyer yo no podía contener mas su ira. -Blyer…- susurro mientras lo miraba algo triste de verlo en ese estado.
El puño del ajeno se estampo contra la pared de piedra, el ruido de ese golpe fue fuerte y la pelirosa dio un pequeño salto haciendo una mueca de dolor solo al ver que como su mano golpeaba una y otra vez la pared con una gran fuerza mientras que amenazaba de muerte al autor de dichos crímenes contra la sirena y también contra Amalthea, con cada impacto el puño de minotauro iba tomando un color mas rojizo debido a la sangre que comenzaba a brotar hasta que el un ultimo golpe de cólera la sangre salpicó mientras que la pared quedo bien marcada. -¡Blyer! ¿Estas bien?... Tu mano…- expresó preocupada levantándose para acercarse a él, a veces se olvidaba lo resistente que era el ajeno pero no podía evitar preocuparse por su salud, antes de que pudiera llegar hasta donde se halaba el contrario nuevamente sus palabras le hicieron detenerse, dichas palabras parecían ser una promesa por parte de él, la mujer se quedo congelada nuevamente sintiendo que su corazón daba fuertes golpes en su pecho, lentamente su mano se elevo a cubrir su boca al ver como Blyer se arrodillaba frente a ella como si de un caballero se tratara, si, eso era, un caballero… SU caballero… Alguien que prometía protegerla y quererla siempre. La mujer se encogió mientras lloraba, su mano cubría la sonrisa alegre que tenia en ese momento y sin pensarlo se agacho un poco para poder abrazar a Blyer fuerte, apegando su cuerpo al del mientras trataba de parar de llorar, pero cuando uno esta llorando de alegría es muy difícil dejar de hacerlo. -Esta vez… te responderé como corresponde… Blyer... Claro que puedes quedarte a mi lado... porque… tu me gustas… Yo… me he enamorado de ti.
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Blyer Bloodthorn
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Post by Blyer Bloodthorn on Feb 10, 2018 3:13:12 GMT
La sangre se filtraba por entre sus dedos manchando su mano por la herida que se había generado en su nudillo al golpear la pared con tal furia que si hubiera golpeado a una persona en el rostro, probablemente le hubiera roto la mandíbula o incluso peor, matarlo de aquel golpe lleno de furia. Había intentado calmarse, de verdad que había intentado detener la cólera que crecía en el interior de su cuerpo pero simplemente no había podido. Tal era la rabia que sentía contra ese pirata, que necesitaba descargarse de alguna manera…. Aunque fuera lastimándose un poco a si mismo, pero ya no más… Ya no iba a buscar venganza, ese ultimo golpe, esa ultima gota de sangre derramada había sido una especie de pacto hacia si mismo y hacia la Sirena de que no arriesgaría lo que era una posible felicidad, por la cabeza de un infeliz. Quería poder armar algo hermoso con Tsuyume, deseaba en lo más profundo de su corazón que ese dia ambos salieran como algo más que simples amigos… Lo anhelaba, era lo que más deseaba, poder tener con ella lo que su padre llamaba ‘’Un amor eterno’’ Tal como él con su madre. Sus ojos no podían dejar de ver aquellos ámbar de la ajena, eran como piedras brillantes que lo guiaban en aquel enorme abismo que llamaban océano, como si seguir aquella luz evitará que se ahogara en su propia miseria… En su odio, en su ira, y en su propio rencor. Suspiro, a pesar de todo, la ajena no conocía nada de él además de lo que se veía a simple vista… Y al igual que ella, era su turno de contar aquella trágica experiencia.- Estoy bien… .-Respondió en un murmuró apenas audible.
Había sido sincero, lo más que había podido con respecto a los sentimientos que tenia hacia Tsuyume, quería protegerla a como diera lugar, como una especie de caballero.. Su Caballero, y de nadie más. Su vista aun estaba agachada, arrodillado y frente a la ajena esperando que su respuesta fuera dada. Tenía miedo, ansias, nerviosismo, un bucle de sentimientos que no se podía describir, y que al cabo de unos momentos, un gesto… Unas palabras y el sentir el calor ajeno, solo se designaron en un solo sentir: Felicidad. Pudo sentir como las lagrimas caian, y como la contraria se agachaba para poder abrazar al Minotauro y que sus cuerpos se pegaran. La sorpresa al igual que las lágrimas eran inocultables, al igual que el latir de su corazón al escuchar las palabras que salían de los labios de la Sirena ‘’Tu me gustas… Yo… Me he enamorado de ti.’’ Un calor se encendió en sus mejillas, al igual que parecia que su corazón se saldría de su pecho.- Tsu.. Tsuyu… .-Murmuró mirándola con una felicidad que no era capaz de ocultar en aquellas lagrimas. Llevo sus brazos a abrazar con fuerza a la ajena a la par que su rostro se ocultaba en su hombro, dejando que su corazón finalmente sintiera el calor de ser correspondido… Algo sin dudas maravilloso.- Tsuyu… Tambien me he enamorado de ti… Gracias… Gracias por aparecer en mi vida… .-Dijo en un tono sollozante, pero a la vez lleno de sinceridad y de alegría.
Al cabo de unos momentos se separo un poco para limpiar las lagrimas… Aun había algo, aun no podía confiar del todo… No por ella, si no por él.- Tsuyu… .- Aquel tono se volvió uno más apagado a la par que se quedaba arrodillado con la cabeza agachada.- Aun… No te lo he dicho todo sobre mi… Sobre lo que soy… Sobre la sangre que ha manchado mis manos… .-Dijo dejando escapar un suspiro con pesar.- Y no me refiero a las peleas en el coliseo… Ni mi trabajo de cazarrecompensas, no… Es mucho tiempo atrás… Es la razón por la que yo mismo me considero una bestia.- Sentenció mientras levantaba un poco la mirada, preparándose para contar aquella historia, la cual aun tenia un peso sobre él, uno mayor ahora que pensaba que quizá la sirena sabiendolo podía retractarse de lo dicho.- Yo… Soy griego, de las tierras de Mantinea, en Grecia… Ahi, mi pueblo vivía tranquilo, yo… Mi madre, mi padre, y mi hermano… Ademas de todo el pueblo… Pero éramos constantemente molestados por unos centauros que reclamaban aquella tierra como suya, porque según ellos era territorio de sus ancestros… .-Contó mientras tragaba saliva con cierta dificultad, preparándose… Buscando las palabras para continuar.
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Tsuyume
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Post by Tsuyume on Feb 10, 2018 20:03:50 GMT
Sus brazos rodeaban el cuerpo del minotauro con fuerza, la distancia entre ambos era nula, su respiración estaba algo agitada por toda la emoción del momento pero ella no era la única, él estaba igual, ambos estaban sintiendo lo mismo en ese momento, alegría, una felicidad inmensa de saber que sus sentimientos hacia el otro no era algo unilateral sino que eran correspondidos. Escuchó su nombre justo al lado de sus oídos, y posteriormente sintió los brazos del ajeno rodearla con gentileza, estaba totalmente contenida por ajeno quien hundía su cabeza en su hombro, el palpitar de su corazón junto al de él era bastante notorio y el rojo de su rostro no se quitaba, de verdad sentía que iba a explotar de alegría, que todo era solo un sueño pero no era así, todo era real. -Gracias a ti Blyer… gracias… por salvarme... - expresó llorando mientras llevaba sus manos al cabello del minotauro acariciandolo con amor y gentileza, mientras las lagrimas de felicidad aún no cesaban, pero no es esforzaba en detenerlas, solo las dejaba fluir así como los sentimientos hacia él.
Sus ojos permanecían cerrados y una sonrisa calma se podía ver en su rostro mientras el abrazo entre ambos aun se estaba dando, mas luego Blyer se separó, la sirena lo miró algo confundida en cuanto escuchó su nombre, no sabía que era lo que él iba a decirle pero sin duda era algo serio, mas porque él había mencionado lo de la sangre que llevaba en sus manos, la cual no había sido producto de los enfrentamientos en el coliseo o por su trabajo, no, esto que él quería decirle no tenía nada que ver con eso. La sirena ya había visto algo de ese temperamento explosivo que el minotauro tenía y no le mostraba en lo absoluto, excepto por esa actitud de descuido hacia su propia salud que había tenido en los últimos días en los que había estado participando en pelea tras pelea en el coliseo; pero no podía decir que conocía todo del pasado de Blyer, sería una mentira, sin duda debía haber algunos hechos de los cuales no sabía y ya que ella había sido honesta con él ahora era su turno de escucharlo y brindarle el apoyo que necesitaba. -Esta bien Blyer, puedes decirme lo que sea…- Respondió tomando su mano con gentileza para darle seguridad al minotauro y que contara aquello que lo atormentada.
El relato comenzó revelando mas de donde provenía el minotauro, sobre su familia y su pueblo, pero las palabras de él se escuchaban dolidas, lo que le hacía preguntarse qué era lo siguiente que escucharía. ¿Una tragedia? ¿Un accidente?. No podía saberlo pero estaba preparada para oírlo, después de todo estaba segura que sus sentimientos no cambiarían, él se había ganado su cariño y amor, además había sido comprensivo respecto a su experiencia haciéndola sentir mejor con ella misma y aceptandola a pesar de todo, notaba lo difícil que era para él continuar así que entrelazó sus dedos y le dedicó una sonrisa suave para luego acercar su mano a los cabellos castaños del ajeno para peinarlos un poco. -Tranquilo, todo esta bien… se que es algo importante lo que vas a decirme y que es difícil… pero no hay presiones, tomate tu tiempo, siempre estaré a tu lado lista para escuchar lo que tengas para decirme.
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Blyer Bloodthorn
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Post by Blyer Bloodthorn on Feb 11, 2018 17:17:18 GMT
En el fondo sabía que no tiene porque temer a contar aquella experiencia a la pelirosada, que ella lo comprendería, comprenderá el porqué de su actuar, de sus acciones y la razón por la que se consideraba a sí mismo una bestia, pero aun asi, el miedo de ser rechazado por tal crimen era grande, el llegar a escuchar de los labios ajenos ‘’Que asco’’ ante su anécdota, era un miedo que no quería que se volviera realidad. Suspiro sintiendo el tenue calor de las manos ajenas que hacían lo posible por darle seguridad con aquel contacto, de brindarle un momento de calma antes de la tormenta de recuerdos y sentimientos que vendría con su historia. Apreciaba mucho ese gesto por parte de la sirena, era igual que lo que él había hecho cuando ella le estaba contando su horrible pesar respecto a lo ocurrido con aquel pirata, el mismo intento de confort, de otorgarle el calor y el valor necesario para no mirar atrás y ser capaz de contar algo así de trágico. Una leve sonrisa se poso en sus labios para alzar un poco la mirada.- Gracias… .- Fue lo unico que respondio a sus palabras antes de empezar finalmente a relatar aquella historia que tanto le pesaba en sus hombros, en su alma… En todo su cuerpo y espíritu, lo que él consideraba el peor pecado que había cometido en todos los años que llevaba de vida.
Comenzó con lo más antiguo, su vida en grecia, de donde venia, su familia… La cual extrañaba tanto, luego el conflicto con los centauros que reclamaban las tierras de su pueblo como propias, cosa que sabia realmente no era asi, solo querían las tierras por mera codicia. Su boca tembló al recordar todo eso como si las vivas imágenes de la sangre, los llantos y los gritos volvieran a presentarse en su cabeza como si ocurrieran nuevamente lo cual le hizo respirar agitado, pero cuando sintió las caricias en su cabello, pudo sentir cierta calma apagar ese fuego de la agonía que ardía con fuerza en su interior.- En… Entiendo… .-Dijo mientras respiraba profundamente para calmarse, para intentar encontrar las palabras para continuar el relato.- Bueno… Durante mucho tiempo, los ancianos de nuestra tierra lograban llegar a acuerdos y tratos con los centauros… Lograban calmar su cólera con una especie de ofrenda, o incluso solo con meras palabras, asi duro un buen tiempo de paz, el pueblo vivió en armonía y creciendo de buena manera a base de nuestro esfuerzo y nuestros propios logros, y gracias a un buen acuerdo entre nuestro mismo pueblo, los pueblos más grandes no tenían idea de que nosotros eramos Minotauros, era hermoso, pero los centauros no aceptarían por siempre nuestros términos… .-Dijo con un gran pesar en su voz, pausando momentáneamente y volviendo a abrir los labios para continuar, a pesar de lo difícil que se le hacia volver a recordarlo.
- Un dia, el líder centauro llegó hasta nuestro pueblo, y sin avisar… Un gran ejército de ellos ataco nuestro pueblo, exigían si o si recuperar sus tierras ese día… .- Contó mordiéndose el labio inferior con enojo, cólera… .- Los más fuertes del clan, entre ellos mi padre y mi hermano, Udquien… Se encargaron de luchar contra los centauros con sus armas y sus formas arcanas, mientras yo, y varios miembros más, llevábamos a mujeres, ancianos y niños a lugares seguros, pero eso no funcionaria… No cuando los centauros nos superaron en número, nos rodearon, amenazaban con matarnos… Entonces decidi ayudar.- Dijo volviendo a pausarse, sabia que lo peor estaba por ser contado.- Tome un hacha de la armeria, y me dirigi con mi forma arcana a la batalla… golpe tras golpe, herida tras herida, algo crecia en mi interior, algo que mi pueblo había jurado jamás entregarse y jamas ser presa de ello… Nuestra ira… El sentimiento que más miedo nos generaba, y yo… Fui dominado por el… .-Sentenció agachando la mirada y sintiendo las lagrimas brotar una tras otra por sus ojos y cayendo por sus mejillas.- Ya no tenía conciencia, la rabia y la ira me habia consumido por completo, ataque tras ataque, los centauros iban cayendo, la sangre se esparcía… Hasta que caí inconsciente… Al despertar, lo hice en medio de un monton de cadaveres de centauros, pero… No solo eran de ellos… No eran solo ellos… .-Dijo en un tono dolido, quebrado, como si fuera a romperse en cualquier momento.
- Entre los cadáveres… Se encontraban los cuerpos muertos de mi pueblo… Toda la gente, los niños, todo… Había muerto bajo mi hacha, bajo… Bajo mi propia mano… .- Su tono solo iba angustiandose más, mucho más.- La ira… Me hizo asesinar a todos y cada una de las personas que quería… Excepto a una… mi hermano aun vivia, observo todo… Su mirada lo decía todo… El odio, el enojo… El miedo… .- Agregó tragando saliva.- Yo no sabia que hacer, la sangre era lo unico que veia, y no tardo un ejercito de guardia humano en acercarse al lugar, si me veían… Me hubieran matado por genocidio… Pero, mi hermano… Mi… Mi hermano, él… Se acerco a mi… Me dijo que aún debía protegerme, que debía ser fuerte y no dejar que aquel error detuviera mi vida… Que al final de todo era su hermano.- El llanto en el minotauro era muy notorio.- Me pidio que escapara… Me dijo que me fuera lejos… Y cuando lo hice, a la distancia pude ver como… Por salvar mi vida, la suya era arrebatada por los soldados que buscaban justicia… .- Concluyó mientras sus manos tapaban su rostro.- … No soy una persona noble… No soy… El caballero que tu crees que soy… Mis manos están manchadas de sangre por completo… Soy un asesino… Soy el culpable de que toda mi familia, toda mi gente… Este muerta… .-Sentenció, sin ser capaz de mirar a Tsuyume al rostro.
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Tsuyume
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Post by Tsuyume on Feb 14, 2018 17:27:33 GMT
De verdad que iba a ser comprensiva con el contenido, no importa que escuchara de su parte, después de todo se lo debía, gracias a que él había escuchado toda su experiencia ahora se sentía mucho más liviana, el miedo había desaparecido por completo y ahora sentía que su recuperación de aquel trauma estaba avanzando, todo gracias a Blyer y si ahora ella podía aliviar algo del dolor que sentía el minotauro al escucharlo entonces lo haría con gusto. Tomó una buena cantidad de aire, sin soltar las manos de ajeno en ningún momento, esperando a oir como seguía la historia que había comenzado en Mantinea con el lugar donde Blyer y su pueblo residía siendo reclamado por los centauros, la historia iba avanzando poco a poco, por ahora ese relato no presentaba una tragedia pero eso no quería decir que no habría una, la pregunta era… ¿Cuál sería esa tragedia? ¿Qué era aquello que tanto afectaba a Blyer? Probablemente tenía que ver con su pueblo, o su familia, quizás había perdido a alguien importante, bueno estaba haciéndose demasiadas preguntas en su cabeza, no debía adelantarse a los hechos así que dejo de sacar conclusiones para continuar escuchando.
Podía notar lo mucho que le costaba al minotauro hablar sobre ese tema, se le notaba realmente afectado, herido, una herida que no había podido sanar hasta ese momento y que ahora iba a ser abierta nuevamente. El relato continuó con el ataque de los centauros quienes habían reunido un ejército para atacar al pueblo donde Blyer vivía, algo que sin duda no tendría un buen final, podía intuirlo, el pelicastaño mencionó a su hermano, aquel de quien era el collar que portaba en su cuello, no pudo evitar mirar ese hermoso collar por unos momentos mientras el contrario seguía hablando con ese enojo en su tono a lo que la mujer se acercó más a él mientras lo miraba sosteniendo sus manos con las suyas, brindándole más confort y animandolo a continuar hablando. Tal como se esperaba de Blyer, cuando su pueblo lo necesitó él estuvo allí dispuesto a ayudar contra los centauros y gracias a que él era un minotauro no le fue muy difícil enfrentarlos pero… la situación se les fue de las manos, efectivamente sucedió una tragedia la cual se reflejaba en las lágrimas que se deslizaban por las mejillas del minotauro, el verlo así de triste y afectado era muy doloroso para la sirena, sentía un dolor en su pecho que no podía soportar, no quería verlo tan triste como estaba en esos momentos.
Ella sabía bien lo que era perder a un ser querido, sus padres habían fallecido cuando ella era una niña pero fue bien cuidada por sus tíos por lo que no estuvo sola pero… eso no se comparaba con lo que había sucedido en el hogar del minotauro, fue una verdadera desgracia, cegado por la ira propia de su raza él había masacrado a todos los centauros y también a su pueblo… ahora lo veía todo más claro, entendía mejor porqué decía que era una bestia, seguramente ese día en el bosque de las hadas cuando se habían encontrado con esos cazadores y por como ella había respondido a su confesión… lo había herido mucho mas de lo que pensaba, aumentando el odio que se tenía a sí mismo. Veía como el ajeno lloraba desconsoladamente, la mano de la mujer se dirigió lentamente hasta el rostro del minotauro acariciandolo con gentileza y haciendo que volteara a verla. Sus ojos se encontraron con el color bermellón del contrario, las lágrimas seguían presentes al igual que el dolor y la culpa por lo que había hecho, la sirena tomó un poco de aire antes de hablar, no necesitaba tiempo para pensar que iba a decir pero tenía que hacer un esfuerzo por no llorar.
-Blyer… no eres una mala persona… no hay malicia en ti… tan solo eres una persona buena a quien le sucedieron cosas malas. Lo que pasó en Mantinea… eso… no lo hiciste a propósito, no eras tú en ese momento, el verdadero tú está aquí frente a mi ahora arrepentido por lo que pasó es por eso que tu hermano se quedó para que escaparas… Él sabía… que merecías seguir viviendo,te lo dijo y te amaba a pesar de todo porque se quedó para que tu siguieras…- hizo una pequeña pausa para limpiar las lágrimas del ajeno con sus dedos para después acercarse y unir sus frentes sin dejar de mirarlo. - Mi opinión sobre ti no ha cambiado… te sigo viendo como la persona amable, entusiasta y confiable que eres.... yo… me siento a salvo contigo… - esperaba que sus palabras fueran las indicadas en ese momento para que el pelicastaño dejara de culparse por lo que había sucedido pero en realidad no estaba del todo segura. - Blyer… jamás te considere una bestia y jamás lo haré… puedes estar seguro de eso y de que… lo que siento por ti no va a cambiar pase lo que pase, estaré contigo siempre… porque… TE AMO…- terminó de decir solo para avanzar esa pequeña distancia que aún quedaba entre los labios de ambos para que estos entraran en contacto en dulce beso para expresarle mejor al minotauro lo que sentía por él, ese hermoso sentimiento que había despertado desde esa noche en que se encontraron en la playa de Aqualia.
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Blyer Bloodthorn
Los Grises
Let me take your hand... And let's fly together
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Post by Blyer Bloodthorn on Feb 17, 2018 1:39:10 GMT
Haber perdido a todos sus amigos, a su familia, a su hermano… Era algo que no parecía poder olvidar o superar, parecían como unas cadenas atadas de manera muy firme a una gran pared de roca que no lo dejaban avanzar por la culpa que sentía. Se sentía nada, escoria, una bestia que no tenía el derecho de estar vivo, todo por haberse permitido entregarse a la ira que había prometido jamás consumirse. Su llanto no podía detenerse por nada, era como un niño, solo, abandonado, luego de perder a toda su familia y ni siquiera tener algun juguete que le hiciera compañía, con su corazón comprimido al punto de no estar seguro de nada, ni siquiera de que sería de él de ahí en más. Su esperanza se apagaba lentamente, el silencio que perduró luego de su relato le hacia creer que de verdad la ajena se había arrepentido y no quería a tal monstruo a su lado prometiendo que la protegería, después de todo, ¿Quien desearia estar al lado de alguien como él? Era imposible… Por no decir aborrecible, estaba entrando en ese estado donde sentía que morir era la única solución… Pero el silencio no ayudaba a pensar claramente. ¿Donde estaban las palabras de odio…? ¿El rechazo de la ajena…? No había nada… No aún. Alzo la mirada esperando ver una mirada aterrada, alguna señal del temor que probablemente había infundido en la sirena… Pero no vio eso, ¿Por qué…? Entonces cayó en cuenta de que la verdad, y la realidad, eran otras totalmente distintas.
La mano de la pelirosada se dirigió a limpiar las lagrimas que caian por su mejilla mientras los ojos del minotauro no mostraban nada más que sorpresa en ese momento. Sus ojos estaban conectados, incluso parecía que la ajena también quería romper en un llanto tarde o temprano… Pero no lo hizo, ella mantuvo su fortaleza para que finalmente las palabras salieran de sus cuerdas vucales, dejando escuchar su voz. Aquellas palabras, comprensivas, una tras otra iban lentamente limpiando el herido corazón del pelicastaño, causando que sus lagrimales dejarán de producir aquel liquido que caían gentilmente por sus mejillas. Estaba sintiendo algo, un calor que comenzaba a surgir de manera lenta y concentrada desde su corazón y se expandía por todo su cuerpo, un calor ciertamente tranquilizante y pacífico, algo que por primera vez en su vida podía sentir con claridad sin que los fantasmas y los demonios del pasado que rasgaban su espalda dia tras dia hicieran una interrupción de aquel hermoso momento que estaba teniendo con la mujer. Quizá ella tenía razón, quizá después de todo su hermano si quería que él tuviera una vida mejor y se liberara de aquella carga que había llevado por más de 150 años… ¿Esta vez si era el momento…? ¿Finalmente podia romper las cadenas que ataban su alma al pasado y a la tragedia de aquel pueblo? Aún dudaba… Pero de un momento a otro, la sirena se encargó de borrar cualquier duda restante y existente.
Los labios de Blyer se habían unido gentilmente con los de la sirena luego de aquellas palabras que habían generado el mayor impacto en la oscuridad que tapaba sus sentidos, se habían encargado de sin más quemar y destruir el odio propio, las manos que no lo dejaban avanzar. Los ojos del Minotauro lentamente se cerraron mientras sus manos subían a acariciar las mejillas de la pelirosada en lo que aquel beso lento y amoroso continuaba, con sus labios moviéndose a un ritmo suave y tranquilo, disfrutando de cada pequeño segundo que duraba, algo que realmente estaba disfrutando, algo que le demostraba que en efecto la contraria era la mujer con la que quería pasar el resto de su vida, protegiendo, y amando. Lentamente sus labios se alejaron unos centímetros de los de la Sirena, mientras sus ojos se abrían y se conectaban con los ambar de ella. Sentía su rostro arder, pero esta vez, había una sonrisa donde antes estaban aquellos labios temblorosos por la tristeza.- Tsu… Yo tambien Te Amo… Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, ser feliz contigo… Buscar mi camino contigo… Gracias por hacerme ver, que aun la vida tenía algo tan hermoso esperando para mi… Te amo… Te amo… Jamas me cansare de repetirlo, porque esto que siento, es genuino… Es… Es simplemente hermoso.- Confeso mientras sentía que nuevamente estaba llorando, pero de única y pura felicidad que sentía. No tardo mucho en levantarse junto con ella, mientras sus manos aun acariciaban las mejillas de la contraria.- … Larguemonos de aqui… Este lugar es parte de mi pasado… Ya no necesito de esto… Solo quiero vivir de manera tranquila de aquí en más… A tu lado.- Sentenció sonriendo y tomando la mano de la ajena, listo para dejar finalmente todo atrás y mirar hacia adelante.
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Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Feb 19, 2018 17:49:57 GMT
Al fin, luego de toda aquella odisea había logrado decirle al contrario como se sentía, había sido totalmente honesta con él respecto a lo que había pasado en ese barco y no solo eso, sino que también también había revelado como se sentía con respecto a él, como su corazón latía cada vez que estaba a su lado, como todo el temor o inseguridad que antes la asolaba desaparecían con su presencia, como la felicidad la invadía hasta el punto de querer llorar. Los labios de ambos se habían unido en ese beso tan dulce y amoroso por parte de ambos, trayendo consigo el recuerdo de aquella excursión al bosque de las hadas donde tras una caída por poco habían llegado a besarse, había sido bastante vergonzoso pero estaría mintiendo si decía que no había pensado en eso desde ese día, ansiando que esa situación se repitiera aunque en esta ocasión no había podido esperar que un accidente le concediera ese deseo. Ambos estaban disfrutando de sentir los labios del otro, sus ojos permanecían cerrados solo mientras sentía las caricias en su mejilla de parte del pelicastaño hasta que ambos tuvieron que separarse un poco, mas no dejaron de mirarse en ningún momento, sentía que sus mejillas estaban ardiendo pero no aparto la mirada en ningún momento, no podía dejar de mirar esos ojos bermellón que tanto le gustaban acompañados por esa sonrisa que amaba ver en el rostro del ajeno.
Las palabras que oyó de parte del minotauro le hacían sonreír bastante, quien diría que después de todo ese tiempo llorando y pensando que jamás volvería a ver al contrario… que ya jamás estaría a su lado de nuevo… que él podría haber muerto en alguna de las batallas del coliseo y de que ella jamás se habría enterado, pero no quería pensar en eso, por suerte las cosas habían tomado un rumbo distinto, gracias a la intervención de Lumina, ahora podía estar tranquila al lado de Blyer y ser realmente feliz después de tanto tiempo. -Blyer… no sabes lo feliz que soy, escucharte decir eso es… creo que no me alcanzan las palabras para describirlo. Siento lo mismo que tu… quiero estar a tu lado siempre y no alejarme jamás porque es lo que me hace feliz... - expresó con una sonrisa mientras limpiaba las lágrimas de alegría del minotauro con una gentileza que sólo podía mostrar estando al frente de él, realmente no quería verlo tan triste como lo había visto anteriormente por todos esos recuerdos de su pasado con los que cargaba, pero ya no tenía que seguir cargando ese peso, ahora podía mirar hacia adelante y avanzar junto a ella, se tenían el uno al otro. Luego de todo ese momento emotivo el minotauro se puso de pie devolviendo ese gesto cariñoso que ella le había otorgado para sin mas decir unas palabras que la hicieron reír un poco, estaba feliz de escucharlo decir eso así que asintió con una sonrisa para luego seguir al minotauro y salir por la puerta dejando esa sala solitaria para regresar al área donde se preparaban los gladiadores quienes no tardaron en mirarlos, por un momento se sintió algo avergonzada por lo que se apegó un poco al ajeno mas luego esa vergüenza se desvaneció en cuanto uno a uno los gladiadores comenzaron a aplaudirles a los dos, otros les gritaban o también silbaban, por su parte la sirena no sabía si estaban felices por el acontecimiento o porque ya no tendrían que luchar contra Blyer, pensaba que era más por lo segundo pero por el momento solo se dedicó a mirar a su amado para luego sonreirle con alegría. -Busquemos a Lumina, estoy segura de que querrá oír que resolvimos las cosas.- expresó mientras ambos comenzaban a caminar para salir de esa área encontrándose con toda esa multitud de arcanos que venían a ver las batallas en el coliseo, todavía se escuchaba el grito de la multitud aclamando por la pelea que se estaba llevando a cabo en esos momentos, pero por su parte la pelirosada solo buscaba a la arconte con la mirada aunque su altura no le ayudaba demasiado. -¿Puedes verla? … por eso es que no me gustan las multitudes... - comentó algo frustrada por no ser lo suficientemente alta.
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Blyer Bloodthorn
Los Grises
Let me take your hand... And let's fly together
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Post by Blyer Bloodthorn on Mar 3, 2018 23:20:36 GMT
Ya no había ninguna especie de remordimiento o de algún peso que hiciera que su alma y su corazón se sintieron agobiados, pues en el momento que había podido confesarse a la sirena, en el momento que sus labios habían dejado escapar las palabras ‘’Me gustas’’ y ‘’Te amo’’, sintió como aquellos recuerdos tan trágicos que lo ataban a los demonios del pasado, se rompían en meros pedazos dejando que todo su cuerpo se sintiera finalmente más ligero, con esas ansias de seguir adelante y de vivir todo lo que no había podido vivir gracias a sus propios recuerdos. No había manera de definir la felicidad que sentía en ese momento al estar junto a Tsuyume, no había manera de encontrar por completo un sentimiento, pues era una mezcla de tantas cosas positivas, el saber que tantas cosas buenas estarían en su vida en ese momento… Desde ese día en más. Ahora que ambos se habían confesado, podían simplemente abandonar ese lugar y jamás volver, o al menos, para él, volver a luchar era algo que no volvería a ser, tanto por su seguridad, como por su promesa de estar al lado de la sirena por lo que le quedara de vida, pues no tenía ganas de tirar a la basura todo lo que había logrado en ese dia, todo lo que había conseguido al decidir seguir el camino de sus sentimientos y tener esa confianza con la Sirena. Las gentiles manos de la ajena no tardaron mucho en limpiar las lágrimas de su rostro, aquellas que eran de pura felicidad y alegría. Dejó que una suave risa escapara de sus labios, mirándola de manera enternecida ante sus palabras, queria decir algo más pero, realmente no había mucho más que decir, solo ser felices juntos.
No tardaron mucho más en tomarse de la mano para disponerse a salir de aquel lugar, poder retirarse en paz y en calma, pero al parecer no era el plan del destino, pues apenas salieron de aquel cuarto, los silbidos y felicitaciones no se hicieron esperar por parte de varios gladiadores. Estaba feliz, incluso cuando conectó su mirada con la de su amada, ella pudo notar aquella felicidad floreciendo, y posteriormente escuchando las palabras que le hicieron percatarse de que aún faltaba algo importante.- Es cierto, busquemos a Mater, debo agradecerle por todo esto… De no ser por ella, esto no hubiera sido posible.- Dijo mientras agachaba la cabeza, quedándose en un estado pensativo, realmente agradeció que su madre adoptiva que hubiera encontrado con Tsuyume y que lo hubieran hecho entrar en razón aunque fuera casi dejándolo en ridículo en medio de la arena del Coliseo. No tardaron más en alejarse de todo aquello para comenzar a buscar a la arconte en medio de toda la gente que estaba en el Coliseo ese dia, de verdad era mucha, muchas personas mas altas que él incluso y que no dejaban ver más allá de sus narices.- Tampoco me gustan… Solo espero que aun se encuentre por aquí.- Comentó con algo de preocupación de que su madre ya se hubiera retirado del lugar.
La búsqueda no estaba siendo algo fácil gracias a toda la gente reunida en ese lugar, aun asi, se mantenia de la mano con la contraria para que esta no fuera a perderse por un descuido menor, no quería que nada malo pasara ese dia. Sus ojos iban de un lado a otro, con cierta desesperación.- Si no la encontramos, quizá se fue a su casa… .-Dijo mientras llevaba su mano libre a su barbilla, pero luego algo le llamó la atención. Había un grupo de gladiadores reunidos en un punto y en medio de ellos, una cabellera blanca inconfundible, era obvio de quien se trataba.- Ahí está, ¡Mater!.- Exclamó el pelicastaño, mirando a su amada y caminando tomado de la mano junto a ella en dirección a donde la arconte se encontraba.- Mater, te estábamos buscando.- Le dijo a la mujer de blanca cabellera con una notoria sonrisa en su rostro.- Se las robare unos momentos.- Le dijo a los gladiadores quienes lo miraron confundidos para luego alejarse estos.- Mater Lumina… Yo… Quería darte las gracias por venir… Eh… Soy malo con estas cosas… .- Comentó algo frustrado y agachando la mirada, pues no encontraba las palabras para agradecerle a su madre.- Solo… Gracias por creer en que aún había bondad en mí.- Finalizó con una sonrisa sincera en su rostro.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Mar 14, 2018 7:53:28 GMT
Había encontrado con que entretenerse mientras esperaba, era un nuevo lugar, a pesar de que no apoyaba mucho la lucha sin sentido, recorrió parte de aquel coliseo, mirando su estructura, admirándola, era curioso, cuando se disponía a dibujar algunas cosas un grupo de gladiadores se le acerco, al principio pensó que se llevaría algún regaño, alguna multa o semejante, mas no fue el caso, se sorprendió cuando varios se le acercaron para hablar sencillamente, acomplejados, curiosos, diversos motivos, así fue como se dio aquella situación tan curiosa, no eran malos chicos, pero algunos no tenían más opción, fue una plática bastante compleja, esperaba poder ayudar a esos jóvenes en algo, pronto comenzaron a hablar de Blyer, de su relación con ella, no sabía cómo contestar a esa pregunta correctamente, pero fue salvada cuando la voz de su muchacho se hizo presente entre la multitud que transitaba por aquella zona, se había sumido tanto en ese ambiente que no había sido capaz de considerar el tiempo, se despidió amablemente de los jóvenes que le habían hecho compañía y miro a Blyer, ambos traían esa chispa, esa conexión invisible, sonrió feliz, esperando a escuchar lo que tenían para decir. No pudo evitar dejar escapar una sonrisa enternecida al ver a su hijo adoptivo de esa forma, agradecido, feliz, no se resistió y sencillamente lo abrazo, era un pelo más alta que el –Oh Blyer…no hay de que… siempre voy a creer en ti, aunque ni tú mismo seas capaz de verlo…-Aclaro, se sentía orgullosa del muchacho, le miro al rostro, acariciando las mejillas del castaño –Y estoy segura de que ella también está orgullosa y feliz por ti…- Sabia que Blyer entendería, ella siempre había creído que los espíritus no se iban del todo de nuestro lado
Se separó, mirando a la pequeña sirena, sonriéndole con la misma ternura, le acaricio el cabello, inclinándose un poco para estar más cerca de ella –Por favor Tsuyume…cuida de él, es algo despistado, y le cuesta darse cuenta de las cosas de buenas primeras… Lo veras darse muchas veces contra la pared, pero tiene una cabeza resistente-Bromeo, sabiendo que aquello lo avergonzaría –Pero tiene un corazón muy noble… y te quiere mucho, dale tiempo a que se acostumbre… Ya verás que te hará muy feliz- Sonrió, abrazándola finalmente, el destino tenia jugarretas extrañas en la vida
-Si no les molesta, podríamos ir por algo de comer, luego ya podrán estar solos y tener tiempo para ustedes – Se rio risueña, estaba tan emocionada por aquel acontecimiento, pero el ruido de su estómago siendo ahogado por la bulla ajena y el ajetreo de las apuestas y batallas le recordaba la necesidad básica de alimentarse, y hacia días que no sentía tanto apetito, debía aprovechar –Estoy segura de que podemos encontrar algo por aquí… Claro, si es que no estas ocupado Blyer- Pregunto en un tono extraño, una amenaza escondida, no permitiría que el minotauro volviera a involucrarse en ese tipo de combates
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Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Mar 22, 2018 17:50:33 GMT
Todo había pasado, esa tormenta por la que había atravesado desde que había estado en el barco del pirata hasta ese día en el bosque de las hadas ahora parecía tan lejano y distante… casi se sentía como si solo hubiera sido una pesadilla que con el tiempo y gracias a al apoyo del minotauro podría superar de a poco, ahora podía respirar con calma, dejar ir todos esos malos recuerdos para asegurarse de que iban a venir recuerdos mejores, memorias en común que tendría junto a Blyer ya que ambos compartirían el resto de sus vidas juntos y nada ni nadie los separaría. Ya después de haber podido ser honesta y decir todo lo que pensaba ahora solo deseaba encontrarse con Lumina, tenían que compartir tan maravilloso acontecimiento con ella quien había sido clave para la resolución de aquella historia entre ambos que habría podido tener un final trágico pero gracias a la arconte eso no había sucedido, realmente había sido una bendición el haberla conocido esa noche en la playa, le estaría eternamente agradecida por ello y probablemente nunca dejaría de decírselo o demostrarlo con acciones, nunca sería suficiente para ella.
Una vez que habían salido del área donde los gladiadores se preparaban solo estaban concentrados en buscar a la arconte, suerte que el pelicastaño no se tardó mucho en ubicarla rodeada de un grupo de gladiadores quienes parecían bastante interesados en ella, casi parecía que querían reclutarla, eso hizo que una pequeña risa saliera de sus labios antes de que ambos se acercaran a donde ella se encontraba. Una vez que llegaron Blyer la apartó del resto de los gladiadores quienes se quedaron mirando confundidos, luego de eso el pelicastaño se tomó unos momentos para agradecerle, se notaba que de verdad la estimaba y por su parte ella también le tenía mucho cariño luego de lo que había ocurrido, de verdad le enternecia ver al minotauro intentando darle las gracias a la peliblanca pero se notaba que no era algo sencillo para él, apretó un poco más fuerte la mano del ajeno para darle más valor y también confort para que pudiera decir lo que quisiera, asi como lo había hecho hacía unos momentos mientras también le dedicaba una sonrisa cálida y amable en lo que escuchaba al minotauro expresarle su gratitud a la mayor quien no tardó en abrazarlo y recalcarle todo lo bueno que veía en él.
Después de aquella tierna escena su mirada se encontró con la de la peliblanca quien le sonrió de manera cálida y amable, con ese brillo que le hacía recordar a su madre cosa que de verdad le reconfortaba bastante, sin duda que la arconte tenía un lugar en su corazón así también como Blyer y otros a quienes amaba. - Descuida, ambos vamos a cuidarnos el uno a otro siempre… confío en que todo saldrá muy bien y que podremos superar cualquier problema si lo hacemos juntos…- comentó mientras abrazaba a la arconte con una sonrisa en su rostro, conteniendo un poco las lágrimas que de nuevo parecía que iban a asomarse desde sus ojos una vez más. -Por supuesto que aceptamos, comer nos vendría de maravilla después de todo lo que ha sucedido, además es una manera muy buena de celebrar..- respondió entusiasmada por la idea de ir por algo de comida junto a Blyer y Lumina. -No esta ocupado, así que ahora podremos ir a comer y luego irá a descansar como se debe…- comentó con una sonrisa mirando al pelicastaño que seguramente a esas alturas ya sentía que las amenazas sutiles venían de ambas mujeres, aunque claro, solo era muestra de cuanto se preocupaban por su salud; asi fue como los tres se dispusieron a salir del coliseo y dirigirse a algún local donde pudieran alimentarse bien.
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Blyer Bloodthorn
Los Grises
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Post by Blyer Bloodthorn on Apr 29, 2018 23:37:11 GMT
¿Que hubiera hecho sin Lumina? Tal parece que las estrellas habían marcado un destino iluminando con su luz los pies del Minotauro para encontrarse con esa mujer de blancos cabellos, para que esta lo guiará por el camino que lo llevaría a la felicidad que sentía en ese instante; sin ella no estaría con Tsuyume; sin ella… No estaría vivo, ni disfrutando de la vida como tal. Recordaba el día uno en que se había encontrado con la Arconte en la Ciudadela; el cómo la había ayudado con sus cosas, y desde ahí… Parecía que un Dios había amarrado un hilo en el meñique de ambos para que sus destinos de una u otra forma se conectarán: Ella siendo su Madre, y él su hijo. Ante sus palabras, una sonrisa orgullosa se formó en los labios del minotauro mientras su mano tanteaba un poco la de la Sirena, sintiendo la calidez de esta, con su mirada fija en la mujer de ojos dorados.- Mater… .-Murmuró con una sonrisa sincera, nostalgia, casi queriendo derramar más lágrimas de la felicidad, pero no queria, solo queria sonreir y demostrar su alegría en tan precioso momento. Sus ojos se cerraron disfrutando de los sonidos del alrededor: Los gladiadores hablando, el sonido del vapor de varias zonas del coliseo, y sobretodo… Su madre hablando cara a cara con quien ahora era su pareja; con quien quería estar el resto de sus días de vida, en paz y demostrando lo mucho que la quería.
- Así es, cuidare a Tsuyume siempre, ¡Puedes contar con eso, Mater Lumina!.- Exclamó decidido a protegerla por siempre, pues realmente la quería. Estaba apunto de responder a las palabras de su madre, pero entonces, ella y Tsuyume dejaron escapar un tono de voz que le generó una gota de sudor intensa que le recorrió desde la nuca hasta el final de la espalda baja. Trago saliva mientras alternaba la vista en ambas.- A-ah… ¡Claro, no tengo nada que hacer, vamos a comer! Hahahah… .-Dijo rascándose la cabeza de manera nerviosa y notoria, dejando escapar un pesado suspiro <<Tendré que venir más tarde por mi hacha... >> Pensó desviando su mirada a la entrada del coliseo, y luego al frente a verlas a ellas.- Creo que hay un restaurante en la zona residencial de Draconia, podríamos ir ahí, ¿Qué les parece? .- Preguntó con una sonrisa, esperando la respuesta de ambas mujeres.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Jun 1, 2018 6:01:40 GMT
La mujer sintió una calidez única en su pecho, orgullo de ver y escuchar esa escena tan íntima, tan pequeña, cálida y amorosa, podía ver la sinceridad y nostalgia en los ojos de Blyer, sonrió aún más, se veían tan unidos, y tal y como había dicho la sirena frente a ella, lo lograrían juntos, como una pareja, no pudo evitar pensar en su marido, llevo una mano a su pecho mirándolos enternecida, cerró los ojos un momento para luego dejar soltar el aire que se encontraba dentro de su cuerpo. El plan quedo hecho, irían a comer algo por fin, Lumina volteo a ver a su alrededor, como si buscase algo, había olvidado algo que iba a hacer, pero podía volver después, se encogió de hombros ordenando su mochila. Una risa nerviosa del gladiador y una propuesta fue todo lo que basto, la mujer de cabellos blancos como la nieve asintió suavemente mientras comenzaba a caminar hacia la salida por la cual se habían prácticamente colado para entrar mientras se ubicaba al lado de la feliz pareja –Espero que sea un buen lugar, tengo bastante hambre, tanto que creo que podría comer más que tu Blyer –Comento antes de soltar una risa sincera, estaba realmente feliz con aquella situación
Pero había algo que no abandonaba su mente, algo que debía pensar cuidadosamente, ella se aseguraría que de Tsuyume no volviera a sufrir por causa de aquellos hombres crueles y los protegería a ambos con su vida, estaría más atenta en los viajes a los rumores y las palabras de la gente a su alrededor, si en algún momento se atravesaba en su camino la más mínima posibilidad de llevarlo ante la justicia lo haría, costara lo que le costara, pero no podía obligar a Tsuyume a recordar – Puede que hoy acepte tu reto para beber – comento con una sonrisa aun mayor, buscando desviar su mente de la situación –Pero después no te quejes si pierdes, no debes juzgarme, estoy segura de que puedo beber más que tú en un corto tiempo – Desafío acelerando un poco el paso para llegar por fin a la salida de aquel lugar, desabrochando un solo botón de su chaqueta en busca de un confort ante el calor de la zona, seguramente terminaría bronceándose, o eso esperaba, siempre había tenido dudas sobre variaciones de color en su piel
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