Omega Arxom
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Post by Omega Arxom on Jan 14, 2018 2:01:44 GMT
El ojo del bosque, un lugar perfecto para quitarle la vida a alguien sin que haya espectadores. Esa era la misión de Omega. Un grupo de gente de dinero tuvo una tragedia con un arcano llamado Clover. Destruyó un bar en el que esta gente tenía grandes inversiones que ahora serían imposibles de recuperar. Es aquí donde entra el trabajo de Omega. Se le pidió la cabeza del arcano Clover a cambio de una generosa cantidad de dinero, lo cual Omega no pudo resistir, pues trabajo es trabajo.
Después de algunas semanas de investigación, Omega logro saber la ubicación de su objetivo. Cerca del bosque de los susurros, el lugar perfecto para no dejar huella de lo que pasó, para así evitarse posibles problemas.
Después de seguir por un rato al Arcano, logro darse cuenta que este por alguna extraña razón para Omega, se dirigía directo al ojo del bosque, lugar donde no se escucha ni el sonido del viento. Que suerte para Omega, sería un trabajo fácil...
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Post by Clover Hatmora on Jan 14, 2018 2:18:41 GMT
El tiempo pasaba demasiado lento, y sin nada que hacer, parecía que en cualquier momento Clover se arrancaría la piel del rostro de tan frustrado que estaba. Había sido un día sumamente aburrido, sin encargos pendientes, ni alguna pelea improvisada, se vio obligado a esperar que el sol se escondiera en el horizonte en completa paz con los demás. Inconscientemente sus pies lo llevaron de vuelta al bosque de los susurros, un lugar sumamente lúgubre al que Clover podía llegar a llamar hogar en algún futuro, pues era tan oscuro, tenebroso y libre de arcanos indeseados que era justo el lugar perfecto para el Shapeshifter en cuestión.
Con el rostro descubierto y su cabello arcoíris al aire debido a que se creía completamente solo, caminaba en completo silencio y a un paso lento por un largo sendero imaginario que el mismo se había trazado en la cabeza. Con una manzana a medio morder en su mano derecha y una pequeña lámpara en la izquierda, si seguía caminando a ese ritmo, llegaría hasta un árbol hueco donde podría por fin descansar, el trayecto era de unos considerables 40 minutos, para su suerte, Clover no tenía mucha prisa.
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Omega Arxom
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Post by Omega Arxom on Jan 14, 2018 2:26:51 GMT
Omega al ver que su presa se iba adentrando al bosque, subió a un árbol para seguirlo hasta el lugar más recóndito del bosque, aprovechando su habilidad racial que le permitía ser tan sigiloso que podría pasar desapercibido.
Una vez llegados a un punto en el que nadie puediera escuchar lo que estaría por ocurrir. De su bolsa bajo su capa sacó un par de boleadoras, esas herramientas de cazería que son tres pelotas con cuerdas que se unen al centro. Y con gran astúcia las lanzó apuntando a las piernas y brazos de Clover para que éste quedara atado y fuera un blanco más fácil de asesinar.
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Post by Clover Hatmora on Jan 14, 2018 2:38:49 GMT
El camino parecía ser demasiado tranquilo para su gusto. De fondo, se podían escuchar un par de grillos, la brisa nocturna golpeando los árboles del lugar y una que otra ave al acecho. Le dio una mordida a su manzana y escucho algo sumamente raro a sus espaldas. Sin tiempo para voltear o siquiera reaccionar, sus piernas se vieron envueltas de pronto y, debido a que no ceso su andar en ningún momento, termino cayendo al suelo pesadamente.
Aquella manzana terminó rodando por el piso hasta perderse por algún lugar, y la lámpara cayó de pie justo a un lado suyo. Completamente extrañado y algo molesto, dio media vuelta y se incorporó solo un poco hasta quedar sentado. Observó sus pies rodeados por un par de sogas extrañas y bufo molesto -¿Qué diablos?- maldijo en voz alta, buscando con la mirada al responsable de aquella mala jugada.
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Post by Omega Arxom on Jan 14, 2018 2:44:15 GMT
Omega al ver a su presa caer no dudó en lanzarse hacia él. Viendo que estába sentado aprovechó para llegarle por la espalda mientras sacaba una pequeña daga. Tomándolo de la cabeza y poniendo la daga por donde se encontraba el cuello de clover le dijo:
-Parece que tus días de causar problemas se acabaron, ¿No señor Clover?-
Después de ésto, recargó la punta de la daga en el cuello de la victima a la cual tenía atrapada.
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Post by Clover Hatmora on Jan 14, 2018 3:03:47 GMT
Por pura inercia, los brazos del arcano viajaron hasta tocar las piernas de su atacante, presionando ligeramente. Viéndose atrapado, Clover simplemente sonrió y soltando una pequeña risa desde el fondo de su garganta, suspiro –Supongo que sí, es una lástima- si bien su cuerpo decayó un poco, seguía manteniendo aquella sonrisa sínica en su rostro. De un momento a otro, apretó fuerte las piernas del contrario, convirtiendo sus dedos en largas agujas que se incrustaron en la carne del chico.
Sin esperar la reacción contraria, su cuerpo se encogió y comenzó a deformarse, hasta tomar la forma de un ratón que salió corriendo a unos cuantos metros del lugar. Una vez estuvo libre, poco a poco regresó a su forma verdadera, plantándose cara a cara contra su oponente con una enorme sonrisa –Espero que hayas disfrutado tu vida- dicho eso, volvió a transformar sus manos en agujas y se puso en guardia.
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Post by Omega Arxom on Jan 14, 2018 3:18:12 GMT
Las heridas hechas por las agujas empezaron a sanar rápidamente gracias a su sangre lupina. -Vas a necesitar algo mejor que eso si planeas enfrentarme, ¿Sabes?- Dijo con una sonrísa burlona. -Veo que las boleadoras no fueron tan eficaces como esperaba, ¿Pero qué te parece ésto?-
En un rápido movimiento trató de saltar hacia un árbol mientras lanza unas dagas tratando de clavarlas en los pies de Clover y así incapacitarlo.
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Post by Clover Hatmora on Jan 14, 2018 3:31:34 GMT
Con la mirada fija en el chico, sin siquiera pestañear, dio un par de pasos atrás en cuanto vio aquellas dagas, salvando sus pies pero no uno de sus brazos con el cual se cubrió. Aquella daga se clavó muy profundamente en su piel, la sangre comenzó a brotar y Clover soltó un jadeo. En un acto sumamente enfermo de su parte, estallo en risas mientras tomaba el mango de aquella daga y la extraía de su cuerpo, dejando caer varias gotas de sangre al suelo.
Lamio la hoja del arma, degustando su propia sangre con suma propiedad y, una vez estuvo completamente limpia, la lanzo de regreso al chico. Bien, las cosas se habían puesto serias, corrió a toda velocidad hacia donde el contrario había saltado, con uno de sus brazos convertido completamente en una larga y afilada hoja de hacha, movía su mano con cierta urgencia, cortando todo lo que hubiese en su camino con mucha facilidad.
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