Jundel Fenrir
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La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on Jan 26, 2018 1:44:59 GMT
Jundel yacía en su cama, en silencio total con aquellas ojeras que simplemente le hacían ver enfermo, era frustrante que Lizzy, Wolfeimer y Shinaja´e se le acercaran cada momento a ver su estado de salud, se sentía bien o al menos eso pensaba pero su mente se nublaba con la figura de todas sus pesadillas, estaba algo cansado, quería hablar con alguien y ya había molestado demasiado a Zeth Y Noitye con sus asuntos, no sabía a quién recurrir por consejo en realidad creyendo que yacía solo…completamente solo, así fue como se levantó de la cama y observo con detalle la habitación donde se encontraban alojados en la posada, la mayoría tenia habitación propia, lo cual era curioso pero no importaba demasiado, le agradaba la privacidad sin embargo en estos momentos se sentía muy vulnerable, se levantó de la cama y camino fuera de su alcoba, por el largo pasillo, notando una figura fémina al final del largo camino hasta el balcón que yacía cercano a las escaleras del comedor, Jundel miro fijamente a la mujer notando quien era al instante, era Diana la beta de la manada.
—…Buenas noches. —
Dijo algo serio acercándose a ella a una distancia prudente, ya había tenido roces con la beta negativos y prefería no tener más que afectaran su relación de amistad o al menos eso creía, que tenían una amistad, miro como la mujer estaba aún algo preocupada por lo que había pasado en las montañas, no la culpaba en realidad, casi perdía al amor de su vida y padre de sus hijos.
— ¿Cómo se encuentra Fauce del Norte? Señorita Diana…. —
Dijo mientras miraba hacia otra parte con seriedad, quería expresarse, pero primero tenía que arreglar varias cosas con ella, quizá el destino los coloco en ese lugar, para aclarar todo lo que había ocurrido entre ambos, desde su pérdida de memoria hasta ahora.
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Diana
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Post by Diana on Jan 27, 2018 16:07:31 GMT
La noche era cobijo para sus pensamientos. Se permitió un momento de silencio y quietud, abandonando la habitación en donde se hallaba con Fauce y los cachorros; no tardaría. Aún los ecos de la voz del errante y su imagen la visitaban cuando los párpados pesaban por el cansancio y era difícil conciliar el sueño con eso vigilándole, como si fuese un recordatorio constante de lo que había ocurrido aquella noche. No podía olvidarlo; la advertencia la seguía como un comando, un impulso detrás de la nuca. ¿Debía hacer algo? Aún no comprendía lo que todo eso había significado pero esperaba pronto resolverlo, pronto llegar a un momento en donde hubiese paz en su vida.
Escuchó los pasos de Jundel desde antes que se acercara a ella pero esperó a que este estuviera lo suficientemente cerca y le hablara para reparar en su presencia. Estaba con los brazos puestos sobre el balcón, apoyando el peso de su cuerpo en el barandal, fue cuando miró al muchacho que se levantó lentamente para encararlo. Lo notó preocupado y aunque no dudaba que se tratara sobre lo mismo que atormentaba su propia cabeza, sospechaba que era sobre algo más. -Buenas noches Jundel. Fauce está mejor, estable, ya no hay nada que temer- sonrió intentando convencerse de sus propias palabras. No estaba segura si realmente había verdad en ellas, pero quería pensar que sí. -¿Pasa algo?- preguntó, apoyando uno de sus brazos contra el barandal para poder mirar de frente al lobo. Podía verse en el rostro de la loba una suspicacia que casi parecía querer atravesar la fachada del muchacho. No sabía los detalles ni información respecto a lo que aquejaba sus pensamientos pero podía leer en su rostro esa preocupación y también... podía oler el miedo.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Jan 28, 2018 19:07:45 GMT
El hombre se sentía verdaderamente miserable internamente pero por mas que tratará de disimular la con una sonrisa falsa Diana supo que era una fechada, Jundel era como un libro abierto para la morena,suspiro pesado y se recargo en el marco de la puerta, para ver a la mujer con seriedad.
-Me reconforta saber de su recuperación...y...yo estoy algo...cansado pero no consigo dormir...todo lo que esta pasando es....demasiado difícil de procesar....y...-
Pauso, el simple recuerdo de las criaturas en sus sueños lo hizo temblar un poco bajando la mirada al suelo recordando en medio de todo a la entidad que vieron en las nieves ¿acaso estaban conectados? Jundel alzó la vista y como un halo de esperanza por respuestas pregunto.
-Diana...¿Black Stag se manifiesta en nuestros sueños?...¿usted sabe si han criaturas malignas que sean hechas de....ceniza?...-
Dijo mirando a la mujer apretando ligeramente sus manos en busca de respuestas que quiza ella no portaba, pero el miedo era intenso, un vikingo...con temor, era agobiante.
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Diana
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Post by Diana on Jan 28, 2018 21:41:00 GMT
El muchacho habló y fue entonces que comprendió del por qué de su visible molestia. Diana sólo suspiro, de momento, no teniendo respuestas para darle a Jundel. -Poco se sabe sobre Black Stag- acotó con seriedad no permitiendo que sus propias angustias se reflejaran en su rostro; finalmente eran suyas y suyas nada más. En ese instante un miembro de su manada la buscaba para servir de apoyo o sólo para dejar caer sus penas en la confianza de sus oídos, debía entonces hacer lo propio a un lado y atender las preocupaciones que en ese momento manifestaba Jundel. -No estoy segura que el errante posea esa capacidad... pero es de esperarse que lo veas en sueños después de aquella noche. Respecto a las criaturas de ceniza...- se enderezó, alejándose del barandal para cruzarse de brazos. -Son reales. ¿Por qué lo preguntas?- esperaba que el chico no hubiera pasado por el trago tan amargo de toparse con alguno de esos seres... Eran... diferentes.
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Post by Jundel Fenrir on Jan 29, 2018 4:51:07 GMT
Lo noto, ella noto su pesar, sus dudas y dolor en ese momento logro escuchar las palabras que en el fondo no quería creer aunque lo sabía...aunque sólo fueran sueños ya eran una realidad para Jundel, los seres de ceniza que asolaban su mente eran reales, Jundel saco de sus pantalones un morral muy pequeño y se acercó a Diana tomando su mano.
-Disculpa.-
Dijo por el atrevimiento de tomar su mano y extenderla, abriendo la pequeñez de saco y dejando salir un polvo grisáceo y extrañamente suave...ceniza... en ese instante Jundel respiraba agitado como si hubiese corrido sin descanso largas distancias, la mano que sostenía la de Diana estaba temblando del temor.
-Desde hace mucho...eh estado...aunque suene a locura eh estado teniendo constantes pesadillas con un ser que cambia de forma...,cada noche una y otra vez sin descanso...al principio esto era algo distinto...estaba lejos de mi y no sentía temor el tiempo pasaba...se fue acercando a mi...mas y mas mientras yo trataba de escapar...-
Pauso unos segundos mirando la ceniza en la mano de la morena con nervios, recordando la deforme cara de tan espeluznante criatura que le había dañado la mente quiza continuando.
-Una noche...la noche antes de ir a las montañas...estando en el bosque de las hadas...dormia junto a la manada pero....soñe a esta criatura otra vez, estaba encerrado en una habitación...este ser quizo entrar a como de lugar y...lo logro, rompió la puerta y me tomo entre sus garras susurrando y chillando cosas que no comprendo hasta ahora...el dolor fue tan real...que...pareciera que me marcó, desperté aterrado y una vez mas tenia ceniza sobre el cuerpo...me levanté asustado y nervioso mas aparte me ardia la zona de la espalda, como si me pusieran una daga al rojo vivo y cuando me revise tenia esto...-
Jundel se giró mostrando como una extraña mano estaba marcada en su espalda pero apemas era una cicatriz a punto de borrarse, nadie lo había notado por su cabello y procuraba no mostrarlo a nadie, pero sentía con Diana una extrema confianza como con Zeth y decidió abrirse con ella.
-No podía decirle a nadie, tenia miedo y duda de que dirían, pero cada nohe que soñaba con esa cosa...despertaba cubierto de ceniza...por eso pregunto... si Black Stag pudo ser el causante...de esto...si queria decirme algo o advertirme de lo de Fauce para ayudarte a buscarlo...eh sido desde que llegue a la manada el peor miembro...no tengo perdón pero quiero enmendarlo...quiero hacer las cosas bien Diana por que eres importante para mi como Fauce...como todos....pero no se que hacer...-
Expresaba hacia la beta con la mirada llena de miedo y arrepentimiento, si biem no era el mejor miembro sabia que podia hacer mas por los que le habían dado un hogar y una familia que proteger.
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Diana
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Post by Diana on Jan 30, 2018 23:11:58 GMT
Lo que tenía en las manos era algo casi maldito, así lo percibía. Había visto alguna vez a los seres de ceniza y sabía lo que eran capaces de lograr. Miró a Jundel ahora con los ojos llenos de disgusto y una pizca de temor, sin embargo, esperó a que el muchacho terminara de contarle lo que había estado aconteciendo en su vida por las noches desde hace ya tantos meses. Estaba incrédula, sin embargo, al ver la marca en la espalda del chico comenzó a creer. Suspiró con pesadez, cerrando los ojos para buscar una respuesta en su interior. Suavemente dejó caer la mano con la que resguardaba la ceniza al grado que poco a poco el polvo fue abandonando su piel. -Haces bien en decirme esto... pero debiste haberlo hecho antes- al decir esto último, sus ojos se abrieron, clavándose con cierta severidad sobre los del lobo. Sin embargo, era inútil regañarlo, no había tiempo como para algo así, no era lo más importante puesto que ahora tenía información que podría tal vez esclarecer ciertos misterios.
Se sacudió las manos suavemente para quitarse lo que sobraba de aquellas cenizas que de sólo sentirlas en su cuerpo le causaba repulsión. Aunque creía que lo que el chico acababa de compartirle tendría su propósito en algún momento, en ese instante sólo expandía la duda en su interior y hacía que se generaran más preguntas que no tenía idea de cómo resolver. -Jundel, no hay manera de saber si los seres de ceniza actúan en sincronía con Black Stag- prosiguió con un aire de ligera frustración en su voz. -No cargues culpas por algo que desconoces... lo que ocurrió con Fauce es difícil precisar si tiene una conexión con lo que has vivido, pero es necesario preguntar; ¿tienes alguna idea del por qué te acecha la oscuridad?-. Lo observaba atenta, era cierto que Jundel llevaba consigo una cola de problemas que terminaba por afectar a toda la manada; pero le notaba extraño desde hace ya tiempo y lo había atribuido a las secuelas de su repentina amnesia, pero ahora... dudaba si aquello tuviera una conexión o no. No creía que fuese una coincidencia la manifestación de Black Stag a lo que el chico decía, por supuesto, pero intuía que era algo más grande que Fauce. Separaba las cosas y por más que su mundo girara por el amor que tan profundamente sentía por el alfa de la manada, sabía que existía algo más grande que ese hombre a quien tanto adoraba.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Feb 1, 2018 16:23:42 GMT
Sintió la mirada severa con la que Beta lo estaba observando, como dagas a su conciencia por no haber haberlo notificado antes sin embargo ya era un poco tarde para solucionar eso por ahora…inhalo profundamente asintiendo a lo que Diana expresaba, la duda lo carcomía por dentro de forma lenta pues aquellos acontecimientos comenzaron hacía tiempo y lo peor era que no estaba seguro de que era exactamente lo que lo causaba haciéndole sentir indefenso.
—No sé cómo esto comenzó exactamente…solo…desde que perdí la memoria, un vacío se abrió en mi mente…dejando entrar todos mis temores. Sin embargo…—
Ceso su habla intentando cavilar intensamente que le había ocurrido desde que iniciaron estas terroríficas pesadillas, fue su primer desmayo donde había reñido con Wild Fango y Ondine en la tabla arcana pero además había sentido una voz proveniente de ningún lugar en específico, una voz que en su momento no lograba reconocer del todo, Diana había expresado que quizá esas criaturas desnaturalizadas creadas de ceniza no estaban unidas en absoluto con Black Stag, pero tampoco era algo imposible, las palabras de diana mostraban frustración y miedo ¿ella sentía miedo? Se quedó quieto en silencio una vez más notando como la ceniza de las manos de la morena se disipaban con el viento de la noche.
—Pero si no están ligados a Black Stag ¿entonces por qué estarían sobre mis sueños?...lo peor es que no desean hablar conmigo o mostrarme cosas no…solo me atacan como…como si fuesen enviadas a destruirme…—
Se puso la mano en la frente sintiendo un extraño mareo, la vista se le nublo unos largos segundos pero sacudió la cabeza buscando claridad a sus pensamientos tan confusos e inestables, así fue como miro a Diana serio como si hubiese encontrado una posible respuesta pronunciando un nombre.
—Barleem…—
Pronuncio con duda en si el habría sido causante de esas pesadillas, tenía que contárselo a Diana y no podía acallarlo más, aquello que solo le había confiado a Noitye y confesado a Zeth que se preocupaba por su salud, ahora la licántropo que se preocupaba por su amado e hijos merecía saberlo y quizá así, se absolvería de lo que ocurrió aquella noche.
—Cuando…cuando habitábamos en el bosque de las hadas, pocos días antes de irnos me desperté sobresaltado por lo que había ocurrido en la tabla arcana, recuerdo que me habían atacado verbalmente Wild Fang y otros más por haberlos olvidado, no había pasado mucho desde mi accidente, así que estaba muy desorbitado, camine por los amplios bosques arrepentido de las cosas que dije y me sentía culpable por perder la memoria, aun cuando no había sido con esa intención…—
Suspiro pesado al solo recordar el cómo sus más cercanos amigos lo habían hecho a un lado cuando más los necesito, no importaba más…nada de eso era importante ahora por más que doliera.
—Pero esa noche esa voz se volvió a presentar ante mí, guiándome junto a muchas luciérnagas…como si fuese un espíritu que deseaba ayudarme, en el manantial del unicornio…sabía que no debía estar lejos de la manada, menos cuando Fauce nos llamó la atención a Noitye y a mí por habernos ido y lo que me había ocurrido, pero quería despejar mis pensamientos…por lo que me aleje solo un poco…entonces una figura esbelta e inocente se me presento, sentí un escalofrió en mi cuerpo y…fui un idiota, tenía un bebe en sus manos y me pidió ayuda…a cambio de que esas pesadillas desaparecerían…por unos días me ayudo…no tuve sueños nunca más o eso pensaba. Pero las pesadillas se volvieron más atroces conforme el tiempo en las nieves, era desesperante…fue cuando desperté con la marca que me di cuenta que…aun no terminaba mi promesa a esa madre e hijo, conseguir cabello de un inocente…tuve que viajar a sus espaldas en busca del cabello…cuando lo obtuve…lo lleve a Barleem y su hijo o creo que Barleem era el nombre del bebe no estoy seguro…fue cuando…cuando lo alimento y…no…no recuerdo que paso después de eso…sin embargo las pesadillas no han cesado, no eh podido dormir, me siento enfermo cada noche que trato de descansar….y…no sé qué hare, eh leído un poco respecto a esas criaturas de ceniza pero jamás eh visto una en persona…¿tú sabes más sobre ellas?...—
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Diana
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Post by Diana on Feb 1, 2018 19:25:05 GMT
Podía ver la lucha dentro del muchacho, de intentar comprender lo que le ocurría. De momento, le causó gracia la ingenuidad de Jundel, de pensarse tan importante que estuviera siendo la víctima de un ataque directo y totalmente deliberado en contra suya. Si ni siquiera lo pensaba de Fauce, ¿por qué de él? Insistía en que debía de haber una conexión, pero Diana no creía que la hubiera... al menos no de forma tan directa. Volvió a suspirar, frustrada por no poder hacer mucho por ayudarle; estaban a merced de fuerzas que estaban fuera de su alcance y entendimiento. De momento no quedaba más que ir con la corriente hasta encontrar una respuesta. Se cruzó de brazos, siendo testigo de la manifestación física de la angustia en el lobo quien mencionó un nombre; uno que había resonado vagamente en su consciencia y que batalló siquiera para recordar de dónde provenía. Sin embargo, escuchó pacientemente al relato del chico hasta que terminó.
En su rostro podía vérsele la confusión. Su historia era enredada y lo atribuía a la mente tan cansada del muchacho. Arrugó la nariz y el ceño, no porque no creyera lo que acaba de escuchar pero porque parecían haber piezas incompletas, dejadas al aire de lo que le acababan de decir. -Jundel, no hay información registrada sobre los seres de ceniza o al menos, no que yo sepa sobre ello. Lo poco que sé es por lo que he visto-. Mantuvo su distancia del muchacho mientras ella misma volvía a sus recuerdos. Ella y Fauce habían tenido un sueño parecido al que Jundel contaba cuando se habían asentado en el manantial. Había sido extraño, sin embargo, nada referente a ello se había manifestado ante ellos después de eso. Tal vez el error del lobo había sido seguir en pos de ello. -Por lo que dices, puedo intuir que diste entrada y bienvenida a un ser que estuvo tentando tu curiosidad... Tus pesadillas pueden ser las consecuencias de tus actos; de tentar a la oscuridad- entrecerró los ojos mirándole con cierto recelo. No es que no estuviera preocupada por él, pero una vez más, parecía que el chico se separaba de la manada y traía nada más que problemas. No veía el descuido del muchacho como una consecuencia de lo ocurrido con Fauce; a pesar de todo, sentía que los eventos eran independientes y todo era una lamentable consecuencia.
Volvió a suspirar, llevándose una de sus manos a la frente. Bajó la mirada al suelo tratando de poner en orden sus pensamientos. Suficiente era con todos los acontecimientos políticos en Mirovia además de lo de Fauce, pero ahora... esto. No encontraba una solución que de momento pudiera aliviar el mal trecho del chico porque aquello eran terrenos desconocidos para la loba. -Debería expulsarte Jundel... por involucrar a gente inocente en tus deambulaciones-. Alzó la mirada para clavarse con la de él. -¿Cabello de un inocente? ¿Para qué?- sentía desconfianza por ello, todo ese asunto sonaba a magia negra... nada bueno podría provenir de tomar algo físico de otro ser; eran energías con las que no debió atreverse a jugar. No quería ni pensar qué haría Fauce si se enterara... No... que no se enterara. Con su condición física deseaba mantenerlo lejano a cualquier disgusto que pudiera hacer fallar su corazón. En ese momento, su pecho se llenó de coraje y de miedo. Ahora no sólo veía por el bien de toda una manada, sino que Fauce y los cachorros tenían su lugar único y especial en su corazón.
Estaba consciente de que el chico tal vez no tenía ni idea de lo que todo aquello pudo representar en su momento. En un impulso de egoísmo se dejó llevar en un camino que eventualmente lo llevaría a dejar de tener aquellos sueños. Comprendía el agobio de sentirse perseguida en pesadillas pero, ¿valía la pena adentrarse a algo desconocido? No, tal vez no.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Feb 6, 2018 2:11:55 GMT
No sabía que pensar o decir a quien siempre considero la voz de la sabiduría y la razón de la manasa y...su amiga cercana pero ahora la notaba diferente, distante, sus palabras eran como dagas al corazón del muchacho que no habia elegido su destino, solo sus sienes con frustración, cansancio y un sentimiento de remordimiento por abrirse bajando su mirada pero algo lo hizo reaccionar..."Tentar a la oscuridad" no eran sus intenciones, desconoce absolutamente todo respecto a la magia y jamas seria alguien que supiese manejar algo similar o incluso límites.
-...Diana yo no tenia ni idea de lo que pasaba...solo acudí a un grito de auxilio a una familia que lo necesitaba...habria hecho lo mismo por ti...fui ingenuo y ahora pago por esto...?!?!-
Detuvo su respuesta abruptamente ante lo que Diana había expresado..."-Debería expulsarte de la manada Jundel...por involucrar a gente inocente en tus deambulaciones-" nunca unas palabras le habían dolido tanto, trato en sexo y volteó el rostro, estaba furioso pero no con ella, consigo mismo en realidad y le dolía pensar en alejarse de la familia que tenia.
-En verdad quería arreglar mi lugar en la manada, quiero mejorar y me eh mantenido obedeciendo fielmente a sus normas...aun estando en desacuerdo, mi opinión nunca es escuchada...pero acepto tus palabras...te tuve esta confianza por que se que siempre tienes una respuesta para todo, eres el apoyo, pero debes reconocer que no soy el imán de problemas de antes...si deseas echarme hazlo, me duele si tengo que hacerlo, por que es lo que menos quiero...-
Si, su voz se quebraba a la idea de quedarse solo, de no estar con los que habia llegado a las tierras y más aún cuando se abrió a Diana, era doloroso demasiado doloroso pero inhalo profundamente tragando sus sentimientos una vez más.
-El cabello me dijo que lo deseaba para alimentar a su bebé...no lo asumi de manera negativa...solo que su hijo tenia hambre...y yo de idiota confíe y lo hice...-
Dijo para ver las estrellas ya habia terminado, lo mejor quiza era enfrentarse a esto solo.
-Disculpa por molestarte...¿qué deseas hacer conmigo ahora?...-
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Diana
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Post by Diana on Feb 6, 2018 7:18:55 GMT
Cada palabra confirmaba más la ingenuidad del lobo. Un gruñido se escuchó desde la boca de su garganta mientras retorcía el gesto dejando ver por un breve instante sus colmillos. -Tomar algo del cuerpo de un extraño; alguien inocente... ¿no era eso suficiente para saber que se trataba de algo inapropiado?- sometía el coraje porque aunque tuviera toda la disposición de expulsar al muchacho, era imperativo que diera al fondo de aquél asunto. Se dio la vuelta, dándole la espalda para apoyar ambas manos sobre el barandal del balcón. Por un instante deseaba aislarse de la presencia de Jundel que tanto estaba frustrándole. No tenía paciencia para algo así, no después de todo lo que había ocurrido. Ya no era la misma persona de antes... Las amenazas se encontraban a la vuelta de todo callejón; entre los matorrales y las sombras de la noche. Sus hijos y el ser permitida de amar la hacían aún más aguerrida y territorial, eso sin contar que, con asuntos de la manada, ponía al resto por encima de ella misma.
-¿No eres el imán de problemas de antes? Entonces dime... ¿qué es todo esto que estás contándome si no es otro problema más?- no lo miró directamente, fue apenas por encima de su hombro para dirigirle una fugaz pero feroz mirada. Volvió de nueva cuenta a observar hacia el frente, privándose del rostro perturbado del muchacho. -¿Qué clase de engendro se alimenta de cabello?- aquello lo dijo más para sí misma que para Jundel, pero aún así, no concebía cómo había podido ser tan tonto. Golpeó el barandal con una de sus manos, antes de darse la vuelta para darle nuevamente frente. -No haré nada contigo pero toma esto como una advertencia, Jundel-. Ya había estado molesta con él en el pasado; no era la primera vez que su inocencia lo había llevado a traer problemas a la privacidad de sus oídos... pero esto... esto no tenía precedente alguno. -No quiero que Fauce se entere de esto; de ninguna manera- al decir esto, tensó la mandíbula, asegurándose de clavarle bien los ojos encima. -No quiero que tientes su salud con esta preocupación; si algo como esto vuelve a suceder, antes de que tu ingenuidad te lleve a cometer actos impulsados por tu ignorancia, acude conmigo-.
Suspiró, resignándose a que esto sería algo más que sólo se sumaría a su lista de preocupaciones. No tenía otra opción. -No tengo la respuesta para este problema; nosotros no nos metemos con la magia negra pero sabemos cuándo corremos riesgo de ser víctimas de ella; ya va siendo hora de que te valgas de tu instinto y dejes de compadecerte de todo aquello que creas frágil. Dime; ¿hay algo más que deba saber?- se cruzó de brazos frente a él, tomando una postura autoritaria. Cada vez más comenzaba a convencerse de las palabras de Fauce; su suavidad era demasiada. En estos momentos en los que él se hallaba tan vulnerable y débil, debía de ser más como él.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Feb 17, 2018 1:29:15 GMT
Las palabras aunque crueles eran totalmente ciertas, debía dejar de compadecerse de los demás que se vean débiles o frágiles, no podía siempre contar con el apoyo de los demás para solucionar sus propio problemas, suspiro un poco mientras sentía que Diana estaba demasiado tensa y él había llegado con un problema más para cargar, se sentía estúpido por haber mencionado aquellos problemas que ahora podrían tener una repercusión con la manada.
—Si bien en el pasado eh sido el imán de problemas como mencionas y no pienso negarlo, pero tanto eh hecho cosas buenas como malas…eh ayudado a la manada más de una vez y creo que estas enterada de ello, eso no me absuelve de mis errores y voy a limpiar estos mismos lo prometo…—
Dijo mientras se soba la nuca dándose cuenta que esto iba más allá de su conocimiento escuchando ligeramente a la loba que expresaba su duda con un tono de molestia.
—No estoy seguro, hay muchas razas que desconocemos Diana, supuse mal que debía ser una criatura mágica diferente a un licántropo o alguna raza que se alimenta de comidas comunes…—
Expreso con duda en sus palabras, no lo había visto hasta ahora, que todo era demasiado extraño para ser verdad, ojala todo esto fuera un sueño pero el licántropo simplemente no podía escapar de la verdad, así que tenía que afrontarlo, tenía que buscar la manera de superar esto, de no ser así tendría que abandonar la manada, escucho la preocupación de Diana por la salud de Fauce del Norte y no la culpaba, Fauce estaba demasiado delicado como para tenerle un problema más.
—Discúlpame, debes tener demasiado encima y…no soy de ayuda en estos momentos, entiendo que te preocupes por Fauce y los demás, en caso de que me suceda algo o pase algo, serás la primera en saberlo…—
Dijo para ver directamente a los ojos a la mujer, no había duda ni temor en sus palabras, quería mejorar para proteger a los demás y eso era una promesa que no rompería jamás.
—Si…respecto a lo que se avecina, la luna roja…en ese tiempo donde los de la manada estarán sumidos en los instintos, quiero ofrecerme para…apoyar en lo que pueda, pues estoy cuidando de Roma y…si necesitan tu o Fauce ayuda por favor dímelo…—
Dijo esperando que la loba no lo tomara a mal, no quería que las cosas quedaran así entre ellos a causa de su inconsciencia e inexperiencia, pensaba que podría ayudar en verdad.
OOC: perdona la demora, me eh estado encontrando en muchos problemas para escribir, me voy a esforzar mucho mas!
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Diana
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Post by Diana on Feb 26, 2018 21:54:43 GMT
Las palabras de Jundel eran sólo promesas; no podría comprobar su compromiso realmente hasta ver un cambio en su conducta y decisiones. Se mantuvo callada, sin poco más que agregar. Estaba cansada y ahora agobiada. Pero debía mantenerse tan fría como fuese posible. Entre tanta discordia, no podía dejarse caer por angustias y problemas... de nada servía. -Espero así sea- respondió en un tono seco.
No es que careciera de empatía por el lobo, simplemente que estaba cansada de que los problemas la siguieran a cada paso que daba. Cosa que sucediera en la manada, caía al tacto de sus manos, lo quisiera o no. Había prometido ser responsable de ellos cuando fuera requerido y ahora más que nunca, sentía que no debía dejarse caer a inseguridades. Dejó escapar un suspiro... por mucho, podía ver las intenciones del chico, sus buenas intenciones. -Agradezco el ofrecimiento; de ser así, te lo diré pero prefiero que te ocupes a mantener a raya el asunto en el que te has metido-. Hablaba menos severa que antes mas no del todo suave; aún se hallaba desconcertada y molesta por la situación. Debía encontrar una alternativa y mantenerse atenta ante cualquier cosa extraña que viera o sintiera.
Jundel no estaba dándole más información; deseaba saber más pero parecía ser que no tenía nada que agregar a su confesión. De cualquier forma, Diana, por sus propios medios investigaría al respecto. Deseaba saber si la aparición del ser ante el lobo era mera coincidencia o un ataque pasivo hacia la manada. En todos los años de formar parte, había visto ir y venir a cientos de aliados pero también de enemigos... no sería sorpresa que todo esto fuera con el afán de causar discordia entre los miembros.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Mar 20, 2018 2:42:41 GMT
—Hare lo posible por…al menos averiguar el porqué de todo esto, en verdad no sé qué ocurre exactamente Diana, lo cierto es que no deseo que ustedes ni nadie salga herido por mis errores…—
Su voz bajo levemente de tono, no deseaba en absoluto causar discordia entre los que más afecto tenia, más que nada respeto, inclino la cabeza levemente agradeciendo a la Beta de la manada, suspiro un poco y deseando reducir la tensión entre ambos arcanos miro a la fémina de piel tostada con algo de curiosidad ¿era curiosidad? Expresando con timidez.
—Diana…puedo…preguntarte... ¿cómo se siente?...—
Titubeo unos momentos mientras se acomodaba a una distancia prudente de la castaña sin intensiones de incomodarla o hacerla enfadar, quería dejar aclaradas sus dudas, sus intrigas fuera de lo que venían siendo las cosas que le aquejaban, bostezo levemente y miro aquellos ojos profundos de quien ha sufrido demasiado.
— ¿Cómo se siente…haber traído vida a este mundo?...me refiero a… ¿Cómo se siente tener algo que es enteramente tuyo? El fruto de la unión tuya con Fauce del Norte, si no te…importa quiero conocer el cómo se siente…algo…algo me hace sentir que…que esa sensación la conozco pero…no la recuerdo…no sé si me comprenda—
Se sonrojo ligeramente ante la idea de imaginarse con una cría en sus brazos, recordó cuando vio por primera vez aunque fue de lejos aquella tan tierna imagen de Diana y Fauce con las crías, aunque Fauce del Norte parecía que algo lo molestaba, no lo culpaba pues todos los problemas de la manada más los de la disolución de las cortes, la toma del poder de Lysander, en realidad no se había percatado de todo lo que cargaban sobre sus hombros Fauce y Diana, abrió los ojos como platos al darse cuenta de todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor y el enfrascándose en su miseria, que estúpido había sido…debía hacer algo o al menos evitar ser una carga más para los líderes que apenas podían con los problemas que habían para ser el uno más.
—En verdad lo lamento tanto, lamento ser una carga para usted y Fauce, no deseo seguir siendo quien arrastre los problemas consigo…—
Trago saliva un poco mientras esperaba la respuesta a sus preguntas respecto a la nueva vida, quería conocer aquella sensación por más extraño que pareciera.
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Diana
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Post by Diana on Mar 20, 2018 3:29:28 GMT
La pregunta le vino de sorpresa; de momento su ceño se frunció, confundida por el repentino cambio de tema. Era tan compleja la manera en que el chico manejaba sus conversaciones, divagando de un tema a otro; aún no lograba acostumbrarse a pesar de los años. Se llevó la mano a la frente, dejando escapar un suspiro. No era de exasperación, era de tener que liberarse de todo aquél enojo ante la pregunta que parecía causar una duda fuerte en la mente del chico. -Da un propósito- respondió alzando la mirada -Pero también es una responsabilidad que pesa sobre los hombros-. Le dio la espalda, recargándose sobre el barandal, apoyando las manos sobre la madera mientras observaba la Ciudadela dormitando a aquellas horas de la noche.
No podía sentirse más orgullosa por sus hijos pero al mismo tiempo, sentía un inmenso temor acunándose en su vientre. El momento de su llegada coincidía con sucesos que ponían en riesgo la integridad de su desarrollo y eso le preocupaba a la loba. -Es diferente, difícil de describir... apenas vivirlo para comprenderlo- dijo en voz baja, casi en un modo automático mientras perdía la mirada entre los edificios que adornaban el panorama. -Tu vida deja de ser tuya- confesó.
Las disculpas de Jundel eran ya un eco que venía escuchando desde hace ya varios años. No las consideraba falsas, conocía el corazón del muchacho y sabía que realmente lo sentía, pero, ¿era suficiente? Tenía en sus manos el poder de mantener la integridad de una manada; sentía esa responsabilidad latir más conforme pasaban más tiempo entre la duda y ahora con mayor intensidad al saber que Fauce estaba en una cuerda que lo ponía en un estado tan vulnerable. Era imposible dividirse en tantos pedazos... Debía apoyarse con los más sabios... los más viejos. Volvió a suspirar. Bajó la cabeza por un instante, mostrando la fatiga sobre sus hombros. Se privó de lo que le rodeaba al cerrar los ojos, por un momento aislándose para pensar mejor. Tal vez... tal vez había sido muy suave, tal vez su caracter había hecho que todo esto ocurriera. Debía ser más firme, más autoritaria. No había lugar para manifestar vulnerabilidad frente al resto puesto que todo confirmaba que lo que necesitaban era disciplina y alguien en quién apoyarse, además de Fauce. Por mucho tiempo la dualidad de la disciplina y la compasión habían hecho de la manada una funcional y entera, pero ahora... sólo veía los problemas que surgían y uno a uno se clavaban en su pecho como fieles recordatorios de la fragilidad de sus miembros.
Se dio la vuelta, encarando al chico. Una vez más con ese aspecto cohibido y sumiso. -Sé que no son malintencionados tus asuntos, Jundel- contestó firme. -Pero recuerda que lo que ocurra contigo le afecta a toda la manada; no lo olvides- al decir esto último clavo la mirada sobre la de él. Era un recordatorio, sí, pero también una advertencia.
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Jundel Fenrir
La Resistencia
La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on Apr 11, 2018 5:09:09 GMT
Podía notarlo, podía percibir el enfado y la enorme carga sobre los hombros de la fémina y las preocupaciones sobre aquellos a los cuales les había dejado a un lado por culpa de su egoísmo, lo era…era un completo egoísta al anteponer su situación primero que la manada, en estos momentos no eran solamente Fauce, Diana, Jundel y Wild Fang, ya había toda una manada a quienes cuidar y proteger…a quienes demostrarles que ellos eran los pilares de esperanza de los arcanos y miembros, Jundel debía madurar y permitir que la licántropo no tuviese más peso sobre sus hombros, trago saliva un momento pensando las palabras adecuadas pero...después de tantas ocasiones en las que su forma tan burda de analizar las cosas, las acciones sin pensar…¿Qué tanto podía hacer para demostrar lo contrario a lo que estaban viviendo? Jundel solo era un problema para esos momentos tan importante.
—Un propósito…—
Repitió en voz sumamente baja, casi para sí mismo pero…al alzar la mirada pudo notar como su mirada y la contraria se cruzaron escuchando como la hembra tenia además de una gran responsabilidad como beta, tenía a sus bebes que debía cuidar y proteger, él tenía que aportar más a la manada antes de cualquier cosa, suspiro pesado mientras Diana le daba la espalda perdiendo su mirada en la oscuridad de la noche en la ciudadela, solo las linternas de los guardias que viajaban desde la entrado norte a la sur incluyendo los encargados de los arcos de entrada, Jundel miraba todo a su alrededor y lo comprendió.
“—Tu vida deja de ser tuya. —“
Esas palabras resonaron en su mente mientras observaba el manto de la noche, cerro sus ojos unos instantes para dejar ir aquellos pesares o penumbras que lo ataban a algo que quizá no estaba bajo su control, desde hacía tiempo no se sentía tan…en paz, abrió los ojos azules, encarando el cuerpo tan cansado de alguien a quien consideraba una amistad.
—Los hijos sustituyen todo lo que alguna vez fuiste…—
Comento cuando Diana había expresado que uno deja de vivir por sí mismo al tener hijos, duermes por ellos, velas por ellos, cazas para alimentarlos y eres su apoyo, ser padre o madre es como convertirte en un guerrero o salvador, el propósito de la manada era el mismo que el de los padres a sus hijos, recordó la pequeña criatura en brazos de Diana, aquel cachorro con cabellos castaños y piel pálida, su corazón palpito deprisa sin razón, pero solo se relajó…ahora sabía que era en realidad lo que significaba proteger y ser el pilar de Mirovia o al menos se había dado una idea y todo comenzaba a tener cierto sentido.
—No lo había considerado así…es algo que…te asusta pero a su vez da un verdadero propósito, ahora comprendo en parte lo que estas sintiendo ahora…en verdad estaba ciego…quiero poder apoyar a todos, sin embargo siempre me pregunte el cómo...—
Aquello lo expreso para sí mismo, quizá pareciera que divago por unos instantes, se quedó pensando en las mil y un razones de lo que había tanto vivido el con lo que estaba ocurriendo.
A su mente llego la situación en la que Diana tuvo que pasar en las montañas, la soledad y el miedo de perder al padre de sus hijos, la pequeña o más bien la más mínima idea de haber tenido que quedarse sola con la responsabilidad de la manada sobre sus hombros, luego el traspié de Wolfeimer ante lo que había expresado hacía tiempo en la manada, Velfast sabía de los pequeños y sabía que Diana estaba asustada por no decir aterrada con eso, cuantas cosas estaba pasando su amiga y no se había detenido siquiera a pensarlo, realmente era un idiota…considerando el hecho de que la criatura llamada Black Stag tenía algo entre manos.
Tardo unos minutos en mirarle cuando deposito sus palabras ante él; Firme ante todo a lo que alguna vez había expresado, dejo que cada palabra se grabaran en su mente y alma, no podía quedarse así nada más y sabía que muy seguramente tendría que enfrentarse a sus demonios para superar todas las adversidades y dejar de ser solo una amenaza o carga, más que nada carga para Diana pero ¿Qué debía hacer? ¿Cómo podía comenzar? Aquellas preguntas resonaban en su cabeza intentando buscar una respuesta aparente, la respuesta a algo que quizá no existía pero ¿Cómo no existiría? Cuando el heraldo de la muerte se presentó ante sus propios ojos, ante toda la manada de la tormenta aullante, debía apoyar a Diana, no arrastrarla o darle más peso.
—Voy a hacer todo y más por demostrarte, con hechos que esto mejorara…le pediré ayuda a los más viejos de ser necesario, no seré quien te haga tener más peso sobre tus hombros Diana…—
Expreso para asentir a la loba a su advertencia, aceptando que estaba al borde de ser echado de la manada, demostraría que él será apoyo y no traspiés, haría todo lo necesario y más, quizá…tendría que recurrir a su más cercano amigo y consejero, Raymond.
—Si me permites, iré a descansar…te hare saber lo que descubra de lo que ocurre, además quiero que me permitas apoyarte en las responsabilidades de la manada…no voy a decepcionarte no más…también lo que necesites…yo…así como tú me has escuchado yo… Quiero estar así para ti…—
Dijo para suspirar ante lo último, en realidad sabía que Diana no aceptaría un acercamiento así o más bien creía de esa forma esperando a la respuesta de Diana para regresar a sus aposentos esperando esa noche poder tener algo de descanso por fin.
OOC: Disculpa la demora en verdad me esta siendo complicado responder rápido, después de este podemos terminarlo lo siento.
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