Post by Fiona Brennan on Jan 30, 2018 3:50:59 GMT
Luego de un cansador viaje de varios días sus pies al fin tocaban suelo draconiano. Fiona podía sentir el calor cubriendo su cuerpo, como advirtiéndole que aquel no era sitio para alguien como ella. De todos modos, aventurera y testaruda, la sirena había acudido a aquel sitio solo para poder retratar en su "cuaderno de descubrimientos" algo que estuvo buscando hace mucho tiempo: Un dragón. Aquello la había impulsado a adentrarse a una playa ardiente con rocas fundidas, vapor y mucho agua hirviendo que elevaba increíblemente la temperatura del sitio. A pesar de los peligros que sentía su cuerpo siguió avanzando, esquivando tranquilamente las columnas de vapor y el burbujeante líquido que iba encontrándose por allí, pero más tarde que temprano se dió cuenta que sus pasos se habían vuelto muy erráticos. Se había perdido de nuevo.
La joven de cabello negro giró su cabeza en todas direcciones, pero el vapor impedía ver sus huellas y todo lo que podía identificar eran rocas fundidas. Estaba envuelta en aquel manto semi transparente y húmedo cuando notó con preocupación que su cuerpo comenzó a adormecerse y a tambalearse a la vez que su temperatura corporal incrementaba. Esquivando las columnas de vapor que surgían de las fisuras del suelo consiguió encontrar una roca de un metro y medio la cual decidió escalar con mucho esfuerzo. Cuando se sentó en ella para descansar sintió que su cabeza giraba sin parar y su piel se tornaba rojiza. Definitivamente no estaba en la mejor situación, ya que si no salía de allí sería...
"Pescado al vapor", pensó mordiéndose su labio inferior. En aquel momentó se regañó por no prestar atención a su al rededor y ser tan torpe, pero eso no serviría de mucho ya que lentamente el vapor la cubrió.
La joven de cabello negro giró su cabeza en todas direcciones, pero el vapor impedía ver sus huellas y todo lo que podía identificar eran rocas fundidas. Estaba envuelta en aquel manto semi transparente y húmedo cuando notó con preocupación que su cuerpo comenzó a adormecerse y a tambalearse a la vez que su temperatura corporal incrementaba. Esquivando las columnas de vapor que surgían de las fisuras del suelo consiguió encontrar una roca de un metro y medio la cual decidió escalar con mucho esfuerzo. Cuando se sentó en ella para descansar sintió que su cabeza giraba sin parar y su piel se tornaba rojiza. Definitivamente no estaba en la mejor situación, ya que si no salía de allí sería...
"Pescado al vapor", pensó mordiéndose su labio inferior. En aquel momentó se regañó por no prestar atención a su al rededor y ser tan torpe, pero eso no serviría de mucho ya que lentamente el vapor la cubrió.