Lumina
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Post by Lumina on Mar 2, 2018 6:43:03 GMT
¿Qué era lo que realmente estaba haciendo allí? Impulsos, malditos impulsos, llevo su pálida mano a frotar el puente de su nariz antes de apretarlo, tenía tantos sentimientos, pensamientos que iban y venían, ideas sin inicio ni fin, cruzo lentamente las piernas sentada en aquella banca, había buscado un lugar tranquilo donde meditar su decisión, miro su mano, había cerrado un trato del que comenzaba a dudar, había estado demasiados días encerrada en aquella habitación luego de lo sucedido en ese bar, sabía que aquella mujer no había tenido una mala intención pero su canto solo empeoro su condición, apenas había logrado llegar a su hogar antes de derrumbarse nuevamente, dos días sin dormir, dos días sin comer, siendo atormentada por los recuerdos, por la impotencia, por su propia debilidad, los recuerdos vividos no la habían dejado en paz por aquellas largas horas; En cuanto tuvo energía suficiente decidió salir, por aire fresco más que por alimento, seguía sin apetito, llevo una de sus manos a su frente antes de dejar caer su cabeza hacia atrás, aquella banca era bastante baja para ella, o ella era demasiado alta, detalles insignificantes
-¿Por qué?...- se cuestionó en tono suave mirando las nubes que cubrían la ciudadela, sus ojeras y aquel tono apagado en su aspecto evidenciaban el ánimo del ángel, recordaba la alegría de la muchacha en aquel puesto, recordaba el ofrecimiento y como su primer instinto fue rechazarlo, por miedo… pero no pudo, ahora debía esperar al destinado encuentro, estaba sinceramente preocupada, sabía que su apariencia no era la mejor, su aura incluso no era la de siempre “¿Y si… la muerte…?” comenzaba a cuestionarse, recordaba el apodo que los humanos le habían otorgado en el combate “El ángel de la muerte” ¿Y si lo decían no solo por su forma de asesinar? ¿Y si ella realmente atraía la muerte? ¿Estaría maldita? Recordó por momentos a la mujer con las cartas, Giselle, ahora se cuestionaba si hubiera sido bueno dejarla leer su futuro, quitarse esa duda de su mente, cerrar todas las heridas ¿Cuánto más tendría que llorar? ¿Cuánto más se odiaría a si misma? ¿Cuánto más aquel dolor le recorrería? Quería vomitar
Volteo hacia su mochila antes de enderezarse y abrirla para mirar dentro, deseaba dar algún obsequio a su nuevo amigo, la ansiedad crecía, no tenía nada, ni siquiera sabía cómo se veía para darle algún retrato, podría buscar algo en el mercado pero algo le pedía se quedara en aquel lugar; suspiro pesadamente, peinando su cabello y reacomodando aquella tiara dorada, pellizco con fuerza sus mejillas buscando algo de color, estaban frías a causa de aquella tarde, deseaba un té, esperaba que a su amigo le gustase él te, o las galletas - ¿Cómo será?...- se cuestionó, si no estuviera tan sumida en ese luto aquella actividad la tendría emocionada, esperaba poder mejorar su ánimo en lo que restaba de la jornada, se sentiría realmente culpable por no hacer feliz a su amigo, respiro profundo varias veces, buscando la fuerza para sonreír, lo había logrado cientos de veces, quitar sus sentimientos, esta vez también lo lograría, solo debía meditar, debía concentrarse en eso, en diversión, en calidez, en colores bonitos
, en sus pequeños, en su felicidad
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keyko joy
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Post by keyko joy on Mar 9, 2018 6:19:28 GMT
Apenas recordaba la última vez que pudo dormir en una cama, en su cama. Meses después de cambiarse de domicilio luego de que su anterior apartamento y todo el edificio en si fuera presa del fuego que ocasionó un alma impulsiva guiada por la tentación del saco de polvora que la kitsune guardaba en su habitación y que una desafortunada noche había desaparecido. Esa noche cobró la vida de por lo menos 20 arcanos inocentes y el culpable nunca fue encontrado.
Las sabanas que la cubrían pronto cayeron al suelo cuando ella despertó y se estiró.
-Buenos días señor Sol! -Primera desilusión al correr las cortinas. Estaba tan nublado que en cualquier momento podría llover- Pero se supone que hoy tenías que brillar! -Le reclamó a la bola de fuego tras las nubes, agitando el puño, cosa que todos los vecinos pudieron escuchar; pero ya estaban acostumbrados a los desvaríos mañaneros de Keyko que en cierta forma le daban color a la calle.
Indispuesta a que las nubes le amargaran la celebración, se acomodó el cabello con su confiable pañoleta, se ensartó sus altas botas rojas que le llegaban más arriba de los muslos y se ató un cinturón amarillo por encima de su falda del mismo color.
Al salir a la calle recibió varios saludos que le levantaron todavía más los ánimos. Estaba preparada para asegurar que este día fuera inolvidable para su nuevo amigo.
-Pero como será... -Se quedó pensando mientras andaba de un lado al otro de la calle- Será un él? una ella? un El/Ella? -Se preguntó ligeramente angustiada, pero nuevamente negándose a perder los ánimos sacudió la cabeza y adoptó uan posición decidida antes de recobrar la sonrisa y encaminarse a su encuentro dando saltitos mientras andaba.
Desde lo lejos contempló una banca donde un alma pura se lamentaba en silencio, con un rostro que reflejaba su pena y un cansancio agotador.
Despacio, la pelirroja se acercó desde atrás, con las manos por su espalda tratando de no ser percibida.
-A Alguien se le perdió el sol? -Preguntó buscando con la vista desde su lugar hasta que con gran ánimo bajó la mirada hacia Lumina- Creo que eres tu! -Y con una enorme sonrisa extendió su mano para presentarse- Mi nombre es Keyko Joy y seré tu mejor amiga por el día de hoy! -Declaró moviendo sus 9 colas de arriba hacia abajo.
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Lumina
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Post by Lumina on Mar 11, 2018 7:05:22 GMT
Tan sumida estaba en su búsqueda y conflicto que no fue consiente de la presencia de la pelirroja hasta que esta estuvo a su lado-…¿El sol?- murmuro cuando aquella voz alta le hizo salir de sus pensamientos obligándola a voltear, abrió sus ojos con sorpresa y todo el color que había ganado con su violento apretón había desaparecido, su visión borrosa, su conciencia torturada y cansada deformo la imagen de la kitsune por segundos, era el mismo tono de cabello, su estatura, esa energía… Estuvo a punto de pronunciar aquel nombre cuando la voz de la muchacha le cayó como balde de agua fría, los potentes ojos de la muchacha conectaron con los vacíos del ángel, oscurecidos ante la pena, aquella pupila normalmente blanca ahora era visible, gris; sintió una punzada en su pecho escuchando a la muchacha, porque si sabía perfectamente que los muertos no volvían ¿Seguía teniendo aquellas visiones? Se sobresaltó un poco cuando la mano se estiro hacia ella, le tomo un par de segundos reaccionar, procesar lo que había visto, de todos los fantasmas que podían aparecer… ¿Por qué especialmente ella? Estiro su fría mano hasta tomar la de la joven en un gesto suave mientras cambiaba su gesto por una sonrisa cansada pero no menos amistosa –Es un placer Keyko, mi nombre es Lumina – Se presentó acomodándose en la banca para voltear a verla correctamente –Deberás disculparme, me has tomado por sorpresa y no estoy muy bien de salud, no deseo que pienses que me has desagradado- Aclaro con un tono melodioso aun manteniendo su sonrisa, analizando el rostro de su nueva amiga durante unos instantes, Keyko… Estaba segura de que había escuchado eso antes, sabía que significaba, pero no estaba segura de acertar, un movimiento detrás de la muchacha guio su mirada
-Son unas lindas colas… Debes ser un kitsune ¿No es así? – Pregunto de forma curiosa al ver las colas moverse detrás de la joven, meditando lo dicho unos momentos – Eso significa “bendición” ¿Verdad? Es un lindo nombre- Halago de forma sincera para enseguida retirar su mochila y levantarse, Keyko se veía como una chica bastante enérgica y estaba segura de que no tendría interés en quedarse quita sentada en una banca con el frio que hacía “Tu tampoco deberías” Se regañó, solo cuando la dama se levantó quedo en evidencia su curiosa altura - ¿Qué te parece si caminamos mientras hablamos? Así podríamos ver algo que hacer durante el día- Sentencio acomodándose la enorme mochila y seguidamente acomodando su ropa, se veía bastante delgada, aunque la mujer no sentía el frio, o quizás si lo sentía y no le daba importancia - ¿Te gusta él te? - asalto con su pregunta acercándose hasta ponerse junto a Keyko
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keyko joy
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Post by keyko joy on Mar 13, 2018 3:33:58 GMT
Desagradar era una palabra extraña y muy ajena al vocabulario al cual la pelirroja estaba acostumbrada, en sus acciones y en su cabeza no existía la culpa o la pena en alguno de los actos que había cometido, aún cuando estos hubieran ocasionado grandes incendios que por pura suerte no se cobraron victimas, solo bienes y la cólera colectiva pero temporal de algunos arcanos que después fueron compensados por la ciudadela. Y como advertencia a su comportamiento, de vez en cuando se podía ver el cartel de búsqueda con una jugosa recompensa para quien trajera a la Kitsune, con vida desde luego.
-Así es, soy una Kitsune -Afirmó riendo.
A primera vista recibió el halago con gusto, sin saber si el movimiento de sus colas o su mismo nombre significaban algún tipo de bendición.
-Pero la verdad no lo sé, siempre he tenido ese nombre -Dijo sonriendo con las manos descansando tras su nuca- Aunque nunca supe quien me lo puso, lo tengo desde siempre -Aquello no parecía molestarle ni tampoco reventaba su burbuja de encanto. Los vientos que asolaban a la ciudadela parecían traer consigo presagios turbios, pues era poco común recibirlos en esa época del año.
Los planes improvisados se movieron a dar un paseo, cosa que le sentaba bien a la Kitsune cuyas largas colas continuaban moviendose y peinando el suelo a medida que caminaba con sus botas.
-Prefiero el café, pero el doctor me dijo que es peligroso para los demás si llego a tomar demasiado -Comentó tras echar otra risilla.
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Lumina
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Post by Lumina on Mar 15, 2018 22:51:23 GMT
La mujer decidió no comentar más sobre su nombre o su origen, a pesar de que la joven no se viera molesta por el tema sentía que no era alguien para comentarlo, no de momento al menos, la miro alzando una ceja luego de escuchar su comentario sobre el café, seguía sintiendo que la había visto, que había escuchado su nombre antes – Tienes mucha energía ¿no? –Se rio ligeramente al imaginarla, de seguro se vería como una mancha roja corriendo por toda la ciudadela –Sabes…tu rostro se me hace conocido ¿Realmente no te eh visto antes? - Le pregunto con confusión mientras se encaminaban hacia el mercado, el ángel se sentía más relajado, a gusto en compañía de la kitsune, y su caminar suave ¿Qué tantas otras personas estarían en las mismas condiciones?
-Bueno… Ya que no puedes beber café, podríamos ver otra cosa que comer- Ofreció en tono amable, suave, taciturno – Hay muchas cosas que comer en el mercado, podría ser algo de carne, alguna sopa, vegetales, papas, zanahorias, dulces, pastel, azúcar, miel o incluso alcohol- comenzó a enumerar en un susurro, era más un pensamiento en voz alta que otra cosa, se avergonzó un poco de aquello – Tienes edad para beber ¿no? Podríamos quizás ir a comer algo a una taberna, hace mucho que no bebo algo y últimamente la idea de probar algunos tragos famosos no me vendría mal –confeso en un suspiro mientras se frotaba la mejilla, sintiéndolas frías y pensando unos momentos más mientras disfrutaba la caminata –Aunque si no tienes hambre podríamos quizás pasear por la ciudadela…- Propuso nuevamente, antes de caer en cuenta de algo importante –Que descortés, estoy hablando mucho, ni siquiera te eh preguntado si deseabas hacer algo…- Se disculpó sintiendo sus mejillas sombrearse un poco con aquel tono rosáceo -¿Qué te gusta hacer? Yo normalmente viajo y escribo un diario, dibujo bastante- Le comento con una sonrisa amable
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Post by keyko joy on Mar 24, 2018 3:49:36 GMT
Los vientos no iban a perturbar su relajado paseo, incluso le daban cierta atmósfera rustica a las calles donde algunos arcanos paseaban sin apuro ni preocupación, felices de llevar una vida tranquila en la ciudadela. Aun así, había unos que otros que todavía seguían discutiendo asuntos de política, y una calle más alejada un grupo se había dividido sobre sus ideales en los invictos y otros sobre sus libertades en la resistencia.
-Pues tampoco necesito dormir mucho -Y su reloj interno siempre marchaba a toda velocidad. Mientras paseaban, la Arconte pareció encontrar algo familiar en el rostro de Keyko, de lo contrario no intentaría recordarla, pero a decir verdad, incluso la Kitsune trataba de rememorar alguna vez que se hubieran encontrado- Pues quizás en la fiesta de cumpleaños de la soberana Aesther, o en el festival de cortejo o tal vez en los carteles de recompensa regados por la ciudadela -Y justo acababan de pasar algunos cuantos que ofrecían hasta 3000 mirvos por su captura- O... quizás nos conocimos en una vida pasada! -Exclamó con emoción juntando sus manos con encanto, casi que hasta sus pupilas parecieron reflejar estrellas.
En vista de que es lo que harían esa tarde, Lumina enlistó varios alimentos que se podían conseguir fácilmente en los restaurantes, mercados y tabernas de la ciudadela, cuestionando así la edad de Keyko quien nuevamente lo encontró divertido.
-De verdad te parece que tengo 18 años? -Inquirió con una risa burlesca a la par que movía las colas- Tengo 100 años, hace mucho que soy mayor de edad -Justo acababan de pasar por una taberna. Pero el alcohol no era atractivo a esa hora del día específicamente- Creo que se me antoja la comida china -Dijo al ver a lo lejos un puesto ambulante que ofrecía varios platillos- Anda yo invito!.
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Post by Lumina on Apr 2, 2018 7:41:01 GMT
Así que de allí era donde la había visto, se rio muy bajo, estaba segura de que tenía uno de esos carteles guardado luego de haberlo encontrado en el suelo, era algo curioso, ya debía tirarlo de todas formas, debía hacer una limpieza en general de aquel pequeño lugar donde vivía; Le agradaba la compañía de la kitsune, su energía la hacía sentir menos cansada de lo que realmente estaba, se rio al escucharla hablar de su edad mientras la joven acompañaba sus palabras con gestos acorde a su voz –Supongo que para mí todos son bastante jóvenes… Eso, o solo tengo una mala costumbre- Inquirió riendo un poco mas – quizás podrías hacer chistes sobre mi cabello, aunque supongo que cuando realmente me ponga de una edad aun mayor se volverá oscuro… Pero es una teoría – Le comento con una sonrisa suave, un ánimo sincero, se alegraba ahora de haber tomado la decisión de haber participado, pero no debía acelerarse, era una buena primera impresión, y su energía era contagiosa, mas Lumina no deseaba precipitarse esta vez, aun dentro de ella ese temor hacia su mala suerte le ardía como el hierro sobre la piel
Escucho la invitación y luego miro el puesto de comida con una duda clara en su rostro, si debía confesar, nunca se había atrevido a probar aquella comida, no había hecho realmente muchas cosas de ese tipo, miro a Keyko y luego al puesto en repetidas veces hasta soltar un suspiro –Nunca eh comido ese tipo de comida…- Confeso con cierta pena –Supongo que por hoy podría probar –Contesto antes de que la kitsune le regañara o algo semejante, comenzó a caminar hacia el puesto -¿Crees que tengan tomates? –Inquirió con el ceño ligeramente fruncido –Es que no me gustan…Realmente no me gustan- Dijo antes de fruncir el ceño por completo –Saben realmente mal… Pero a Rhonan le fascinaban… -Murmuro esta vez con nostalgia, no podía explicar de a donde había venido aquel comentario que le había dado una ola de nostalgia, esperaba que Keyko no hubiera escuchado, sabía que por el hechizo se llevaría excelente con la muchacha, por lo mismo no deseaba abrumarla con aquellos demonios, aquellas tristezas
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keyko joy
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Post by keyko joy on Apr 21, 2018 20:47:44 GMT
Camino al puesto de comida china, saber que Lumina jamás había probado aquella delicia culinaria reflejó horror en el rostro de la pelirroja que no tardó en tomar de la mano a la arconte y jalonearla corriendo hasta llegar a donde escapaba el aromatico humo de las especias, jengibre y verduras cocidas.
-Tienes mucha suerte! en la cocina china ni siquiera se usan los tomates! -Repuso deteniéndose frente al puesto como si sus pies se hubieran pegado al piso- Un Siew Yhok con salsa picante, un tazón de Dim sun Mixto, un Chow mein y un plato de barbas de dragón -Indicó alegremente apuntando cada selección del menú que deseaba ordenar. El vendedor asintió y comenzó a servir los platillos uno tras otro- Tranquila, ninguno de estos tiene tomate -Aseguró con su pulgar alzado- Pero quizás sea algo picante ¿Los chiles serán como tomates de alto nivel? -Se preguntó tomando el primer platillo con los bocaditos de Dim sun que llevó a su boca con los palillos, unos deliciosos manjares rellenos de carne y verduras que apenas al morderlos hicieron que las 9 colas de la Kitsune se estirasen con deleite.
-Esta buenisimo!!! Tienes que probarlo!
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Post by Lumina on Apr 27, 2018 5:46:51 GMT
Lumina no estaba tan segura, no tenía problemas en probar cosas nuevas pero a su ritmo, vivía tan sumida en su rutina que no estaba segura ahora de como continuar en más de un sentido, se sorprendió inevitablemente al ver el rostro de verdadero horror en la mujer, se asustó, pensando que la había ofendido en alguna forma, abrió la boca para disculparse más lo único que salió de ella fue un sonido de sorpresa, ligera queja ante el jalón para comenzar a correr, no se lo esperaba, ya con ese acto podía imaginar la clase de personalidad que tenía la kitsune, enérgica, explosiva, tan…viva. Sonrió con ligereza, era un ánimo contagioso, agradable; No tardaron demasiado en llegar, deteniéndose de golpe, a la pobre arconte le costó un poco más detener la carrera, arrastrando los pies de forma más torpe por el cansancio acumulado en su cuerpo
El olor de la comida hizo gruñir su estómago, su apetito había aparecido en el peor de los momentos, se cubrió el mismo sintiendo su pálido rostro enrojecer de la vergüenza, esperando que entre el ruido de la ciudadela y la voz de su acompañante aquel fuerte sonido no destacase, no entendía nada de lo que había pedido la kitsune, bueno, lo último sí, pero la miro extrañada ¿Por qué habrían de comer cabello de un dragón? Pobre ser, cuanto debió sufrir para que sus barbas fueran cosechadas –Pero…eso no – No logró formular la pregunta cuando una nueva salió de la energética muchacha –No Keyko, son dos cosas diferentes, el tomate es más dulce y muy jugoso y los chiles son bueno...picantes, pequeños, secos –Explico de forma simple la alta mujer, eran sin duda una pareja curiosa, tanto por sus vestimentas como por los colores que las caracterizaban, dejo escapar una sonrisa nostálgica –A Rhonan le encantaban los picantes – murmuro, mirando aquella fruta en el puesto, recordando el rostro rojo de su marido luego de comérselos completos, sufriendo, haciéndola reír, aquel arconte era capaz de hacer cualquier tontería con tal de escuchar su vergonzosa risa
Miro el plato, no quería negar esa invitación, y su estómago seguramente se devoraría a si mismo si no hacía algo para remediarlo, tomo el plato, suspirando, oliendo un poco el bocado antes de llevárselo por fin a la boca, saboreándolo, degustándolo de forma lenta; Sintió como su estómago se desesperaba por el alimento, hacía tiempo no comía alto tan delicioso –¡Esto está realmente exquisito! – Exclamo feliz, llevándose un enorme bocado para comérselo, feliz, masticando con la boca llena, las mejillas infladas de tanta comida, no quería ser grosera, ni siquiera estaba pensando, solo estaba disfrutando tanto de aquella comida… un sabor ligeramente nostálgico, estaba feliz de comer algo así
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Post by keyko joy on May 10, 2018 2:04:25 GMT
Uno a uno los platillos fueron devorados entre las dos, complaciendo tanto a sus paladares como al cocinero que les pasaba cada tazón. Los palillos de porcelana y las cucharas y tenedores se quedaron manchados con cada nueva salsa dulce, picante y nuevo caldo espeso y claro que iban saliendo. Los diversos sabores se combinaban en su lengua aflorando en un sabor único cuando el umami llenaba su boca.
-Eso es de lo mejor, me gusta venir una vez a la semana -Confesó tronando el germinado de soya con las muelas de atrás- O quizás dos o tres -Hubo una vez incluso que fue cada día de la semana y pidió cada plato del menú. Pero tuvo que pagar con lo que había ganado esa noche entreteniendo a la gente en la plaza de la ciudadela. A todos les atraían las historias que Keyko encarnaba al tocar su ukelele o su tambór, historias de enanos excavando en minas y princesas que se convertían en dragones con largas barbas, como lo que estaban comiendo. En eso la Kitsune pensó que quizás el nombre podría crear cierta controversia.
-Tranquila, se llaman barbas de dragón pero solamente son fideos -Dijo contenta de volver a disfrutar ese sabor.
Una vez satisfajo su apetito, echó un bufido satisfactorio a prueba de lo llena que estaba y se estiró con los brazos al cielo.
-Bueno ¿A donde vamos ahora? -Ella ya había propuesto una actividad, ahora le tocaba decidir a Lumina.
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Lumina
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Post by Lumina on Jun 1, 2018 8:50:54 GMT
Había superado las expectativas de la pálida mujer, se tomaba su tiempo para degustar cada plato que pasaba por sus manos, saboreándolo hasta el último segundo, incluso parecía que el ánimo de la fémina había cambiado, volviéndose más brillante, mas… viva, sonreía mientras comía relajadamente, sintiéndose extrañamente cómoda en ese ambiente a pesar de estar rodeada de personas que seguían sus vidas con calma, escucho a Keyko aclararle el nombre, lo que la hizo sentir mejor. Un bocado más grande de lo que realmente podía masticar entro a su boca, avergonzada no solo por el grotesco abuso, si no por su falta de consideración ante lo realmente picante que podía ser aquella salsa, como ya había probado los platillos anteriores se había confiado; su rostro se volvió rojo y se volteo, ocultando su rostro mientras se apresuraba lo más que podía por tragar, el ardor tan nostálgico en su lengua y garganta le daban una culposa mezcla entre lo placentero y el dolor, si no se apresuraba terminaría por ahogarse con tanto. Tuvo que golpear su pecho, respirando hondo para recuperar el aliento de aquella mala decisión, la tentación de sacar su lengua en busca de refresco era tentadora, más se contuvo, volteando a ver a la kitsune con vergüenza –Discúlpame, hace mucho no comía picante así – aclaro disculpándose y luego de unos momentos volvió a probar cosas
Fue un momento ameno, agradable, Lumina se sentía muy a gusto en compañía de Keyko, comiendo tranquilamente, casi sin mediar palabra, solo con las reacciones, las caras expresivas de la arconte al comer cada cosa nueva, hasta que finalmente todo se acabó, la mujer se sentía demasiado llena, podía estar segura que hacía años no comía tanto de una sola vez, se sobo el estómago con recogido, escuchando a su compañera exclamar del gusto antes de preguntar la siguiente actividad, era su turno de proponer algo, Lumina frunció ligeramente el señor mirándola pensativa ¿Qué podían hacer realmente? Alguna actividad que realmente le llamase la atención a la kitsune, se llevó una mano a su barbilla mientras lo meditaba hasta que una pequeña idea paso por su cabeza - ¿Sabes? Es bueno descansar luego de comer tanto, podríamos buscar un buen lugar donde descansar – propuso de forma suave, ordenando su mochila y sonriendo – Y creo que conozco el lugar perfecto para eso… Confía en mi – Sonrió con confianza ofreciéndole la mano a la chica, ya tenía una idea de a donde llevar a la muchacha, no había pasado por allí muchas veces pero recordaba donde estaba a la perfección, era un viaje corto volando por encima de los edificios – Daremos un pequeño paseo antes, si no te importa – Aclaro, esperando que la joven no se negara
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