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Post by Yoruko Nekomusume on Mar 3, 2018 4:01:38 GMT
Era uno de esos días que Yoruko solía tomarse "libre" usualmente en su forma sellada para pasear por la ciudadela y mirujear por los puestitos y tiendas, pensaba en tal vez comprarse prendas nuevas de vestir, o telas para elaborarlas ella misma, camino buen rato en el mercado y mientras mas se iba internando en la zona comercial se sentía cada vez mas perdida, algo mareada, pero no de mala manera, había un aroma que la llamaba y la envolvía, no era común ver a la gatita por esos lugares, a pesar de que solía visitar la ciudadela de vez en cuando para comprar materias primas para sus postres o algo de alimento en general nunca se había aventurado tan dentro del mercado,su olfato la había llevado a la taberna,lugar que no había visto antes, dentro se escuchaban los murmullos de gente y la música , pudo detectar el aroma que venia de dentro, era un aroma familiar, el aroma del licor de melocotón umeshu, este aroma deleito sus sentidos y la hizo sentir tibia por dentro, por lo que se decidió a reunir toda su fuerza de voluntad para atreverse a entrar a ese lugar. Justo dio un paso dentro se sintió nerviosa y miro a todos lados haciendo un reconocimiento del lugar, había todo tipo de arcanos dentro, pasando un buen rato acompañado de bebidas embriagantes y al parecer también de buena compañía, sacudio un poco su cabeza y se encamino a la barra sentándose en uno de los bancos altos, admirando la cantidad de botellas de varios colores que adornaban la pared. " Buenas noches que le sirvo?", una voz buscaba llamar su atención desde la barra - Buenas noches? ... - Es verdad ya hacia rato que había oscurecido. - Uh... Etto... Umeshu ? ... me pareció que usted lo servia ?- El cantinero sonrió con amabilidad y asintió, comentándole que recién lo había recibido de una embarcación de yamato y era raro que se le pidiesen, así como también que había importado algo de buen sake para cuando quisiera pasar de nuevo a la taberna, entregándole un pequeño vasito de cerámica con el licor. Olfateo el contenido y se sintió como en casa por un momento, parece que seria una buena noche.
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Post by Vermont Philomenss (R.I.P) on Mar 3, 2018 7:00:52 GMT
El dulce veneno de los nuevos licores llamaban a su nariz desde lejos por el bosque. Se había hecho largo el camino hasta la ciudadela, pero buenas fuentes le informaron bien, y ahora había nuevos manjares, de los pocos que podían mitigar la fatiga crónica de su cabeza tras cada aventura de recolección para su maestra. Esta vez el desafortunado fue un tritón cuyo corazón marchito imploraba clemencia innecesaria en pos de que su amada volviera a aparecer entre las olas.
Por desgracia para el demacrado, no aparecería, pues los besos de la ilusa dama que él esperaba ahora descansaban en el regazo de otro hombre, por lo cual ella nunca aparecería y lo más piadoso por hacer era cerrar esa historia sin final. Un solo tajo y la cabeza salió rodando por la arena, el cuerpo fue sepultado y las escamas recogidas con celeridad. No disfrutaba su trabajo, pero era lo mejor que podía hacer para concretar su deseo de que algún día pudiera reunirse con su hermana desaparecida.
Con las escamas en una bolsa y los restos sepultados en una tumba improvisada. Vermont se despidió con una disculpa y se encaminó hasta la taberna.
Al entrar frunció el entrecejo al ver que el local estaba más lleno que de costumbre. Se sentó a la barra y lanzó con el pulgar una moneda de oro al cantinero que ya sabía como actuar.
En menos de lo que eructaba un orco, una gran botella de sake estaba servida y Vermont procedió a beberla sin prestar atención a quienes lo rodeaban.
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Post by Yoruko Nekomusume on Mar 4, 2018 3:07:42 GMT
Se deleitaba en el dulce aroma del licor ahora que posaba la pequeña tacita de cerámica sobre sus labios, si hubiese estado en su forma fated su contento se hubiese notado claramente en el ondear de sus colas, pero en su rostro era clara la satisfacción que sentía al sentir ese aroma tan cercano a su hogar, dio un sorbo y fue como volverse a sentir a los pies de un árbol de cerezos en un cálido día de primavera, en su interior la calidez del licor la ayudaba a relajarse y no pensar mucho a su alrededor, con cada sorbo revivía un trozo de sus recuerdos, apilandose y acomodandose como piezas de un rompecabezas, estaba sumida en sus pensamientos, cuando de repente algo la saco de súbito el tintinear de una moneda de oro sobre la barra. Miro hacia a un lado suyo de la barra, notando que al joven a su lado le servían un pequeño cuenco de sake, dejandole la botella a la mano, una tradición que le pareció peculiar que conocieran en las tierras de Mirovia, se preguntaba si le habrían servido el sake tibio o frío, enfocandose mas en sus tradiciones y recuerdos sin darse cuenta de la intensidad con la que miraba al objeto, por lo que se disculpo de manera nerviosa al joven al cual ni siquiera se había dado tiempo de mirar con atención. -Uh... Perdone usted, no me había dado cuenta que estaba mirando de manera incomoda su bebida... Debió ser muy raro.. Jaja es solo que me recuerda mucho a mi hogar...-Dijo com una sonrisa volteando su rostro a ver al joven, y justo cuando sus miradas se cruzaron pudo sentir algo en su interior, como una sensación tibia y efervescente, erizandose incluso los cabellitos de los brazos, era una sensación rara, diferente a cualquier otra cosa que hubiese sentido antes y que no sabia explicar, solo le decía que se dejara llevar. ,
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Post by Vermont Philomenss (R.I.P) on Mar 4, 2018 6:18:59 GMT
El sabor del licor era tan seco y aspero como tragar una bola de agujas y forzarla a pasar aún cuando el cuerpo intentaba devolverla. Tenía que reconocer que su fanatismo por el licor a veces podía darle a probar unos cuantos que rebasaban la comprensión de su lengua.
"Y la gente paga por esto?" -Pensó mirando con disgusto el pequeño plato con el que servían la bebida según la tradición. Seguramente para evitar sentir el irritante cosquilleo bajando despacio por su garganta. Pero Vermont no deseaba obedecer los mandatos de la bebida y procedió a tomar el cuello de la botella con sus enormes manos.
En ese momento volvió a prestarle atención al mundo y escuchó las disculpas de la pequeña dama a su lado.
-Creo que lo más raro es recalcarlo para que yo lo notase -Comentó advirtiendo con su mirada las exóticas costumbres de la chica en cuestión antes de dar un enorme trago que casi deja seca la botella. Y de golpe fue presa de un mar de sensaciones muy distintas a las que alguna vez experimentó.
Una vez más volteo a contemplar a quien se sentaba tímidamente a su lado, observandolo con unos enormes ojos felinos que atrapaban su alma como un ratón sin esperanzas de huír.
-Otorgame la dicha de saber tu nombre -Dijo absorto en su deseo por conocer más a la enigmática doncella.
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Post by Yoruko Nekomusume on Mar 7, 2018 4:59:23 GMT
Por unos momentos, y mientras mantenía fija en el alto joven que estaba de pie al lado de ella se sintió inmersa en una ola de sensaciones, todo a su alrededor se nublaba y solo podía distinguir las tenues luces con las que estaba alumbrada la sala del bar, como si en ese instante todo lo demás hubiese desaparecido a su alrededor y solo quedaban ellos dos flotando en la nada. Cuando escucho su voz tembló un poco y reaccionó lo suficiente solo para sonrojarse al darse cuenta que el haberse evidenciado no fue una buena idea, era que sus costumbres estaban tan arraigadas que no podía evitar disculparse cuando sabia que su comportamiento estaba siendo inadecuado. - Uh... Disculpe... Creo que tiene razón y-yo solo lo hice mas raro..- Si hubiese estado en su forma fated sus colas estarían batiéndose como locas, era bueno entonces que estuviese en su forma sellada, al menos así parecía mantener una postura mas compuesta de en lo que en realidad estaba, aun así, de vez en cuando sus piernas temblaban un poco. Cuando preguntó por su nombre le pareció notar un pequeño cambio en su tono de voz o algo similar que le hizo pensar que no era tan intimidante como pensaba o quizá solo era su mente jugandole bromas, su corazón dio un salto y tomo valor, pasando el nudo que se formaba en su garganta en un pesado tragar, temblando su voz al principio jugando con la tacita entre sus dedos notablemente nerviosa o quizá algo más, algo la invitaba, la llamaba a acercarse mas a el. - M-Mi nombre es Yoruko, Yoruko Nekomusume- Volvió la mirada a su bebida para componerse un poco, tomando valor para poder al menos conseguir el nombre del joven que parecía haberla cautivado con tan solo su presencia. - Podria decirme el suyo ? o... Tal vez muy atrevido de mi parte preguntar ? - A pesar de su postura tímida, cada que cruzaba miradas con el no podía evitar sentir esa calidez interior.
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Post by Vermont Philomenss (R.I.P) on Mar 13, 2018 3:41:57 GMT
Casi nadie en el bar conocía o sabía de Vermont, para todos era simplemente un extraño. (Salvo para el cantinero) y los pocos que lo habían visto, sabían lo raro que era que se fijase en una mujer. Pero no para él. Vermont discriminaba sus gustos entre hombres y mujeres, sumando valor a las damas como si se tratase de joyas pero sin reflejar el interés que sentía hacia ellas, el cual era sencillamente frío. En cambio con los chicos podía ser seductor, rudo e incluso agresivo al momento de cortejarlos, para él no valían nada. Pero ahora estaba envuelto en un capullo de escalofriantes temblores que pensó serían producto del alcohol y sin embargo, no rehusaba la atracción inefable que sentía hacia la doncella la cual ahora le había dado el gusto de saber su nombre. Y mejor, ella deseaba conocer el suyo.
-Soy Vermont, Vermont Philomenss -Dijo tomando las manos de la chica entre las suyas e inclinándose para mirarla a los ojos. Todo el ruido de la taberna había sido aislado de sus oídos, junto con las carcajadas y las peleas internas del lugar. En ese momento solo podía escuchar a Yoruko y lo que saliera de sus bellos labios color malvavisco.
-Te puedo invitar un trago? -Preguntó sintiéndose un poco avergonzado, y antes de que la dama pudiera responder, le hizo una seña a Boris el cantinero para que preparase algo "Especial" para ella.
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Post by Yoruko Nekomusume on Mar 24, 2018 3:42:02 GMT
En cuanto sintió el calor de las manos de Vermont tomando las suyas soltó un pequeño suspiro, sus manos en comparación a las de el fauno se veían tan pequeñas , sentía como si todo su cuerpo sintiera una fragilidad difícil de explicar, como si su cuerpo se rindiera completamente ante el aparente encanto que el hasta ahora desconocido parecía desbordar e inundar todos sus sentidos, ya por mucho todo el ruido en el bar se había vuelto un murmullo apenas perceptible en su realidad deformada por esos tintes aromáticos que no podía descifrar, cuando en realidad llegaba la hora pico en el bar. -Un gusto conocerle Philomenss-san...? ..- Estaba muy arraigada a sus costumbres de respeto el llamar primero por el apellido a quien acababa de conocer, pero se sentía mal para ella, sentía que en ese momento la conexión con aquel hombre era mucho mayor como para mantener esa barrera entre ellos - E.. Esta bien que lo llame por su nombre de pila y lo llame Vermont?- Debía preguntar primero no quería cometer otro error. -Un trago?.. - Volteo a mirar su tacita de umeboshi el cual aun no había terminado por completo, pero antes de siquiera poder decir algo ya le había hecho la seña al cantinero, por lo que solo sonrió un poco, mirándolo a los ojos a hora que se encontraba a su altura.
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Post by Vermont Philomenss (R.I.P) on Apr 4, 2018 4:21:04 GMT
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