Post by Nadshet Eidos on Mar 3, 2018 21:39:40 GMT
El aire se sentía pesado, había un par de días que se sentía así, como si la ciudadela tuviera un aire pesado o de preocupación que provocaba que Nadshet tuviera unos humos mas densos de lo común… Mágicamente o mejor dicho casualidad, un querubín había estado en la ciudadela habiendo colocado un puesto ahí, en donde no hacía nada mas que contar su pequeña idea. Iba recopilando nombres y algunos datos para facilitar a los arcanos cuando estos se tuvieran que juntar. El muchacho no había tardado en sumarse buscando algo que pudiera hacerle compañía de charlas o de lo que saliera aquel día o noche…
Unos breves días pasaron, y por fín el dichoso encuentro se iba a dar. Estaba ansioso, nervioso y con cierta confusión de si tenía miedos o eran simplemente la emoción… aunque podía salir de la galera del Querubín cualquier arcano emparejado con él… En realidad no iba a complicarle realmente mucho su idea de “cita” ya que era algo mas tranquilo y nada llevado a algún extremo al menos que se diera. Se peinó un poco, llevando los cabellos hacia atrás o algunos de estos, se puso una ropa podría decirse casual pero a la vez formal para no perder aquel “encanto”. Nadshet pudo controlar un poco mejor sus emociones ya que, solía conocer continuamente arcanos todo el día por su taberna, era algo grato conocer a otros, no era y es el tipo más sociable de todos… pero hace su intento y le hace sentir mejor consigo mismo.
Algunas horas pasaron, y por fin llegó a donde se iban a conocer. El encuentro se daría en la ciudadela y cerca de una de las plazas principales donde había una fuente preciosa donde estaba bien cuidada y decorada como las tiendas y locales del alrededor. Dejó escapar un suspiro mientras movía su cuello de forma tal que provocaba el sonido de que sus huesos se iban acomodando. Se aclaró la garganta y dejo que sus ojos claros comenzaran a divagar por la ciudadela.
Unos breves días pasaron, y por fín el dichoso encuentro se iba a dar. Estaba ansioso, nervioso y con cierta confusión de si tenía miedos o eran simplemente la emoción… aunque podía salir de la galera del Querubín cualquier arcano emparejado con él… En realidad no iba a complicarle realmente mucho su idea de “cita” ya que era algo mas tranquilo y nada llevado a algún extremo al menos que se diera. Se peinó un poco, llevando los cabellos hacia atrás o algunos de estos, se puso una ropa podría decirse casual pero a la vez formal para no perder aquel “encanto”. Nadshet pudo controlar un poco mejor sus emociones ya que, solía conocer continuamente arcanos todo el día por su taberna, era algo grato conocer a otros, no era y es el tipo más sociable de todos… pero hace su intento y le hace sentir mejor consigo mismo.
Algunas horas pasaron, y por fin llegó a donde se iban a conocer. El encuentro se daría en la ciudadela y cerca de una de las plazas principales donde había una fuente preciosa donde estaba bien cuidada y decorada como las tiendas y locales del alrededor. Dejó escapar un suspiro mientras movía su cuello de forma tal que provocaba el sonido de que sus huesos se iban acomodando. Se aclaró la garganta y dejo que sus ojos claros comenzaran a divagar por la ciudadela.