Post by Dorja Tenzin on Mar 6, 2018 21:33:44 GMT
Nombre: Dorja Tenzin
Género: Masculino
Edad: 237 años
Raza: Rakasha
Corte: Corte del Verano
Lugar de Residencia: Shangri Lax
Ocupación: Soldado
Habilidades raciales:
-Agilidad. Esta habilidad provee a sus usuarios con una mayor capacidad de movimiento y flexibilidad. Siendo capaces de realizar acciones que otros serían incapaces de imitar. Tales como realizar acrobacias y facilidad para el contorsionismo.
-Reflejos Extraordinarios. Esto ayuda al usuario a reaccionar con velocidad a movimientos rápidos. Incluye evitar ataques y atrapar cosas que se dirigen a ellos o cerca de ellos.
-Garras de Acero. De un zarpazo, el arcano puede destrozar rocas enteras
Personalidad:
Un guerrero con suficiente experiencia en sus hombros para tener un comportamiento más centrado que sus contrapartes Rakashas más jóvenes, manteniéndose sereno en la mayoría de las situaciones que enfrenta, sin embargo, no puede escapar de su propia naturaleza al tener una paciencia relativamente corta y terminando en una explosión violenta hacia su entorno. No suele entablar conversaciones demasiado largas, pero trata de mantenerse lo más cortés y educado en cada momento (probablemente reducir el impacto intimidante de su presencia)
Historia: Poco se conoce de sus inicios, pero su simple silueta llegó a ser temida en las regiones montañosas del norte de la India. Como un joven Rakasha, su energía inagotable y su sed constante de lucha y adrenalina le llevaba a luchar con cualquier criatura que pudiera “suponer” un reto para su agilidad y flexibilidad en combate, pero no solían tardar demasiado y solo terminara en convertirse en su alimento para la noche. Día tras día, su búsqueda de nuevos oponentes le hacía movilizarse por diferentes terrenos, enfrentándose a nuevos retos tanto de climas como amenazas de aldeanos que veían su ganado desaparecer frente a sus ojos.
Con el tiempo, su impaciencia se hizo más y más intensa, buscando desesperado una lucha que pudiera satisfacer su sed de pelea, y escuchó las noticias de una escuela de monjes especializados en artes marciales, que les hacían ser mucho más resistentes a cualquier clima y cuyo templo se encontraba en lo alto de una de las montañas al noroeste. Con un rumbo fijo y una meta clara, Dorja se dispuso a probar el nombre de estos monjes en combate.
Sin contenerse ni siquiera un poco, no tardó demasiado para que el joven Rakasha arrasara con el lugar, dejando solo una estela de destrucción y cadáveres a su paso. Lo que una vez llegó a ser un lugar de concentración y paz, terminó siendo solo una desolada locación en ruinas. Después del incidente, Dorja desapareció en búsqueda de nuevas aventuras por décadas, antes de reaparecer, con múltiples cicatrices, uno de sus ojos había perdido brillo y tenía un corte vertical que le atravesaba, pero era quizás su personalidad el mayor cambio que se notaba.
Sabiendo como su pasado le acosaba, volvió a aquel templo esperando recordar y buscar redención entre las ruinas, pero jamás se esperaba una transformación como la que observó: El templo había sido reconstruido en gran parte, y en el centro, la estatua de una criatura con aspecto felino se alzaba en una pose similar a la de los monjes. Estos, al notar a la criatura y su similitud, explicaron que aquel incidente de hacía décadas no hizo más que dar una enseñanza para todos los monjes.
Dorja, expectante ante la situación pues esperaba que le odiaran al punto de querer matarle, esperó y esperó la llegada de una declaración de odio o guerra, pero lo que recibió fue una invitación para tomar el té, junto a una narrativa del desarrollo de aquella nueva técnica basándose en los movimientos de los grandes felinos, junto a sus movimientos de entrenamiento. Sin tener un camino más que el de su propia redención, el Rakasha solicitó una audiencia con el líder del templo, para poder formar parte del entrenamiento y convertirse en algo más que solo un luchador.
Aunque algo renuentes, los integrantes del templo accedieron a acoger al Rakasha y le enseñaron y entrenaron como a uno de ellos, mostrando más y más formas de controlar su propio ser más allá del cuerpo y la mente. Pero fue la mayor enseñanza que le llevó a ser quien era: Su pasado no le convertía en lo que hoy era, sino sus decisiones hacia el futuro y cómo buscaba llegar a él.
Con el paso del tiempo, su propia longevidad le hizo ser testigo de como, poco a poco, las llamas de sus maestros se extinguían ante sus ojos, como los pequeños poblados seguían creciendo hasta volverse ciudades, y las criaturas como él volverse objetivos de persecución y muertes frente a multitudes en forma de diversión y entretenimiento. Y fue ahí cuando obtuvo el conocimiento que esperaba: una isla que prometía ser un escape para todas las criaturas arcanas dispersas por el mundo y que daba a seres como Dorja una segunda oportunidad de ser algo más.
En su partida, los monjes dieron un último obsequio a Dorja tras su tiempo en el templo: Una toga de monje y junto a ella, el título de Tenzin del templo del Norte, título que acogió como su propio apellido. Y así, tomó rumbo al mar , hacia donde un barco oculto a la vista humana esperaba a todas las criaturas con la promesa de un nuevo mundo.
Datos curiosos:
-Le gusta la música clásica
- Aprendió a tocar la flauta durante su entrenamiento, y la toca a modo de meditación
- Si explota emocionalmente, su estado de berserk evita que piense y suele recordar todo lo que hizo cuando termina.
- Le gusta mucho los dulces, pero trata de no comerlos pues le da demasiada energía que no logra drenar tan rápido.
- Suele entrenar a menudo en las noches pues ahí se siente más cómodo
Imagen complementaria:
Artista: Ikostya
www.artstation.com/ikostya
Género: Masculino
Edad: 237 años
Raza: Rakasha
Corte: Corte del Verano
Lugar de Residencia: Shangri Lax
Ocupación: Soldado
Stats
• Fuerza: ★★★
• Inteligencia: ★★
• Social: ★
• Agilidad: ★★★★
• Defensa: ★★★
Habilidades raciales:
-Agilidad. Esta habilidad provee a sus usuarios con una mayor capacidad de movimiento y flexibilidad. Siendo capaces de realizar acciones que otros serían incapaces de imitar. Tales como realizar acrobacias y facilidad para el contorsionismo.
-Reflejos Extraordinarios. Esto ayuda al usuario a reaccionar con velocidad a movimientos rápidos. Incluye evitar ataques y atrapar cosas que se dirigen a ellos o cerca de ellos.
-Garras de Acero. De un zarpazo, el arcano puede destrozar rocas enteras
Personalidad:
Un guerrero con suficiente experiencia en sus hombros para tener un comportamiento más centrado que sus contrapartes Rakashas más jóvenes, manteniéndose sereno en la mayoría de las situaciones que enfrenta, sin embargo, no puede escapar de su propia naturaleza al tener una paciencia relativamente corta y terminando en una explosión violenta hacia su entorno. No suele entablar conversaciones demasiado largas, pero trata de mantenerse lo más cortés y educado en cada momento (probablemente reducir el impacto intimidante de su presencia)
Historia: Poco se conoce de sus inicios, pero su simple silueta llegó a ser temida en las regiones montañosas del norte de la India. Como un joven Rakasha, su energía inagotable y su sed constante de lucha y adrenalina le llevaba a luchar con cualquier criatura que pudiera “suponer” un reto para su agilidad y flexibilidad en combate, pero no solían tardar demasiado y solo terminara en convertirse en su alimento para la noche. Día tras día, su búsqueda de nuevos oponentes le hacía movilizarse por diferentes terrenos, enfrentándose a nuevos retos tanto de climas como amenazas de aldeanos que veían su ganado desaparecer frente a sus ojos.
Con el tiempo, su impaciencia se hizo más y más intensa, buscando desesperado una lucha que pudiera satisfacer su sed de pelea, y escuchó las noticias de una escuela de monjes especializados en artes marciales, que les hacían ser mucho más resistentes a cualquier clima y cuyo templo se encontraba en lo alto de una de las montañas al noroeste. Con un rumbo fijo y una meta clara, Dorja se dispuso a probar el nombre de estos monjes en combate.
Sin contenerse ni siquiera un poco, no tardó demasiado para que el joven Rakasha arrasara con el lugar, dejando solo una estela de destrucción y cadáveres a su paso. Lo que una vez llegó a ser un lugar de concentración y paz, terminó siendo solo una desolada locación en ruinas. Después del incidente, Dorja desapareció en búsqueda de nuevas aventuras por décadas, antes de reaparecer, con múltiples cicatrices, uno de sus ojos había perdido brillo y tenía un corte vertical que le atravesaba, pero era quizás su personalidad el mayor cambio que se notaba.
Sabiendo como su pasado le acosaba, volvió a aquel templo esperando recordar y buscar redención entre las ruinas, pero jamás se esperaba una transformación como la que observó: El templo había sido reconstruido en gran parte, y en el centro, la estatua de una criatura con aspecto felino se alzaba en una pose similar a la de los monjes. Estos, al notar a la criatura y su similitud, explicaron que aquel incidente de hacía décadas no hizo más que dar una enseñanza para todos los monjes.
Dorja, expectante ante la situación pues esperaba que le odiaran al punto de querer matarle, esperó y esperó la llegada de una declaración de odio o guerra, pero lo que recibió fue una invitación para tomar el té, junto a una narrativa del desarrollo de aquella nueva técnica basándose en los movimientos de los grandes felinos, junto a sus movimientos de entrenamiento. Sin tener un camino más que el de su propia redención, el Rakasha solicitó una audiencia con el líder del templo, para poder formar parte del entrenamiento y convertirse en algo más que solo un luchador.
Aunque algo renuentes, los integrantes del templo accedieron a acoger al Rakasha y le enseñaron y entrenaron como a uno de ellos, mostrando más y más formas de controlar su propio ser más allá del cuerpo y la mente. Pero fue la mayor enseñanza que le llevó a ser quien era: Su pasado no le convertía en lo que hoy era, sino sus decisiones hacia el futuro y cómo buscaba llegar a él.
Con el paso del tiempo, su propia longevidad le hizo ser testigo de como, poco a poco, las llamas de sus maestros se extinguían ante sus ojos, como los pequeños poblados seguían creciendo hasta volverse ciudades, y las criaturas como él volverse objetivos de persecución y muertes frente a multitudes en forma de diversión y entretenimiento. Y fue ahí cuando obtuvo el conocimiento que esperaba: una isla que prometía ser un escape para todas las criaturas arcanas dispersas por el mundo y que daba a seres como Dorja una segunda oportunidad de ser algo más.
En su partida, los monjes dieron un último obsequio a Dorja tras su tiempo en el templo: Una toga de monje y junto a ella, el título de Tenzin del templo del Norte, título que acogió como su propio apellido. Y así, tomó rumbo al mar , hacia donde un barco oculto a la vista humana esperaba a todas las criaturas con la promesa de un nuevo mundo.
Datos curiosos:
-Le gusta la música clásica
- Aprendió a tocar la flauta durante su entrenamiento, y la toca a modo de meditación
- Si explota emocionalmente, su estado de berserk evita que piense y suele recordar todo lo que hizo cuando termina.
- Le gusta mucho los dulces, pero trata de no comerlos pues le da demasiada energía que no logra drenar tan rápido.
- Suele entrenar a menudo en las noches pues ahí se siente más cómodo
Imagen complementaria:
Artista: Ikostya
www.artstation.com/ikostya