Post by Salem Exitium on Apr 14, 2018 15:40:25 GMT
Nad: - Miró a su alrededor, había poca gente, la campanilla de la puerta no había sonado por un largo tiempo. No le preocupaba realmente, había un par de arcanos quienes se disponían a comer y beber mientras charlaban entre ellos de forma "educada". Muchos ya eran conocidos, venían después de un largo día de trabajo y era grato verles nuevamente. Se llevó una aceituna a la boca, comiéndola retirando el jugo y la carne de la fruta para tragar luego el carozo, si, él se lo comía, como cualquier hueso pequeño o mediano. Era típico de aquella figura, movió la cabeza con la idea clara de servirse un poco para tomar mientras se unía a la banda de una mesa cercana. Solo el tintineo de la campanilla haría que su cabeza se alzara para ver quien entraba o salía.-
Salem: -Se había visto obligada a salir hacia la ciudadela por un par de encargos, su estado había mejorado evidentemente, ya no estaba enferma y eso la hacía estar de un excelente humor, tenía bastante resistencia y no tenía la costumbre de enfermar seguido, así que era un real alivio, compro un par de cosas llevando encima una capa por el frio que hacía, suspiro, esta vez llevaba su forma sellada pues había decidido ahorrar energía, miro una taberna que no había visto antes, de seguro podría obtener algo de información, paso con cuidado, caminando con aquella forma tan particular que tenía y retiro su capucha dejando que su cabello se acomodara fuera, más esponjado de lo normal a causa del frio-
Nad: -la campanilla sonó, la cabeza del dueño se alzó viendo a una mujer, la capa se movía un poco y suavemente la capucha era removida para dejar un pelo bastante voluptuoso y esponjado. Rió a un comentario que había hecho el hombre a su derecha y le dio unas palmadas. - Bienvenida~ - musitó el joven separándose del grupete y poniéndose detrás de la barra que separaba la cocina con el resto del lugar. -¿Desea algo?
Salem: -Peino un poco su cabello para luego suspirar, al menos no era algo tan molesto, tampoco era que se levantara como había visto en otras personas, se acercó a la barra sentándose, dejando el bolso que llevaba bajo sus pies y mirando al dependiente -No estoy segura, eh entrado por curiosidad ¿Que me recomiendas?- Sonrió de forma encantadora, los labios carmesí le dieron aquel gesto con cierta coquetería natural de esa mujer
Nad: Le recomiendo muchas cosas - comentó apoyándose en la barra para luego tomar una aceituna y palmearse las manos.- Depende de usted; arriesgarse a tomar sin picar algo de comida antes, comer... ¿Bebida suave o fuerte? - pregunto tras decir aquello. Sacó un par de aceitunas más colocándolas en el pote que tenía escondido y lo puso en la mesa para que coma algo antes. Lo hacía con gusto, muchos a ese acto o lo ignoraban y bebían o simplemente pedían ya la comida y una bebida para acompañar. Prefería la salud de otros antes que el destrocen su taberna. -
Salem: -No perdía detalle de las acciones de aquel hombre, mirando las aceitunas en el plato, un ofrecimiento que ella misma sabía que pasaba desapercibido en gran medida, la gente en los bares venia por más que solo aceitunas, sonrió de forma encantadora -Suave, pero si tiene algo de comer también sería interesante- tomo una de las aceitunas, mirándola y apretándola un poco, buscando algún indicio que le diera mala espina mas no lo tuvo, se la llevo a la boca
Nad: *¿Algo de comer que sea de interés? * - preguntó nuevamente, mientras desaparecía por la puerta de la cocina mientras buscaba algunos ingredientes acomodándolos en la mesa de la cocina... volvió con las manos vacías, pero sin más se dirigió debajo de aquella barra buscando un vaso y rápidamente con la mirada busco alguna bebida en específico... se quedó un tiempo mientras esperaba la respuesta. La mano sin más tomó la botella de ron y sin más para tirar azúcar algo de jugo de piña que ya era lo último que tenía y algo de naranja. Rodeo el vaso y suavemente la mezclo sacudiendo con cuidado la mano. - Toma.
Salem: Algo de carne, estoy dispuesta a probar cosas nuevas en caso de que no poseas eso- Explico con una sonrisa ligera, el ambiente dentro del local era más cálido, por lo que decidió retirarse la capa que la cubría, mostrando aquel traje oscuro que siempre usaba, sintiendo pronto las miradas sobre su cuerpo, miro el trago curiosa, no había visto algo así -Curioso...- Murmuro, había visto como lo preparaba, lo olio y sonrió, dándole un sorbo al vaso para luego relamerse los labios -Sabe mejor de lo que esperaba- sonrió, le encantaban las cosas dulces
Nad: - Al escuchar sus palabras rápidamente sonrió con aquel toque "encantador" para desaparecer adentrándose por la cocina. Sin perderse y con un camino concreto comenzó a cocinar algo con carne, había carne de sobra y había hecho bien en días pasados cazar animales así que podría tranquilamente cocinarle a gusto. Hizo algunos preparativos y simplemente era dejar que la carne se cocinara. Regreso con aquella sonrisa tan confiada.- Y ¿Es de su agrado? - mencionó mirando el vaso, podía notar que ahora la mujer no tenía la capa y tan solo dejaba ver un cuerpo relativamente "bueno" pero fue una mirada rápida casi que ni se percibió del todo aquella mirada inspectora. -
Salem: Bastante en realidad, más de lo que esperaba- Sonrió con tranquilidad comiendo otra aceituna y mirándolo, mirando la taberna, ignorando obviamente al grupo de hombres que comían del otro lado, bebió otro poco, aquel hombre se veía confiado en su trabajo -Es un bonito lugar, mucho más limpio que otras tabernas, de seguro tienes muchos clientes ¿No?- Inquirió de forma suave
Nad: - Miró a la figura por unos minutos más dejando escapar una carcajada. - Igor ¿tu escuchaste lo que menciono esta mujer? - pregunto a un hombre barbudo de canas blancas. Simplemente había reído, realmente se había reído de la miseria. - A pesar que esta taberna este más limpia... no. No vienen muchos clientes. Viene este grupo y algunos más... No es como la taberna del Dragón Ahogado. No repercute de igual forma, ya que no es tan conocido. - respondió mientras comía una aceituna. - Muchas veces tengo que cerrarla más temprano o abrirla más tarde. Clientes son el mínimo es muy escaso.
Salem: -Aquella información le servía bastante, aunque fuera una lástima que no hubiera tanta clientela, para la mujer era conveniente -Comprendo, es una pena, es un trago realmente delicioso- halago de forma sincera dando otro sorbo -Quizás a futuro tengas más visitas- Se encogió de hombros, apoyando sus brazos en la barra, dejando a la vista aquel escote tan provocativo que siempre llevaba, olfateo el ambiente, ya tenía hambre, ese olor realmente la seducía más de lo normal -Quizás se sientan atraídos por tu comida después, la verdad es que huele bastante bien-
Nad: - Tragó el carozo sin más, sin tantear ni nada. Ante las palabras de la fémina simplemente sonrió. - Me alegro que guste el trago, nuevamente. Y sobre los clientes, pues yo espero lo mismo. Aunque eso no quita que vaya a cerrar o algo de eso. -rio para luego dejar que su cuello crujiera para sentir que se liberaba la tensión. Se llevó la mano a la nuca sobando y calentando la zona para ver aquel escote, uno que una sonrisa apareciera.- El olor de la comida, ¿ha? Posible... o los licores o tragos. - comentó para bajar la mano y voltearse yendo a la cocina nuevamente para terminar el plato y aparecer nuevamente con un plato con dos trozos bien cortados de carne y una salsa con calabaza y lentejas. - Aquí tienes, buen provecho Madame~
Salem: merci beaucoup- Agradeció con una sonrisa tranquila y mirando la comida, realmente se veía bastante bueno, tomo los cubiertos para comenzar a comer, tomándose el tiempo de saborearla -Esta bastante bueno- Confeso con sorpresa -Quizás demasiado cocido para mi gusto, pero sigue bastante bueno- murmuro, comiendo tranquilamente - ¿Cuál es tu nombre?
Nad: - Al ver como se llevaba el tenedor cargando parte de lo que había preparado simplemente deseaba que fuera de su agrado. Espero el tiempo necesario para una respuesta interesante, y así fue. - Gracias, y disculpa. Debo dejarlo menos tiempo y evitar conversar tanto. -rio de manera breve dejando ver una sonrisa. - y me llamo Nadshet Eidos. - respondió a su pregunta cruzándose de brazos. - y... ¿Cómo se llama usted, señorita?
Salem: -Quiso soltar una carcajada al escuchar el nombre ajeno, realmente había coincidencias divertidas en su vida, sonrió con evidente coquetería luego de limpiarse los labios, estos no perdían aquel tono cereza natural -Interesante nombre- comento, tomando el vaso y cruzando lentamente sus piernas en el asiento -¿Por qué no intentas adivinar el mío? - Propuso juguetona para luego beber un sorbo del licor
Nad: - Las palabras y acciones ajenas le revolvieron el estómago. Dejó escapar el aire y de manera rápida sus brazos se cruzaron en la mesa, apoyándose cortando la distancia entre ambos. Muy cerca, y demasiado del escote. La miró inspeccionándola, dejando que sus pupilas se deleitaran con cada rasgo y parte de la mujer.- Oh~ No soy bueno en las adivinanzas. Dame pistas o una sola~ y no me digas que nos conocimos en la tableta arcana, no cuenta. -rio observándola aun, o al menos sus ojos se detuvieron en zona habilitada, los ojos.-
Salem: -La mujer dejo escapar una sonrisa ladina, acercándose un poco más, aquella coquetería no le molestaba, cruzo sus brazos por debajo de su busto, divertida con la situación -Técnicamente no mentiría, pero es un poco más complejo que eso querido- sonrió de forma burlona esta vez, se sentía feliz de no decepcionarse de quien seguramente sería su cita -Vamos... sé que puedes hacerlo, no es tan difícil~-Alargaba las palabras de forma seductora, la tensión en el ambiente era evidente
Nad: - Bajó la cabeza dejando escapar un suspiro pesado, denso buscando respuestas, una tras otra... nombres recuerdos. Unos interferían otros se apartaban. La voz dulce de la mujer aparecía. Selló los ojos, las dulces y picantes palabras de la mujer... alguien así no había conocido ¿O tal vez sí?. - No creo que seas Mitsuki... -estaba buscando perdido, le pedía demasiado. Recordaba aquella charla hubo muchas mujeres una en la cual le había dicho algo importante...- No serás Salem ¿verdad?
Salem: Hasta que por fin lo dices tiburoncin- Se rio, alejándose de el para volver a beber del vaso con total calma -Efectivamente, soy Salem, y hemos hablado por la tableta... bueno, más bien me eh divertido a costa tuya en la tableta... ¿Así que sobreviviste a la mujer embarazada? - hablo con evidente burla en su rostro y tono de voz
Nad: -Dejó escapar aquel sonido tan característico de sorpresa mientras se echaba completamente hacia atrás, miró con cierto lujo a la figura para asentir. - Entonces eres Salem... un gusto - musitó con un tono bastante animado pero coqueto mientras se cruzaba de brazos nuevamente pero lejos de la barra. -Me salve de Skye, sí. Fue agradable saber que su pareja estuvo cerca y la detuvo. -realmente aun no podía imaginarse a Skye corriendo con la panza con un crío dentro, le echara la culpa y se dejaría golpear como corresponde. -Y usted... ¿Se ha liberado un poco? ¿Me hizo caso con las palabras? - alzó la ceja como si quisiera retarla. -
Salem: Más de lo que crees~- comento con voz suave, lujuriosa y tentadora, sonriendo aun para volver a comer -Ah sido un buen consejo realmente- Se llevó un trozo de carne a la boca, masticándolo lentamente mientras miraba al chico frente a ella como si fuera su siguiente presa, no era realmente una mala idea considerarlo así, podría obtener muchas cosas, se relamió los labios -No pensé que cocinaras bien tiburoncin, pero eh de comentar que estoy sorprendida- volvió a llevarse otro bocado a la boca
Nad: - Olió algo, aquella sensación en el aire, se sentía bastante aquella sensación la mirada en la contraria al llevar el tenedor con un trozo de carne a la boca. Tragó saliva como si temiera de algo. Pero respiró tranquilo, quitándose ese pensamiento, dándose unos cuantos golpes en la nuca, mágicamente era un acto para aliviar los músculos y los pensamientos. - Me alegro de escucharlo -mencionó.- La gente cree que cocino mal, luego se sorprende pero agradezco críticas constructivas. -Agregó mientras aliviaba los brazos y se dirigía a buscar su vaso para tomar cerca de Salem.- Sigo aprendiendo, termino yo haciendo todo, abro, pongo las mesas, arreglo, cocino, sirvo, bla~ bla~ y mucho bla~... Lo que falta aquí es personal, pero no tengo tanto para cederles por un buen trabajo y tiempo, además... falta de clientes.- al decirlo había mirado a las mesas. Una mesa justo se levantó dejando la paga, ya avisado por Nadshet para hacer que la campanilla sonara.-
Salem: Comprendo... Bueno, siempre hay que tener esperanza, tu comida es deliciosa, seguramente llegara más gente- sonrió encogiéndose de hombros y disfrutando su comida, observando como la mesa junto a ellos se retiraba, ahora estaban en un ambiente más privado, dejo el tenedor de lado y se volteo para verlo mejor -La verdad no esperaba conocerte de este modo, pero debo decir que es una grata sorpresa...- Comenzó con tono suave, ligero -Deseo preguntarte... ¿Querrás aun mantener nuestra pequeña...¿Reta?- pregunto levantando una ceja curiosa, coqueta
Nad: Una grata sorpresa, hu... -comentó. Cuidadosamente observo a la contraria; sus actos, sus palabras... Todo cambio cuando se fueron y ella había subido "un poco el tono" coqueto que disponía la mujer. La miro un poco más, observando cada rasgo hasta que las palabras se hicieron oír. - Mira, yo mantengo promesas, retos, lo que quieras. - se apoyó sobre la mesa otra vez.- ¿Pero
Salem: Estás dudando- concluyó con tono suave mientras tomaba otro poco y seguía comiendo con tranquilidad, alejándose de el -Está bien, no me sorprende- comento con naturalidad
Nad: -encara una ceja y le toma del mentón.- Dudar no está en mi vocabulario... y no dude en nada señorita Salem. - comentó serio, con un tono bastante grueso y molesto. No le gustaba cuando creían que las cosas eran así, ¿Dudar? ¿Había algo de duda en sus palabras? Para nada.- Tal vez no has escuchado bien...- se acercó a su oído hasta murmurar, casi ronronearle en este.- ¿Tú estás segura que quieres mantener la promesa?.
Salem: -Le había tomado un poco por sorpresa esa actitud, sobre todo considerando que la mujer aun tenia comida en la boca, escucho atenta mientras terminaba de comer, se rio al escuchar ese murmullo en su oído, acrecentando su sonrisa -Por supuesto, jamás dudo de mis promesas, y considerándote... No creo que sea algo imposible lo que vayas a pedir... por supuesto, de ser el ganador-
Nad: -se alejó de ella con cuidado, para verle la cara. Sonrió travieso a sus actos y queriendo volver a cruzarse de brazos pero decidió mejor comer una aceituna y terminar de un trago su bebida.- Yo quería escuchar tu opinión~ e ¿Imposible? no... creo que no lo será.- dejó una escapar una carcajada y servirse un poco mas de lo que se había servido antes.- Buen provecho~ y ¿En dos días quieres? No tengo planes así que... -mencionó
Salem: Claro, no tengo planes para ese día...- sonrió con suavidad, ya había comido casi todo su plato, parecía que el día había ido mejor de lo que pensaba -No tengo nada que perder y mucho que ganar...después de todo... ¿Qué es lo que podrías querer?- sonrió ladinamente cual felino
Nad: -Dio un único sorbo a la bebida, sus labios se empaparon un poco con aquel brebaje así que no tardó en retirarlo pasando su lengua. Al ver cuánto había comido Salem se quedó mirando al plato. Razones, no había, solo se quedó pensando en la nada, en algún deseo si ese no se podía. Respiro hondo y sacudió la cabeza.- Eso se tiene que ver ese día~ Ah por cierto, es gratis. Tómalo como un gesto de mi parte, pero luego si vienes te haré pagar~ - comentó mientras llevaba el vaso nuevamente a su boca para tomar.-
Salem:... ¿Cuántos platos regalas al día? - pregunto luego de beber lo último que quedaba del vaso y metiendo la mano en su escote saco un pequeño monedero -No me gusta deberle favores a la gente, me gusta más bien que me los deban- Admitió con una sonrisa peculiar mientras sacaba dinero de aquel pequeño bolso -Además no creo que deberías regalar tu trabajo- se encogió de hombros para luego mirarlo -¿Me dirás cuánto es?-
Nad: Regalo una vez y no tantas veces, una vez al día y si hay niños pues no me contengo. -rio para ver cómo se acababa la mujer la bebida dejando el vaso con algunas minúsculas gotas que iban lentamente cayendo. Toda acción fue vista por Nadshet que se quedó en silencio y más al ver que el monedero estaba en el escote de la mujer. Dejo escapar un suspiro pesado para acercarse, volviéndola a tomar de la barbilla y robarle un beso. - Pagado~ -comentó riendo.- Merezco una paliza, la recibo con gusto. Pero no debe preocuparse, no me voy a quedar pobre por darte un plato y una bebida. - Sonrió esperando el golpe, le daba sumamente igual ya había ganado algo de plata ese día, solo era ahorrar y eso se iría para algunas especias y arreglos de la taberna si llegaba a romperse algo.-
Salem: -No mentiría, si le había sorprendido aquel gesto, mas fue por el hecho de pensar peor sobre aquel tabernero, se rio, sonriendo con evidente picardía, girando su cuerpo hacia el hombre y tomándolo por el rostro con firmeza -Me siento decepcionada de que a eso le llames un beso...Pero siempre se puede aprender- Sonrió un poco más antes de acercar su rostro y rozar los labios ajenos en una invitación aun mayor, disfrutaba de aquello realmente
Nad: - La miró alzando ambas cejas para luego sentir los dedos, finos dedos aferrados a su rostro para escuchar esas palabras tan coquetas que si cedía se podía mejorar la situación. Entreabrió los labios y.… puso la mano entremedio.- No besé correctamente porque quería que te callaras y sobre todo, las que alguna vez, llegue a besar me abofetearon... Preferí ser algo rápido y no gastar mis mejores besos. - comentó en cierto tono pícaro para tomar distancia prudente.- Si estas tan ansiosa espero que en nuestro encuentro, estés igual o mejor de ansiosa. -su voz ronroneaba, aquel tono grueso y coqueto se emitía entre ambos individuos. Termino por separarse completamente mientras tomaba su vaso y daba un trago.- espero verte, Salem~
Salem: -emitió una risa, no le sorprendía aquel rechazo, realmente se divertiría mucho con aquel muchacho, fuera de una u otra manera -No soy de regalar demasiados besos, espero que no hayas quedado con deseos de mas- Le guiño un ojo mientras se levantaba del asiento y luego mirarlo divertida -¿no es acaso un cliché de la literatura romántica callar a una mujer con un beso? Pensé que eras un poco más travieso- Le molesto, acomodando ya su capa encima de su cuerpo y sacando el dinero de todas formas -Estoy más que segura de que esto pagara correctamente el alimento- Se rio, no podía permitirse deberle favores a nadie, ni, aunque aquel muchacho fuera una tentación
Nad: - Curioso, si esa era la palabra, estaba curioso de aquella mujer. Le despertaba de una forma aquella emoción de conocer más. Tenía que controlarse, debía y lo había logrado. Pero aquella actitud y las palabras de Salem eran algo bastante interesante de escuchar.- Huh~ espero que no seas tú, Madame~ - hizo una pequeña reverencia para cruzarse de brazos mientras se acercaba a la barra y apoyarse. - Tengo otros métodos, tal vez en la reunión te haga conocer algunas formas que hago para callar a una mujer, pero me dedico aquí a ser el cliché de la literatura romántica, al fin y al cabo... es bastante usado, por algo será. -mencionó. Realmente, estaba interesado. Vio la bolsita para luego ver que sacaba algo de dinero para pagarle. Suspiro, pero no quedaba otra que aceptarlo. - Muchas gracias por este buen tiempo~ - musitó, solo quedaba escuchar la campanilla para finalizar el día. Se tomó por completo su bebida y sin más ingreso a la cocina llevando los platos y vasos.-
Salem: Quien sabe~- comento con un tono entre la burla y el deseo mismo, los ojos de la mujer resplandecieron, sencillamente la belleza misteriosa que la acompañaba era única -esperare nuestro encuentro, tengo curiosidad sobre ti- Confeso, antes de sonreír aún más tomando su cesta y volviendo a guardar su monedero -Quiero ver si sabes hacer más cosas que solo hablar querido...- comento mientras comenzaba a caminar hacia la puerta -Espero no decepcionarme de lo que prometes- Era coquetería pura, sabía que estaban hablando de lo mismo
Nad: - cuidadosamente llevaba los vasos, o bueno las jarras donde habían tomado aquel grupo de hombres. Sin descuido alguno entro por la puerta de la cocina cargando todo mientras escuchaba la voz de la fémina de fondo. Depositó con cuidado dentro de la bacha para regresar con un trapo en manos, limpiándose. - Que curioso, yo también- confesó también para luego seguir tomando los otros elementos para llevarlos a la cocina.- No debe decepcionarse, aún no ha visto nada; que tenga una agradable noche, Madame.- mencionó mientras terminaba volviendo a desaparecer por la puerta de la cocina.-
Salem: -La mujer solo sonrió complacida y sin decir más se retiró por fin, escuchando el sonido de la campanilla al abrir la puerta y cerrarla tras de sí, había obtenido más de lo que creía encontrar en ese lugar, no sacaría el tipo de información que siempre usaba, pero sí que obtendría cosas interesantes de aquel hombre-
Salem: -Se había visto obligada a salir hacia la ciudadela por un par de encargos, su estado había mejorado evidentemente, ya no estaba enferma y eso la hacía estar de un excelente humor, tenía bastante resistencia y no tenía la costumbre de enfermar seguido, así que era un real alivio, compro un par de cosas llevando encima una capa por el frio que hacía, suspiro, esta vez llevaba su forma sellada pues había decidido ahorrar energía, miro una taberna que no había visto antes, de seguro podría obtener algo de información, paso con cuidado, caminando con aquella forma tan particular que tenía y retiro su capucha dejando que su cabello se acomodara fuera, más esponjado de lo normal a causa del frio-
Nad: -la campanilla sonó, la cabeza del dueño se alzó viendo a una mujer, la capa se movía un poco y suavemente la capucha era removida para dejar un pelo bastante voluptuoso y esponjado. Rió a un comentario que había hecho el hombre a su derecha y le dio unas palmadas. - Bienvenida~ - musitó el joven separándose del grupete y poniéndose detrás de la barra que separaba la cocina con el resto del lugar. -¿Desea algo?
Salem: -Peino un poco su cabello para luego suspirar, al menos no era algo tan molesto, tampoco era que se levantara como había visto en otras personas, se acercó a la barra sentándose, dejando el bolso que llevaba bajo sus pies y mirando al dependiente -No estoy segura, eh entrado por curiosidad ¿Que me recomiendas?- Sonrió de forma encantadora, los labios carmesí le dieron aquel gesto con cierta coquetería natural de esa mujer
Nad: Le recomiendo muchas cosas - comentó apoyándose en la barra para luego tomar una aceituna y palmearse las manos.- Depende de usted; arriesgarse a tomar sin picar algo de comida antes, comer... ¿Bebida suave o fuerte? - pregunto tras decir aquello. Sacó un par de aceitunas más colocándolas en el pote que tenía escondido y lo puso en la mesa para que coma algo antes. Lo hacía con gusto, muchos a ese acto o lo ignoraban y bebían o simplemente pedían ya la comida y una bebida para acompañar. Prefería la salud de otros antes que el destrocen su taberna. -
Salem: -No perdía detalle de las acciones de aquel hombre, mirando las aceitunas en el plato, un ofrecimiento que ella misma sabía que pasaba desapercibido en gran medida, la gente en los bares venia por más que solo aceitunas, sonrió de forma encantadora -Suave, pero si tiene algo de comer también sería interesante- tomo una de las aceitunas, mirándola y apretándola un poco, buscando algún indicio que le diera mala espina mas no lo tuvo, se la llevo a la boca
Nad: *¿Algo de comer que sea de interés? * - preguntó nuevamente, mientras desaparecía por la puerta de la cocina mientras buscaba algunos ingredientes acomodándolos en la mesa de la cocina... volvió con las manos vacías, pero sin más se dirigió debajo de aquella barra buscando un vaso y rápidamente con la mirada busco alguna bebida en específico... se quedó un tiempo mientras esperaba la respuesta. La mano sin más tomó la botella de ron y sin más para tirar azúcar algo de jugo de piña que ya era lo último que tenía y algo de naranja. Rodeo el vaso y suavemente la mezclo sacudiendo con cuidado la mano. - Toma.
Salem: Algo de carne, estoy dispuesta a probar cosas nuevas en caso de que no poseas eso- Explico con una sonrisa ligera, el ambiente dentro del local era más cálido, por lo que decidió retirarse la capa que la cubría, mostrando aquel traje oscuro que siempre usaba, sintiendo pronto las miradas sobre su cuerpo, miro el trago curiosa, no había visto algo así -Curioso...- Murmuro, había visto como lo preparaba, lo olio y sonrió, dándole un sorbo al vaso para luego relamerse los labios -Sabe mejor de lo que esperaba- sonrió, le encantaban las cosas dulces
Nad: - Al escuchar sus palabras rápidamente sonrió con aquel toque "encantador" para desaparecer adentrándose por la cocina. Sin perderse y con un camino concreto comenzó a cocinar algo con carne, había carne de sobra y había hecho bien en días pasados cazar animales así que podría tranquilamente cocinarle a gusto. Hizo algunos preparativos y simplemente era dejar que la carne se cocinara. Regreso con aquella sonrisa tan confiada.- Y ¿Es de su agrado? - mencionó mirando el vaso, podía notar que ahora la mujer no tenía la capa y tan solo dejaba ver un cuerpo relativamente "bueno" pero fue una mirada rápida casi que ni se percibió del todo aquella mirada inspectora. -
Salem: Bastante en realidad, más de lo que esperaba- Sonrió con tranquilidad comiendo otra aceituna y mirándolo, mirando la taberna, ignorando obviamente al grupo de hombres que comían del otro lado, bebió otro poco, aquel hombre se veía confiado en su trabajo -Es un bonito lugar, mucho más limpio que otras tabernas, de seguro tienes muchos clientes ¿No?- Inquirió de forma suave
Nad: - Miró a la figura por unos minutos más dejando escapar una carcajada. - Igor ¿tu escuchaste lo que menciono esta mujer? - pregunto a un hombre barbudo de canas blancas. Simplemente había reído, realmente se había reído de la miseria. - A pesar que esta taberna este más limpia... no. No vienen muchos clientes. Viene este grupo y algunos más... No es como la taberna del Dragón Ahogado. No repercute de igual forma, ya que no es tan conocido. - respondió mientras comía una aceituna. - Muchas veces tengo que cerrarla más temprano o abrirla más tarde. Clientes son el mínimo es muy escaso.
Salem: -Aquella información le servía bastante, aunque fuera una lástima que no hubiera tanta clientela, para la mujer era conveniente -Comprendo, es una pena, es un trago realmente delicioso- halago de forma sincera dando otro sorbo -Quizás a futuro tengas más visitas- Se encogió de hombros, apoyando sus brazos en la barra, dejando a la vista aquel escote tan provocativo que siempre llevaba, olfateo el ambiente, ya tenía hambre, ese olor realmente la seducía más de lo normal -Quizás se sientan atraídos por tu comida después, la verdad es que huele bastante bien-
Nad: - Tragó el carozo sin más, sin tantear ni nada. Ante las palabras de la fémina simplemente sonrió. - Me alegro que guste el trago, nuevamente. Y sobre los clientes, pues yo espero lo mismo. Aunque eso no quita que vaya a cerrar o algo de eso. -rio para luego dejar que su cuello crujiera para sentir que se liberaba la tensión. Se llevó la mano a la nuca sobando y calentando la zona para ver aquel escote, uno que una sonrisa apareciera.- El olor de la comida, ¿ha? Posible... o los licores o tragos. - comentó para bajar la mano y voltearse yendo a la cocina nuevamente para terminar el plato y aparecer nuevamente con un plato con dos trozos bien cortados de carne y una salsa con calabaza y lentejas. - Aquí tienes, buen provecho Madame~
Salem: merci beaucoup- Agradeció con una sonrisa tranquila y mirando la comida, realmente se veía bastante bueno, tomo los cubiertos para comenzar a comer, tomándose el tiempo de saborearla -Esta bastante bueno- Confeso con sorpresa -Quizás demasiado cocido para mi gusto, pero sigue bastante bueno- murmuro, comiendo tranquilamente - ¿Cuál es tu nombre?
Nad: - Al ver como se llevaba el tenedor cargando parte de lo que había preparado simplemente deseaba que fuera de su agrado. Espero el tiempo necesario para una respuesta interesante, y así fue. - Gracias, y disculpa. Debo dejarlo menos tiempo y evitar conversar tanto. -rio de manera breve dejando ver una sonrisa. - y me llamo Nadshet Eidos. - respondió a su pregunta cruzándose de brazos. - y... ¿Cómo se llama usted, señorita?
Salem: -Quiso soltar una carcajada al escuchar el nombre ajeno, realmente había coincidencias divertidas en su vida, sonrió con evidente coquetería luego de limpiarse los labios, estos no perdían aquel tono cereza natural -Interesante nombre- comento, tomando el vaso y cruzando lentamente sus piernas en el asiento -¿Por qué no intentas adivinar el mío? - Propuso juguetona para luego beber un sorbo del licor
Nad: - Las palabras y acciones ajenas le revolvieron el estómago. Dejó escapar el aire y de manera rápida sus brazos se cruzaron en la mesa, apoyándose cortando la distancia entre ambos. Muy cerca, y demasiado del escote. La miró inspeccionándola, dejando que sus pupilas se deleitaran con cada rasgo y parte de la mujer.- Oh~ No soy bueno en las adivinanzas. Dame pistas o una sola~ y no me digas que nos conocimos en la tableta arcana, no cuenta. -rio observándola aun, o al menos sus ojos se detuvieron en zona habilitada, los ojos.-
Salem: -La mujer dejo escapar una sonrisa ladina, acercándose un poco más, aquella coquetería no le molestaba, cruzo sus brazos por debajo de su busto, divertida con la situación -Técnicamente no mentiría, pero es un poco más complejo que eso querido- sonrió de forma burlona esta vez, se sentía feliz de no decepcionarse de quien seguramente sería su cita -Vamos... sé que puedes hacerlo, no es tan difícil~-Alargaba las palabras de forma seductora, la tensión en el ambiente era evidente
Nad: - Bajó la cabeza dejando escapar un suspiro pesado, denso buscando respuestas, una tras otra... nombres recuerdos. Unos interferían otros se apartaban. La voz dulce de la mujer aparecía. Selló los ojos, las dulces y picantes palabras de la mujer... alguien así no había conocido ¿O tal vez sí?. - No creo que seas Mitsuki... -estaba buscando perdido, le pedía demasiado. Recordaba aquella charla hubo muchas mujeres una en la cual le había dicho algo importante...- No serás Salem ¿verdad?
Salem: Hasta que por fin lo dices tiburoncin- Se rio, alejándose de el para volver a beber del vaso con total calma -Efectivamente, soy Salem, y hemos hablado por la tableta... bueno, más bien me eh divertido a costa tuya en la tableta... ¿Así que sobreviviste a la mujer embarazada? - hablo con evidente burla en su rostro y tono de voz
Nad: -Dejó escapar aquel sonido tan característico de sorpresa mientras se echaba completamente hacia atrás, miró con cierto lujo a la figura para asentir. - Entonces eres Salem... un gusto - musitó con un tono bastante animado pero coqueto mientras se cruzaba de brazos nuevamente pero lejos de la barra. -Me salve de Skye, sí. Fue agradable saber que su pareja estuvo cerca y la detuvo. -realmente aun no podía imaginarse a Skye corriendo con la panza con un crío dentro, le echara la culpa y se dejaría golpear como corresponde. -Y usted... ¿Se ha liberado un poco? ¿Me hizo caso con las palabras? - alzó la ceja como si quisiera retarla. -
Salem: Más de lo que crees~- comento con voz suave, lujuriosa y tentadora, sonriendo aun para volver a comer -Ah sido un buen consejo realmente- Se llevó un trozo de carne a la boca, masticándolo lentamente mientras miraba al chico frente a ella como si fuera su siguiente presa, no era realmente una mala idea considerarlo así, podría obtener muchas cosas, se relamió los labios -No pensé que cocinaras bien tiburoncin, pero eh de comentar que estoy sorprendida- volvió a llevarse otro bocado a la boca
Nad: - Olió algo, aquella sensación en el aire, se sentía bastante aquella sensación la mirada en la contraria al llevar el tenedor con un trozo de carne a la boca. Tragó saliva como si temiera de algo. Pero respiró tranquilo, quitándose ese pensamiento, dándose unos cuantos golpes en la nuca, mágicamente era un acto para aliviar los músculos y los pensamientos. - Me alegro de escucharlo -mencionó.- La gente cree que cocino mal, luego se sorprende pero agradezco críticas constructivas. -Agregó mientras aliviaba los brazos y se dirigía a buscar su vaso para tomar cerca de Salem.- Sigo aprendiendo, termino yo haciendo todo, abro, pongo las mesas, arreglo, cocino, sirvo, bla~ bla~ y mucho bla~... Lo que falta aquí es personal, pero no tengo tanto para cederles por un buen trabajo y tiempo, además... falta de clientes.- al decirlo había mirado a las mesas. Una mesa justo se levantó dejando la paga, ya avisado por Nadshet para hacer que la campanilla sonara.-
Salem: Comprendo... Bueno, siempre hay que tener esperanza, tu comida es deliciosa, seguramente llegara más gente- sonrió encogiéndose de hombros y disfrutando su comida, observando como la mesa junto a ellos se retiraba, ahora estaban en un ambiente más privado, dejo el tenedor de lado y se volteo para verlo mejor -La verdad no esperaba conocerte de este modo, pero debo decir que es una grata sorpresa...- Comenzó con tono suave, ligero -Deseo preguntarte... ¿Querrás aun mantener nuestra pequeña...¿Reta?- pregunto levantando una ceja curiosa, coqueta
Nad: Una grata sorpresa, hu... -comentó. Cuidadosamente observo a la contraria; sus actos, sus palabras... Todo cambio cuando se fueron y ella había subido "un poco el tono" coqueto que disponía la mujer. La miro un poco más, observando cada rasgo hasta que las palabras se hicieron oír. - Mira, yo mantengo promesas, retos, lo que quieras. - se apoyó sobre la mesa otra vez.- ¿Pero
Salem: Estás dudando- concluyó con tono suave mientras tomaba otro poco y seguía comiendo con tranquilidad, alejándose de el -Está bien, no me sorprende- comento con naturalidad
Nad: -encara una ceja y le toma del mentón.- Dudar no está en mi vocabulario... y no dude en nada señorita Salem. - comentó serio, con un tono bastante grueso y molesto. No le gustaba cuando creían que las cosas eran así, ¿Dudar? ¿Había algo de duda en sus palabras? Para nada.- Tal vez no has escuchado bien...- se acercó a su oído hasta murmurar, casi ronronearle en este.- ¿Tú estás segura que quieres mantener la promesa?.
Salem: -Le había tomado un poco por sorpresa esa actitud, sobre todo considerando que la mujer aun tenia comida en la boca, escucho atenta mientras terminaba de comer, se rio al escuchar ese murmullo en su oído, acrecentando su sonrisa -Por supuesto, jamás dudo de mis promesas, y considerándote... No creo que sea algo imposible lo que vayas a pedir... por supuesto, de ser el ganador-
Nad: -se alejó de ella con cuidado, para verle la cara. Sonrió travieso a sus actos y queriendo volver a cruzarse de brazos pero decidió mejor comer una aceituna y terminar de un trago su bebida.- Yo quería escuchar tu opinión~ e ¿Imposible? no... creo que no lo será.- dejó una escapar una carcajada y servirse un poco mas de lo que se había servido antes.- Buen provecho~ y ¿En dos días quieres? No tengo planes así que... -mencionó
Salem: Claro, no tengo planes para ese día...- sonrió con suavidad, ya había comido casi todo su plato, parecía que el día había ido mejor de lo que pensaba -No tengo nada que perder y mucho que ganar...después de todo... ¿Qué es lo que podrías querer?- sonrió ladinamente cual felino
Nad: -Dio un único sorbo a la bebida, sus labios se empaparon un poco con aquel brebaje así que no tardó en retirarlo pasando su lengua. Al ver cuánto había comido Salem se quedó mirando al plato. Razones, no había, solo se quedó pensando en la nada, en algún deseo si ese no se podía. Respiro hondo y sacudió la cabeza.- Eso se tiene que ver ese día~ Ah por cierto, es gratis. Tómalo como un gesto de mi parte, pero luego si vienes te haré pagar~ - comentó mientras llevaba el vaso nuevamente a su boca para tomar.-
Salem:... ¿Cuántos platos regalas al día? - pregunto luego de beber lo último que quedaba del vaso y metiendo la mano en su escote saco un pequeño monedero -No me gusta deberle favores a la gente, me gusta más bien que me los deban- Admitió con una sonrisa peculiar mientras sacaba dinero de aquel pequeño bolso -Además no creo que deberías regalar tu trabajo- se encogió de hombros para luego mirarlo -¿Me dirás cuánto es?-
Nad: Regalo una vez y no tantas veces, una vez al día y si hay niños pues no me contengo. -rio para ver cómo se acababa la mujer la bebida dejando el vaso con algunas minúsculas gotas que iban lentamente cayendo. Toda acción fue vista por Nadshet que se quedó en silencio y más al ver que el monedero estaba en el escote de la mujer. Dejo escapar un suspiro pesado para acercarse, volviéndola a tomar de la barbilla y robarle un beso. - Pagado~ -comentó riendo.- Merezco una paliza, la recibo con gusto. Pero no debe preocuparse, no me voy a quedar pobre por darte un plato y una bebida. - Sonrió esperando el golpe, le daba sumamente igual ya había ganado algo de plata ese día, solo era ahorrar y eso se iría para algunas especias y arreglos de la taberna si llegaba a romperse algo.-
Salem: -No mentiría, si le había sorprendido aquel gesto, mas fue por el hecho de pensar peor sobre aquel tabernero, se rio, sonriendo con evidente picardía, girando su cuerpo hacia el hombre y tomándolo por el rostro con firmeza -Me siento decepcionada de que a eso le llames un beso...Pero siempre se puede aprender- Sonrió un poco más antes de acercar su rostro y rozar los labios ajenos en una invitación aun mayor, disfrutaba de aquello realmente
Nad: - La miró alzando ambas cejas para luego sentir los dedos, finos dedos aferrados a su rostro para escuchar esas palabras tan coquetas que si cedía se podía mejorar la situación. Entreabrió los labios y.… puso la mano entremedio.- No besé correctamente porque quería que te callaras y sobre todo, las que alguna vez, llegue a besar me abofetearon... Preferí ser algo rápido y no gastar mis mejores besos. - comentó en cierto tono pícaro para tomar distancia prudente.- Si estas tan ansiosa espero que en nuestro encuentro, estés igual o mejor de ansiosa. -su voz ronroneaba, aquel tono grueso y coqueto se emitía entre ambos individuos. Termino por separarse completamente mientras tomaba su vaso y daba un trago.- espero verte, Salem~
Salem: -emitió una risa, no le sorprendía aquel rechazo, realmente se divertiría mucho con aquel muchacho, fuera de una u otra manera -No soy de regalar demasiados besos, espero que no hayas quedado con deseos de mas- Le guiño un ojo mientras se levantaba del asiento y luego mirarlo divertida -¿no es acaso un cliché de la literatura romántica callar a una mujer con un beso? Pensé que eras un poco más travieso- Le molesto, acomodando ya su capa encima de su cuerpo y sacando el dinero de todas formas -Estoy más que segura de que esto pagara correctamente el alimento- Se rio, no podía permitirse deberle favores a nadie, ni, aunque aquel muchacho fuera una tentación
Nad: - Curioso, si esa era la palabra, estaba curioso de aquella mujer. Le despertaba de una forma aquella emoción de conocer más. Tenía que controlarse, debía y lo había logrado. Pero aquella actitud y las palabras de Salem eran algo bastante interesante de escuchar.- Huh~ espero que no seas tú, Madame~ - hizo una pequeña reverencia para cruzarse de brazos mientras se acercaba a la barra y apoyarse. - Tengo otros métodos, tal vez en la reunión te haga conocer algunas formas que hago para callar a una mujer, pero me dedico aquí a ser el cliché de la literatura romántica, al fin y al cabo... es bastante usado, por algo será. -mencionó. Realmente, estaba interesado. Vio la bolsita para luego ver que sacaba algo de dinero para pagarle. Suspiro, pero no quedaba otra que aceptarlo. - Muchas gracias por este buen tiempo~ - musitó, solo quedaba escuchar la campanilla para finalizar el día. Se tomó por completo su bebida y sin más ingreso a la cocina llevando los platos y vasos.-
Salem: Quien sabe~- comento con un tono entre la burla y el deseo mismo, los ojos de la mujer resplandecieron, sencillamente la belleza misteriosa que la acompañaba era única -esperare nuestro encuentro, tengo curiosidad sobre ti- Confeso, antes de sonreír aún más tomando su cesta y volviendo a guardar su monedero -Quiero ver si sabes hacer más cosas que solo hablar querido...- comento mientras comenzaba a caminar hacia la puerta -Espero no decepcionarme de lo que prometes- Era coquetería pura, sabía que estaban hablando de lo mismo
Nad: - cuidadosamente llevaba los vasos, o bueno las jarras donde habían tomado aquel grupo de hombres. Sin descuido alguno entro por la puerta de la cocina cargando todo mientras escuchaba la voz de la fémina de fondo. Depositó con cuidado dentro de la bacha para regresar con un trapo en manos, limpiándose. - Que curioso, yo también- confesó también para luego seguir tomando los otros elementos para llevarlos a la cocina.- No debe decepcionarse, aún no ha visto nada; que tenga una agradable noche, Madame.- mencionó mientras terminaba volviendo a desaparecer por la puerta de la cocina.-
Salem: -La mujer solo sonrió complacida y sin decir más se retiró por fin, escuchando el sonido de la campanilla al abrir la puerta y cerrarla tras de sí, había obtenido más de lo que creía encontrar en ese lugar, no sacaría el tipo de información que siempre usaba, pero sí que obtendría cosas interesantes de aquel hombre-