Post by William Tolkien on Apr 20, 2018 14:25:16 GMT
Lugar: Ciudadela/Jardines
Hora: Anochecer
Participantes: Nameless y William Tolkien/ The Torturer
Era ya algo tarde para que los pequeños arcanos salieran en busca de aventuras o juegos, pero era demasiado temprano para aquellos que degustaban de actividades mucho más mayores para los jóvenes, entre todos los carteles de “Se Busca” el arcano conocido como The Torturer ya había dejado huella y la ciudadela era algo riesgosa de visitar sin un buen disfraz, por suerte la magia estaba de su lado y había cambiado drásticamente su aspecto aunque fuera por solo quizá unas horas, buscando información respecto a una persona…solamente una y nada más, Nameless…era la mujer de su vida y ponía a su corazón como un caballo desbocado ¿Por qué? No lograba comprender como era posible que desde que ella había escapado de su navío, sentía una desesperación enorme de encontrarla, mas con los eventos de la luna roja, aun su brazo izquierdo estaba severamente dañado por la pelea que tuvo con las criaturas de ceniza, el encuentro con uno que otro arcano de oscuridad; La luna roja era algo que tuvo que enfrentar sin temor en la búsqueda de la mujer a la que había amado por mucho tiempo.
Un rumor recorrió hasta sus oídos, el dragón se había enterado de que había sido vista una mujer de belleza extraordinaria, más que cualquier arcana existente, cabellos castaños y ojos color jade, además de un lindo lunar en el rostro, indudablemente era la mujer que estaba buscando, sus ropajes llenos de hollín por las actividades en el mercado que hacía para enmascarar su verdadera identidad se movían con rapidez, se movía cual alma que lleva el diablo de la necesidad por verle de nuevo, ver esos tan profundos e hipnotizantes ojos.
Su rosa de jade…
Una vez que llego al lugar donde se corrían aquellos rumores el hombre de cabellos “Azabache” respiraba ligeramente agitado, necesitaba verla rogaba a los dioses que si fuera ella, esperaba que estuviera a salvo, que no tuviera nada de nada, estaba preocupado por ella, porque le fueran hacer daño por su…su culpa, varios sabían que la joven Nameless estaba ligada a las acciones del pirata, suspiro pesado y cuando alzo su mirada…ahí estaba.
—Nameless…—
Dijo con un tono notable, su voz era muy embelesada, como si fuera un milagro encontrarla, una sonrisa escapo de sus labios, su voz en esos momentos ya era muy reconocible por quienes lo conocían como ella.
Habían sido días oscuros llenos de tormento una vez la Luna Roja se alzó sobre el cielo, despertando en cada ser oscuro su verdadera naturaleza, aquella salvaje sed de sangre que tanto contenían; fue un día tan inoportuno en la que la joven ninfa había partido, abandonando así a aquella persona por quien alguna vez sintió poder tener la oportunidad de amar de nuevo, pero había puesto los pies en la realidad, ahora no era la única mujer existente, los ojos de Capitán habían sido cautivados por una bella doncella y aunque siempre supo que aquel momento llegaría eso no lo hizo menos doloroso de lo que pensó, siempre había sido una pieza de chatarra bañada en oro e inevitablemente seria remplazada por una mejor, después de todo la avaricia de una Dragón es bien conocida.
Intrépida y audaz se aventuró a explorar las nuevas tierras desconocidas; sentir la tierra rebosante de vida tocar sus pies desnudos por primera vez después de tanto tiempo cautiva había sido un deleite sin igual, había recuperado el color que antes juraba había perdido durante todos aquellos años, se sentía tan viva, pero, a pesar de ello aquella amarga sensación sobre su pecho jamás se desvaneció, perduro por siempre.
Había logrado asentarse en la Ciudadela y conseguido con ello un trabajo de jardinería bajo un falso nombre que jamás le pertenecería después de todo siempre seria “la doncella sin nombre”; sus viejas memorias lograron arrancar un triste suspiro de sus labios un suspiro que se vio irrumpido por una voz ajena que la sorprendió al llamarla por aquel nombre-
¡¿?!
-No lo dudo ni un momento en incorporarse de golpe mientras tomaba aquellas tijeras de jardinería y con ellas amenazo firmemente al forastero-
Te equivocas, ella es tan solo una leyenda ahora, ella a…muerto.
-Retrocedió con cautela- le ruego que retire y jamás regrese, nunca.
El arcano se sorprendió ante el como la mujer se levantó lentamente tomando esas filosas y verdaderamente peligrosas tijeras de jardinería, alzó las manos lentamente mientras le miraba fijamente a los ojos, no quería que pensará que era amenaza o algo similar, sintió una punzada en el pecho al escuchar aquellas palabras, nunca había sentido aquella pulsación de dolor en su vida, sentí a como algo quería salir de su garganta pero los nervios le comían vivo.
-Se muy bien que aquella mujer perfecta jamas desaparecería...eres demasiado obstinada como para siquiera tratar...-
El arcano miro a su alrededor y mostró su colmillo que brillo y el disfraz se anuló dejando ver quien era, no había nadie más aparte de ellos dos.
-al fin...te eh encontrado, pero descuida...no vengo a llevarte cautiva...quiero hablar...-
Cuando aquellos ojos jade se rencontraron con los ajenos una fuerte punzada de dolor avivo en su corazón, aquella mirada lucia tan familiar y de alguna manera reanimaron el fuerte de latir de su corazón, cada vez más rápido con cada palabra, pero, no, no permitiría que aquellas palabras la endulzaran nuevamente, ya las había escuchado una infinidad de veces-
No necesito de tus adulaciones vacías y carentes de sentimiento…
-Cada palabra que escapaba de sus labios cargaba con una pesada realidad para ella misma, jamás digna de escuchar aquellas palabras sinceras de nadie, ni siquiera de a quien había condenado su corazón-
¡Tan solo lárgate o te arrepentirás!
-Advirtió alzando el filo de aquellas tijeras de jardinería en alto hasta el extraño de forma amenazante-
¡No intentes ningún truco conmigo!
-Advirtió apenas lo noto moverse, pero lo que fue revelado frente a sus ojos fue demasiado para afrontar-
…William…
-Aquellas palabras escaparon al igual que aquellas tijeras de jardinería resbalaba de sus manos- No…Ni siquiera debiste molestarte en encontrarme.
-Retrocedió esta vez mas, era evidente que no confiaba en sus palabras y no permitiría que aquellas palabras la arrastraran de nuevo hasta el-
Pierdes tu tiempo aquí, no hay nada para ti…corre a otros brazos a buscar consuelo porque yo no te lo daré, esos días acabaron.
-Aparto la mirada dolida, no podía asegurar que era lo que causaba tanto pesar a su corazón, el apreciar en el estado en que se encontraba ante a ella o únicamente su presencia-
Sus manos temblaron al igual que sus labios, el miedo se estaba apoderando de aquel que ocasionaba terror a los arcanos, era como si reviviera sus propias pesadillas en carne propia Nameless estaba decidida a no encararlo aun cuando el solo deseaba hablar con ella, pero el simple hecho de que aquello suaves tersos labios rosados expresaran una sola palabra. “—William—“ Lo hizo estremecer, su piel se erizo y como si las llamas avivaran su corazón no le importo nada, camino decidido y le tomo de la mano cuando trato de alejarse y escapar, retrocedia alejando su ser de el.
—Se que no tienes razones para confiar en mi o en lo que diga…pero no puedo pasar un solo dia en el cual no me remarque a mi mismo el error que eh cometido al siquiera mirar a alguien mas…no soy una persona buena y lo eh sabido desde el inicio de mi vida…perdóname por que se que te he fallado, perdóname por que aun te amo…aunque tu no lo creas asi, aun cuando crees que mis palabras son polvo y ceniza, aun cuando veas que soy un estúpido coqueto con otras mujeres…amor te pido que me perdones…yo…yo realmente estoy enamorado de ti y si…lo que me han remarcado desde tu partida es totalmente cierto…—
Trago en seco mientras su mano rodeaba la suave y tersa mano de la mujer, no le importaba nada…no le importaba el riesgo que estaba pasando al encontrarse con ella, ni siquiera le importaba el hecho de que muy probablemente recibiría una fuerte bofetada por la mujer, quería estar ahí con ella pues aquella dama era quien lavaba sus pecados y lo hacia sentir como alguien completamente normal, como alguien vivo y no alguien que fue un error por haber nacido, bajo la mirada y entrelazo sus dedos con los contrarios hasta claro donde le fue permitido, temblaba nervioso pero alzo la vista y la miro nuevamente a los ojos.
—Nameless…perdóname por querer estar siempre a tu lado, por atosigarte con mi compañía y sentir, por desear siempre sentir las melodías de tu voz en mis oídos, por enamorarme y ahogarme con tus calidos besos…por tenerte atrapada y desearte siempre entre mis brazos, por desear tapar tu boca con la mia…por querer estar haciéndote cosas inimaginables, por querer estar haciéndote el amor a cada instante y no solo tener relaciones por lujuria, por llorar tu ausencia cuando te fuiste de mi lado…por sentir pasión cuando te mire, por todo el daño que te hice…te pido perdón…mi perfumada flor….—
Expreso acercándose a ella mientras seguía hablando, quería sacar todo lo que alguna vez no pudo hacer, no había bebido y se podía notar completamente por su vestir, cuando bebia solia estar muy desaliñado.
—Disculpa por haber llegar a amarte tanto y no se como decir en realidad que te amo…lamento las muchas cosas que hago y te han perjudicado, pero yo se que te amo y aun cuando tu no me creas…con que lo sepas eso es lo que me basta, soy asi como me vez, soy el error, tus lagrimas…soy el susurro de tu pasado también, tu dolor…pero al igual que tu sientes todo aquello o creo que lo sientes, yo lo siento igual…sin ti muero Nameless…no puedo dejar de pensar en ti, no puedo dejar de sentirme triste, soy un mar solo y vacio hasta que tu llegaste..como una isla llena de flores que le dieron color a mi oscuridad…extraño cuando veíamos juntos los atardeceres y mirar la luna, extraño deslizar mis dedos en tu pelo como con el rosar de tus labios con los mios nos inundaba y sorprendia el amanecer…—
Hora: Anochecer
Participantes: Nameless y William Tolkien/ The Torturer
Era ya algo tarde para que los pequeños arcanos salieran en busca de aventuras o juegos, pero era demasiado temprano para aquellos que degustaban de actividades mucho más mayores para los jóvenes, entre todos los carteles de “Se Busca” el arcano conocido como The Torturer ya había dejado huella y la ciudadela era algo riesgosa de visitar sin un buen disfraz, por suerte la magia estaba de su lado y había cambiado drásticamente su aspecto aunque fuera por solo quizá unas horas, buscando información respecto a una persona…solamente una y nada más, Nameless…era la mujer de su vida y ponía a su corazón como un caballo desbocado ¿Por qué? No lograba comprender como era posible que desde que ella había escapado de su navío, sentía una desesperación enorme de encontrarla, mas con los eventos de la luna roja, aun su brazo izquierdo estaba severamente dañado por la pelea que tuvo con las criaturas de ceniza, el encuentro con uno que otro arcano de oscuridad; La luna roja era algo que tuvo que enfrentar sin temor en la búsqueda de la mujer a la que había amado por mucho tiempo.
Un rumor recorrió hasta sus oídos, el dragón se había enterado de que había sido vista una mujer de belleza extraordinaria, más que cualquier arcana existente, cabellos castaños y ojos color jade, además de un lindo lunar en el rostro, indudablemente era la mujer que estaba buscando, sus ropajes llenos de hollín por las actividades en el mercado que hacía para enmascarar su verdadera identidad se movían con rapidez, se movía cual alma que lleva el diablo de la necesidad por verle de nuevo, ver esos tan profundos e hipnotizantes ojos.
Su rosa de jade…
Una vez que llego al lugar donde se corrían aquellos rumores el hombre de cabellos “Azabache” respiraba ligeramente agitado, necesitaba verla rogaba a los dioses que si fuera ella, esperaba que estuviera a salvo, que no tuviera nada de nada, estaba preocupado por ella, porque le fueran hacer daño por su…su culpa, varios sabían que la joven Nameless estaba ligada a las acciones del pirata, suspiro pesado y cuando alzo su mirada…ahí estaba.
—Nameless…—
Dijo con un tono notable, su voz era muy embelesada, como si fuera un milagro encontrarla, una sonrisa escapo de sus labios, su voz en esos momentos ya era muy reconocible por quienes lo conocían como ella.
Habían sido días oscuros llenos de tormento una vez la Luna Roja se alzó sobre el cielo, despertando en cada ser oscuro su verdadera naturaleza, aquella salvaje sed de sangre que tanto contenían; fue un día tan inoportuno en la que la joven ninfa había partido, abandonando así a aquella persona por quien alguna vez sintió poder tener la oportunidad de amar de nuevo, pero había puesto los pies en la realidad, ahora no era la única mujer existente, los ojos de Capitán habían sido cautivados por una bella doncella y aunque siempre supo que aquel momento llegaría eso no lo hizo menos doloroso de lo que pensó, siempre había sido una pieza de chatarra bañada en oro e inevitablemente seria remplazada por una mejor, después de todo la avaricia de una Dragón es bien conocida.
Intrépida y audaz se aventuró a explorar las nuevas tierras desconocidas; sentir la tierra rebosante de vida tocar sus pies desnudos por primera vez después de tanto tiempo cautiva había sido un deleite sin igual, había recuperado el color que antes juraba había perdido durante todos aquellos años, se sentía tan viva, pero, a pesar de ello aquella amarga sensación sobre su pecho jamás se desvaneció, perduro por siempre.
Había logrado asentarse en la Ciudadela y conseguido con ello un trabajo de jardinería bajo un falso nombre que jamás le pertenecería después de todo siempre seria “la doncella sin nombre”; sus viejas memorias lograron arrancar un triste suspiro de sus labios un suspiro que se vio irrumpido por una voz ajena que la sorprendió al llamarla por aquel nombre-
¡¿?!
-No lo dudo ni un momento en incorporarse de golpe mientras tomaba aquellas tijeras de jardinería y con ellas amenazo firmemente al forastero-
Te equivocas, ella es tan solo una leyenda ahora, ella a…muerto.
-Retrocedió con cautela- le ruego que retire y jamás regrese, nunca.
El arcano se sorprendió ante el como la mujer se levantó lentamente tomando esas filosas y verdaderamente peligrosas tijeras de jardinería, alzó las manos lentamente mientras le miraba fijamente a los ojos, no quería que pensará que era amenaza o algo similar, sintió una punzada en el pecho al escuchar aquellas palabras, nunca había sentido aquella pulsación de dolor en su vida, sentí a como algo quería salir de su garganta pero los nervios le comían vivo.
-Se muy bien que aquella mujer perfecta jamas desaparecería...eres demasiado obstinada como para siquiera tratar...-
El arcano miro a su alrededor y mostró su colmillo que brillo y el disfraz se anuló dejando ver quien era, no había nadie más aparte de ellos dos.
-al fin...te eh encontrado, pero descuida...no vengo a llevarte cautiva...quiero hablar...-
Cuando aquellos ojos jade se rencontraron con los ajenos una fuerte punzada de dolor avivo en su corazón, aquella mirada lucia tan familiar y de alguna manera reanimaron el fuerte de latir de su corazón, cada vez más rápido con cada palabra, pero, no, no permitiría que aquellas palabras la endulzaran nuevamente, ya las había escuchado una infinidad de veces-
No necesito de tus adulaciones vacías y carentes de sentimiento…
-Cada palabra que escapaba de sus labios cargaba con una pesada realidad para ella misma, jamás digna de escuchar aquellas palabras sinceras de nadie, ni siquiera de a quien había condenado su corazón-
¡Tan solo lárgate o te arrepentirás!
-Advirtió alzando el filo de aquellas tijeras de jardinería en alto hasta el extraño de forma amenazante-
¡No intentes ningún truco conmigo!
-Advirtió apenas lo noto moverse, pero lo que fue revelado frente a sus ojos fue demasiado para afrontar-
…William…
-Aquellas palabras escaparon al igual que aquellas tijeras de jardinería resbalaba de sus manos- No…Ni siquiera debiste molestarte en encontrarme.
-Retrocedió esta vez mas, era evidente que no confiaba en sus palabras y no permitiría que aquellas palabras la arrastraran de nuevo hasta el-
Pierdes tu tiempo aquí, no hay nada para ti…corre a otros brazos a buscar consuelo porque yo no te lo daré, esos días acabaron.
-Aparto la mirada dolida, no podía asegurar que era lo que causaba tanto pesar a su corazón, el apreciar en el estado en que se encontraba ante a ella o únicamente su presencia-
Sus manos temblaron al igual que sus labios, el miedo se estaba apoderando de aquel que ocasionaba terror a los arcanos, era como si reviviera sus propias pesadillas en carne propia Nameless estaba decidida a no encararlo aun cuando el solo deseaba hablar con ella, pero el simple hecho de que aquello suaves tersos labios rosados expresaran una sola palabra. “—William—“ Lo hizo estremecer, su piel se erizo y como si las llamas avivaran su corazón no le importo nada, camino decidido y le tomo de la mano cuando trato de alejarse y escapar, retrocedia alejando su ser de el.
—Se que no tienes razones para confiar en mi o en lo que diga…pero no puedo pasar un solo dia en el cual no me remarque a mi mismo el error que eh cometido al siquiera mirar a alguien mas…no soy una persona buena y lo eh sabido desde el inicio de mi vida…perdóname por que se que te he fallado, perdóname por que aun te amo…aunque tu no lo creas asi, aun cuando crees que mis palabras son polvo y ceniza, aun cuando veas que soy un estúpido coqueto con otras mujeres…amor te pido que me perdones…yo…yo realmente estoy enamorado de ti y si…lo que me han remarcado desde tu partida es totalmente cierto…—
Trago en seco mientras su mano rodeaba la suave y tersa mano de la mujer, no le importaba nada…no le importaba el riesgo que estaba pasando al encontrarse con ella, ni siquiera le importaba el hecho de que muy probablemente recibiría una fuerte bofetada por la mujer, quería estar ahí con ella pues aquella dama era quien lavaba sus pecados y lo hacia sentir como alguien completamente normal, como alguien vivo y no alguien que fue un error por haber nacido, bajo la mirada y entrelazo sus dedos con los contrarios hasta claro donde le fue permitido, temblaba nervioso pero alzo la vista y la miro nuevamente a los ojos.
—Nameless…perdóname por querer estar siempre a tu lado, por atosigarte con mi compañía y sentir, por desear siempre sentir las melodías de tu voz en mis oídos, por enamorarme y ahogarme con tus calidos besos…por tenerte atrapada y desearte siempre entre mis brazos, por desear tapar tu boca con la mia…por querer estar haciéndote cosas inimaginables, por querer estar haciéndote el amor a cada instante y no solo tener relaciones por lujuria, por llorar tu ausencia cuando te fuiste de mi lado…por sentir pasión cuando te mire, por todo el daño que te hice…te pido perdón…mi perfumada flor….—
Expreso acercándose a ella mientras seguía hablando, quería sacar todo lo que alguna vez no pudo hacer, no había bebido y se podía notar completamente por su vestir, cuando bebia solia estar muy desaliñado.
—Disculpa por haber llegar a amarte tanto y no se como decir en realidad que te amo…lamento las muchas cosas que hago y te han perjudicado, pero yo se que te amo y aun cuando tu no me creas…con que lo sepas eso es lo que me basta, soy asi como me vez, soy el error, tus lagrimas…soy el susurro de tu pasado también, tu dolor…pero al igual que tu sientes todo aquello o creo que lo sientes, yo lo siento igual…sin ti muero Nameless…no puedo dejar de pensar en ti, no puedo dejar de sentirme triste, soy un mar solo y vacio hasta que tu llegaste..como una isla llena de flores que le dieron color a mi oscuridad…extraño cuando veíamos juntos los atardeceres y mirar la luna, extraño deslizar mis dedos en tu pelo como con el rosar de tus labios con los mios nos inundaba y sorprendia el amanecer…—