Post by Martina on Apr 25, 2018 22:37:42 GMT
El dia era bastante soleado, Martina había decidido visitar el oeste de la isla y termino en territorio del templo de la primavera. Llevo su mano a su bolsillo para sacar una brújula para asegurarse iba en la dirección correcta, se trataba de una zona nueva y solo conocía el camino hasta el templo, había escuchado mucho sobre aquel lugar llamado Aqualia y sabia podía encontrar objetos valioso en él. El césped tan verde del bosque de las hadas pronto fue remplazado por roca y arena, después de caminar bastante se encontraba ya en las playas antes de empezar el dominio de Aqualia.
El lugar hacia honor a su nombre, el agua era cristalina y la arena era muy fina, era una pena no se encontrara ahí con motivos recreativos de otra forma ya estaría tumbada en la arena o jugando en el agua. Debía encontrar materiales para trabajar, la arena le vendría bastante bien así que se llevaría un poco de ella, debería visitar a un herrero para que le elaborara pequeños objetos de vidrio con ella, articulos que usaria para su practica de artesana. Pero no parecía haber coral o restos de objetos marinos por ahí. Debía acercarse mas al agua, sus botas le estorbaban así que fue hacia unas rocas para tomar asiento y quitárselas. De ver a algún lugareño aprovecharía para preguntar sobre el área, lamentaba no haber traído consigo algún sombrero o algo para protegerse del sol, si se daba prisa seguro no tardaría mucho en encontrar los materiales. Con sus botas en una mano se apresuró a ir a la orilla del mar, el agua era tan clara podría fácilmente ver si había trocitos de coral o algún otro objeto por ahí. Se inclinó un poco sobre la altura del agua y mantuvo su mirada fija en el agua.
El lugar hacia honor a su nombre, el agua era cristalina y la arena era muy fina, era una pena no se encontrara ahí con motivos recreativos de otra forma ya estaría tumbada en la arena o jugando en el agua. Debía encontrar materiales para trabajar, la arena le vendría bastante bien así que se llevaría un poco de ella, debería visitar a un herrero para que le elaborara pequeños objetos de vidrio con ella, articulos que usaria para su practica de artesana. Pero no parecía haber coral o restos de objetos marinos por ahí. Debía acercarse mas al agua, sus botas le estorbaban así que fue hacia unas rocas para tomar asiento y quitárselas. De ver a algún lugareño aprovecharía para preguntar sobre el área, lamentaba no haber traído consigo algún sombrero o algo para protegerse del sol, si se daba prisa seguro no tardaría mucho en encontrar los materiales. Con sus botas en una mano se apresuró a ir a la orilla del mar, el agua era tan clara podría fácilmente ver si había trocitos de coral o algún otro objeto por ahí. Se inclinó un poco sobre la altura del agua y mantuvo su mirada fija en el agua.