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Post by William Tolkien on May 2, 2018 1:54:00 GMT
Era un día tranquilo y soleado, las olas chocaban contra las múltiples rocas de la isla de Mirovia, no era de sorprenderse que en los pueblos y villas había una paz inimaginable, o eso era antes de que los piratas llegaran a las tierras, saqueando todo a su paso, matando inocentes, robando mujeres y niños como rehenes, el pirata conocido como The Torturer hacia honor a su nombre, pues ni una sola alma salía convida o entera del barco que solo pocos conocían en persona, eran contados los arcanos que han visto aquel navío pero incapaces de contar la ubicación en su totalidad…pasaron meses donde no hubo rastro de los piratas, como si hubiesen desaparecido de Mirovia ¿la razón? El capitán estaba demasiado herido desde su enfrentamiento contra uno de los arcanos más poderosos de Mirovia Beltaine Waters…ese era el nombre del maldito bastardo que se había dignado a hacer frente y enfrentado ferozmente, pero el capitán no se había quedado atrás, algunos arcanos miraron las heridas del Kelpie al volver a la costa, al volver con los suyos una vez más demostrando que estaba verdaderamente herido por el pirata, mas no se rendiría, pues había un precio por la cabeza del mismo…carteles con el nombre y recompensa estaban por toda la ciudadela sin embargo carecían de imagen para saber quién era ese pirata. Los rumores de que había reclutamiento para el clan de los surcadores de Jörmundgander se hicieron presentes en toda la tierra Miroviana, sin embargo ¿Quién sabría aquella información? ¿Quién era aquel que podría guiar a algún arcano hasta las puertas del escondite de la serpiente? Tendrían que encontrar a aquel que les brindaría la información necesaria...
Los rumores de ese clan o más bien quien podría saber aquello era alguien cerca de la taberna del dragón ahogado, un arcano que tenía una extraordinaria habilidad con el fuego, nadie sabía su nombre pero se decía que danzaba para las mujeres y hombres como entretenimiento y aquel que le dijera la palabra secreta sabría la información que necesitaba, aunque unos tragos y mirvos servían de igual manera.
Era tarde, un arcano caminaba por los pasillos empedrados hacia la taberna, su aspecto no era tan diferente al de cualquier arcano joven, cabello oscuro cual alas de cuervo, ojos verdosos, prendas de en lugar de marinero eran de un traga fuegos y eso específicamente era, un traga fuegos que danzaba y manejaba su arte frente a los arcanos que salían ebrios de la taberna, el muchacho llevaba sus varas de metal, telas y botellas con algunos incendiarios que utilizaba para su espectáculo.
— ¡Arcanos y Arcanas! ¡Jóvenes y Mayores! ¡Vengan acérquense sin temor porque yo voy a mostrarles que es posible lo imposible! ¡Sin grimorio ni habilidades raciales, yo una serpiente marina les voy a demostrar que puedo crear fuego y controlarlo a voluntad!—
Exclamo con emoción mientras los arcanos se acercaban para mirar el espectáculo, el joven de cabello azabache comenzó a hacer piruetas mientras frotaba sus manos, soplando una, dos , tres veces y de pronto sus manos tomaron un color rojo intenso como el metal al rojo vivo causando que el fuego emanara de sus manos, una vez hecho esto los arcanos miraban curiosos y sorprendidos, para así el delgado joven tomo la barra de metal y comenzó a encenderla en fuego dando saltos, piruetas y giros variados, todo un verdadero arte en el manejo del fuego sin ser un arcano con esa habilidad racial.
¿Qué deparara el futuro para aquel que se le acerque al informante?
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Post by Beltaine Waters on May 2, 2018 2:47:47 GMT
Cuando las puertas del ayuntamiento se cerraron, la busqueda por la cabeza del capitan de los surcadores de Jörmundgander comenzó. Siguiendo un vago rastro, el equipo formado por Lastan Lightmoon, Beltaine Waters y Zykeor de los guardias civiles se separó, quedando el Kelpie por su cuenta.
No era una tarea sencilla reunir información cuando se cazan cabezas, menos siendo inexperto en la tarea de la persecución, pero Beltaine tenía sus metodos propios, pero para ello debía pisar un lugar que casi no frecuentaba, y de camino ahí pasó junto a un tablón de anuncios de donde arrancó el cartel de recompensa de Torturer sin hacerlo pedazos y lo guardó en el bolsillo de su pantalón. El cielo de la tarde mostraba bellos colores cálidos al contraste de los vientos templados que pronto se volverían fríos al caer la noche. Muchos arcanos salían a estas horas a pasear por la ciudadela y su pintoresco ambiente jovial. Con tantos arcanos alrededor, Beltaine aumentó su percepción al abrir más sus aletas craneales antes de entrar a la taberna del dragón ahogado.
-Boris -Dijo al abrir la doble puerta con su cuerpo, la cual era tan alta que no necesitaba agacharse para pasar. El barista al voltear lo saludo con la cortesía de siempre, dándole un simple gesto con la mano sin importarle si decidía pasar o no.
-Lo de siempre? -Un enorme tarro de cerveza espumosa se deslizó por la barra hasta chocar con la mano de Beltaine quien la recibió sin queja alguna.
-Lo dices como si viniera aquí seguido.
-Así era antes de que Lysander Velfast se hiciera soberano, ahora hasta parece que te da alergia el alcohol -Y no se equivocaba, pero no era más que su afán de proteger al pueblo lo que le impedía divertirse, dentro de sí sabía que Lysander Velfast tramaba algo, pero ahora tenía asuntos más importantes que atender que vigilar los movimientos de quien vive encerrado en su castillo. Boris limpiaba los tarros con un paño que todos rezaban estuviese limpio- ¿Que te trae por aquí? ¿Cazando cabezas?
-Sigue así y pensaré que eres profeta -Respondió tras tomar la cerveza de golpe y estrellar el tarro contra la superficie de la barra sin romperlo pese a la brusquedad- ¿De casualidad no sabrás el paradero de los surcadores de Jörmundgander?
Al escucharlo, Boris revisó los alrededores, pero Beltaine le hizo la señal de que se calmase, pues no había en el bar más que los clientes de siempre. La calma del Kelpie se debía a que había memorizado la especie de cada uno de los piratas del pelirrojo durante la fiera batalla que tuvieron, y todos los clientes de la taberna por el momento eran ajenos a sus memorias, nada más que un minotauro, tres goblins y un tritón eran quienes consumían el delirante néctar que solo se conseguía en la taberna.
-En el exterior hay alguien que podría saber algo -Dijo acercandose al Kelpie casi susurrándole a las aletas- Los piratas solían venir aquí una vez al mes pero desde hace un cuarto de año que ni un solo grumete pisa el tapete de bienvenida -Tomó el cuello del coat de Beltaine y lo jaló hacia él dirigiéndole su mirada de frustración enardecida- Si vas por la cabeza de Torturer más vale que no los envíes a todos a la carcel, ordenaron 3 toneladas de Licor y no han venido por sus barriles! se están fermentando Waters! -Chilló entre dientes para después soltarlo. Beltaine pasando la sorpresa salió fuera de la taberna tras dejar 15 Mirvos en la barra y apenas cruzar la puerta sus aletas detectaron el cambio atmosférico y la presencia de una serpiente marina por la plaza principal. No muy lejos de ahí un traga fuego hacía una demostración sorprendente, la proeza del dominio del fuego sin un grimorio ni habilidades raciales. Por como su sobrero estaba repleto de Mirvos de un publico asombrado, era bastante bueno. Beltaine se acercó a contemplar, mezclándose inútilmente entre la multitud, incluso desde atrás sobresalía desde los hombros.
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Aagron
La Resistencia
"Con o sin Sol en los cielos, con o sin tormentas por delante. Este mi hogar, esta es mi gente"
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Post by Aagron on May 5, 2018 14:45:55 GMT
Así era como había sido, entonces.
Aagron había seguido al pirata que Moribundo, había huido de la choza en el bosque. El dragón había usado métodos para hacerle hablar que jamás en su vida se sentiría orgulloso de repetir. Le había golpeado tantas veces, que simplemente, por más que se hubiera lavado las manos mil y una veces, por más que también se hubiera lavado el rostro y se hubiera aseado tanto, aún podía sentir sobre su piel las salpicaduras de la sangre caliente del arcano. En ese momento no había notado la furia con la que obraba, no había notado la fuerza de sus propios golpes.
Aagron, al haberse fijado, se sintió inmundo. Su desesperación lo estaba convirtiendo lentamente en el sujeto que había jurado entregar a la justicia.
Pero había conseguido lo que había buscado: Información, una pista por la cual empezar, el informante a las afueras del Dragón Ahogado. Aagron se dirigió a la Taberna entonces luego de haber entregado al pirata a las autoridades, su vista no tardó en dar con el traga fuegos, aquel que entre la multitud realizaba trucos y hazañas que referían de mucha experiencia y resistencia. Entre el gentío, el dragón mantuvo sus ojos verdes enterrados en el hombre, prestaba suma atención a cada movimiento y a cada acción ¿Ese de verdad era el informante que le daría pistas sobre la tripulación de Jömundgander? Difícil de creer. Aplausos se hicieron presentes al final de su espectáculo. Él barrió los alrededores con la mirada. Reconoció a Beltaine entre la gente; difícilmente no lo reconocería con ese tamaño descomunal que tenía. No podía saludarle, su prioridad era otra.
Cuando la gente empezó a dispersarse, el dragón avanzó hacia el traga fuegos. Su arma estaba atada a su espalda
No había tiempo que perder.
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Post by William Tolkien on May 10, 2018 19:15:52 GMT
El hombre de cabellera azabache había terminado como lo que algunos dirían un verdadero campeón, no había nadie mejor que el para hacer tales actos en medio del público, sin duda era algo que le apasionaba hasta la medula espinal, pero en cuanto su mirada se alzó, rápidamente retrocedió alzando las manos, dejando caer el palo que traía consigo y los paños mojados que cargaba para guardarlos diciendo.
— ¡N-no me hagan daño por favor!— Más que nada por ver a un hombre que era quizá dos veces más musculo que él, más aun con el espectador que era incluso 3 cabezas más alto, que incomoda situación para el traga fuegos que apenas había terminado su jornada de trabajo, pero luego el muchacho noto que no iban en plan agresivo, suspiro un poco y sonrió para decir.
—Hey... ¿les gusto el espectáculo? Espero se hayan divertido ahora… ¿a qué debo el acercamiento?—
Expreso para levantar el sombrero con todos los mirvos y depositarlos en un saco pequeño de tela vieja, para mirar directo a los ojos del pelirrojo.
— William Tolkien es mi nombre, el mejor traga fuegos de toda Mirovia si me permiten presumir jajaja—
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Post by Beltaine Waters on May 14, 2018 22:25:30 GMT
El acto del tragafuegos era un espectaculo inusual incluso en una isla como Mirovia con una sociedad tan variada de arcanos y habilidades únicas en cada uno de ellos. Beltaine al alzar la mirada pudo reconocer a Aagron entre el publico, pero se abstuvo de saludarlo para irse acercando un tanto más al malabarista de las llamas que se alarmó en cuanto vio al Kelpie. Esto resultó extraño para el publico, aunque algunos pensaron que se trataba de algun tipo de plus en su acto, lanzando más Mirvos y prendas al sombrero junto al artista.
-Si... -Bel sostuvo la palabra, esperando a que los transeuntes se dispersaran un poco antes de continuar- Escuché que usted podría tener algo de información acerca del capitán de los surcadores del Jormungander.
Su frígida expresión señalaba cuan poco toleraría una dimisiva o lo que pudiera sospechar fuese una mentira.
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Aagron
La Resistencia
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Post by Aagron on May 17, 2018 14:49:38 GMT
Beltaine le había robado las palabras de la boca; el dragón miró al enorme arcano de reojo; por más que fuera alto el Kelpie le seguía llevando casi una cabeza de estatura siendo tan colosal como era. Solo tenía un problema en su forma de haber preguntado: Ese no era el mejor lugar del mundo para hablar al respecto. Aagron observó a Beltaine, por más que el Kelpie tuviera la capacidad de saber si había gente alrededor o no, el dragón no estaba dispuesto a hablar a plena luz en medio de la calle; una de sus manos se apoyó en el hombro del traga fuegos, a cuyo acto no se había mostrado impresionado en ningún momento, pues no difería de las cosas que solía hacer en el templo del verano cuando sus miembros aún permanecían unidos como hermanos.
—Aunque claro, puedes hablar más cómodo con una jarra de cerveza —fue lo que dijo— Yo invito la primera ronda.
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Post by William Tolkien on May 18, 2018 21:11:28 GMT
“Escuche que usted podría tener algo de información acerca del capitán de los surcadores del Jormungander”
Los ojos de aquella serpiente se afilaron ante esas palabras, rápidamente con uno de sus bastones y un trapo húmedo le sello la boca al Kelpie, era rápido muy rápido, para con su mano libre hacer una señal de silencio.
— ¡Shhhhhhhhhhh!—
Susurro.
— ¿Acaso quiere usted que nos asesinen esos piratas? ¿Estás loco o qué? ¿Quién pudo decirles eso? Sea lo que sea que aquel lunático quiera de mi o lo que ustedes quieran olvídenlo no me lio con esos hombres nunca más. —
Remarco mirando con enfado pero ¿miedo a su vez? Claro, no todos los arcanos que se hayan topado con el capitán de los Jormungander salían convida y seguramente él no era la excepción, estaba lleno de cicatrices, solamente ciertas partes del cuerpo yacían sin arañazos o marcas de algún tipo de torturas, cuando la mano de otro arcano, el pelirrojo, se mostró en su hombro que lo hizo saltar un poco del nerviosismo, William dirigió su mirada hacia el contrario mientras Beltaine tenía el palo con la tela en la boca aun.
— ¿Cerveza?...yo…la verdad no lo sé, ni siquiera los conozco además…tengo que reunir una gran cantidad de Mirvos o…—
Cerró los labios mirando a otra parte, quería tomar algo claro pero tenía como todos los arcanos sus propios asuntos, cuando escucho que sería invitada la primera ronda, el pelinegro comenzó a pensar un largo instante en silencio que en realidad solo fueron unos minutos cuando les dijo.
— ¿Realmente desean encontrar a aquel que ha causado tanto daño en Mirovia?...puedo darles la información que quieren pero…necesito un favor por su parte a cambio…—
Expreso alejando de la cara del Kelpie aquel palo y mirar a ambos arcanos, su mirada no expresaba mentira, sino una inmensa necesidad y tristeza, realmente traía algo pesado sobre sus hombros, para luego asentir ante los tragos.
—Bien…vamos adentro, no quiero arriesgarme a que haya oídos de pirata por aquí…la verdad no deseo volver a ese lugar…—
Expreso apretando su muñeca derecha incómodo y recoger sus pertenencias adentrándose a la taberna, el pelinegro camino con cuidado y revisando a cada arcano que había en dicho lugar, temeroso por encontrarse a esos hombres una vez más, no sabía quién podría ser un traidor, inclusive aquellos arcanos que deseaban información, se acercó a la mesa más alejada del lugar y tomo asiento donde no fuera visto con facilidad.
—Bien… ¿Cómo sé que ustedes no son piratas intentando engañarme? Digo perdonen que dude…pero no todos los arcanos son buenos, no últimamente como se han dado seguramente cuenta…—
Suspiro.
—Las cosas están muy locas en Mirovia…—
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Post by Beltaine Waters on May 20, 2018 7:48:26 GMT
el sabor del trapo mojado le llenó la boca con una desagradable y sucia sensación mientras su ojo evocaba un tic quizás demasiado tolerante, pero el traga fuegos parecía estar exagerando al hablar de los piratas, pues ellos no eran tan peligrosos como su cápitan que casi deja a Beltaine como carbón dominical de parrilla tras su duro enfrentamiento en la playa de aqualia. Más el resto de la tripulación eran solo grumetes que servían de marionetas a los ojos del Kelpie. Y al prestar más atención a las marcas del traga fuegos, estas le resultaron extrañamente familiares...
Afortunadamente no tenía que tratar de convencer por si solo al pirata. Aagron se había acercado también y al parecer ambos tenían la misma intención acerca de conseguir información sobre Torturer siendo la gran oferta del draconico el incentivo que movió a William Tolkien a la taberna junto con ellos. Una vez dentro, el tragafuegos temeroso de hasta su sombra ahora los miraba con sospecha culposa.
Beltaine se descubrió su hombro, revelando el tatuaje de sol blanco (casi nitido) que aún conservaba.
-Somos Cortesanos del Verano, mi nombre es Beltaine Waters -No sabía si era necesario presentarse, pues últimamente se había hecho a conocer por sus hazañas en toda la isla cuando solo hacía su deber para proteger su hogar- Solo deseamos mantener la paz en la tierra de Mirovia -Dijo enfocándolo con sus intimidantes pero determinados ojos, con la intención de espantar del tragafuegos cualquier duda o miedo que tuviese, de cierta manera, Bel también sospechaba de ese hombre, pero no estaba seguro del porque.
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Aagron
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Post by Aagron on May 20, 2018 23:45:45 GMT
Aagron miró a Beltaine en el momento en que los tres arcanos se sentaron en una de las mesas de la taberna. El dragón miró cómo el Kelpie mostró su hombro, la marca del orgulloso sol que le adornaba la piel clamando que eran miembros de la corte del verano, una corte que realmente, ya no existía y que había terminado de disolverse casi en su totalidad por más que Aagron hubiera intentado mantener a sus hermanos unidos. Ver el sol blanco sobre la piel de su camarada, provocó en el dracónico el impulso de llevarse la mano al hombro, el lugar donde él también seguía portando con orgullo el Sol de Mirovia. Aagron suspiró y realizó una seña al tabernero para que trajera una ronda de cerveza. Una vez con la jarra en la mano, le dio un buen trago. Respiró hondo y la bajó despacio. no iba a excederse bebiendo.
—Mantener a la gente de Mirovia a salvo es nuestra prioridad. —fue lo que le dijo— eso te incluye a ti, William —aseguró, sus ojos verdes se enterraron en el escupefuegos; su mirada siendo dura sin dudas. Estaba determinado a hacer lo que hiciera falta— Has de saber mejor que nosotros la amenaza que representa este hombre, dijiste que no quisieras volver allí ¿No? —le mencionó. El dragón suspiró, miró al informante de reojo y alzó la cabeza— Quiero enviarle a donde no pueda dañar a nadie más, de modo permanente. —Sentenció.
Si, estaba determinado a darle fin a Torturer por la justicia o por la espada. Por algún motivo, tenía la sensación de que la primera no sería opción.
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Post by William Tolkien on May 25, 2018 4:34:46 GMT
Ambos arcanos antiguos cortesanos del verano que darían su vida sin dudarlo por la tierra de Mirovia, William se acomodó los cabellos azabache mirando hacia otro lado…No sabía si creerles y se podía notar en su rostro pero al levantar la mirada noto como había determinación en sus ojos, tembló un poco pues conocía las consecuencias de lo que aquello significaría, le costaría un muy alto precio.
—Tienen a mi esposa y mis dos hijos. —
añadió luego de que aagron termino de hablar, dando un trago tembloroso a su tarro de cerveza mientras sus ojos se tornaban cristalinos, alzo su mirada para decir.
—Necesito reunir más de un millón de Mirvos de oro para que me permita recuperar a mi familia y vivir como un hombre libre, pero…tengo mucho miedo de que los maten antes de conseguir cumplirlo…si les ayudo, tengo mucho que perder personalmente…—
Expreso mientras miraba el tarro de cerveza, miraba el líquido frio y oscuro…trago en seco y alzo la mirada notando que no planeaban desistir, era ahora o nunca pensó…pero ¿podrían derrotarlos? Suspiro pesado y dijo.
—Ayúdenme a recuperar a mi familia…y yo les daré toda la información que se, lo último que escuche era que vendría por…Ron que estaba en la ciudadela, eh estado tratando de seguirles el paso, hasta donde recuerdo, llevan el cargamento de licor hacia la jungla de Shangri lax y envían todo hasta el lugar donde está el barco más preciado del capitán…—
Miro a todos lados una vez más, no deseaba decir demasiado en ese lugar aunque solitario, las paredes tenían muy buenos oídos ¿y si había algún informante ahí mismo? ¿Y si más bien ahí estaba algún pirata fingiendo ser un ebrio? No podía arriesgarse demasiado.
—También recuerdo la ubicación de donde guardan el cargamento de inclusive algo llamado pólvora…The Torturer lo utiliza para sus torturas explosivas, pero desea empeñarlo para hacer armas también, además es donde tienen encerrados a varios arcanos…seguro ahí tiene a mi familia cautiva, los llevo hasta ahí y me ayudarían a liberarlos por favor…—
Trago en seco y miro los tatuajes de los hombres mirando con ligero aire de esperanza.
—Eh cometido muchos errores en mi vida sirviendo a las personas equivocadas…muchas cosas de las que hice las pague con creces pero…—
Su mirada se llenó de esperanza encontrándose con los arcanos que parecía que llevarían el calor del sol a donde fuera.
—No quiero que mi familia pague por mis pecados…—
Saco de su bolsillo la bolsa donde había guardado los Mirvos y lo puso frente a los dos arcanos empujándolo hacia ellos.
—Por favor tómenlo como pago, realmente quiero que me ayuden a encontrar a mi familia, yo les daré lo que me piden, los llevare hasta donde hacen los embarques y ustedes podrán encontrar al hombre que buscan, una vez liberemos a mi familia...—
Expreso algo suplicante, necesitaba su ayuda así como ellos deseaban que les entregara más información del capitán de Bloddy Dragon, no era un mal trato en realidad, era un muy bueno, ojo por ojo…diente por diente.
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Post by Beltaine Waters on May 26, 2018 19:46:44 GMT
Escuchaba de brazos cruzados a la espera de que el traga-fuegos William aceptara contarles acerca del capitán de los surcadores de Jormungander, Y la información que obtuvieron les marcaba además un camino para continuar. Tal como había dicho Boris al inicio, los piratas venían de incógnito a la taberna por cantidades absurdas de licor que luego transportaban a la playa.
Pero la otra sustancia distinta del alcohol era desconocida para él. ¿Pólvora? fuese lo que fuese sonaba como algo peligroso e ilegal.
Aagron trataba con esmero de convencerlo de que podía confiar en ambos, pero el acróbata no parecía muy convencido al temer no solo por su seguridad, sino también de sus seres queridos. Bel lo entendía, también tenía a alguien que deseaba proteger por encima de todo. Pero un millón de Mirvos era una suma demencial que nadie podría aspirar a pagar por muy acaudalado que fuese en Mirovia. Esa cantidad simplemente no podría gastarse en la isla...En la isla.
Y poniendo su corazón en un puño, el traga-fuegos entregó la bolsa con los Mirvos que había reunido. Pero Bel la empujó con sus dedos de regreso a su dueño.
-La única gratificación que busco es ver a Torturer en una celda a cientos de metros bajo tierra -Expresó con sumo desinterés en el dinero, poniéndose de pie y estirando un poco su cuello- Queríamos la información para así poder encontrarlo, pero ahora ya sabemos donde está -Hizo una señal a Aagron con la cabeza declarando así que aceptaban la petición de William- Guíanos y nos ocuparemos del pirata.
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Aagron
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Post by Aagron on May 28, 2018 0:27:11 GMT
Un si le hubiera sido más que suficiente para saber que podía contar con una ubicación. Aagron miró a William, sus ojos se estrecharon realmente; No tenía muchas opciones por más que no confiara demasiado en la palabra del hombre. Aún así, se tragó su opinión, su expresión lo que mostraba era tristeza, pues aún si no podía contar con que cada palabra fuera cierta, tenía que ser convincente. Aagron extendió una mano, la colocó en el hombro del escupefuegos y luego de dar un par de palmadas, se puso de pie rebajando la jarra de cerveza entera de un solo tirón.
—Conserva tu dinero —fue lo que le dijo— Tú llévanos al barco, me es suficiente garantizar que ese mal nacido termine tras las rejas
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Post by William Tolkien on Jun 19, 2018 3:01:13 GMT
Las palabras y decisión de aquellos hombres eran digna de los más poderosos hombres sobre la tierra misma, el hombre de cabellera azabache y piel tostada sonrió asintiendo con agradecimiento hacia ambos hombres, para mirar a todos lados y decir bebiendo un poco más.
—No encuentro las palabras para expresar el agradecimiento que siento por su ayuda, les llevare hasta donde quieren pero deberá ser al anochecer, si partimos de aquí a caballo sin ser vistos, llegaremos hasta el lugar en quizá dos días de camino, es mejor así ya que vigilan el cielo y las aguas, no podemos arriesgarnos a que nos atrapen…—
Comento discretamente mientras miraba a los alrededores en la taberna, arcanos de muchas razas y tipos diversos pero ninguno parecía ser más allá de lo que podría venir siendo solo un borracho más o un trovador, estaban a salvo por ahora.
—Iré por provisiones y…algo para defenderme, les veré en la entrada de la ciudadela con los caballos listos…a juzgar por sus tamaños unos garañones serán…—
Intento bromear.
Así fue como el hombre se levantó y sonrió para irse rápidamente del lugar, lo más discreto que fuera posible, caminando por las estrepitosas calles llenas de gente, llenas de múltiples arcanos y múltiples soldados hasta llegar donde rentaban caballos para viajes, no tardo en conseguir un buen precio por tres caballos, luego obtuvo comida, provisiones y alguna que otra arma decente para el viaje, estaba nervioso, cuando corrió hasta la entrada y se dispuso a esperar, desde el encuentro habrían quizá pasado unas 3 horas hasta el atardecer, fue rápido, preciso y confiaba en que aquellos arcanos se presentaran ante él.
—….t-tienen que venir…en verdad… ¿serán héroes?...—
Expreso para sí mismo temeroso tomando a los caballos de las riendas para que no se alejaran aunque en uno de esos momentos el caballo más grande y alto levanto la cabeza alzando al muchacho del suelo.
— ¡H-Hey hey b-bájame anda!—
Decía moviendo sus pies tratando de recuperar el balance entre él y el suelo.
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Post by Beltaine Waters on Jun 22, 2018 3:30:00 GMT
Al igual que él, Aagron había rechazado el dinero, manteniendo los mismos ideales que los hicieron compañeros de corte. No estuvo muy complacido con la idea de salir más tarde, eso solo le daba tiempo a algún espía potencial de actuar y prepararles una emboscada. Claro, si es que había uno por el área. En la taberna solo había lo habitual, simples borrachos que se desvivían por inflarse de la bebida que los distraía del mundo. Al igual que ellos, parecía que William estaba preocupado por ser descubierto y castigado por los piratas. Pero no tenían opción, debían procurar su protección al mismo tiempo que daban caza a los piratas cuando menos se lo esperasen. Todo había sido acordado y ahora solo debían esperar el momento de partir.
-Caballos? yo no necesito uno -Repuso levantandose de la mesa después de que William se marchase -Algo me da mala espina con este chico, pero no se que es -Dijo rascándose la barbilla con escamas cuando le murmuró aquello a Aagron. Sería demasiado decir que guardaba sospechas a simple intuición, pero un mal presentimiento rondaba en su cabeza, esa misma sensación que suele invadir cuando cruzar por un lugar muy oscuro y desolado.
Pasadas las horas, se encontraron en el punto de reunión fuera de la ciudadela.
-No tenías porque traer un caballo para mi -En especial porque no existían caballos en Mirovia capaces de soportar el peso de Bel. Sería como cargar enormes piedras por un largo tramo. Era simple pensar que podría andar el solo al ser un Kelpie, pero trataba a su forma arcana de la misma manera en que trataba a su intimidad: Solamente la había mostrado en situaciones especiales o inusuales. Así que sin protestar tomó el caballo más grande que estaba levantando a William como si fuera un muñeco.
-Ohh, este es uno muy bueno ¿Es un pershirón? -Debía de serlo, no todos los caballos podían superar a Bel en cuanto altura, y este ejemplar de equino se alzaba desde la cabeza a 3 metros y medio del suelo. Con un brazo, Bel bajó a William al suelo y se situó a un lado del caballo, montandolo sin esfuerzo- ¿Como conseguiste uno tan grande? -Inquirió levantando una ceja ante la interrogante. Se veía que era un semental muy difícil de conseguir sin tener algún tipo de influencia.
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Aagron
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Post by Aagron on Jun 26, 2018 3:43:56 GMT
—Es lo mejor que tenemos, no podemos soltarlo. —fue su respuesta a Beltaine. El dragón escuchó lo que el Kelpie le había comentado al levantarse de la mesa. No iba a soltar la pista.
No confiaba en William, no confiaba un pelo en él y sin embargo se había dejado suavizar por la historia de la familia cautiva. El dragón respiró profundo al salir del bar, aire fresco en comparación al encierro que había dentro de la taberna que sin embargo disfrutaba visitar de vez en cuando; prefería mil veces más los exteriores que la ciudadela que para él era más como una boa apretando su cuerpo entre paredes y edificios. Sin embargo al pasar las horas, el ver a los caballos suspiró. Su mirar se enfocó en el gran semental que, por los dioses, era capaz de soportar al gigante que resultaba ser el kelpie. Aagron no prestó atención a esto, tomó el siguiente caballo y montó con maestría antes de dirigir la mirada a los otros dos hombres que le acompañaban. Era una buena pregunta a decir verdad, y por ende guardó silencio.
Si veía que las cosas se retrasaban sin embargo, cortaría el rollo. Si lograban salir antes de se quedaran sin luz de sol sería incluso mejor
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