Post by William Tolkien on May 26, 2018 21:02:18 GMT
La oscuridad invadía Shangri Lax, la cueva escondida entre maleza y vegetación, un vapor fétido, corrientes de viento, humo y llamas, sonidos terribles de los animales que habitaban allí mismo, el acceso a ella es difícil y peligroso algunos signos emplazados en las inmediaciones de la cueva como las estalactitas, peñascos de variaciones en tamaño, exponen quizá a ojos con suerte, que yacen en aquella gruta donde podía encontrarse el camino hacia el barco pirata del conocido Torturer, pero el caso de estos dos arcanos era muy diferente, un muchacho de cabellera fosca cual obscuridad con piel aceitunada, nariz algo larga pero no fina, labios delgados y ojos rasgados, con una complexión muy suave, fácil para escapatorias y desaparecer en lugares chiquillos para substraer mil y un tesoros, Kraven…ese era el nombre de ese muchacho con vestiduras pirata, el nuevo integrante de los surcadores de Jörmundgander bueno en realidad no era nuevo, solo que dada su forma física pasaba inadvertido entre los piratas, pero no debían subestimar a este pequeño arcano pues debajo de aquella fachada débil se escondía uno de los más despiadados Galagust de toda Mirovia, acompañado de un muchacho más alto, algo musculoso de melena ambarina con una barbilla marcada con apenas unos ligeros rastros de bello facial en esta, como cuando un hombre tomaba su navaja decidiendo afeitarse una mañana, este individuo portaba el nombre de Fafnir un fuerte Minotauro que hacia hasta lo inadmisible por obtener lo que ambicionaba sin necesidad de lograr a un combate, era un alma misericordiosa pero a final de cuenta daba resultados cuando era debido, estos dos habían recibido un trabajo del mismísimo capitán.
Capturar una familia entera para llevar acabo el tan asombroso plan contra arcanos, si bien no era una labor fácil, tenían que obedecer las órdenes y “levantar velas” hasta el lugar más próximo que era un poblado en medio de la selva, el Galagust con ímpetu sobre voló las tierras inspeccionando el follaje, no era difícil aunque tampoco era lo más sencillo pues los arboles eran frondosos y la posibilidad de que un depredador lo atrapara eran muy probables, pero afortunadamente no fue así, descendió tomando la forma sellada y miro al minotauro diciendo.
Kraven: — ¡Todo despejado! Los guardias de la ciudadela se han dispersado temprano esta noche, será como robarle un collar a la reina de china jaja— Se burló de una hazaña que el mismo había efectuado y todavía conservaba en el barco, mientras que palmeaba el hombro del mas tosco. —Tu turno grandulón. —
Fafnir: —No veo motivos para hacer un alboroto en el pueblo, será mejor buscar una manera más tranquila de tomar a los rehenes y retirarnos sin que se percaten de ello. — Dijo mirando a su compañero más bajo.
Kraven: — ¿y perdernos de la diversión? Recuerda que el capitán expreso que debíamos ser obvios esta vez ¿Qué mejor que un pueblo masacrado y toma de rehenes para hacer ver real su historia?, piensa cerebro de vaca— Remato para señalar el pueblo.
Fafnir: —Tienes razón, no hay alternativa…— Respiro hondo y tomo su forma verdadera, un corpulento Minotauro que bufo con notable fuerza, dejando caer su cuerpo directamente contra las paredes de las casas arcanas, no eran muy fuertes por lo cual no resistieron aquel impacto. —¡¡MOWWWWWW!!—
Horas de destrucción y peleas, una mujer y dos niños habían sido tomados como rehenes, los demás asesinados por el Galagust, cuando finalmente un hombre salió de los escombros, Kraven rápidamente puso su arma en la frente del arcano dispuesto a matarle cuando Fafnir dijo.
Fafnir: — ¡Espera!—
Kraven: — ¡Oh vamos Fafnir! ¡¿Ahora qué?!— Expreso en un berrinche.
Fafnir: —Déjalo vivir, ya cumplimos lo que el capitán pidió… ¿para qué matarlo? Estando en esa condición muy seguramente lo matara un depredador ¿no? No deberíamos herir a arcanos que ya se encuentran en un estado muy deplorable…—
Kraven: —…..— Mata al arcano.
Fafnir: —¡¡¡KRAVEN!!!¡¡ ¿POR QUE HICISTE ESO?!!— Expreso con enfado y sorpresa porque ni siquiera había terminado.
Kraven: —¡por que no dejabas de hablar! ¡Anda trae a la mujer y los críos que tenemos trabajo que hacer!, recolectare el oro y joyas, te veo en el túnel, más te vale no dejarlos escapar cerebro de vaca. —
Dijo para ir a saquear cuerpos y casas.
Pasaron quizá una o dos horas desde lo que había pasado, Fafnir esperaba paciente a su compañero mientras los niños y la mujer estaban inconscientes, no era raro que Kraven se tardara, pues revisaba hasta el último lugar para poder robar cosas brillantes, estas aves tan felices con objetos brillosos, así como los dragones, que lio…pero finalmente había llegado su compañero, así fue como tomaron todo y se dirigieron por el serpenteante y oscuro camino rocoso, entre túneles y pequeñas laderas, riscos y trepaderas, el olor a agua salada comenzó a inundar sus narices, finalmente ahí está, el intimidante barco Bloddy Dragon, cuyos mástiles, velas y cañones aterrorizaron los 7 mares.
El capitán se encontraba sentado en su camarote mientras bebía su tarro de cerveza, estaba relajado mirando los próximos planes para dejar su marca en los corazones de los arcanos, no era nada tonto, sabía que Beltaine Waters estaba tras su cabeza y más interesante aun, Aagron el “defensor” de los arcanos inocentes también se encontraba ahí…buscándolo, una sonrisa maligna se pintó en su rostro para levantarse y salir a cubierta, notando a los dos de sus lacayos con los prisioneros en brazos.
—Bien hecho muchachos, permítanme darles una última tarea, estos arcanos son un señuelo que…usaremos para atrapar a…”Los defensores de Mirovia” jaja….ahora si me disculpan debo ponerme mi mejor disfraz para la ocasión. —
Expreso sonriendo para mostrar el colmillo de cristal que ahora tenia gracias al arcano Beltaine Waters, este emano un brillo rojizo y su cuerpo comenzó a brillar enormemente mientras su cabello rojo creció y se tornó oscuro cual la noche y lacio cual cabello de las ninfas del océano, su piel tostada se tornó blanca, dándose cuenta de que sus cicatrices no se habían desaparecido,suspiro pesado para vestirse con ropajes mas simples y campesinos, tomando sus bastones para sonreír y decir.
— Es hora...de comenzar nuestra venganza—
Capturar una familia entera para llevar acabo el tan asombroso plan contra arcanos, si bien no era una labor fácil, tenían que obedecer las órdenes y “levantar velas” hasta el lugar más próximo que era un poblado en medio de la selva, el Galagust con ímpetu sobre voló las tierras inspeccionando el follaje, no era difícil aunque tampoco era lo más sencillo pues los arboles eran frondosos y la posibilidad de que un depredador lo atrapara eran muy probables, pero afortunadamente no fue así, descendió tomando la forma sellada y miro al minotauro diciendo.
Kraven: — ¡Todo despejado! Los guardias de la ciudadela se han dispersado temprano esta noche, será como robarle un collar a la reina de china jaja— Se burló de una hazaña que el mismo había efectuado y todavía conservaba en el barco, mientras que palmeaba el hombro del mas tosco. —Tu turno grandulón. —
Fafnir: —No veo motivos para hacer un alboroto en el pueblo, será mejor buscar una manera más tranquila de tomar a los rehenes y retirarnos sin que se percaten de ello. — Dijo mirando a su compañero más bajo.
Kraven: — ¿y perdernos de la diversión? Recuerda que el capitán expreso que debíamos ser obvios esta vez ¿Qué mejor que un pueblo masacrado y toma de rehenes para hacer ver real su historia?, piensa cerebro de vaca— Remato para señalar el pueblo.
Fafnir: —Tienes razón, no hay alternativa…— Respiro hondo y tomo su forma verdadera, un corpulento Minotauro que bufo con notable fuerza, dejando caer su cuerpo directamente contra las paredes de las casas arcanas, no eran muy fuertes por lo cual no resistieron aquel impacto. —¡¡MOWWWWWW!!—
Horas de destrucción y peleas, una mujer y dos niños habían sido tomados como rehenes, los demás asesinados por el Galagust, cuando finalmente un hombre salió de los escombros, Kraven rápidamente puso su arma en la frente del arcano dispuesto a matarle cuando Fafnir dijo.
Fafnir: — ¡Espera!—
Kraven: — ¡Oh vamos Fafnir! ¡¿Ahora qué?!— Expreso en un berrinche.
Fafnir: —Déjalo vivir, ya cumplimos lo que el capitán pidió… ¿para qué matarlo? Estando en esa condición muy seguramente lo matara un depredador ¿no? No deberíamos herir a arcanos que ya se encuentran en un estado muy deplorable…—
Kraven: —…..— Mata al arcano.
Fafnir: —¡¡¡KRAVEN!!!¡¡ ¿POR QUE HICISTE ESO?!!— Expreso con enfado y sorpresa porque ni siquiera había terminado.
Kraven: —¡por que no dejabas de hablar! ¡Anda trae a la mujer y los críos que tenemos trabajo que hacer!, recolectare el oro y joyas, te veo en el túnel, más te vale no dejarlos escapar cerebro de vaca. —
Dijo para ir a saquear cuerpos y casas.
Pasaron quizá una o dos horas desde lo que había pasado, Fafnir esperaba paciente a su compañero mientras los niños y la mujer estaban inconscientes, no era raro que Kraven se tardara, pues revisaba hasta el último lugar para poder robar cosas brillantes, estas aves tan felices con objetos brillosos, así como los dragones, que lio…pero finalmente había llegado su compañero, así fue como tomaron todo y se dirigieron por el serpenteante y oscuro camino rocoso, entre túneles y pequeñas laderas, riscos y trepaderas, el olor a agua salada comenzó a inundar sus narices, finalmente ahí está, el intimidante barco Bloddy Dragon, cuyos mástiles, velas y cañones aterrorizaron los 7 mares.
El capitán se encontraba sentado en su camarote mientras bebía su tarro de cerveza, estaba relajado mirando los próximos planes para dejar su marca en los corazones de los arcanos, no era nada tonto, sabía que Beltaine Waters estaba tras su cabeza y más interesante aun, Aagron el “defensor” de los arcanos inocentes también se encontraba ahí…buscándolo, una sonrisa maligna se pintó en su rostro para levantarse y salir a cubierta, notando a los dos de sus lacayos con los prisioneros en brazos.
—Bien hecho muchachos, permítanme darles una última tarea, estos arcanos son un señuelo que…usaremos para atrapar a…”Los defensores de Mirovia” jaja….ahora si me disculpan debo ponerme mi mejor disfraz para la ocasión. —
Expreso sonriendo para mostrar el colmillo de cristal que ahora tenia gracias al arcano Beltaine Waters, este emano un brillo rojizo y su cuerpo comenzó a brillar enormemente mientras su cabello rojo creció y se tornó oscuro cual la noche y lacio cual cabello de las ninfas del océano, su piel tostada se tornó blanca, dándose cuenta de que sus cicatrices no se habían desaparecido,suspiro pesado para vestirse con ropajes mas simples y campesinos, tomando sus bastones para sonreír y decir.
— Es hora...de comenzar nuestra venganza—