The End is The Begginging (Final Conner x Wolfeimer +18)

Dentro del baño y al cerrar la puerta dejó que su poder se manifestase de la manera en que nunca pudo hacerlo: Elementos, aquellas formas que nunca pudo imitar pero que tras su entrenamiento y enfoque durante sus largas sesiones de sexo y transformación con múltiples arcanos, había finalmente dominado su integridad. Claro que todas esas sesiones las había hecho junto a Wolfeimer, nunca más se aventuraría a experiencias eróticas por su cuenta, ahora era un hombre casado.

El aire de su brazo mutado abrió el grifo del agua, sus piernas se unieron a la bañera y de su cabello nació el fuego místico de un fenix, el resto de su cuerpo tomo la dureza del solido metal dorado, tan fácil de limpiar y pulir que en menos de 5 minutos había acabado de asearse.

-Estoy listo mi vida -Dijo abriendo nuevamente la puerta y apareciendo en esa forma casi divina que combinaba los cuatro elementos en su cuerpo, pero especialmente en su miembro viril donde su poderosa erección parecía más un arma mortal que un instrumento de placer.

Al ir caminando hacia su amado, los elementos se reunieron en su cuerpo y al unificarse recuperó su esencia natural, de cabellos rubios y ojos azules, desnudo y excitado, listo para abrazar a su esposo en el coito.

Conner ya estaba listo para la acción, su miembro fuerte y duro listo para dispararse a cortejar, pero antes de el acto principal, Wolfeimer lo sorprendió con un gesto romántico que no pudo realizar durante la boda, pero que guardó para ese momento intimo entre los dos. Conmovido, Conner se acercó abrazándolo y pasando su brazo sobre su cuello, se sentaron en la cama, el rubio deseaba mostrar cuanto quería compartir ese mismo sentimiento.

Esperar que esos momentos sean recordados por siempre.

-Y así lo serán, mira -Dijo mostrandole en su tableta la fotografía que había tomado, pues antes de casarse, Conner había grabado sus nombres en una roca junto al lago de las hadas, tan profundamente que ni el tiempo mismo lo podría borrar- Quizás sea algo cursi, pero cuando te conocí, me di cuenta de que quería grabar nuestros nombres en piedra, nunca pensé que esa iba a ser mi firma en nuestra acta de matrimonio -concibió sonriendo y besando efusivamente a su esposo.

Las mariposas serían testigos de todo el amor que juro con su boca y su cuerpo. Gota por gota fue escurriendo pre semen de la cabeza de su pene que se golpeaba entre las piernas de Wolfeimer para controlar esa loca compulsión por hacerle el amor. Y al bajar su mano, apretó con fuerza el bulto de la ropa interior de su amado.

-Aquí se siente apretado -Y de solo retirar un botón, la lencería salió volando, dejando a la vista el gran atractivo de Wolfeimer- He estado esperando por esto todo el día -Repitió bajando para comenzar a lamer la punta con su boca- Hoy, deja que yo te complazca, te amo.

Su lengua recorrió toda la extención de su exquisito miembro viril, desde la resbalosa punta hasta las suaves bolsas bajo su escroto las cuales chupó una y otra vez hasta que rojizas quedaron. Le gustaba, le encantaba escuchar sus gemidos y ver como enloquecía en cada suave estallido de placer que le provocaba con la lengua. Pero eran tan solo jugueteos.

Con el pulgar muy despacio dio giros circulares mientras lo masturbaba y chupaba con fuerza al mismo tiempo. Su garganta tan flexible y maleable podía albergar todo el mástil y casi tragarse también los testículos, y dentro de su boca, cientos de miles de pequeños apéndices vibraban para que ni una sola de sus células quedara aislada de las sensaciones que quería probar una y otra vez junto a él.

Trabajado solo con su boca logró meter sus brazos debajo de las piernas de Wolfeimer y con suma fuerza levantarlo para así caminar hacia la cama mientras seguía engullendo la dura verga de su amado. Y al llegar al nido de amor, lo soltó entre las mullidas sabanas.

Conner se relamió la primera carga de su amado y con ambas manos preparó su miembro que chorreaba de la excitación.

Intentaba retener las ansías de su miembro que recibía con excitante rubor el afecto que Wolfeimer le profesaba con su boca, lamiendo repetidas veces sus testiculos y provocando la transformación del rubio quien apenas una parte de su cuerpo cambiaba, intentaba retomar su forma, pero las plumas, escamas, garras, cuernos, piel, ojos, otras bocas e incluso más miembros seguían apareciendo cada vez más rápido como pestañeos.

Y se detuvo todo cuando escuchó de Wolfeimer que llevaba tiempo sin tocarse, todo por guardar energía para esta noche. Conner no pudo más y saltó sobre su esposo, frotando su miembro descomunal contra su entrada. El glande de su pene lubricó tanto que resbalaba tan solo al frotar, dando a la pareja la libidinosa sensación de estar flotando.

-Estoy seguro de que si -Aunque esta vez le costó un poco de trabajo meterlo. Otras veces había transformado su miembro en algo más fino y delgado para hacerlo crecer luego dentro de su novio, pero esta vez quería conservarlo tal y como estaba, forzando la entrada y compartiendo así la expresión carnal de su cuerpo con la de su amado. Pero no hubo dolor alguno, sus cuerpos se conectaron tan naturalmente que lo único que ambos pudieron sentir fue la irresistible sensación de finalmente estar juntos en cuerpo y alma.

-Te amo, te amo y no dejaré de repetirtelo, te amo!! -Y así sin esperar, Conner comenzó a moverse.

Una a una las estocadas estimulaban cada uno de sus zonas sensibles. Los pezones de Conner se levantaron tan duros que espantaban cualquier influencia del frío, una vez lo metió entero, aumentó aún más de tamaño y su pene escupió una buena carga de lubricante para moverse frenéticamente mientras besaba a su amado.

-Cachorro, nadie nos critica, estoy seguro de que Fauce tendrá malas experiencias con otros chicos, pero nuestro futuro, comienza hoy mismo -Le prometió mientras su miembro comenzaba a vibrar a voluntad del rubio quien se excitaba más al ver la hermosa transformación lupina de su esposo.

-Eres tan hermoso como puede ser un hombre -Afirmó compartiendo su alegría al transformarse en un Lycan de dorados cabellos y afelpado pelaje- Pero aquí empieza lo rudo -Aseguró dandole una fuerte nalgada a Wolfeimer.

Tal fue la intensidad de la nalgada que le dio, que le hizo eyacular. El semen caliente se pegaba a su pelaje que desapareció dejando desnudo su masivo pectoral, donde la leche de su amado escurría dejando humanos hilos y marcas pegajosas. Conner no se detuvo ahí y estocadas rápidas acompañadas de nalgadas cada vez más fuertes lo hicieron acabar dentro de Wolfeimer entre altos y abundantes gemidos.

-¿Que? Acaso ya es luna llena? -Preguntó sacando su miembro cansado y generando otro más en su pelvis que entró de golpe gracias a la preparación que el otro había tenido- De esta forma puedo hacerte el amor para siempre -Y devoró su boca entre furtivos besos donde sus colmillos se chocaban como si intentaran saborear más que sus lenguas.