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Post by Deleted on May 2, 2017 22:21:03 GMT
- B-Bueno... Había dicho que las iba a aceptar de vez en cuando. - Trató de hacerle entender que no iba taaaaan en serio en eso de obedecerlo, pero al ver el un resplandor momentáneo afuera causado un rayo, se retractó. - Pero ¿Sabes qué? Te voy a tomar la palabra por hoy, además me gusta estar contigo. - Dijo en un tono dulce para no hacer tan obvio que sólo se quedaba porque le daban miedo las tormentas eléctricas y apreciaba su vida como para salir a media calle con ese par de cuernos que bien podrían servir de pararrayos, aunque bueno... Para evitar ese peligro podría irse en su forma sellada, pero era mejor prevenir que lamentar.
-Además mañana tengo que prepararme para mi próximo viaje y ahora que lo pienso bien, estando aquí podría conseguir unas cuantas cosas antes de irme... Tú sabes... Sogas, una mochila nueva, provisiones... Y escribir un testamento por si acaso. - Murmuró lo último para no alarmar a Melfaron, el cual parecía estar concentrado en aquella mancha. Eira sólo sonrió tratando de disimular en caso de haber levantado sospechas y se concentró totalmente en la comida, la cual a su parecer sabía bastante bien... Aunque ya estuviera fría.
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Post by Melfaron Praoxhar on May 3, 2017 3:07:41 GMT
Esa parte de "me gusta estar contigo" le sacó una sonrisa ancha y honesta, pero no lo distrajo lo suficiente como para no notar que ese cambio de ánimo había sido muy brusco. Esperaba tener una larga conversación en onda tira-y-afloja, pero en lugar de eso Eira le había contestado tan melosa que simplemente era sospechoso. Arqueó una ceja, pero realmente no era un tema que quería discutir y mejor no puso objeción al respecto. La noche no iba a hacer más que empeorar... al menos el clima.
Lo que sí empeoró fue el pescado. Estaba completamente helado, y Melfaron entendió que Eira y él no tardarían mucho en empezar a temblar si no le daba un buen uso a la chimenea. Dicho y hecho, se excusó y se acercó hasta el fogón apagado.
- Tranquila, mon cheri, no es que quiera obligarte a quedarte... pero la tormenta se viene bastante fea y el frío no tardará en llegar -le habló mientras encendía el fuego-. ¿Qué clase de anfitrión sería si te dejara andar sola, a oscuras y toda mojada por los callejones del mercado? Lo que menos quiero en esta vida causarte molestia alguna... ma chère amie. Ninguna molestia seria, al menos, ya sé que mis bromas pueden ser odiosas.
Finalmente, un gran fuego iluminó la estancia con su luz y calor. Melfaron sacudió sus manos, limpiándose los restos de ceniza, y se volteó para sonreírle a Eira. No había dejado de escucharla. Volvió a la mesa.
- Comprar sogas, una mochila nueva, provisiones... ¿qué fue lo último que dijiste?
CRASH. Otro trueno. Al menos no habían ocurrido demasiado cerca uno del otro.
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Post by Deleted on May 3, 2017 3:52:34 GMT
Cuando Melfaron se paró a encender el fuego Eirá no pudo evitar seguirlo con la mirada, sonriendo notablemente al escuchar aquellas palabras que dejaban muy en claro que sería totalmente una grosería el rechazar pasar la noche allí, ya que realmente se notaba que sus palabras de preocupación eran sinceras. Era una pena que no pudiera acompañar a Nevraska en esa noche de tan mal tiempo, pero ya habrían otras ocasiones para pasar tiempo con ella.
- Aww... Te preocupas por mi, que lindo ~ - Respondió en el mismo tono meloso de antes, pero ésta vez había salido naturalmente, ya que era realmente tierno el que alguien se preocupara por ella (y no fuera su padre). Cuando escuchó como Melfaron repetía lo que decía y le preguntaba que que había dicho al último, la ninfa no tuvo de otra que pensar rápido en qué decir, ya que realmente creía que seria una mala idea el decirle que estaba planeando ir a Reapergate a pie, teniendo que pasar obligatoriamente por el bosque de los susurros... Sólo un loco entraría a ese lugar, pero bueno... Eira no estaba completamente cuerda. -Dije que... Que deberia disfrutar nuestro momento juntos... -
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Post by Melfaron Praoxhar on May 4, 2017 3:15:15 GMT
- Creí que estaba claro que los dos aquí somos lindos. - Melfaron se deshizo en sonrisas y gestos. No le importó que la comida ya estuviera fría y que pronto se les fuera a acabar la bebida, a la luz del fuego Eira se veía incluso más radiante que antes. Al menos algo bueno había salido de esa horrible tormenta.
Escucharla decir que debería disfrutar del momento que estaban compartiendo hizo que otra vez un extraño bichito le picara el cerebro. Oye, están ocultándote algo, parecía decir, pero nuevamente eligió ignorarlo. No es como si él fuera completamente honesto todo el tiempo para venir a reclamarle a Eira por una corazonada. Además, ¿qué podía pasar? Ya sabía que a la ninfa le gustaba irse de aventuras con Nev. - Pues, siendo ese el caso... es un honor disfrutar de vuestra compañía, bella dama -hizo un amago de reverencia estando sentado, con la mano en el pecho, como todo un caballero, pero la mueca burlona en los labios y los ojos como chispas no se los quitaba nadie.
Dejó la cena correr con normalidad y terminó su comida. Recogió su plato, se puso en pie y fue a hacer lo mismo con el de Eira (si es que ya había terminado, claro).
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