Post by Kaira Voll on May 20, 2017 21:07:41 GMT
Por fin, la vista desde esa altura era muchisimo más amplia, no podía contener la sonrisa. Miró a Tristán acercandose con cuidado para darle un abrazo, se sentía euforico, la belleza del enorme jardín lo tenía entusiasmado. - Sí, sí... -con su tableta arcana se dedicó a tomar fotografías de todo a su alrededor, incluso se atrevió a tomarle unas a Tristan porque sí. - A ver, sonríe... - ni siquiera esperó a que el unicornio posara.
Caminaba sobre la rama con cuidado de no resbalar, intentaba sostenerse de otras ramas para no caer. Tomó tantas fotografías como pudo. - Supongo será su secreto... - desde arriba observaba las extrañas flores, jamás había visto algo igual, le parecía fascinante. Después de un rato se sentó sobre el tronco dejando colgar sus piernas, había sido una buena noche, se sentía contento. - Muchas gracias por mostrarme esto... Es hermoso... - hablaba sin dejar de admirar el paisaje. - Aunque creo que ya debería irme... - voltearía a mirar a su amigo con una sonrisa radiante. - Ha sido una noche maravillosa... La mejor cita que haya tenido hasta ahora - y seguramente la única a decir verdad.
- No te preocupes por mi, conozco el camino. - se apresuró a decir al mismo tiempo que, de un salto, bajó de la rama. Bajar era mucho más fácil que subir. - Espero volver a verte pronto, ¡ve a visitarme cuando quieras, te estaré esperando! - Se despidió del bardo y sin más emprendió camino hacia la salida.
Caminaba sobre la rama con cuidado de no resbalar, intentaba sostenerse de otras ramas para no caer. Tomó tantas fotografías como pudo. - Supongo será su secreto... - desde arriba observaba las extrañas flores, jamás había visto algo igual, le parecía fascinante. Después de un rato se sentó sobre el tronco dejando colgar sus piernas, había sido una buena noche, se sentía contento. - Muchas gracias por mostrarme esto... Es hermoso... - hablaba sin dejar de admirar el paisaje. - Aunque creo que ya debería irme... - voltearía a mirar a su amigo con una sonrisa radiante. - Ha sido una noche maravillosa... La mejor cita que haya tenido hasta ahora - y seguramente la única a decir verdad.
- No te preocupes por mi, conozco el camino. - se apresuró a decir al mismo tiempo que, de un salto, bajó de la rama. Bajar era mucho más fácil que subir. - Espero volver a verte pronto, ¡ve a visitarme cuando quieras, te estaré esperando! - Se despidió del bardo y sin más emprendió camino hacia la salida.