Post by Gylfie Capps on May 4, 2017 6:47:08 GMT
El era como el sol...
Radiante, con un espíritu incansable y rostro sereno.
Se conocieron no por coincidencia ni destino, sus padres tenían puestas sus esperanzas en ambos ¿seria acaso demasiado para tan jóvenes potros? Como saberlo, ella no puso ninguna resistencia, le gustaba pensar que el se sentía igual de enamorado, aunque sus sonrisas siempre fueron de pura cortesía.
Cuanto mas pasaban los años, mas cerca podia sentir el día tan esperado en que quedarían unidos por siempre, siempre le fue solicita, se esforzó tanto por ser la mas bella de entre todas las yeguas de su grupo, que el estuviera feliz de verle al despertar cada mañana. Le dedico todos sus bailes, canciones que con una dulce y refinada voz le profesaba todo su amor. El le sonreía por decencia...
Al parecer solo una tonta no vería las señales, ella nunca fue buena con las sutilezas del lenguaje, vivía en un sueño.
Era esa clase de amor en la que uno confía ciegamente, esperando lo mejor, que te hace querer ver las flores porque te recuerdan esa única vez que te llevo de paseo, ese dulce pero peligroso amor que te hace creer que tu vida iniciara verdaderamente una vez estén juntos:
"No creo que lo comprendas Rhada. Nada de esto es lo que quiero para mi futuro, no quiero ser la cabeza de ninguna familia, no te quiero a ti ni tus tontas fantasias. Voy a pretender contigo que todo esta bien, pero no me obligues a fingir que te quiero...Porque no es así. Quiero ser libre"
...¿Que?...¿Libre, pero... tan amargo es aceptar los sentimientos de alguien mas? Crecieron juntos ¿porque este repentino odio? Tenia razón, no lo entendía.
Una semana antes de la boda el desapareció dejando a todos atrás, no se llevo nada consigo. Igual que el sol, su partida solo dejo obscuridad en su corazón; jamas espero encontrarle, a pesar de que la culpa le consumía, prefirió refinar su talento a manera de olvidar que no era suficiente para su amado, termino por dejar el hogar que el se negó a compartir con ella. Quien sabe, tal vez a esto se refería con ser libre...
No hay día que no piense en el... Mastani: dorado como el sol, de espíritu incansable.
"Donde quiera que estés, espero seas feliz..."
Radiante, con un espíritu incansable y rostro sereno.
Se conocieron no por coincidencia ni destino, sus padres tenían puestas sus esperanzas en ambos ¿seria acaso demasiado para tan jóvenes potros? Como saberlo, ella no puso ninguna resistencia, le gustaba pensar que el se sentía igual de enamorado, aunque sus sonrisas siempre fueron de pura cortesía.
Cuanto mas pasaban los años, mas cerca podia sentir el día tan esperado en que quedarían unidos por siempre, siempre le fue solicita, se esforzó tanto por ser la mas bella de entre todas las yeguas de su grupo, que el estuviera feliz de verle al despertar cada mañana. Le dedico todos sus bailes, canciones que con una dulce y refinada voz le profesaba todo su amor. El le sonreía por decencia...
Al parecer solo una tonta no vería las señales, ella nunca fue buena con las sutilezas del lenguaje, vivía en un sueño.
Era esa clase de amor en la que uno confía ciegamente, esperando lo mejor, que te hace querer ver las flores porque te recuerdan esa única vez que te llevo de paseo, ese dulce pero peligroso amor que te hace creer que tu vida iniciara verdaderamente una vez estén juntos:
"No creo que lo comprendas Rhada. Nada de esto es lo que quiero para mi futuro, no quiero ser la cabeza de ninguna familia, no te quiero a ti ni tus tontas fantasias. Voy a pretender contigo que todo esta bien, pero no me obligues a fingir que te quiero...Porque no es así. Quiero ser libre"
...¿Que?...¿Libre, pero... tan amargo es aceptar los sentimientos de alguien mas? Crecieron juntos ¿porque este repentino odio? Tenia razón, no lo entendía.
Una semana antes de la boda el desapareció dejando a todos atrás, no se llevo nada consigo. Igual que el sol, su partida solo dejo obscuridad en su corazón; jamas espero encontrarle, a pesar de que la culpa le consumía, prefirió refinar su talento a manera de olvidar que no era suficiente para su amado, termino por dejar el hogar que el se negó a compartir con ella. Quien sabe, tal vez a esto se refería con ser libre...
No hay día que no piense en el... Mastani: dorado como el sol, de espíritu incansable.
"Donde quiera que estés, espero seas feliz..."