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Post by Kaira Voll on May 7, 2017 9:07:10 GMT
Cada vez helaba más y comenzaba a re sentirlo; frotó sus manos para darse un poco de calor, aunque era inútil, quizás lo mejor sería irse ya, muy a su pesar pero... — ¿Qué? — sorprendido giró su cabeza hacia el tritón aceptando el gesto, le conmovió, pudo sentir como algo dentro de él se movió. — Gracias — tomó la tela de la capa y se envolvió como un ovillo, apenas mostrando su cara.
— ¿Sabes alguna historia? — quizás viviendo bajo el mar había cosas que contar, ¿habría monstruos marinos? ¿alguna aventura? Lo que sea, él quería conocer lo que era la vida del guardián de Aqualia, quizás no todo a detalle, pero saber en qué cosas hacía durante sus guardias... — Bueno... solo si quieres... — de nuevo sintió que se estaba tomando confianzas que no le correspondían. Calló por un largo rato debatiéndose mentalmente si hablar o no. No, sí, no... sí. Sí. — Quisiera... -pasó saliva dubitativo. — ... Conocer más de ti... — Ya estaba listo para que el otro o lo ignorara o se molestara. Guardando silencio, mordió su labio inferior acurrucándose junto al mayor. En su interior, aún agradecía que estuviera con bien.
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Atlas
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Post by Atlas on May 7, 2017 9:26:20 GMT
Sin quererlo, había conseguido que Kaira decidiera no irse ya. ( Eres un tonto. ) El unicornio se había acomodado de tal manera en que cualquiera que estuviese en su lugar, no desearía pararse. Era tanta tela cómoda y suave que para una persona del tamaño de Kaira bien podría ser una cama entera, una cueva para dormir. Le dió las gracias, pero Atlas no respondió.
El silencio continuó por un rato más, hasta que Kaira volvió a hablar. ¿Una historia? No solo iba a molestar su soledad sino que también exigiría un cuento? Atlas suspiró nuevamente, con molestia y pesadez. No pensaba hacerlo, no lo haría... ( Pero conoces muchas historias Atlas. Haz viajado y estado en casi todos los rincones del mar. ) Cerró los ojos , derrotado por sus propios pensamientos. ( Sé amable... )
Justo cuando no parecía que Atlas fuese a hablar más, el tritón levantó la cabeza hacia el horizonte y sin mirar a otro lado comenzó. - Hace mucho tiempo existió un pulpo. Un pulpo muy, muy pequeño que se había vuelto huérfano después del ataque de unos tiburones hacia su familia. El chiquito vagó sin rumbo alguno, triste y solo hasta que un día encontró a una ballena azul. A esa ballena no le gustaba la compañía... Prefería siempre estar sola, sin embargo, al ver al pulpo bebé, esta se apiadó de el y lo dejó quedarse a su lado. Viajaron, se hicieron grandes amigos´. Aprendieron mucho el uno del otro. Y cuando el pulpo lloraba por las noches extrañando a sus padres, la ballena le cantaba y arrullaba hasta que cerraba sus ojitos y se quedaba dormido. Sin embargo... conforme pasaba el tiempo ambos comenzaron a tener sus diferencias y... un día solo... - ( Eres un tonto. Imbécil. Deberías morirte ya. ¿Por qué comenzaste con esto? ) - Solo... - Un nudo en su garganta se manifestó de una manera dolorosa. Antes de que se diera cuenta, sus ojos ya estaban invadidos de agua que no provenía del mar, sino de lo más profundo de su corazón. Atlas volteó el rostro hacia otro lado para que Kaira no pudiese ver lo que estaba pasando. Ni siquiera su respiración podría delatar su llanto, pues ya había llorado tanto que las lagrimas simplemente salían sin sollozo alguno.
- Olvidé el resto de la historia. - Mintió.
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Post by Kaira Voll on May 7, 2017 9:54:31 GMT
Envuelto en la tela, sus ojos clavados en el espejo que mecía las estrellas sobre él. Estaba a nada de decir algún disparate pensando que el otro no accedería a relatar algún cuento pero se vio interrumpido por la historia que Atlas comenzó a contar.
Escuchó atento el triste relato. Era una ballena azul, solitaria, no, no podía tratarse de... claro que no. No quería pensar mucho por ahora, no quería hacer conjeturas por el momento aunque algo le inquietaba, ¿cómo era posible que no recordara el resto? Mordió su labio inferior sintiendose extrañamente preocupado. Kaira podría ser muy ingenuo pero no era tan tonto como muchos lo creen. Aún envuelto en la capa se puso de pie y dando un par de palmadas sobre su aleta le sonrió. — Está bien... a veces eso llega a pasar... — Sin más, extendió ambos brazos intentando abrazar lo más que pudiera abarcar de su aleta. — Si no lo recuerdas está bien... — No se dio por enterado que había llorado, tampoco podía estar seguro de qué la historia fuera real o no.
— Ya es tarde... Pero no quisiera irme... — Estar ahí con él le llenaba el corazón de alegría pero... no quería tampoco ser una molestia, por lo que se atrevió a volver a preguntar— ¿Quieres que me vaya? — sea lo que fuera que el otro respondiera no lo tomaría a mal, de hecho, estaba agradecido por permitirle pasar un rato tan ameno.
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Atlas
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Post by Atlas on May 8, 2017 6:32:26 GMT
Se llevó la mano al rostro para quitarse las lágrimas de una manera discreta, como si solamente estuviese pasando la palma para quitarse el sueño. Había sido verdaderamente un tonto por dejar que su boca hablase sin pensar bien lo ue quería decir. Esperaba que Kaira no pensara otra cosa de esa historia. Que la olvidara asi como el había pretendido olvidarla. El tacto el unicornio le hizo sentir otro tirón en su pecho. ¿Por qué reaccionaba de esa manera? Volvió a tragar saliva... Esto estaba muy mal.
Era tarde, en efecto. Sintió conflicto al tener que decirle que se fuera. ¿Qué se supone que harían el resto de la noche si el se quedaba? Atlas debía regresar al agua tarde o temprano. No era como si pudiese pasar todo el rato fuera. ( Quieres que se quede. ¿Pero para qué? Te gusta tu soledad, ¿no? ) Torció la boca, poniendo su mirada en otro sitio. - En el caso hipotético de que te quedaras...¿Qué se supone que harás?- Preguntó. Era una suposición, no una realidad... ¿Verdad?
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Post by Kaira Voll on May 8, 2017 6:55:20 GMT
¿Qué se supone que haría? Torció la boca buscando una respuesta...- simplemente estar contigo... -bajó la vista viendo hacia un punto fijo en la roca sobre la que estaba sentado. Sintió como le quemaban las mejillas, qué vergüenza... pero era la verdad, si se quería quedar era para estar con él, si no... ¿qué estaba haciendo ahí?
Recordó que el tritón aún estaba herido y debía descansar, de pronto comenzó a sentirse demasiado egoista. Sintió un golpe en el pecho, después de todo Atlas estaba herido por su culpa. Torpe y rapidamente se puso de pie, aún envuelto en la tela de la capa. - Creo que mejor sí debería de irme... Necesitas descansar. - Voltearía a mirarle, no quería irse pero... tampoco quería ser así de egoísta. Podría volver al otro día, se convencía internamente. - ... - apretó los labios y con una idea absurda en mente lo llamó con una seña con las manos para que se acercara un poco, antes de irse quería atreverse a hacer algo más.
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Atlas
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Post by Atlas on May 8, 2017 7:10:52 GMT
¿Estar con el? ¿Por qué motivo? Las dudas inundaron su cabeza haciendo choques con su propia inseguridad y deseos de estar solo. Por primera vez en mucho tiempo, estaba en conflicto sobre lo que quería. Culpó a la situación. Al cielo, al mar. A la melancolía misma. Se había prometido jamás volver a acercarse a nadie pero, esta noche, por más que lo intentaba y tenía el "Lárgate de aquí" en la punta de la lengua, aquella frase nunca salió de sus labios. Se estaba volviéndo débil. Estaba a empezando a resentir todo ese tiempo de soledad, la cual jamás había sido un problema. Pero.. ¿por qué? Nisiquiera quiso divagar en ello. Las respuestas eran inciertas... Aterradoras.
Atrapó la señal de Kaira, pidiéndole que se acercase. Acaso tenía que decirle algo más? Nada se le cruzó por la mente al pedirle tal cosa y, sin pensarlo demasiado, se inclinó lentamente hasta estar a una distancia prudente del unicornio. Sentía algo de vergüenza. Que lo viese tan cerca, tan expuesto a todas sus imperfecciones. Su rostro tan gigante y grotesco. Trafó saliva como si asi pudiese tragarse su inseguridad y esperó.
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Post by Kaira Voll on May 8, 2017 7:27:25 GMT
De pie, lo observó acercarse, tenerlo así de cerca podía ver su rostro por completo, y eso a medias, pues la escasa luz le impedía la visibilidad un poco. Se quedó en silencio observándolo, sobretodo sus ojos, eran de un azul tan intenso que brillaban con la luz de la luna.
— Descansa y recupérate pronto — pasó saliva sintiendo el pecho pesado pero esta vez no era angustia, era algo más. Dio un paso enfrente y con suavidad, depositó un pequeño beso de despedida, sí, sobre su barbilla. Acarició el enorme rostro del guardián de Aqualia y apartándose un par de pasos dio agregó — Me alegra saber que estás bien y te estás recuperando... sigue así. No te rindas — Sonrió, su estómago no estaba quieto, tenía una sensación súper extraña, pero lo único que podía hacer era ignorarlos. — ¡Después vendré a visitarte! — se despidió con una mano y comenzó a andar sobre las rocas para llegar a tierra firme, rumbo a su casa sintiéndose un manojo de nervios.
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Atlas
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Post by Atlas on May 8, 2017 7:39:30 GMT
Su mundo se hizo pedazos y volvió a reconstruirse cuando aquel diminuto gesto en sensación, pero gigantezco en significado fué entregado a su piel. Se quedó inmóvil, paralizado de aleta a cabeza. Sus dedos se prensaron a la orilla de las rocas. Por un momento, sintió como su pecho se atrofiaba al no poder encontrar la manera de respirar. No respondió. ¿De qué se trataba esto? ¿Por qué había hecho tal cosa? ¿ Qué significaba aquel gesto? Lo seguía sintiendo, se había quedado resonando sobre su piel.
Lo vió alejarse de la formación rocosa, caminando seguro, fácil y sin preocupación alguna. Atlas siguió al chico con la mirada, aun confundido, enajenado... Su pecho se sentía a estallar sin saber que era lo que le invadía y solía tanto. El tritón simplemente se dejó caer al agua, poniendo la mano sobre su barbilla y dejándose hundir en lo más profundo del mar.
( Se esta encariñando contigo. No lo dejes... Es por su bien. No quieres que pase nuevamente... No vuelvas a hablar con ese muchacho. )
En la profundidad del mar, las lágrimas no se ven, pero si se sienten.
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