Lyava

Pocos recuerdos tiene Lyava sobre su familia y seres amados antes de haber sido robada por un mal viviente y vendida como esclava para un grupo de humanos. El cabello “azul” era muy poco peculiar entre los humanos, así que sin chistar la compraron, pagando un precio muy alto. Así que transcurrió desde aproximadamente los 7 años de edad de un niño humano, siendo privada de la libertad y mandada a una isla donde se reunían también otros grupos de esclavos en cautiverio. Los trabajos forzados eran pan del día con día, así era la vida de los esclavos, si tenías suerte trabajarías hasta que el sol consumiera lo poco que te quedaba de vida, si no es que alguno de los maestres te asesinaba primero. Esto era lo único que aspiraban estas pobres almas, morir y acabar con el tormento. Lyava pese a todo eso, seguía conservando aquel espíritu de lucha y un semblante retador, herencia de sus padres, cosa que a los encargados de los esclavos no les agradaba demasiado.

Había pasado tiempo de aquello, la antes chiquilla ahora era una señorita, le tenía bastante aprecio y respeto a sus mayores, sobre todo a un grupo de mujeres a las que muchos niños en su condición les llamaban “tías” o incluso “madre”, estas no solo cuidaban con cariño de ellos, sino que también les enseñaban a leer y escribir cuando sus amos se lo permitían y bajo estricta supervisión, viendo esto con buenos ojos y siendo de las pocas “libertades” que les otorgaban. El día que cambiaría la vida de Lyava era un día soleado, tan soleado que si trabajabas, en las diversas cosechas, por horas continuas era normal que varias ampollas salieran de la piel, sobre todo en la espalda y en las manos. Así era como se encontraban muchos de los pequeños y varias de aquellas mujeres, muchas de ellas embarazadas. Una de ellas se encontraba cerca de un grupo de niños pequeños, estaba a punto de desmayarse cuando varios la auxiliaron. Una patada de uno de los maestres por su “falta de compromiso” iba dirigida ante uno, el más pequeño, haciendo que este cerrara los ojos esperando el impacto, cuál fue su sorpresa? Lya cansada de todo esto reacciono de golpe con un impulso casi involuntario, parando la patada de aquel sujeto con la mano limpia. Al inicio los maestres se quedaron sorprendidos, pero después actuaron yendo varios contra ella para someterla.



Después de una larga votación y teniendo antes varios incidentes mucho menores, pero de índole similar, decidieron que se encontraba siendo un mal ejemplo para los diversos jóvenes del grupo, así que decidieron sacrificarla y de paso dar un llamado a el resto de esclavos.





Estas fueron las palabras con las que la arrojaron al coliseo por primera vez, un lugar “exclusivo” para los esclavos masculinos. Pero no enfrentaría a sus congéneres, sino a una pequeña jauría de lobos entrenados para la caza, siendo sentados ante ellos, para el disfrute de esta carnicería, no solo los esclavos, también los maestres y los dueños de aquel lugar. Todo estaba listo para la masacre de Lya, todos incluso las personas que le tenían aprecio y miraban con horror el destino de aquella chica, que ahora encontraba parada en el centro de aquella edificación, sin un arma o cualquier cosa que cubriera el cuerpo, luciendo bastante indefensa, pese a su altura.


La mujercita se encontraba llorando, pero no por tristeza, sino de rabia y cólera. Un absceso de ira le invadió, y aumento después del primer ataque de advertencia de uno de esos lobos, mordiéndole el costado izquierdo del abdomen y arrancando un pequeño pedazo de carne. La sangre mancho su ropa y se llevó las manos instintivamente a la herida. La joven comenzó a sentir un cambio para si, al inicio fueron sus ojos, su esclerotida blanca comenzó a cambiar a casi negro. Sus rasgos comenzaron a alterarse ligeramente, todo esto mientras llegaba otro ataque a por el costado derecho. Todos pensarían que poco a poco se la irían comiendo cacho por cacho, hasta acabar con su cuerpo, y esto hubiera sido así de no ser por un cambio muy especial que llego un poco lento pero al fin llego. La primera transformación de la ahora Licántropo, de su forma sellada a su forma Fated, revelando aquella naturaleza arcana que ella misma desconocía. La escena fue brutal, la jauría ahora sintiéndose amenazada ataco en grupo, siendo despedazada al final y sin piedad por la Langren. Todos se encontraron temerosos del nuevo poder de la chica, todos excepto sus amos, quienes le aplaudieron con fuerza, contentos por el diamante en bruto que acababan de encontrar, un esclavo arcano era muy caro… y habían encontrado una por el precio de un humano relativamente común, sucesivamente aplaudieron los maestres e incitaron a hacerlo a los mismos esclavos. Y así Lya sello su destino, de esclavo normal a gladiador para disfrute de sus amos, al inicio únicamente se enfrentaba a bestias que doblaban su tamaño y complexión, y conforme fue recibiendo entrenamiento los retos de igual manera fueron aumentando y con esto su estatus, que a pesar de seguir siendo una esclava, era la favorita de sus amos, tanto por su fuerza y belleza, esto se veía reflejado con diversos obsequios, no solo de estos, sino también de sus amigos. Por acciones como estas, y la costumbre de tomar vidas de otras creaturas y personas, su carácter se fue moldeando, convirtiéndose en lo que es ahora, una persona que solo sabe seguir ordenes sin chistar.


El tiempo fue pasando, la vida de los humanos era como un suspiro, los anteriores amos, aquellas personas a las que llamaba “tía” o “madre”, los niños que tenían su misma edad, e incluso los maestres, sus vidas fueron terminando por diversas causas, pero al fin y acabo terminando, y aunque su descendencia fue existiendo y pereciendo, Lyava seguía ahí. Eran los hijos de los hijos, otra generación, las reglas y los juegos fueron cambiando, de igual manera, volviéndose más sangrientos. Tenía aproximadamente 150 cuando, comenzaron a poder adquirir a otros como ella, tanto de la misma raza como de otras. De nuevo la tarde era caliente, tan caliente como aquella otra, esta vez era diferente, lucia casi igual que la última vez, físicamente solo se había vuelto más fuerte, y había adquirido casi siglo y medio de experiencia. Ese día lo recuerda bien, iba a pelear con una quimera, ahora ya dominaba bien sus trasformaciones, y consideraba digno a su rival. Estaba lista para salir a la batalla, cuando escucho una explosión en la lejanía, el olor a carne quemada le llego hasta la nariz, humo, gritos de desesperación y horror, invadieron sus sentidos. La jaula se abrió, pero no para recibirla en el campo de batalla si no para ver los cuerpos que se apilaban ahí, todos los humanos yacían muertos y los arcanos escapaban en barcos. ´





No le presto mucha atención al sujeto pues se fue volando después de decir aquello, estaba en shock, nunca había visto una masacre sin precedentes, ni siquiera una provocada por ella misma. La combinación de todo esto era demasiado, pero una vez reacciono, no lo pensó dos veces y subió a uno de esos barcos. Más humanos llegarían a la isla y por sentido común la culparían de aquel desastre y además… ya no tenía amos ni órdenes que seguir.