Tilbake til flokken (Tormenta Aullante)

Había partido desde la lejana Tierra de las hadas, solo para encontrarme con Jundel, podía ser un chico molesto aveces, agresivo y muchas cosas más, pero era mi hermano, era de mi manda, y la familia va primero. Por lo que al enterarme de que volvería quería ser el primero en recibirlo, aunque a el no le gustara. Había caminado por mucho tiempo pero al fin había llegado al lugar donde nos debíamos encontrar, aunque no se encontraba allí, esperé unos minutos y aún no volvía, por lo que empecé a inspeccionar el terreno. Y fue cuando vi un lobo, estaba tirado en la arena. Sentí el olor a la lejanía, estaba seguro de que era Jundel. Por lo que sin siquiera pensarlo fui corriendo para verlo
-" Jundel!!! "-
Había gritado con entusiasmo, había pasado un tiempo de que no lo veía por lo que estaba feliz de haber vuelto del pequeño descanso para verlo a el. Pero cuando me le acerque pude notar que algo no estaba bien, su respiración estaba agitada. Toque la frente del Lobo, y como pensé tenía fiebre -" Jundel...no te has curado por completo del veneno...me dijiste que cuando estuvieses bien volverías..."- Dije con un tono preocupado, no pensé que sería algo tan malo, ademas, estaba solo, aún no llegabamos donde se supone que estaría la manada y no podía dejarlo solo. -" N-no te preocupes Jundel, veré que puedo hacer, no te dejare solo aquí "- Intenté alentarlo un poco para que no se sintiera tan mal, estaba temblando pues nunca había visto ni tratado con un lobo envenenado, por lo que mis ojos comenzaron a lagrimear por la preocupación

Pegue un salto al escuchar aquel grito por parte de Jundel, realmente me ponía triste que se comportara así, incluso ahora que se ve claramente que no se encuentra muy bien, no quería seguir molestando así que solo replique con la cabeza gacha secándome las lagrimas y con un tono bajo -" Esta bien... "- Estaba asustado ante su estado, pero tenía razón, si me quedaba aquí sin hacer nada no lograría nada. Observé más de cerca su pata, al parecer era como una especie de herida, creo que sabía que traer exactamente, aunque tenía miedo de equivocarme -" Ya se lo que debo hacer... Pero no te dejare ir solo, te llevare junto a la manada "- Le dí un suave abrazo en señal de compasión, realmente me ponía triste tener que ver a un hermano así, y no me quedaría de brazos cruzados, así que para no hacerlo caminar y que no forzara su pata lo cargue, aún sabiendo que esto lo podría enfurecer -" No me importa si me muerdes la cara... Yo te ayudare..."- Caminé por el desierto hasta poder sentir el olor de la manada, no se encontraba muy lejos por lo que caminamos hasta llegar junto a la manada.

Diana podía percibir un olor familiar a lo lejos; uno... no... dos miembros de la manada parecían acercarse al campamento. Podía oler algo muy particular en uno de ellos; no daba buena pinta. Volteó a su alrededor para asegurarse que Fauce no se encontrara cerca; sabía perfectamente que esos cachorros eran Jundel y Fang... tomando en cuenta el altercado que había tenido recientemente, saber que se habían metido de nuevo en problemas les traería problemas con el alfa de la manada. Cuidadosamente, sin que nadie notara su ausencia, corrió sobre la arena para encontrarse con los muchachos. No se encontraban tan cerca por lo que fue un tramo ligeramente largo antes de encontrarse con ellos.

Fang parecía estar bien pero Jundel estaba herido. Había leído algunas cosas en la tableta arcana pero aún no le quedaba claro qué era lo que estaba pasando. Se acercó con urgencia, hincándose frente al lobo para revisar sus patas. -¿Y esto quién te lo hizo?- preguntó sin despegar los ojos de aquella herida por un momento. Alzó la mirada para mirar al otro cachorro quien parecía estarlo asistiendo. Su gesto preocupado, sumamente angustiado. Diana podía ser severa con los cachorros que se descarriaban pero su instinto maternal brotaba al verlos en problemas. Era inevitable. -Dime Fang... ¿tú viste lo que le pasó?-. Estaba preocupada... siempre que algún miembro de la manada decidía andar solo y regresaba herido, su mente inmediatamente comenzaba a maquinar, pensando que tal vez habría algún enemigo intentando deshacerse de ellos. Sus ojos siempre mirando desde su espalda; Diana nunca se encontraba tranquila.

El olor de la manada era notable, muy notable, no tardarian mucho en llegar, cuando de forma repentina Diana se encontraba frente a ambos cachorros, solo alzo las orejas y trato de caminar normal, pero habia caido en la arena, para suspirar y dejar que Diana se acercara a revisar su pata, no chisto, no peleo ni siquiera habia protestado por aquello, Diana era como una hermana mayor para el, quiza madre mas bien, por ello el titulo de madre era obvio, la primera en angustiarse y la primera en ir a ver que ocurria, se sentia afortunado cuando pasaba aquello, para escuchar las palabras: "¿Y esto quién te lo hizo?", para tambien mirar a Fang y preguntarle lo que habia ocurrido.

-Fang no estaba conmigo cuando ocurrio Diana...fue un descuido mio, lo que sucedio fue que Ondine la sirena mitad medusa me habia dicho por la tableta que me confrontaria, pero cuando llegue a la playa en realidad solo queria conocerme, pasamos la tarde mirando a Gally su delfin jugar y eso...cuando anochecia observe una aleta bastante grande en la superficie y como un idiota lo mencione, Ondine quizo...ir a averiguar a pesar de haberle advertido!...subi por las cumbres en la playa para ver si alcanzaba a mirarla, no se que sucedio pero se veia rojo sangre en el agua y me angustie, pero en mi descuido cai al mar, despues...no recuerdo muy bien lo sucedido pero ella al parecer me saco del agua, cuando...la mire, estaba sangrando y mucho, asi que me volvi mi forma sellada y la cargue sin poner atencion a sus tentaculos y me pico, me habia envenado...pero quize auxiliarla a ella en lugar de ami...en fin, cuando paso creo que todo...me desmaye, desperte con un frasco a un lado,  ella me habia dado antidoto para su veneno, pero aun estoy mal, no queria preocupar a Fang por eso le dije que cuando me recuperara le veria pero...no sabia que tenia fiebre ni nada de eso lo siento Diana.

Era una disculpa sincera, sus orejas se agacharon y bajo la cabeza para chillar levemente, era todavia un cachorro a comparacion de los demas de la manada ya experimentados.

-Pero apesar de todo...no me arrepiento de haberla ayudado...-

Decia para agachar su cabeza hasta la arena, estaba agotado, para ver como Diana miraba su pata herida y a Fang acariciando su cabeza, apenas audible gruño un poco pero era normal, Jundel no se dejaba acariciar mucho que digamos.

-Estoy bien en serio...solo quiero dormir un poco y estare mejor mas tarde, Ondine me dio ese antidoto entonces estare bien...-

Vi como la señorita Diana estaba consternada ante lo que habíamos dicho, al parecer era demasiada información para ella. Fue entonces cuando menciono lo del antídoto, Como no se me había ocurrido preguntarle a Jundel sobre aquel antídoto, bueno, aunque no lo tuviera, tenemos lo de las plantas medicinales que no habían hablado Sabrina y Kaira. También había mencionado lo de Fauce del Norte, y tenía razón, se podría molestar ante esta situación y no sería bueno.
-" La señorita Diana tiene razón Jundel, no tienes el antídoto?... Pero aunque no lo tuvieras... aún tenemos las plantas que te mencionaron en chat! "- Le pregunté con la esperanza de que si lo tuviera. Sería de mucha ayuda. Solo seguí acariciando su cabeza, quería relajarlo, mucha presión tampoco le podría hacer bien y menos en el estado en el que se encuentra.

Mire a la señorita Diana y le pregunté -" Le dira al señor Fauce del Norte sobre esto?... "- Estaba un poco asustado por aquello, Fauce del Norte era impredecible, por lo que no se me ocurría algo de lo que nos podría decir, o hacer -" Pero antes que todo... Como supo que estabamos por aquí? "- Estaba un poco confundido, fue la única que vino a auxiliarnos siendo que ni siquiera habíamos pedido ayuda aún.

Miró a Fang al hacerle aquellas preguntas. -No, no le diré- contestó con un gesto serio entrecerrando los ojos por la repentina brisa que acarreaba granos de arena. Su segunda pregunta le pareció de más... era demasiado obvio sin embargo asoció su falta de sentido común por el estrés de la situación. -Olfato Fang; la brisa del desierto acarrea sus esencias hasta el campamento-.

Volvió a ponerse de cuclillas frente a Jundel recibiendo aquél gesto en su mano. Era aprecio, tal vez sometimiento, fuese lo que fuese, Diana sonrió. Tomó el morral que el muchacho le extendía con su hocico para sacar un pequeño bote de cristal que poseía el resto del antídoto. Se preguntaba por qué no se lo había tomado todo pero no había tiempo para tales cuestionamientos. No ignoró las palabras del chico pero no había tiempo para reírse de su broma, si es que era broma... Tomó al chico y lo colocó sobre su espalda, mientras abría con cuidado su hocico para vertir el antídoto restante en su boca.

-Mh... alcancé a leer que recomendaron un tipo de hierba que contuviera cortisona... y otra cuyo nombre no recuerdo pero estoy segura que tengo entre mis cosas- comentó rodando el cuerpo de Jundel para que estuviera recostado de lado. Guardó el bote de cristal de nueva cuenta en el morral que se echó al hombro. -Debes de ser más cuidadoso Jundel, corriste con suerte de que esa picadura fuera accidental. De encontrarte con alguien que desee hacerte pelea no tendrán la benevolencia de proporcionarte un antídoto- decía mientras se ponía de pie. -Fang, carga a tu hermano, llevémoslo al campamento. Si Fauce pregunta le diremos que una serpiente le picó... No me gusta ocultarle cosas pero por ahora es lo más conveniente para Jundel-.

Cuando Diana se habia acercado para auxiliarlo con aquella pocion se dejo, incluso permitio que fuese acomodado por la Beta, sabia que no le haria daño, le tenia confianza era notable, para abrir su hocico y recibir aquella pocion con calma, para acomodarse otra vez tragando la misma, no sentia gran cambio pues la fiebre aun continuaba, pero sederia de forma rapida, sentia que las fuerzas las estaba recuperando y eso era una muy buena señal, Jundel miro a Fang y Diana para asentir ante lo dicho.

-Fui demasiado descuidado lo admito...pero no queria que la chica muriera, me senti muy inutil en verdad...pero me siento feliz de que este bien ahora o eso espero...-

Dijo una vez que Diana se habia levantado y terminado de tratarle, para levantarse poco a poco postrandose en sus patas una vez mas, notando la duda de Fang, sabia que dudaba era muy obvio, podia leerse como un libro, para bufar un poco y golpearlo con su cabeza empujandolo.

-Eh cachorro pesado...no tenemos todo el dia, confia en Diana, ella sabe lo que dice, ademas sin su ayuda seguro que estariamos perdidos...si me pasa algo, no podre ocultarle la verdad a Fauce y debere aceptar las consecuencias...de igual forma, se que no le agrado a Fauce, solo soy un estorbo para el...desde que me encontraron...-

Bajo la cabeza levemente, se sentia mal en el aspecto de que antes siempre se esforzaba por ayudar, por destacar en cacerias, por ser...lo que creia que su alfa esperaba, pero no, nunca pudo lograrlo y por ello decidio alejarse y siempre retar a Fauce, esperando derrotarle y finalmente ganarse su respeto pero no lo conseguia de igual forma, quiza solo buscaba su aprovacion y algo de ¿afecto?, claro, era un cachorro que perdio a su padre ¿que mas buscaria?.

-Vamos...seguro que la manada avanzara esta noche hacia otro punto...¿no es asi Diana?

Dijo recargado en Fang que le ayudaria a llegar a la manada comenzando a caminar.