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Post by Kravla Thelnak on May 11, 2017 6:08:54 GMT
"NO EMPIECEN SIN MÍ"
Kravla literalmente había saltado de su cama al enviar ese mensaje la noche anterior. Se paseó por su casa semidesnuda y excitada con la idea de romperle un par de dientes a los dos arcanos que habían empezado con la idea de tener una batalla en el coliseo. Lyava ya le debía una pelea, pero Loudamer no le sonaba para nada. Enfrentarse con alguien que podía resultar ser un combatiente digno de canciones épicas también la emocionaban hasta el punto de querer reír como una loca. Joder, hace demasiado tiempo que no tenía un combate de verdad, últimamente todo había sido entrenamiento y más entrenamiento. Ahora era una orca feliz.
- ¿Kravla? Amor, ven a dormir -la llamó una voz desde la habitación. Su novia había estado leyendo los mensajes en la tableta-. Necesitas guardar tus energías para mañana. - Vooooooy -contestó con un tono alegre. Le deseó buenas noches a los arcanos que seguían conversando y se fue a acostar, pensando en que no podía esperar a que llegara la mañana y que no iba a poder dormir esa noche.
Por suerte, sí pudo descansar bien antes del enfrentamiento en el coliseo.
No había pasado más de una hora pasado el amanecer y Kravla ya estaba plantada en la arena calurosa y bien cuidada del coliseo de Draconia. Había hecho ya sus ejercicios de calentamiento y llevaba los ojos delineados, cosa que para ella era prácticamente un ritual personal necesario antes de cada batalla. Estaba lista y estaba ansiosa. Tenía en sus manos su vieja y querida lanza, arma que la había acompañado desde su adolescencia y que siempre mantenía bien cuidada, aunque no recordaba si habían acordado que iba a ser una pelea armada o no. No le molestaba para nada usar las manos, le gustaba pelearse a puño limpio... le gustaba pelear, punto. El sol candente no hacía más que avivar sus ánimos y alimentar sus ganas de ganarse una nueva cicatriz que la acompañara de por vida. Si todo salía excelentemente bien, entonces se haría una nueva perforación en el cuerpo.
Dioses, estaba tan, pero tan ansiosa.
Como todavía nadie llegaba, se sentó en el suelo y se puso a revisar su tableta. Era la primera vez que tenía una tableta y todavía no terminaba de entender cómo funcionaba, así que mató el tiempo tratando de descubrir cómo cambiar el fondo de pantalla.
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Lyava
Junior Member
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Posts: 56
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Post by Lyava on May 11, 2017 13:47:41 GMT
Era el amanecer y Lya ya se encontraba preparada para lo que vendría, había despertado temprano, había comido un poco de fruta,había conseguido varios racimos de uvas y también varias manzanas, días antes en el mercado de la ciudadela y que por suerte había podido preservar pese al calor del volcán que Draconia. - Si voy sin comer... No tendré energías. - pensó la peliazul que se encontraba bastante motivada el día de hoy. Preparo su armadura, escudo y espada, las de siempre y que eran tan comunes en ella,revisando las antes para corroborar que se encontrarán en perfecto estado y una vez lista,emprendió su caminata al coliseo que ya conocía tan bien,pues era el lugar donde conseguía sustento a la par de ser su lugar favorito. No tardó mucho en llegar, al rededor de 20 minutos, el sol aún no hacía su apararicion en el cielo, pero ella ya había hecho la suya en el coliseo. Cada vez se sentía más y más emocionada, había conseguido dos combatientes dignos y eso le hacía sentirse dichosa, había mucha gente que peleaba por diversos y diferentes motivos, ella consideraba que todos teníamos algo de guerreros, pues la vida era una constante batalla, pero poca gente gustaba de ir a la arena y sentir el calor real de una batalla, honor y gloria. Otro de los motivos por los que se encontraba de esta manera es que jamás había peleado con alguien de su mismo sexo, toda su vida como gladiador habían sido batallas con sus congéneres masculinos, así que estaba ansiosa por probar la fuerza de Kravla, ya que sabía que una mujer gladiador era algo muy serio y a tomar en cuenta. En cuanto a Lou, no estaba muy segura de él... Sabía que se desempeñaba como un mercenario o similar por sus comentarios a la tableta arcana, pero aquel ser le resultaba un completo misterio. Una vez que entro a por el lugar pudo notar una figura grande y femenina sentada en el suelo, observando lo que parecía ser ese objeto antes mencionado ,ella misma tenía la suya ... Solo se acerco en silencio donde de encontraba la que parecía ser Kravla. - Buenos días, es usted la señorita Kravla? - Preguntó mostrándose estoica, siento esto tan común en su persona. Extendió su mano hacia la Orco a manera de saludo, para poder presentar su respeto- yo soy Lyava, encantada... - dijo agachado un poco la cabeza, para después subirla,volteando hacia diversos lugares. No veía a Lou por ningún lugar...-El señor Lou... Aun no se presenta...? -dijo para pasar a tomar asiento a un lado de la mujer cruzando las piernas, dejando su escudo y espada a un lado pero lo suficientemente cerca como para tomarlo en caso de un ataque sorpresa o emboscada. Occ: claro que no está mediocre . Me gusto mucho! Gracias.
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Post by Kravla Thelnak on May 11, 2017 20:15:30 GMT
La gladiadora levantó la vista de su tableta (que ahora tenía una foto de ella como fondo de pantalla) y vio a una mujer de pelo azul que le hacía sombra. Por los dioses, era silenciosa como el viento, ¿en qué había llegado y por qué Kravla no se había dado cuenta? Tenía la cara seria y se notaba sabía a lo que venía. Kravla sonrió, feliz de no seguir sola en el coliseo. Ya solo faltaba una persona para comenzar el duelo.
Tomó la mano que su combatiente le ofrecía y la sacudió con fuerza. Ese apretón le pudo haber roto los nudillos a un arcano cualquiera, pero confiaba en la fuerza y en el temple de Lyava -¡La misma en carne y hueso! -soltó la mano de la mujer peliazul-. Lyava, me alegro de conocerte por fin. Loudamer todavía no llega y yo ya estoy un poco aburrida. Ojalá pelee bien y que la espera valga la pena.
Se movió a un lado para hacerle espacio a Lyava, que se sentó cerca suyo. También había traído sus armas, así que había hecho bien en no dejarse su querida lanza en casa. Aprovechó de dejarla a un lado para que no se confundiera con la espada y el escudo de su contrincante. Volvió a concentrarse en su tableta, soltando frases sueltas al aire de vez en cuando o preguntándole cómo se hacía tal cosa, pero casi le dio un infarto cuando un gran ciervo muerto cayó al frente suyo. No era cobarde, pero, joder, no todos los días a una le tiraban un animal muerto.
- ¡Loudamer! Te estábamos esperando. Nosotras ya desayunamos... -señaló el ciervo con un dedo y arrugó la nariz al mismo tiempo que sacaba la lengua, en una mueca burlona de asco.
Tomó su lanza y se puso de pie. Iba a pelearse con dos licántropos, wow. Dio un saltito de emoción. Cuando el hombre lobo dijo que no iba a tener piedad con ellas por ser mujeres, Kravla se rió en su cara y le palmeó la espalda. - ¡No creas que voy a ser más blanda contigo porque eres hombre! -dejó la lanza en el piso para poder agarrar el ciervo con las dos manos y arrojarlo lejos, entre las graderías. Quería demostrar que no era una florecita débil y, además, alguien tenía que quitarlo de en medio para pelear. Ojalá no se resbalara con el charco de sangre que había dejado. En cuanto a lo de las reglas, se encogió de hombros. Todos conocían el reglamento del combate en el coliseo, ¿no?
- Tengo que hacer mi haka antes de empezar -dijo. Retrocedió un par de pasos, para hacerse espacio. Carraspeó antes de lanzar un un grito apasionado al aire y golpear sus brazos, su pecho, sus muslos. Era una danza energética y podía sentir sus músculos entrar en calor y la sangre agolpársele en el rostro. Amaba la adrenalina que le daba ese baile. Cuando terminó, estaba lista para comenzar a atacar, defenderse y aguantar. Quería pelea. - Estoy lista. Empecemos ya.
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Lyava
Junior Member
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Posts: 56
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Post by Lyava on May 20, 2017 2:35:03 GMT
Se quedó a un lado de Kravla, meditando en silencio preparándose antes para la batalla, su compañera parecía ser muy animosa, en contraste con su personalidad fría pero esto no le molestaba para nada, de hecho todo lo contrario!, le gustaba que la gente hablara mucho para que llenara los espacios que hacia involuntariamente con su silencio , pues ella no sabía llenarlo por su falta o mejor dicho casi nula habilidad social.
De vez en cuando escuchaba a la orco soltar algunas palabras o frases en el aire, y cuando ella preguntaba algo se limitaba a responder lo que le preguntaba tratando de no sonar tan fría, pero sin mucho esfuerzo – Lo que no es lo tuyo… no es lo tuyo…- pensó la licántropo mientras veía su armadura y su escudo, preguntándose al mismo tiempo que hubiera sido de ella si diversos acontecimientos de su vida no la hubieran llevado a lo que ahora era.
De la nada el cuerpo de un ciervo muerto callo ante ambas mujeres realizando un ruido seco al estrellarse contra el piso. Kravla al parecer se había asustado, en cuanto a Lyava, quizá un poco… pues no lo veía venir, pero no lo demostraba, y aun si quisiera difícilmente podría. Tomo su Koopesh involuntariamente el cual estaba ubicado a un lado de ella, donde le había dejado con anterioridad. Y volteo hacia donde venía el ruido producido. Aquel ser que antes era un misterio ahora no lo era tanto, se daba cuenta de que era uno de su misma especie, y confirmaba ser Loudarmer por aquellas palabras que había lanzado al aire - …- Lyava se limitó a quedarse en silencio como de costumbre para luego pronunciar un – Ya veo…- lanzándole una mirada fría.
-no tengo ninguna…-respondo ante el comentario del lycan, aunque le pareció bastante llamativo el conjunto de guanteletes que portaba y creaban pequeños rayos, debía tener precaución con ello o al menos eso le pareció. Mientras tanto, la señorita Kravla estaba realizando un Haka, lanzando un grito al aire, esto la hizo estremecerse, sentía que ya no podía aguantar más… todo en ella ya añoraba la pelea. Una vez que la orco anuncio encontrarse lista, aprovecho el momento para tomar su escudo y lanzarlo al estómago de Loudamer con bastante fuerza, abriendo una brecha para poder convertirse a su forma Fated. Haciendo uso de su habilidad racial de agilidad, lanzo un salto hacia atrás para ubicarse en la espalda de Kravla, manteniéndose en una posición ofensiva.
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Post by Kravla Thelnak on May 20, 2017 22:43:39 GMT
Lyava se reaccionó con la velocidad de un rayo y no demoró en arrojar su escudo a Loudamer, que salió disparado hacia las graderías. Por el momento, la orco solo tenía que preocuparse por su contrincante de su mismo género. Kravla, reconociendo estar ante una gran guerrera, sonrió de oreja a oreja y empuñó con más firmeza la lanza mientras que daba dos pasos rápidos para generar algo de espacio entre las dos mujeres. Veloz, dio un giro sobre su propio eje y cargó contra Lyava, sin piedad. La lycan pudo haberse convertido a su form fated antes de empezar la pelea; el error era suyo.
Sus golpes hubieran sido mucho más precisos de no ser por la lluvia de sangre que le cayó encima. Qué asco. Aquella sangre venía de un venado muerto, no era fruto del esfuerzo de la batalla, y Kravla se sentía tan sucia como enfurecida. Escupió al piso para quitarse el sabor metálico que le había quedado en la boca por el "ataque" de Loudamer. - ¡Cobarde...!
No era tan ágil ni rápida como sus otros dos contrincantes, pero sí estaba segura de que era más fuerte, más resistente... y tenía una lanza. No iba a dejar que Loudamer se dedicara a verlas pelear como si fuera un espectáculo. Era gladiadora, sí, pero en ese momento él era un enemigo y no un miembro del público que tuviera que complacer.
Lyava podría terminar de transformarse con calma si así lo quería. Lanzando un grito, Kravla corrió y atacó al tramposo hombre lobo con una serie de golpes rápidos dirigidos a sus brazos y sus piernas. Iba a hacerlo caer sobre el pozo de sangre que él mismo había provocado, o al menos lograría hacer que peleara de verdad y no se dedicara a arrojarles cosas desde una distancia segura.
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Lyava
Junior Member
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Posts: 56
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Post by Lyava on May 23, 2017 4:35:12 GMT
De un momento a otro se encontraba cubierta por la sangre de siervo, en la cual Loudaimer las había bañado. La sangre escurría principalmente la armadura y en las partes blancas de su túnica griega. Qué rayos había pasado?... Como se le ocurría a aquel licántropo cometer la semejante estupidez de que humillar de esa manera a sus contrincantes? Estaba loco acaso?... Lyava no encontraba la manera más correcta de demostrar disgusto que propinándole una paliza a ese remedo de ser, una que hiciera que le recordara por mucho mucho tiempo. No era tonta y no desaprovecharía la oportunidad que Kravla le estaba dando. Así que se quitó la armadura con bastante rapidez para así poder terminar de transformarse, lo único que la cubría ahora era una túnica bastante larga especialmente hecha para ella y sus transformaciones. Se puso de rodillas en el piso y poco a poco el cambio comenzó efectuarse, la guerrera que antes tenia una altura de aproximadamente 1.95 comenzó a crecer aún más llegando a los 2.45 metros, sus músculos comenzaron a desarrollarse y volverse más prominentes, las uñas se convirtieron en garras y su esclerótica se volvió totalmente negra. Una mueca de dolor y una especie de bufidos y respiración entre cortada escapaban de ella, el dolor era tal que sentía que sus músculos quedarían petrificados ahí mismo. Ahora la mujer parecía un hibrido de humano y bestia, había llegado a su segunda forma en menos tiempo del esperado. Utilizando su habilidad de Agilidad corrió varios metros hacia atrás donde se encontraba su escudo y este lo tomo para volver a donde mismo, confiaba en que Kravla mantendría ocupado a aquel rufián. Moviéndose con bastante destreza, y tan rápido como su transformación se lo permitió, alcanzo a sus compañeros en la trifulca. Se había percatado antes de aquellas extrañas esferas y poder que Loudaimer tenía – Algún truco sucio-, pensó enfurecida pero no le importo. Se lanzó hacia su igual de una manera en la que lo envistió con el escudo golpeando su torax, utilizando su fuerza aumentada, se levanto y tomo su escudo - Lo siento Kravla... una pelea de 3 es difícil de manejar...espero que podamos pelear a futuro por separado y esto va para ambos - Tomo sus cosas y paso a retirarse en paz
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Post by Kravla Thelnak on May 23, 2017 7:23:38 GMT
Joder, ese lobo pegaba fuerte. Ah, no, que lo habían empujado. Al menos no había sido la única en caer. Su querida lanza rebotó en el suelo y acabó a dos metros suyo, y, para colmo, tenía a Loudamer encima. Al notar que el cazador planeaba electrocutarla, su mente se nubló de ira e hizo un amago de levantarse e ir a buscar su lanza para clavársela en la garganta... pero la voz de Lyava hizo que se detuviera en seco. Ni siquiera pudo responder.
La otra gladiadora se había retirado al ver con qué clase de basura estaba peleando. Se notaba que tenía la paciencia y la cabeza fría de la que Kravla carecía por completo. Sin saber exactamente por qué, se sentía humillada. El combate había terminado siendo un fiasco.
Las palabras de Loudamer al levantarse la hicieron mostrar los dientes. - Eres un idiota de todas maneras, lobo sin honor. No peleo contra cobardes y tramposos.
Terminó de despedirlo con un elegante escupitajo. Ese era el nivel de respeto que le tenía.
Se puso de pie, recogió su lanza, arregló su cabello y observó al licántropo alejarse con su presa. Se quedó sola en medio del coliseo, observando el único recuerdo que había quedado de aquel desastre: un montón de sangre de ciervo regada por el suelo. Sintió pena por aquel que tuviera que limpiar eso.
Revisó su tableta. La había guardado en su bolsillo, y ahora tenía un gran rasguño en la pantalla. Perfecto. A este paso le iba a durar dos semanas a lo mucho. Le envió un mensaje a Lyava disculpándose por lo ocurrido mientras que salía de la arena. Enfurecida, avergonzada, harta, desapareció tras el umbral del coliseo sin decir ni una sola palabra a absolutamente a nadie. Al menos un buen segundo desayuno la estaría esperando en su hogar... peor era nada.
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