[CERRADO] Me(a)t time [2/2]

El trabajo del joven era constante, extraño era ver a algún siervo sin hacer algo productivo, pero había suerte aquel día, tuvo la oportunidad de salir a disfrutar un poco del aire fresco, pero el arcano no quería cualquier brisa, el extrañaba la frialdad del viento de las islas gélidas, aquella sensación le inundaba de felicidad y placer, la sensación fría contra su piel, y la eterna y suave nieve cayendo, era algo que añoraba ver de nuevo, sentirlo y apreciarlo.

Era temprano, el alba aún no aparecía, no quería perder tanto tiempo en recorrer distancias largas, tuvo que ir volando, tardó unos minutos en llegar, era en esos momentos en los que apreciaba ser un dragón, la gran movilidad y la posibilidad de llegar a otros lados siempre era inmensa. A poco tiempo llegó a su antiguo hogar, no quería ser visto por nadie al aterrizar, para mala suerte en la zona cercana a su casa siempre había personas a dicha hora, así que tuvo la maravillosa idea de aterriar en la orilla del mar, en cuanto pudo sentir el agua chocando contra el, decidió transformarse a su forma sellada, cómoda y sencilla, tranquilamente tomó asiento ya un poco lejos de aquellos suaves golpeteos del agua helada, se quitó sus zapatos y sus calcetines, dejando que las pocas gotas de agua que rebotaban de entre los choques le mojasen cual rocio. Estaba sentado, abrazando plácidamente sus rodillas contra su pecho, sintiendo suaves gotas contra sus dedos, admirando el paisaje y esperando a que el alba apareciese o a que algo interesante ocurriese antes de que se quedase dormido en aquel lugar.

Sus ojos comenzaban a cerrarse, el arcano sentía su cabeza pesada, con una ligera hinchadez en los párpados, "Quizá sería adecuado ir a dormir un poco", pensó tranquilamente mientras soltaba un bostezo, relajado, pero todo cambio cuando a la distancia pudo ver una extraña figura, "¿Qué es eso?" , se preguntaba en su propia cabeza mientras se quedaba mirando atento y algo expectante a que algo ocurriese, tenía el ligero presentimiento de que alguien iba a aparecer o algo sucedería, el mar siempre llevaba consigo criaturas nuevas a la orilla.

Sus expectativas habían sido muy altas quizá, la pesadez en sus ojos cada vez era más constante, sus párpados caían con lentitud junto con su cuerpo, el movimiento del agua y el sonido que esta producía era como una suave tonada para dormir, hace mucho no experimentaba esa sensación. Pero sus planes para dormir se habían arruinado en cuanto pudo ver como el agua se teñia de color rojizo intenso, por unos momentos pensó que estaba alucinando por el sueño que llevaba consigo pero en cuanto volvió en si pudo verficar que ciertamente el agua tenía aquel color. "¿Que habrá pasado?..." se preguntaba curioso con un semblante algo ladino, le gustaba aquel color y el inusual olor que producía. "Sangre", pensó al instante y ya un poco más consciente se reacomodo en el lugar en el que se encontraba para poder admirar aquella escena, era como ver una pieza de arte sin terminar, llena de incógnitas y misterios, quizá alguien había matado o herido a un animal, quizá a otro arcano, era algo que no sabía el dragón, ahora tenía curiosidad por lo que había ocurrido, pero era más grande esa sensación de pesadez en el cuerpo, flojera y sueño. Únicamente se limitó a recostarse y ver el cielo, mientras soltaba un ligero suspiro de pesadez, el aroma a sangre que había en el aire no le molestaba, por el contrario, le agradaba.

-No pensé que seria tan agradable el venir hoy aquí, si esto sucede todos los días supongo que tendré que venir con más frecuencia... - susurró en voz baja mientras posaba su antebrazo en su rostro, cubriendo sus ojos del poco sol que había. La calma y el sonido del agua se apoderaba lentamente del momento.

El joven arcano había estado tranquilamente en aquel lugar sin ocasionar problemas, hundido en sus pensamientos y ocultando su rostro de los pocoa rayos de luz, pero hubo un estruendoso ruido que le hizo mover su brazo para poder apreciar que sucedía, en pocos segundos se llevó consigo una desagradable sorpresa, agua en gran cantidad cayendo sobre de el, "Perfecto, lo que me hacía falta" pensó algo molesto e irritado mientras se colocaba de pie con lentitud y acomodaba sus ropas, fue hasta que se percató de una presencia ajena, y una pregunta un tanto molesta, el arcano estaba algo frustrado, ¿no era obvio lo que hacia acaso?, no quería contestar puesto que sentiría que diría algo ofensivo para la gran criatura que tenía al frente, al final de cuentas tuvo que responder aquella pregunta, ya estaba molesto y empapado, nada podría empeorarlo, o eso pensaba al menos.

-A mi parecer, quien debería tener más cuidado en estos momentos no soy yo, pero supongo que tomaré eso como una "advertencia" algo innesecaria...- contestó ligeramente molesto a quien parecía ser un Dragón de agua, para su mala suerte, tenía que ser otro dragón quien había hecho aquella hermosa escena sangrienta en el agua, no le agradaba mucho la idea de tener que discutir con otros dragones, intentando calmarse y volviendo en si, sólo pudo soltar un suspiro de pesadez mientras terminaba de acomodar sus ropas aún empapadas. - Lo único que hacia era descansar, inentar tomar una siesta. Solía ser relajante antes de sentir el agua encima. -Explicó con un semblante serio mientras sujetaba sus cabellos negros y comenzaba a manipularlo un poco para exprimir el exceso de agua, presionaba fuertemente y escuchaba caer la gran cantidad de agua al piso, pequeñas gotas salpicaban pero el agua seguía y seguía, era una de las desventajas de tener tanto cabello, era difícil secarlo.

Miró atento las reacciones de la contraria, no parecía ser una mala persona, le había prejuzgado de igual modo quizá, pero las cosas sucedieron, para su mala suerte de un modo terrible, no era la mejor manera de conocer a alguien, pero tampoco tenía por que quejarse, la vida siempre tenia sus momentos.

Ya un poco más tranquilo sólo soltó un suspiro, dejando de lado sus cabellos, y mirando amable a la criatura le dirigió unas palabras sinceras después de escuchar como la contaría pedia perdón - Me disculpo si fui grosero, no estoy acostumbrado a situaciones como esta...- explicó sereno mientras miraba atento el como masticaba, prestando atención a lo que decía y lo que hacia. Hasta que pudo notar como perdía su forma verdadera y pasaba a transformarse a medias, veía como se acercaba con dificultad, cosa que le causó preocupación, comenzaba a pensar acerca de lo que había pasado con aquella persona, heridas y cicatrices, malherida por batallas ¿sería acaso eso?... Pensaba en todo aquello el dracónico antes de percatarse que la contraria le entregaba un manto color azul, dejando su piel aún más expuesta ante el helado clima, sólo pudo sujetarlo mientras trataba de comprender la situación ¿aquella dama se preocupaba por el?, eso era algo inusual, accedió a tomar la prenda entre sus manos, una pregunta junto con un nombre llegaron a sus oídos provocándole curiosidad al respecto.

-Hermoso nombre...- susurró en voz baja mientras miraba a la contraria, el arcano no tenía frío, estaba acostumbrado al clima fuerte de la zona. Sin pensárselo demasiado extendió el manto y cubrió nuevamente a la mujer, con cuidado y respeto.

-Mi nombre es Ivka, Ivka Lawson. Si me permite, le agradezco totalmente la intención que tuvo de brindarme su manto, pero no es necesario, estoy acostumbrado al fuerte clima de aquí, y sería un problema si termina mojado...- explicó amable mientras ayudaba a la joven a reincorporarse completamente, dejándole puesto el manto que en un principio había ofrecido.
-Perdón por mi atrevimiento, pero no he podido evitar notar las heridas y cicatrices que tiene, ¿Gusta que le ayude en algo...? -Preguntó amable, ofreciéndole ayuda, le preocupó un poco pero ya estaba pensando en las posibles respuestas, no sabía como reaccionaria la contraria pero lo mejor que podía hacer era preguntar, para no arruinarlo más aún después.

Escuchó atento lo que la contraria le decía con total tranquilidad, la voz ajena y el vaivén de las olas, ambos serenos.
-Mi preocupación es amplia, perece necesitar a alguien con quien conversar, aunque quizá yo me equivoqué...- Susurró serio mientras tomaba asiento a lado de la mujer dracónica. Su preocupación no disminuyó tanto realmente, las heridas siempre duelen, no importa el tamaño de la misma o quien la haya provocado, sus ideas eran sólo hipótesis posiblemente erróneas, pero entró en si cuando escuchó la pregunta de la contraria.

-La curiosidad es un gran atributo, conocimientos y experiencias surgen gracias a ello...- Susurró amablemente mientras elevaba su vista al cielo, el cual parecía siempre estar igual, opaco.

-Ciertamente pude notar que usted era un dragón marino, una gran raza, personalmente me hubiese gustado ser como usted... o quizá un hydra...- Dijo a la contraria mientras cerraba con lentitud sus párpados, con una leve sonrisa al sentir la fría brisa contra su cara, refrescante y apacible. - Aunque puedo decir que tuve la suerte de ser un dragón también, señorita Skye, con la diferencia de que soy un Amphitere, nada en especial, quizá... -Musitó el joven mientras abria nuevamente sus ojos, para admirar el cielo, a piernas estaban estiradas y sus manos apoyadas en el frío, relajado y calmado, la compañía de la contraria le inspiraba confianza, parecía agradable.

El palpitar de su corazón resonaba lentamente en su interior, fuerte y sensible. La minúscula sensación de sentir los tenues rayos de sol en el rostro y la brisa fría característica de las islas era como volver al pasado, bellos y a la vez tan poco agradables. Sus pensamientos eran vagos, las sensaciones que el dracónico experimentaba le traían calma, le hacían divagar internamente, perdiéndose en un estado grato de olvido momentáneo, la compañía ajena también le era de ayuda, la formalidad con la que se expresaba y el como aquellas amables palabras salían de los labios contrarios le hacía pensar de la posibilidad de considerarle una persona de estima, una amistad algo poco común quizá, pero todo dependía de la parte contraria, el arcano nunca era bueno para ese tipo de cosas, estaba disperso nuevamente hasta que pudo reaccionar a sus palabras, captó su atención cuando pudo escuchar " menospreciar" y "volar". A su parecer, como dos polos apuestos en su vida.

-Ciertamente ser un Amphitere tiene sus ventajas, las cuales agradezco infinitamente, pero el menosprecio no es hacia los de mi raza, es hacia mi mismo... Pero eso sólo es algo sin importancia. - Explicó el muchacho con total tranquilidad y dando la sensación de que era completamente normal hablar respecto a ello. Su atención fue atraída nuevamente al recordar que su acompañante había mencionado algo referente al no poder volar.

- Bueno, cada raza de dragones tenemos nuestras ventajas y desventajas, solemos desear aquello que no podemos tener, irónico y triste pero así es la crueldad de la vida, al menos hay cosas que se pueden lograr con ayuda de objetos o personas. Por ejemplo, usted podría surcar los cielos con ayuda de otro arcano que le brinde la oportunidad, siempre y cuando tenga buena resistencia fuera del agua... -Dijo el joven, apacible y amable, no tenía intenciones de presumir o algo parecido, únicamente daba su opinión al respecto.
Pese a ellos, las olas seguían moviéndose y meciendose al compás de la brisa, el frío parecía aumentar pero siempre se mantenía igual.

Curioso y con cierta expectativa miraba discreto cada movimiento de la contraria, la cual, acomodaba sus finos cabellos para que dejasen de rosar su propia piel, evitando que se moviesen junto con la fría brisa del ambiente. "Todos nos sentiríamos incómodos si no pudiéramos acompañar con gestos nuestras palabras, por suerte tenemos la capacidad de hacerlo..." Fue lo que pensó mientras escuchaba las palabras contrarias notando cierta angustia, y algo de'nerviosismo' en su risa, el cómo entrelazaba sus dedos sólo causó un poco de interés, el joven arcano tenía el ligero presentimiento que le hacia sentirse un poco tenso de los hombros, sólo se limitó a guardar silencio, escuchando lo que la contraria le decía.

- Espero que algún día sea capaz de admirar el cielo desde más cerca, tan cerca que podrá sentir las nubes entre sus dedos...- Expresó sus más sinceros deseos para la contraria, para después continuar hablando. - Si me permite mencionarlo, ciertamente siento un poco de envidia de los dracónicos que pueden vivir bajo el agua...- Dijo con algo de frialdad pero sin malas intenciones, únicamente expresando algo que llevaba consigo, la melancolía cruda y amarga.

Su mirar seguía fija hacia el agua, aunque de vez en vez miraba de reojo a la dama que continuaba hablando amablemente, con algunas pausas, algo detonador se aproximaba..." Nos fijamos en el movimientos de los demás pero ignoramos los propios, considerándolos gestos sin sentido. Pero, estos gestos comunican, o ayudan a explicar un mensaje verbal poco claro..." Aquel pensamiento retumbo en su cabeza al escuchar como la mujer le pedia una explicación acerca de algo, algo que era tan personal mientras el mirar de la contraria se concentraba en las telas de color azul, jugueteando para desviar quizá un poco la atención, intentando no romper el ambiente tranquilo con tal pregunta tan 'detonante'.

El único problema ahora era una cuestión en la mente del muchacho, ¿Responder o No responder...?, tantas dudas surgieron en su cabeza, sentimientos encontrados, emociones conflictivas, recuerdos, un pasado color negro, días oscuros, un presente prometedor, un futuro incierto. Únicamente se limitó a mantenerse en silencio considerando una respuesta.

- El menosprecio...- Musitó el joven con serenidad, observando a la nada, las palabras solo salían de entre sus labios como si fuese normal hablar de aquello. -... es tan temido y a la vez tan practicado por todos. Una forma degradante de tratar a una persona, una forma indigna de mirar, una forma inmadura de socializar. Pese a todo ello sólo habemos personas que decidimos hacerlo, pero ¿Porque lo hacemos? ... -Soltó una pregunta al aire, para después continuar hablando con cierta desilusión y falta de emoción en su expresión, en el fondo de su ser se preguntaba porque seguía hablando de ello, pero una parte de el quería ser escuchada, necesitaba hablar de eso. El arcano hacia pausas al hablar, como si quisiera llorar, pero no era el caso, quizá sólo sentia que le faltaba aire al pronunciar.

- No creer en uno mismo, ni en el camino emprendido, ni en el destino a alcanzar, eso es el menosprecio para mi, son pensamientos negativos que acechan, atacan y debilitan los buenos sentimientos que pueda tener una persona sobre sí misma. Se basa en comparaciones con quien debería ser y en juzgarse siempre como una persona mala e insuficiente. - Se detuvo un segundo al percatarse que sólo daba vueltas al asunto, cerró sus ojos mientras soltaba un suspiro de cansancio.

- Usted preguntaba la razón del porque me menosprecio, para serle sincero, no se decirlo con exactitud, sólo lo hago...supongo que es el tipo de crítica que surge por culpa de la infancia, por lo que ocurrió en el pasado o por lo que debió haber ocurrido. Sinceramente, creo que es una pregunta muy difícil de contestar, sólo es sentimiento, o una sensación extraña, algo común para alguien como yo. Sólo es algo a lo que uno se acostumbra...¿ Quizá ?,dudo que alguien pueda responder esa pregunta con palabras específicas, por lo menos... yo no puedo. -

Fueron sus últimas palabras, la tranquilidad seguía presente, gaviotas se oían a la distancia. No había tensión en el arcano y mucho menos sentimientos encontrados al haber dicho todo aquello, sinceramente creía que no había dicho nada importante, nada referente a su pasado y a su vida, sólo palabras amables que parecían parte de una narración trágica o una investigación confusa.