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Post by Zadquiel Leyre on May 22, 2017 15:51:08 GMT
Pensó que el aliento de la dragona sería de gran ayuda y facilitaría mucho la situación. Aunque tenía miedo de que con su cola pudiera incrustar más el ancla o moverla de forma brusco por un pequeño error de cálculo, pero debía confiar en sus capacidades, sólo que él era bastante precavido y siempre pensaba en todas las posibilidades.
Iba a decirle que estaba bien y que no había tiempo que perder, pero en ese momento, la dragona empezó a cantar. No sabía cuál era su razón para hacerlo pero se sintió algo triste. Fruncio sus labios y apretó sus puños, esa canción tenía un efecto triste en él, pero recobró sus fuerzas y se dispuso a disfrutar la melodía entonada suavemente.
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Skye Difan
La Resistencia
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Post by Skye Difan on May 23, 2017 3:30:54 GMT
El océano se iba llenando de su voz melodiosa. Cerró los ojos con mucha tranquilidad mientras dejaba que el sonido producido de las cuerdas vocales escaparán con una tonalidad más delicada, sabía perfectamente que muchos no les agradaba aquel canto, era tan triste. Se hincharon sus pulmones del oxigeno que había las moléculas de agua, dejo escapar el aire con mucha tranquilidad a la son de su voz, podía decirse que cantar le ayudaba a relajarse. Animales inquietos por saber quien cantaba comenzaban a asomarse, no se acercaban pero si querían tener idea de quien dejaba escapar esa tonada.
Las ultimas estrofas se acercaban, de su boca se desprendía una neblina blanquecina que parecía un poco brillar al contacto de la poca luz que se filtraba por las densas aguas. Lentamente su cabeza bajo provocando que el arconte se alejara del ancla, y liberando, como si de espuma en el agua se tratase, la neblina banca. Lentamente el ancla comenzaba a tomar un color blanquecino sin perder mucho su tono. Una vez formada una capa de hielo como si fuera triturado y pegado en la herramienta, comenzaba a formarse una especie de cristales de hielo concentrado en zonas para enfriarlo y romperse con mayor facilidad. La canción había terminado mientras liberaba toda aquella belleza extraña que simplemente tomaba esa característica debajo del agua. El aliento continuó esparciéndose hasta que cierto de quebrada logró que sellara su boca evitando que salga más su aliento. Miró al arconte mientras alzaba la cabeza para que el pueda golpear con tranquilidad. No dijo nada más, sabía que con simples acciones iba a comprender.
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Tsuyume
Los Grises
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Post by Tsuyume on May 23, 2017 13:28:08 GMT
La melodía se había apoderado de todo el océano, era impresionante como algunos peces se acercaban curiosos hacía los alrededores atraídos por la canción. Casi parecía que el tiempo se detuvo por ese instante, el aliento de la dragona cumplió con su propósito y el ancla comenzó a tornarse blanca y poco a poco los cristales de hielo se hicieron presentes.
La sirena tuvo que mantenerse alejada debido a que la temperatura del agua descendió un poco debido al aliento helado. Había sido un espectáculo único, en cierto modo se sentía afortunada de haber podido presenciarlo. Para cuando la melodía cesó el ancla estaba totalmente congelada y ya solo quedaba romperla.
La pelirosada miro al arconte con ojos suplicantes esperando a que este rompiera ese pedazo de metal congelado de una vez.
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Post by Zadquiel Leyre on May 23, 2017 22:42:58 GMT
Zadquiel miraba curioso cómo todos los peces a su alrededor se asomaban tímidamente para ver el espectáculo. Cuándo Skye empezaba a prepararse para lanzar su aliento, él se alejó hasta donde se encontraba la sirena. El ancla empezó a rodearse de partículas cristalinas, para luego expandirse totalmente formando una capa de hielo sobre ella.
Tsuyume lo miró y comprendió la preocupación que tenía. Con desicion, volvió a acercarse hasta la dragona, quien ya se encontraba en una posición que facilitaría su movimiento.
-Escucha, debido a la presión que voy a ejercer va a dolerte momentáneamente. Voy a tratar de moverlo lo menos posible para evitar el dolor y de hacerlo rápido.- Su voz salió tranquila y en un tono bajo, mientras posicionaba sus manos en la caña del ancla. Las separo un poco para tantear el objeto.
Seguro de su postura empezó aplicar fuerza. Cada vez iba aplicando mayor fuerza, empezaba a notar algunas grietas lo que indicaba que el ancla empezaba a ceder. Era dificil y se le dificultaba mucho tratar de romper esa cosa bajo el agua, pero no podía rendirse. Apretando sus dientes hizo uso de todo su poder, y sorprendentemente el ancla terminó de quebrarse. Se quedó un momento en shock mirando caer la parte de uno de los brazos con el resto del ancla hasta el fondo, no creía que fuera tan fácil pero lo había logrado gracias al aliento de Skye. Ahora sólo quedaba una parte del brazo dentro de ella, y no había tiempo que perder.
- Listo, ahora voy a retirar lo que queda. Apenas lo haga vas a tomar tu forma fated. Tsuyume, ve a buscar más algas. Cuándo Skye tome su forma, tu vas a envolverlas al rededor. Trata de hacerlo lo mas fuerte posible.- Apenas terminó, empezó a abrir la herida con una mano, para luego empujar hacia afuera con la otra mano la parte que quedaba. Trataba de hacerlo con firmeza, pero la herida era estrecha y no podía hacerlo lento porque eso sólo le causaría más dolor a la dragona. Finalmente salió, junto con un gran coágulo de sangre, esperaba que la sirena se apurara.
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Skye Difan
La Resistencia
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Post by Skye Difan on May 25, 2017 18:37:48 GMT
Veló que la situación mejorase, realmente quería volver a moverse pero con aquella herida en su pecho y peor aún, abierta, no era lo mejor. El brillo de sus ojos se mantenían tan intensos eran tan afilados los contornos que le daban una mirada extraña a lo que sea que mirase además de su forma y tal. La cabeza se disponía a bajar a medida que Zadquiel se acercaba a ella y apoyaba su mano en la congelada ancla. Hubo un tirón en su pecho pero no era una sensación aguda que logrará soltar un quejido. ¡Por los océanos! Logró el arcano romper una parte de la herramienta, solo faltaba el pedazo que tenía incrustado en su pecho iba a dolerle, no cabía duda ninguna.
Asintió al comando de la voz, esperaba el momento, el tirón pero no era tan fácil. Sentía como se abría la carne para poder retirar la punta del ancla, soltó un quejido suave y corto. Aun no era tan doloroso pero cuando abrió un poco más y tiro con todas su fuerzas dejo escapar un gruñido. Inmediatamente comenzó a transformarse en su forma hibrida; la larga cola llena de escamas azules y rojas se veía tan preciosa al rayo de la luz que se filtraba, pero la nube de sangre era abundante. Se dispuso a retirarse la capa para dejar de mancharla con la sangre que surgía a brotes de su pecho, era una herida desde su clavícula y mitad del tórax. Las algas que la envolvían se dispuso a atarlas un poco más alrededor de su cuerpo, debía sacarse aquel sujetador para que sea más rápido y no interfiera en el tratado. Miro a Tsuyume con los ojos algo rasgados tratando de transmitirle que la ayudará con las otras algas que se deslizaban por su cola por el cambio de tamaño.
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Tsuyume
Los Grises
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Post by Tsuyume on May 26, 2017 2:28:07 GMT
Los nervios eran muy evidentes en la sirena, estaba temblando un poco mientras se abrazaba a si misma para tratar de que no se notara demasiado pero sus intentos eran inútiles. Miraba atentamente mientras el arconte se disponía a romper en ancla, una vez que este puso su mano sobre el objeto y comenzó a aplicarle mas fuerza su cuerpo se tenso haciendo que su expresión cambiara. Aunque no era ella quien tenia un objeto extraño clavado en el pecho de alguna manera estaba sintiendo un gran dolor punzante, debido al estrés de la situación y el hecho de ver a su amiga con una herida potencialmente mortal como esta. Sostenía con mucha fuerza todas las algas que había recolectado como si alguien quisiera robárselas mientras esperaba con un sabor extraño en su boca a que el joven rubio terminara de sacar el resto del objeto.
En cuanto el ancla por fin salio esta venia acompañada con sangre justo como se esperaba, rápidamente Skye tomó su forma fated haciendo que todas aquellas vendas improvisadas que tenia cayeran y que hubiera mas sangre. La sirena no perdió tiempo, con una expresión muy seria en su rostro concentro toda su atención en volver a vendar esa herida. Tomo las algas, sus movimientos eran bastantes precisos y veloces, sin embargo dado que las algas no eran aptas para usar como vendajes sumado a que estas debían aguantar hasta que llegaran a la costa considero que tenia reforzar las vendas de alguna manera. La idea se le presento en ese instante y sin vacilar comenzó a arrancar las mangas de la prenda que llevaba puesta en ese momento para luego pasarlas encima de las algas y que estas no se desataran. Consideró que con eso era suficiente, ahora estaba mas aliviada y podía respirar con mas calma.
Nado hasta donde estaba estaba las prendas de su amiga para recogerlas, luego se coloco a su lado haciendo que ella pasara uno de sus brazos por encima de su hombro. Miró hacia el arconte para hablarle.
-Ahora podemos llevarla hasta la superficie, una vez que lleguemos tu tendrás que llevarla volando hasta la costa.- Volteó su rostro en dirección a amiga quien lucia realmente agotada, al parecer aquella poción que había consumido comenzaba a perder efecto. Sonrió para luego decirle algunas palabras a la dragona en un tono muy tranquilizante- Todo esta bien ahora Skye, vas a estar mejor dentro de unos momentos.
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Post by Zadquiel Leyre on May 26, 2017 15:19:39 GMT
Ayudó a Tsuyume colocando el brazo de Skye al rededor de su cuello, con muchos cuidado de no tocar las vendas improvisadas de la sirena. Con todas sus fuerzas se impulso hacia la superficie junto con la pelirosa. Allí arriba se encargó de cargar el cuerpo de la dragona, ciudando de que está hiciera el menor esfuerzo posible y se elevó para empezar a volar.
Llegó a la orilla y la depósito sobre la arena de la playa, miró hacia el mar esperando que Tsuyume apareciera. Dejándolo un momento ahí, voló rápidamente hasta su bolsa y la trajo junto donde se encontraba Skye. Miró detenidamente el rostro de la chica, esperando que pudiera sobrevivir, la herida parecía bastante grave.
Abrió su bolso y sacó vendas, retirando la algas acompañadas de los fragmentos de la ropa de la sirena y envolviendo las heridas con fuerza. Unas tres pociones fueron depositadas al lado del cuerpo de la peliverde.- Tienes que beber estas pociones completas, el sabor sigue siendo horrible pero estoy trabajando en ello.- lo dije en un tono humorístico para aliviar el ambiente, y con una sonrisa, aunque no se le notará por el casco de su armadura.
Acercó una por una de los pociones a la boca de la dragona vertiendo el líquido en ellas, esperando que sirvieran. Una poción era de energía, y las otras dos curativas muy potentes. Quizás no sanaria completo, pero suficiente para que no perdiera su vida.
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Skye Difan
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Post by Skye Difan on May 27, 2017 21:20:07 GMT
Tuvo el tratado rápido de Tsuyume, sentía cansancio, el frío se arrastraba y se apegaba al cuerpo caliente de la dragona, se había aferrado en los dedos haciendo que el agarre sea más frágil y con ello entorpeciéndose y muchas algas caigan por su cuerpo. A pesar de ello, dejo que la sirena se haga cargo, no era lo que Skye deseaba también quería ayudar pero dadas la situación queda claro que su trabajo era mantenerse viva y el aliento. Dejó escapar el aire de sus pulmones por su boca de manera muy suave y hizo lo mismo al recuperar.
La voz de la pelirosada se escuchaba tan lejos sacudió la cabeza para mantenerse despierta, era en vano. Pestañeo con lentitud y miró hacia ambos lados como ambos trataban de ayudarla en el nado, Hizo lo mismo, simplemente para mantener la cabeza ocupada en algo, el movimiento de su cola era lento pero lograba crear estímulos al sentir la pesadez en su cola con aquellas garras, sentía realmente nadaba o bueno. El intento. Todo fue rápido, no había diferenciado cuando había salido del agua y cuando estaba en la arena, solo lo descubrió cuando sentía el calor en su abdomen y pecho. Sintió un tintineo, un sonido raro. Sus ojos se cerraron pero estaba moviendo la cola para demostrar que seguía luchando. Sintió unas vendas en su torso y la fuerza que la ató logrando que suelte una queja de dolor.
Abrió los ojos con mucha dificultad, le dañaba el sol además de que el efecto de la pócima comenzaba a desaparecer. - O-otra vez? Que asco… - Sonrió como pudo, el labio inferior tembló. Entre abrió los labios un poco más para recibir el pico de la botellita y que el liquido ingresara por su garganta. Realmente, era horrible, y tenía que, no simplemente beber uno, sino dos más. Que fastidio. La primera comenzaba hacer efecto sentía la adrenalina correr por el cuerpo. Después se acerco otro y cuando termino el otro… aun no sentía nada respecto a su labor, pero debían ser curativas. Realmente no sentía mucho más que un alivio en sus hombros.
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Tsuyume
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Post by Tsuyume on May 27, 2017 23:57:32 GMT
La superficie parecía mas lejana de lo normal, era como si no avanzaran en lo mas mínimo por mas que nadaran. No paraba de mirar a la dragona para asegurarse de que seguía consiente, por la expresión en su rostro se notaba que estaba luchando para que no perder la conciencia. Por suerte con la ayuda de Zadquiel para llevar a Skye hasta la superficie pero estaba preocupada de que este no pudiera permanecer por mucho mas tiempo bajo el agua. Una vez que lograron salir del agua el joven arconte se llevo a la peliverde directo a la playa volando lo mas rápido que le permitía sus alas, mientras tanto la sirena les siguió nadando desde el mar con la ropa de su amiga en las manos.
Para cuando llego a las cercanías de la playa ya estaba agotada pero hizo caso omiso al cansancio, tomó su forma sellada y salió del agua con algo de dificultad sosteniendo las prendas en sus brazos. Se acercó corriendo hasta su amiga quien yacía sobre la arena de la playa con el arconte a su lado vendando cuidadosamente la herida, trato de recuperar el aliento para poder hablar pero fue inútil. Tomó unos minutos para que se calmara, pudo notar unos frascos vacíos al lado de la peliverde por lo que supuso que esta ya había ingerido las pociones y que solo había que esperar a que estas hicieran efecto. Miraba a la espera de que la dragona mostrara alguna mejoría con algo de nervios, pero sabia que todo saldría bien pues confiaba en las habilidades del rubio.
-Zadquiel, muchas gracias por ayudarla...- Le agradeció con una voz suave, luego se arrodilló cerca de su amiga y le preguntó en un tono que denotaba preocupación. - Skye, ¿Te sientes mejor ahora?.
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Post by Zadquiel Leyre on May 28, 2017 0:22:24 GMT
Quería volver a su forma sellada, así que se alejó un poco del cuerpo de ambas chicas. No sabía como hacerse así que intentó contratar con la imagen de él en forma "humana". Parecía que había pasado mucho tiempo tratando de volver a su forma, cuándo empezó a sentir la brisa de la playa en su rostro. Abrió sus ojos lentamente y se encontró algo alejado de la imagen de Tsuyume al lado de Skye, miró hacia abajo y se encontró con sus ropas normales. Corrió apresurado de nuevo hasta las chicas y miró a Skye con preocupación, quería asegurarse de las pociones no estaban teniendo un efecto contrario al esperado, por lo que agarro sus brazos para inspeccionar el color de sus venas. Luego paso a sus labios y abrió su boca para revisar la lengua de la dragona, por suerte todo parecía tener un color normal. El rostro antes pálido de la peliverde, empezaba a tomar un tono más vivaz, lo que significaba que las pociones estaban haciendo su trabajo muy bien.
Esperó con un poco de impaciencia que la dragona contestará la pregunta de su amiga. Estaba seguro que luego dormiría por días debido a la gravedad de las heridas, pero la poción de energía le permitiría estar consciente hasta que volviera a su casa. Suponía que Tsuyume le ayudaría de todas formas.
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Skye Difan
La Resistencia
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Post by Skye Difan on May 28, 2017 19:53:06 GMT
Estaba tan confundida con todo. Había pensado que iba a ser un simple día normal, pero no fue como lo había planeado. Sus dedos se acariciaron entre ellos buscando la sensación de tacto, estaba ahí aun. Respiró hondo buscando la oportunidad de incorporarse pero le dolía el pecho demasiado, había un picor por donde se había hecho la herida. Al estar la venda ocultandola, sabía que cuando toque deshacerse de las vendas se vería horrible pero lo apreciaría mucho como las demás cicatrices en su cuerpo. Cada una contaba un día, una batalla. No importaba si eran por peleas con orcas o cachalotes… si era el grupo de aquellas tercas orcas o tiburones que solamente querían probar sus dientes sobre su piel escamosa. Las aceptaba a cada una. Inhaló y exhaló con mucha tranquilidad buscando que su saliva trapace aquel mal gusto que se había establecido en su lengua y paladar.
Escuchó una voz familiar. - tsuyume… - no era posible haberlo oído. Sus labios habían logrado dejar escapar el nombre. Segundos después escucho su propio nombre seguido de una pregunta. El calor que dejaba de refugiarse en alguna zona de su cuerpo comenzaba a exponerse sobre su piel. Recibió el inmediato toque de Zadquiel en su brazo, luego sus labios y luego su lengua, no había forcejado sabía que lo estaba haciendo por una buena razón, verificar su estado. Una vez que todo el tratamiento había parado trato de incorporarse; sus manos sentían el calor de la arena y se hundían por la fuerza que estaba ejerciendo para sentarse, al igual que su columna para que la cola se moviera un poco más permitiéndole que se siente. Se quedo en silencio un par de segundos, pero no tardo más y dejó escapar su voz. - Si, me encuentro bien. Siento un picor en el pecho así que está haciendo efecto las pociones. - Comentó con una sonrisa en el rostro, luego lo bajo y musitó un simple "gracias" se iban cristalizando los ojos, algo iba a estallar y no quería dejarlo escapar.
Sus ojos amarillos y profundos se dirigieron hacia el rostro tan bello de la sirena. - Puedo decir que estoy viva… - lentamente las lagrimas caían, resbalaban por sus mejillas rosadas aun manteniendo una sonrisa. Hacía tiempo que no tenía el placer de sentir el miedo o el mismo dolor (aunque este solo lo sentía unas pocas veces) demasiado para su gusto, tenía la idea que lo había dejado morir o logrado escapar de las garras. Su expresión tan angelical se había roto cual espejo al recibir el impacto de un elemento sólido. Sus labios temblaron, las lagrimas brotaban una seguida de otra. Ocultó con sus manos el rostro mientras se doblaba hacia adentro dejando que la espalda recibiera el cariño de los rayos del sol. - Hacia tanto tiempo que no sentía esto… pensé… pensé… - no podía seguir… había pasado tanto tiempo que se había ocultado aquella sensación en una caja con millones de candados. La dragona se sentía tan aliviada de volver a tener aquel sentimiento realmente lo estaba.
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Tsuyume
Los Grises
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Post by Tsuyume on May 29, 2017 23:31:18 GMT
En cuanto la dragona comenzó a incorporarse los ojos color ámbar de la sirena se iluminaron con un brillo que denotaba la felicidad que sentía al ver a su amiga moverse. Una sonrisa de alivio se dibujó en su rostro y abrazó las prendas que tenía en sus brazos soltando un suspiro muy largo mirando hacia el cielo. Al escuchar las palabras de la peliverde sus ojos se posaron sobre ella, estaba tan agradecida de que las pociones estuvieran haciendo efecto que tardó un poco en notar que los ojos amarillos de Skye comenzaban a cristalizarse. Era tan contradictorio, ella tenía una sonrisa en su rostro pero sus ojos transmitían otro tipo de sentimiento, cuando miro todo eso en conjunto la sonrisa de la pelirosa poco a poco fue desapareciendo.
Las miradas de ambas chicas se encontraron, una extraña sensación comenzó a hacerse presente en la pelirosada; sentía un nudo en la garganta y sus manos comenzaron a temblar."Puedo decir que estoy viva…", apenas escuchó esas palabras de parte de su amiga sus ojos se critalizaron y las lágrimas recorrieron libremente sus mejillas. La sirena siempre trataba de tener una sonrisa en su rostro, de no dejarse llevar por las emociones negativas y no derramar lágrimas en ningún momento pero esta situación la había superado en todo sentido, si no se había quebrado en llanto antes era porque sabía que de nada iba a servir que llorara. Dejó caer las prendas sobre la arena mientras llevaba sus temblorosas manos hacia su boca, dejando ver solo sus ojos llenos de lágrimas. Se encogió un momento para luego mirar a la Skye cubrir su rostro con sus manos, sabía que estaba llorando.
La sirena se puso de pie con algo de dificultad, luego caminó hasta posicionarse detrás de la peliverde y con mucho cuidado apoyó su mano en su espalda; colocó sus rodillas sobre la arena para luego apoyar suavemente su rostro sobre la espalda de esta. En ese momento hubiera querido abrazarla, pero debido a que la herida aún podría dolerle solo se le ocurrió eso. Aun con el rostro pegado a la espalda de la contraria cerró sus ojos llenos de lágrimas y dijo con una voz quebrada casi como si estuviera susurrando
-Me alegra tanto que estés bien... Estaba muy preocupada...- luego de decir esas palabras siguió llorando en silencio.
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Post by Zadquiel Leyre on May 30, 2017 1:50:27 GMT
Las dos jóvenes lloraban y en un momento sus ojos también picaron por la cantidad de emociones del momento. Suspiro con alivio, ahora que la dragona en su forma fated estaba viva, podía soltar todo el aire reteniendo. El también estaba asustado como ambas chicas y temía que la peliverde no pudiera salir de esta, pero estaba bien, todo estaba bien. Sonrió un poco mirando la escena frente suyo. Tsuyume abrazaba por la espalda a su amiga, mientras las dos lloraban por el susto. Pensó que era hora de marcharse pero anhes esperó a que las chicas terminaran de desahogarse. Tanteó su bolso para encontrar las plantas que desde un principio habían causado el problema. Quién diría que todo esto pasaría, había llegado a la playa con un el objetivo de conseguir las algas y había terminado luchando contra un ancla.
-Creo que es hora de irme.- Dijo mientras se levantaba de la arena. -Lamento que todo esto haya sucedido porque tratarán de conseguirme estas algas...- Un sentimiento de culpa lo abundó pero trató de remediarlo con lo siguiente. - Sé que no es gran cosa, pero algún día les devolveré el favor. Gracias por su ayuda.- Sonrió sincero
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Skye Difan
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Post by Skye Difan on Jun 4, 2017 3:57:09 GMT
Las lágrimas no dejaban de brotar de los lagrimales, tanto tiempo sin haber llorado de esa forma, tanto tiempo sin haber sentido ese sentimiento que estaba tan alegre. Era una mezcla extraña de emociones, no comprendía si parte de esa cantidad era de felicidad o del miedo que lentamente se alejaba de su cuerpo. El calor de las manos y la mejilla de Tsuyume aliviaba el llanto. Sentía como unas lágrimas acariciaban su espalda. Podía escuchar lo aliviada que estaba con sus palabras, realmente se sentía tan feliz.
Lentamente se relajo, el temblor seso y se dispuso a limpiar las lagrimas que quedaban aferradas a sus pestañas. Soltó un suspiro que se mezclo con algo del llanto. Sacudió la cabeza de un lado a otro tratando de tranquilizarse un poco más. La voz de Zadquiel se escuchaba claramente, volteó dejando ver como por debajo de los ojos había una franja algo rosada por haber llorado tanto tiempo. Sus dedos nuevamente pasaron por los ojos para quitar cualquier lágrima y sonrió. - No te preocupes… creo que me ayudaste a mi con mi confianza. -aquello ultimo fue un susurró, era posible que Tsuyume lo escuche pero realmente no le importaba haber sufrido un poco. Dispuso de usar una de sus manos para acariciar el brazo a la sirena para llamarle la atención. - ¿Vamos a casa? - sonrió como siempre mientras trataba de alcanzar su sacón. No se lo iba a poner, debía limpiarlo un poco.
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Tsuyume
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Post by Tsuyume on Jun 4, 2017 15:48:00 GMT
El sol comenzaba a ocultarse, pronto la arena de la playa y sus aguas fueron bañadas por unos tonos naranjas correspondientes al ocaso. El día había comenzado tranquilo sin indicios de que sería diferente a cualquier otro pero en un instante todo cambió volviéndose un completo caos. Por suerte todo estaba bien ahora, su amiga que hace poco se encontraba en un peligro mortal estaba a salvo. La sirena seguía con el rostro en la espalda de la peliverde hasta que escuchó al joven arconte despedirse, volteó su rostro para verlo y poder despedirse correctamente de él.
-Esta bien Zadquiel, se que ya te lo había dicho pero de verdad gracias por ayudarnos el día de hoy.- Miró al joven rubio para luego devolverle una sonrisa.-Ya sé a quien llamar cuando necesite la ayuda de un boticario.
Había escuchado a Skye hablar pero no había entendido que es lo que había dicho. La sirena seguía con su rostro pegado a la espalda de la contraria hasta que sintió que esta llamó su atención.
Se estaba haciendo tarde y seguramente la dragona estaría cansada, se puso de pie y tomó la capa manchada de su amiga. -Permiteme- Dijo mientras limpiaba la tela para luego colocarsela. Miró al arconte una vez más- Hasta pronto Zadquiel, espero que nos volvamos a encontrar.-
Volvió su mirada hacía Skye y le dedicó una de sus mejores sonrisas mientras le hablaba con un tono muy calmado.
-Es verdad, debes descansar... Regresemos a casa.
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