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Post by Deti Kandil on May 16, 2017 2:30:47 GMT
Aun costado del gran lago, se encontraba oculta entre los árboles una pequeña cabaña, de la cual hacía de morada para una singular doctora, conocida por su reputación... Deti se encontraba sentada frente aquel escritorio lleno de escritos y algunos frascos con hierbas y medicina y encima de todo su Tableta Arcana, la cual observaba mientras soltaba algunas carcajadas por todo lo que leía, cada arcano que escribía en ella era tan peculiar y gracioso como el que le contestaba, habían temas tan singulares y llamativos como; el rescate de una fauno, un aventurero que no le importaba morir, búsquedas de personas, etc. todos eran tan divertidos, no dejaban de hacerla reir. Pero uno de todos ellos había logrado el agradarle lo suficiente como para hacerle un favor que le serviria para el rescate de su amiga. Hacerla reir y aparte darle varias veces la razón le agradaba, le dieron puntos al joven para que le convenciera a ayudarle, aunque todo tiene su precio. Se aseguro de mandarle un mensaje privado a aquel joven, en el cual indicaba su dirección y algunas indicaciones de como encontrar su cabaña sin problemas, pero también dejo una pequeña nota que decía: "PD: No te dejes guiar por las apariencias~~" Nunca antes se ha visto en persona con Melfaron, y no dudaba en que ocurriesen algunas equivocaciones con respecto a su apariencia tan infantil, lo cual siempre le hacía reír.
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Post by Melfaron Praoxhar on May 16, 2017 3:52:22 GMT
Melfaron lo había visto. Había notado la molestia de Eira mientras que hablaba con Deti por el chat y había sido perfectamente capaz de ignorarla, pero ese mensaje furioso y frío al final lo había hecho sentirse culpable. De nuevo. Odiaba la facilidad con la que la ninfa controlaba sus emociones... y odiaba que fuera celosa. La forma en la que le había hablado a Deti no tenía nada de diferente a como se refería a casi todas las arcanas y arcanos con los que hablaba en el chat.
Además, había hecho algo bueno, ¿no? El mensaje de la doctora significaban buenas noticias para ambos y para Nev. No le dijo nada a Eira al respecto... no estaba seguro de que pudiera mantenerse calmado si se ponían a discutir, mucho menos si le hacía una escenita donde Deti, y cosas malas pasaban alrededor suyo cuando se enojaba.
"Dioses, ojalá que no tenga que besar a Deti para recoger el paquete, o Eira va a matarme." se dijo a sí mismo, recordando lo que había ocurrido con Baltorn.
Total, acabó pagándole demasiado a un dragón mercenario para que lo llevara volando a toda velocidad hasta el Gran Lago de las Hadas y que se quedara esperándolo allí para devolverlo a Reapergate antes de que amaneciera. Tenía que ir y volver antes de que su "mon cheri" notara su ausencia. Para colmo, el hogar de Deti quedaba tan escondido que si no hubiera sido por las indicaciones del mensaje se hubiera perdido entre tanto bosque y agua y hadas. Incluso su postdata había sido premonitoria: no sabía que le estaba pidiendo a un tabernero cojo y de piernas chuecas que jugara a ser un explorador y siquiera las pistas que lo llevarían hasta el tesoro, solo que, en lugar de oro, hallaría lo que fuera que Deti tenía preparado para él. Iba lentamente, con cuidado de no perder su bastón, tarareando una vieja canción que recordaba de sus días en Europa. El lado positivo de todo eso era que por fin pudo volver a disfrutar del aire fresco del lago. Quizás debería salir de las grandes ciudades más seguido.
Finalmente llegó a la pequeña y curiosa cabaña donde vivía la médico. Sí, tenía que ser allí. Se arregló un poco la ropa y el cabello antes de tocar a la puerta, rezando porque sus cuernos no fueran tan altos como para chocar con el marco.
Toc, toc, toc.
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Post by Deti Kandil on May 16, 2017 4:15:42 GMT
Apenas llegó a terminar de arreglar aquel pequeño paquete, su contenido ya estaba listo y solo se encontraba cerrando cuando escucho que alguien tocaba a su puerta, la medusa ya sabia de quien se trataba de lo cual sonrio por la idea que se le vino a la cabeza en aquel momento. Dejo aquel paquete en lo que era su mesa de experimentos y se acerco a la puerta con un -voy~- en un tono dulce e infantil de niña pequeña.
Quito el seguro de la puerta y la abrió un poco fijándose primeramente de quien se trataba, aunque ella ya lo sabía con seguridad. Planeaba el fingir un poco el ser una niña pequeña, le gustaba el aprovecharse de su apariencia tan infantil ya que solo media a lo mucho una estatura aproximada de 1.25, mas apartes su vestimenta y su cuerpo era mas el de una niña.
-tu quien eres?....- dijo en un tono infantil algo temeroso, estaba fingiendo por supuesto pero quería engañar bien a aquel hombre.
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Post by Melfaron Praoxhar on May 16, 2017 5:04:50 GMT
Melfaron no hizo caso a la voz infantiloide que le contestó desde adentro (si un orco podía cantar hermoso, entonces una mujer podía tener voz de bebé), pero sí frunció el ceño al ver a esa arcana tan pequeñita y con cara de niñita inocente. Sus pupilas se movieron, buscando recorrer la habitación que podía observar por sobre la altura de la cabeza de la pequeña, pero no había nadie más. Estuvo a punto de preguntarle sin más si acaso estaba su mamá en casa, pero recordó la carta.
"PD: No te dejes guiar por las apariencias~~
¿En serio? La damita en frente suyo no se veía mayor que una niña de diez años, incluso actuaba como tal. Quizás si era un engaño después de todo. Como sea, Melfaron la trató con el mismo respeto que le hubiera entregado a una mujer noble. Hizo una reverencia exagerada y la acompañó de una sonrisa melosa. Si aquello era un juego, estaba dispuesto a seguirlo, y si no lo era, pues Deti tendría que aparecer en cualquier momento.
- Buenas noches, querida, mi nombre es Melfaron, tabernero, cuentacuentos y guapo profesional. ¿Se encuentra la talentosa Deti en el hogar?
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Post by Deti Kandil on May 16, 2017 5:24:00 GMT
-oh... cuenta cuentos?...- abrió un poco más la puerta de aquella cabaña mostrando que efectivamente solo se encontraba ella, pero no dejaría su papel de niña por lo que se llevó un dedo a los labios en un gesto de sorpresa por aquel dato que le llamaria la atencion a cualquier infante.
-oh! la doctora Deti no se encuentra!- dijo en un fingido tono de sorpresa al igual que resistía las inmensas ganas de reírse por lo que dijo Melfaron "talentosa"!?, en el pasado le habían llamado de tantas formas, adjetivos descalificativos tan llamativos, hasta le habían apodado "El doctor demonio" pero aquello de "talentosa" le daba tanta gracia el ser llamada asi. Pero no caería ante eso, no tan rápido.
-La doctora salió por unas cosas, pero si me dejo a cargo de un paquete para un tal... Melfaron....- sus ojos no se observaba por aquel flequillo que le cubría sus ojos, pero si lo estaba observando tan fijamente como si penetrase su alma -si enserio eres tu MElfaron... pruébalo o no te daré nada....-
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Post by Melfaron Praoxhar on May 16, 2017 6:15:36 GMT
- He escuchado las historias más increíbles de bocas de mercenarios, aventureros, bardos y toda esa chusma. Podría hablar por horas... me encanta el sonido melodioso de mi propia voz -Melfaron terminó de convencerse de que allí no había nadie más que la supuesta niña y él. No había nadie más adentro ni afuera. Tenía prisa, pero esta muchacha misteriosa, posible médico y curandera, estaba empeñada en hacerle perder el tiempo.
Melfaron, simplemente, sonrió.
- Qué lástima, tenía tantas ganas de conversar con la doctora. Necesitaba comentarle un negocio que podría interesarle -Mel suspiró, decepcionado. Se acomodó de tal manera sobre su bastón que apenas sentía el peso de su propio cuerpo-. Bueno, querida, ¿qué necesitas de mí? ¿Una forma de identificación formal? -dijo mostrándole su tableta arcana, en la que se podía ver claramente que él era Melfaron Praoxhar- ¿O acaso prefieres una especie de prueba? Te aseguro que no hay muchos otros baphomets que vivan en la Ciudadela. Si quieres, podría contarte una historia.
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Post by Deti Kandil on May 17, 2017 22:20:43 GMT
-wow!- soltó con una expresión infantil de sorpresa, que siguió de una inmensa sonrisa burlona que se extendía de lado a lado -tu ego es mucho más grande que tu cabeza y cuernos juntos jijiji- reía mientras se llevaba una mano frente a su sonrisa. Le observaba intrigada por sus palabras "negocio interesante", aquel hombre si sabía cómo llamar su atención, no era tan tonto como los otros. - oh, y que es lo que buscabas?-Al momento que él le mostraba su tableta arcana con su nombre, la dejo tan indefensa ante ella no dudo en hacer otra travesura -oh!, claro que te pondré una prueba.... permíteme!- antes de que le dieran aprobación alguna ella ya había tomado aquella tableta ajena e ido directo al chat escribiendo:
"Eira, Eirita, los celos te desorbitan de mi gran ego jijiji" Y antes de que aquel hombre se interpusiera, le dio a Enviar haciendo un echo público aquella pequeña rima sin sentido. Después de aquella travesura le extendió la tableta a su dueño -ten, ya he confirmado que tu eres Melfaron, puedes pasar jijiji- abrió por completo la puerta colocandose aun lado de esta dejando entrar aquel hombre y cerrándola una vez que este estaba dentro. -Ponte cómodo jiji aunque supongo que tendras prisa~- decía entre risillas mientras se encaminaba a su escritorio y tomaba aquel pequeño paquete. -Presta atención a las siguientes indicaciones que te daré sobre eso...- Regresaba con Melfaron con una cajita entre sus manos, aun se encontraba sonriendo pero ya no como antes y no tenia razón para reír, cuando se trataba ya de hacer su trabajo lo hacía con seriedad. Extendió sus manos frente aquel hombre mostrándole aquella cajita de madera con un detalle de una medusa tallada en la tapa. -Dentro de esta cajita hay 4 medicinas y pociones variadas, 1 veneno y 1 antídoto para el veneno. Los frascos no están marcados, pero se distinguen por sus colores, dentro hay una pequeña nota que dice de que trata cada uno, todos son dosis solo para 1, no podrán repetir, asi que cuidado al usarlas- Le entregó al hombre aquella cajita colocándola con cuidado en sus manos -otra cosa, por NADA del mundo los confundas y tampoco los tomen a la vez!- Dijo esto último con voz contundente dejando en claro su punto.
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Post by Melfaron Praoxhar on May 18, 2017 0:09:26 GMT
¿Él? ¿Egocéntrico? Melfaron se rió y se encogió de hombros. - Las verdades no duelen, querida, y mis cuernos son magníficos.
Amaba que la (no) niña fuera tan parlanchina y que tratara de pasarse de lista. Le recordaba a todos los clientes que habían llegado a su taberna con la intención de beber gratis y le habían contados pésimas historias. Le sonrió tan dulce como la miel al notar que estaba interesada en ese pequeño negocio que quería concretar... que en verdad no era nada más que comprar un par de cosas, solo lo había dicho por llamar la atención, pero ya se le estaba ocurriendo una idea mucho mejor. Tendría que volver allí en algún momento. - Me temo que no hago negocios con niñas. Tendrías que demostrarme que eres Deti en persona para que te cuente lo que quiero, pero eso sería ridículo, ¿no? Tendría que ser una maestra del engaño y una genio excepcional, además de la brillante médico que rumorean por allí.
Todo iba perfecto hasta que esa pendeja le arrebató la tableta. Mel sabía que era una persona de reflejos lentos, así que no se sorprendió al sentir que se deslizaba de su mano y acababa entre las de la pequeña arcana. Dioses, qué maleducada. Dejó escapar un suspiro pesado y esperó a que se la devolviera... oh, había un mensaje abierto. Lo leyó.
...
Eira va a matarme.
Sentía el rostro congestionado de ira (estaba tan agradecido de que su piel fuera roja, así era imposible para el resto notar cuando se le subían los colores), pero no podía perder la cabeza, no allí. Ya sabía que cosas malas ocurrían cuando se enfadaba. Se enderezó, apretó con fuerza el mango de su bastón y emitió una sonrisa venenosa mientras que guardaba la maldita tableta en su bolsillo al mismo tiempo que seguía a Deti dentro de su hogar. Al menos ahora por fin podía recoger el paquete por el que había venido originalmente. Caminó hasta el centro de la habitación y se dedicó a distraerse y mantener la calma mientras que la joven iba a buscar el encargo. No, no tengo mucho tiempo, pero tengo que pensar en algo que decirle a Eira, así que adelante, entretenme algo, tomemos el té juntos y cuéntame de tu vida. Por los dioses, se estaba volviendo un amargado. Burlarse de él mismo y contar la cantidad de cosas extrañas que veía en el cuarto lo ayudaban a tranquilizarse y pensar en frío.
Por fin, el paquete. Melfaron abrió la cajita y leyó la nota mientras que escuchaba con atención las palabras de la muchacha. Los frasquitos de colores eran lo suficientemente pequeños como para poder guardarse uno en el bolsillo, así que apartó el veneno y se lo reservó para él. Quién sabe, quizás le era útil más tarde.
El baphomet cerró la cajita, levantó la vista y le dio una última sonrisa falsa bien disimulada a la insoportable chiquilla. Para angustia suya, le había caído bien. Tomó la mano de la ladronzuela y la besó suavemente a modo de despedida y agradecimiento. - No los confundiré. Soy cojo, no daltónico. Un gusto haberla conocido, doctora, ojalá volvamos a encontrarnos pronto.
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Post by Deti Kandil on May 23, 2017 6:15:01 GMT
Después de aquella travesura suya y de entregar su paquete acompañó a Melfaron hasta la puerta abriendola con educación para el. Pero se vio asaltada por aquel caballerismo del hombre y su despedida con un beso en su mano, a lo cual solo respondió con una risilla -jijiji espero que sea más pronto de lo que crees~~ no quisiera perder un buen cliente. Pero por ahora tienes que marchar y salvar a su amiga no? jiji tu novia a de estar con el pendiente~-Antes de que Melfaron marchase le detuvo una última vez en el umbral de su puerta -por el momento no te cobrare por este botiquín~~ pero la próxima vez que me veas tendrás que pagar~~ jijiji- dijo esto último con una inmensa sonrisa y para finalizar agrego -buena suerte en su rescate~- cerrando la puerta tras de sí.
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