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Post by Cereza Koslov on May 18, 2017 16:33:36 GMT
... debía de encontrarse en ese lugar. Aunque claro, a Cereza no le agradaba mucho la idea de caminar por el mercado negro pues sabía que muchos productos en ese lugar no tenían procedencia moral. Intentaba evitarlo a toda cosa, pero... a veces era su deber aventurarse en aquél sombrío lugar lleno de caras poco amigables para buscar los ingredientes faltantes para potentes medicinas que salvarían la vida de arcanos en el futuro. No acostumbraba ir sola, casi siempre le pedía a Ethgan que la acompañara o que fuera él por algún encargo pero ésta vez él se estaba tardando mucho, y ella... ella no podía esperar más. El antídoto para una enfermedad que se había propagado últimamente se le había acabado, debía fabricar dicha medicina lo más pronto posible.
Con una capa para esconder su única ala de querubin, y de paso cubrir un poco su cabello, la mujer emprendió una caminata por las oscuras calles del lúgubre mercado, con canasta en mano y su dinero muy bien escondido.
Cereza se acercó a un puesto en donde estaban en exhibición varias hierbas que ella solía usar, acompañadas de muchas otras que tenían como destino la magia negra: maldiciones. Pero entre tanto producto la querubin no lograba avistar lo que requería. Y si no lo encontraba ahí sólo quedaba un lugar al cual acudir... pero ella pronto sacudió su cabeza. Había escuchado rumores que ese boticario no veía con buenos ojos a los seres de luz.
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Post by Adrian B on May 18, 2017 17:45:14 GMT
La eterna oscuridad que caia sobre el mercado solo lo hacia ver mas lugubre de lo que en verdad era, si no fuera por las calles mal cuidadas, los seres extraños en cada esquina, el lugar no cumpliría honor a su nombre. Entre todo ese desfile de criaturas, una cabeza roja brilla por su el contraste con su el fondo negro del lugar. La gente quien tuviera un negocio ahi sabia quien era, eso no les provocaba menos desconfianza a el joven. Su caminar era seguro, su espalda permanecía recta mientras hundiendo las botas en el frio suelo provocaba un sonido distintivo. Los arcanos a su alrededor no se cruzaban a en su camino, rodeaban al sujeto para no quedar en frente. Lo conocian por ser toda una sorpresa, debajo de esa capa negra podia tener escondido desde una daga de una aleación especial de meta, un cuchillo o simplemente un poderoso liquido que te mataria al instante, la idea de una confrontación no les apetecía. Otra de las razones por las cuales le tenian respeto, era que el joven habia abastecido con diferentes sistemas de seguridad a los negocios aledaños,a demás de venderles accesorios para ocultar su mercancia y transportarla sin que fuera detectada por otro arcano con un olfato poderoso.
Parecia que venia de una de sus interesantes expediciones al bosque de los susurros, su capa negra tenia rastros de manchas con un color interesantemente contrastante a lo oscuro de su vestimenta, mientras que en su mano guardaba un frasco lleno de un liquido que se podia observar de una distancia prudente, una sustancia viscosa de color plateado. Parecia que no le importaba si esta se caia al suelo ya que jugaba con este frasco entre sus dedos como si se tratara de un juguete
Su puesto se encontraba alejado de las principales tiendas del mercado, al fondo, donde terminaba el mercado y la zona recidencial comenzaba, asi era mas tranquilo aunque tuviera que atravezar todo el largo pasillo del lugar para llegar a su local. En su caminar entre los locales, su olfato capto algo, un olor particulas no era comun en esa ciudad. Paro en seco y toco su nariz, apretandola fuerte esperando que el aroma fuera parte de un producto en un lugar cercano.
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Post by Cereza Koslov on May 18, 2017 18:43:56 GMT
Tal vez se trataba del puesto más normal del Mercado Negro, ya que éste tenía una sección algo pequeña de hierbas poco nocivas. -Muchas gracias... -terminó por comprar una copiosa cantidad de hisopo al vendedor de hierbas, pagándole en la cantidad exacta de monedas pequeña para no atraer la atención de un posible ladrón en la cercanía. No estaba de más ser prudente cuando se encontraba sola, y es que ya llevaba algo de tiempo viviendo en Reapergate, por lo que pasó por muchos sucesos en el pasado para hacerse una idea de cómo era el estilo de vida en las tierras del Este . Sabía a lo que se atenía.
Se ajustó la canasta en la articulación del codo y se dispuso a seguir con su camino Y justo cuando se dio la vuelta notó a un hombre que caminaba por el pasillo principal del mercado, con un aire muy distintivo que la obligó a analizarlo por unos segundos. Antes de que sus ojos se concentraran en el rostro o en darse cuenta de aquél color rojo pasión de su cabello, la mirada de Cereza se ancló al frasco con el que el extraño jugueteaba.
¿Acaso sería...? Bien, sabía el protocolo de comportamiento para no causar alboroto en Reapergate. 1.- No mirar a los ojos. 2.- No aparecer sorpresivamente frente a uno. 3.- No tocar. 4.- No hablar de tú, a menos que esa persona entre a la curandería en busca de ayuda.
Eran cuatro sabios pasos que la querubin había notado, con el paso de los años, servían bastante bien. Una guía de supervivencia, vaya. Cereza se ajustó su capa, para después avanzar hacia el hombre con algo de cautela, y a una distancia prudente llamarlo para hacerse notar. -¡Disculpe, señor! -inhaló hondo y luego exhaló, preparándose para lo siguiente- No pude evitar notar ese pequeño frasco que tiene en su mano, justamente es ese tipo de ingrediente el que vengo a buscar al Mercado.Si no es mucha molestia, ¿podría indicarme...? -ella caminó hasta colocarse frente al hombre, pero cual fue su sorpresa al notar aquél rostro.
Era él. El boticario que odiaba a los seres de luz.
-... ¿... en dónde comprarlo?
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Post by Adrian B on May 18, 2017 19:38:29 GMT
Retiro sus dedos de su nariz, respirando del olor a madera y a carbon que estaban impregnados en esos guantes de plata con los que siempre cargaba, esperando que el olor de un arcano de luz se fuera, pero para su mala suerte, este solo aumentaba. Lo podia olfatear mas cerca y mas cerca, sus oidos tintineaban al sentir que alguien se tomo la molestia para acercarse a su persona, cuando su lenguaje corporal parecia tan intimidante. Sus ojos oscuros que carecian de rastros de luz, se colocaron en la mujer que llamo su atención, su cara delicada, la boca pequeña para hablar solo lo suficiente, el brillo rosa en sus labios y los pequeños cabellos rosas que caían sobre su frente solo hicieron que sus sospechas se confirmaran, era un arcano de luz.
Una sonrisa discreta apareció en su rostro, levantando levemente el frasco con el contenido que solo se movia de un lugar a otro, como una danza lenta. -¿Estas segura que esto es lo que buscas?...se trata de sangre de unicornio- Ya que la tenia tan cerca de el, procuro no acercarse demasiado y solo sacar la información que requeria. Queria saber que tipo de arcano era, dependiendo de si su indignación era palpable debia ser un unicornio, si en su rostro solo habia preocupación debia ser esa clase de arcano a los que llego a nombras como angeles y si su cara era indiferente debia ser un arcano de luz muy corrompido por la oscuridad de Reapergate
-De seguro esta confundiendo el liquido con la popular mezcla de una extraña flor blanca con delicados detalles negros que crece en las tierras de la primavera y un pedazo de nieve de la corte del invierno- Movio el contenido varias veces, sacudiendolo para mostrar como este era espeso, lo que hubiese dentro de ese frasco no era agua ni mucho menos algo inocente. Menciono la mezcla anterior por ser una de los populares ingredientes usados para la curacion de varias enfermedades, ademas que el resultado de mezclar estos dos elementos, daba un color parecido al que observaba.
-Si alguna de esas dos cosas le interesan, yo soy el que las posee- la sonrisa desaparecio y espero tranquilamente el descubrir si la mujer se trataba de una nueva clienta
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Post by Cereza Koslov on May 18, 2017 19:59:52 GMT
Los ojos de la mujer se abrieron un poco más de la cuenta mientras seguían el movimiento del viscoso líquido dentro del frasco, dándose cuenta de que efectivamente no era lo que buscaba. Unas cuantas gotas de sudor aparecieron en su tez ya que remontó su memoria a varios unicornios que había conocido en el pasado, sonrientes y alegres sin desearle ningún mal a nadie. Ahora de seguro un congénere suyo había sucumbido (tal vez) hace unas horas bajo la mano del sombrío boticario de venenos... Cereza tragó saliva con fuerza.
Sin embargo sólo fueron unos segundos de ansiedad los que transcurrieron para poder reponerse de la impresión, y volver a mirar al hombre con un gesto firme en el rostro.
5.- No dejarse ver impresionada tan fácilmente por algo así.
-Lo siento, desde la distancia me pareció que se trataba de Doricnio. Si, la mezcla de esos ingredientes letales -Cereza juntó sus manos frente a su regazo, como solía hacerlo cuando se encontraba pensativa- Lo suficiente como para intoxicar a una legión entera, y en pequeñas dosis como esa, poder acabar con la vida de un dragón en cuestión de segundos. ¿Me equivoco? -apretó un poco sus manos- Me encuentro interesada en adquirir tales ingredientes, aunque... no para un fin tan macabro.
Cereza dejó escapar el aire que aún contenía en sus pulmones y que no sabía, estaba reteniendo.
-De ser posible ¿los tendrá ya en existencia?- lo último lo preguntó, intentando ocultar la preocupación en su voz. El saber que estaba dejando sola la curandería la ponía ansiosa.
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Post by Adrian B on May 18, 2017 21:30:04 GMT
Noto ese momentaneo cambio en los ojos de la mujer, era claro que le habia afectado la revelacion, lamentablemente eso no le daba la suficiente informacion para deficir a que especie pertenecia. Tomo con fuerza el pequeño recipiente y lo guardo en su largo saco negro, estaba mas que confiado que nadie trataria de quitarle tal vanal objeto.
-Yo tengo la mezcla y ademas los ingredientes ...- La analizo, moviendo sus ojos de arriba a bajo, pensando, seguia tratando de adivinar lo que era. Cerro sus ojos por unos segundos y se acerco discretamente, para poder susurrarle. Su mirada caida, observando al suelo sucio lleno de charcos y basura inutil que volaba por el viento. -no lo tome a mal pero...los seres de luz no son bienvenidos aqui y mas si se trata de arcontes, la vanidad y soberbia de esa clase de razas son abrumadoras....nadie quiere eso aqui-
Levanto sus ojos para mirar a su alrededor, observado con una mirada fulminando a aquellos arcanos que los miraban con atencion. El vampiro gruñía y las personas seguian con su camino. desvio su mirada a el piso de nuevo para continuar hablandole en secreto -digame que raza es usted y si lleva consigo el dinero suficiente para obtener lo que quiere...-
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Post by Cereza Koslov on May 18, 2017 22:38:54 GMT
La mujer sintió como todo su cuerpo se tensó ante la proximidad repentina. Sí, él era intimidante, pero el calor que sintió en sus mejillas no se debía al miedo, sino por la pena de que él se acercara de esa manera. Ni vivir día a día con Ethgan bajo su techo, quien era el hombre más mujeriego que ella pudo haber conocido en su vida, la había vuelto inmune a sentir mariposas y torpeza cada vez que alguien del género opuesto se aproximaba tanto. "T-tan cerca..." la querubin parpadeaba, miraba a otro lado y luego a él mientras escuchaba sus palabras. Pero las palabras del boticario la regresaron a la realidad con pronta rapidez. Ella achicó un poco sus ojos al mismo tiempo que apretó ambas manos entre sí. - Puede estar seguro, señor, de que no soy un arconte -frunció ligeramente el ceño, susurrando a la par que ella lo hacía y mirando hacia el frente- Y que he vivido suficientes años aquí como para saber que los de mi raza no son bien vistos en estos lugares, es algo a lo que me he tenido que acostumbrar.
Cereza apretó sus ojos cuando escuchó gruñir al susodicho casi al lado de su oreja, su cuerpo tembló ligeramente. - Soy... una querubín. -titubeó- ¿Mi raza es motivo suficiente para no venderme de su mercancía? -ella colocó una mano sobre su propio pecho- Eso no debería de importar siempre y cuando lleve conmigo el dinero para poder adquirirla. Lo cual es así, señor.
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Post by Adrian B on May 18, 2017 23:08:02 GMT
- ...querubín- repitió rápidamente lo que la muchacha había dicho mientras en su mente recordaba lo que sabia sobre los querubines " No son muy adeptos a las armas pero tienen un encanto natural que los ayuda a zafarse de....bla bla bla". Dio un paso lejos de ella, quedando con la distancia que tenían antes de que el empezara a susurrar, dio un vistazo a su alrededor, no le gustaba que la gente lo mirara así que tenia que asegurarse.
Sus pies se movieron para continuar caminado a su negocio, miro a ella una ultima vez para levantar su mano y hacer una pequeña señal para que lo siguiera. Ya que sabia que era la arcana no tenia derecho en dudar que no estaría armada...aunque aun así dudaba. Se supone que los querubines son puros y no buscan pelea, son seres que ayudan a otros, eso explicaría para que quisiera los ingredientes, pero su regla de oro era "no confiar en nadie"
La ciudad era oscura y entre mas caminara para dirigirse a las afueras del mercado seria menos clara la visión, lo único que guiaba el camino eran unas antorchas colocadas en una larga pared de piedra a un lado de la calle. El hombre se encontraba a solo unos pasos mas adelante de la mujer y de vez en cuando volteaba para asegurarse de que lo siguiera. No temía por su seguridad, esos lugares no eran los mas peligrosos de todo Reapergate, mucho menos si era acompañada por alguien que conocía esos pasillos como su propia mano.
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Post by Cereza Koslov on May 18, 2017 23:21:02 GMT
Parecía que se trataba de un hombre de pocas palabras, ya que no dijo absolutamente nada después de que ella terminara de hablar. Su mirada seguía firme en el pelirrojo de ojos casi muertos, esperando cualquier respuesta de parte de él, como: "Jamás le vendería nada a un querubín", "Puedes ir buscando en otros lugares", "No necesito de tu sucio dinero", entre otro repertorio más colorido que se reservaba muy en el fondo de su mente. Fueron frases que ella imaginó escuchar proviniendo de él, frases que ya le habían dirigido antes hace no mucho tiempo atrás.
Cuál fue su sorpresa cuando el susodicho comenzó a caminar, y gracias a que Cereza lo siguió con la mirada no perdió el momento exacto en que él le hizo una seña para que lo siguiera. Una sonrisa al fin se dibujó en su rostro y se permitió suspirar aliviada. Aún así no era momento para relajarse ¡tenía que conseguir los ingredientes!
Cereza lo siguió con prontitud, asegurándose de mantener una distancia adecuada entre ambos sólo por precaución y también para darse el lujo de explorar el terreno en el que se adentraba con miradas furtivas. Jamás se había alejado tanto del mercado central... esa parte de Reapergate era prácticamente desconocida para su persona. -... Mi nombre es Cereza. Cereza Koslov- decidió terminar con el silencio entre ellos después de un par de minutos de recorrido- Mi local se encuentra en el área oeste de Reapergate, cerca del puente aledaño a la herrería. Umm... me temo que no se su nombre con exactitud, señor... -lo volteó a ver con curiosidad.
A pesar de que ella no caminaba exactamente rápido, él no se había alejado mucho. Lo que indicaba que a pesar de su desagrado hacia los seres de luz, era un buen vendedor. Eso... o tal vez querría matarla en donde nadie pudiera encontrarla.
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Post by Adrian B on May 19, 2017 0:08:06 GMT
Cuando se encontraban con una visión cercana de su local, el cual era una especie de casa hecha de piedra y madera para combinar con las viviendas aledañas. El primer piso tenia ventanas pero al parecer solo eran cosa de ornamento, no servían ya que no podías ver dentro, la puerta era la única que tenia una ventana pequeña , de vidrio rojo, solo para asomar la cabeza discretamente y tener una vista vaga de lo que se encontraba dentro. El lugar en donde estaban no era muy concurrido, los arboles abundaban y los arcanos que pasaban por ahí se veían de apariencia normal, nada que pudiera levantar sospechas, de hecho, ala lejanía podías escuchar niños jugando pero no eran visibles gracias a la neblina . Era un barrio normal pero callado y sumamente vació, Perfecto para lo que hacia dentro de la casa.
La volteo a ver y se quito la capucha que cubría su cabello medianamente largo y tan rojo como la sangre de un humano -No me digas, ¿tu sueles hablar mucho verdad?- La volvió a guiar con su mano, haciendo la misma señal, acercándose lentamente a la puerta. Tomo la perilla la cual tenia un símbolo extraño, giro varias veces la perilla como si eso se tratara de un código, su cuerpo tapada esos movimientos así que estaba seguro que la mujer no lo veía abrir la puerta.
Cuando al fin se abrió de par en par la invito a ir primero, cubriendo la perilla para que no la tocara -si usted toca la perilla quedara paralizada, igual las paredes, tenga cuidado...- Agacho su vista como se tratase un caballero o un sirviente esperando que la dama pasara primero.
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Post by Cereza Koslov on May 19, 2017 0:29:45 GMT
Curiosamente, se había imaginado algo totalmente diferente cuando pensó en el local que manejaría el boticario. Algo más lúgubre, más oscuro... más negro. "Está bien, intentar entablar conversación ajena a lo que nos a compete está de más. Ya entendí." pensó Cereza para sí misma con resignación, mientras daba un último vistazo a su alrededor ¡Incluso podía escuchar pequeños niños arcanos a lo lejos! Tendría que visitar para conocer mejor la zona, un día de estos.
Vaya curioso sonido tan rítmico con la perilla ¿un código? La mujer no pudo hacer más que esperar a que el boticario terminara, para darle paso a ella. Cereza rió ligeramente ante tal comportamiento. Mientras ella fuera cliente recibiría un trato respetuoso ¿entonces que fue lo de hace poco? Bueno, realmente no tenía tiempo para intentar mantener una conversación amena con quien no lo deseaba, sin decir más le dedicó una pequeña reverencia y luego se adentró en el lugar cuidando de no rozar las paredes con ninguna parte de su cuerpo.
-Uh... -arrugó un poco la nariz, la tienda tenía un peculiar aroma, de seguro a causa de lo que vendía o había en su interior.
La querubín llevó su mano hacia el broche delantero de su capa con el fin de desabrocharla y quitársela de encima, revelando así su única ala adornando su espalda. Era algo sumamente molesto tener que cubrirla por tanto tiempo que sólo esperó llegar a un lugar cerrado para poder sentirse un poco más libre. -¿En qué presentación maneja los ingredientes? -lo volteó a ver con una sonrisita- ¿Tendrá los suficientes para la elaboración de un litro de medicamento? Necesitaría... tres ramilletes de flor de Huernia, de éste grosor -hizo un ademán con su dedo pulgar e índice- ¿O los venderá en polvo, tal vez?
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Post by Adrian B on May 19, 2017 1:25:44 GMT
El lugar era mas oscuro que en el exterior, era iluminado por 4 antorchas, dos posicionadas en la pared de donde entraban y el resto justo enfrente ellos. EL olor era una combinación a libro viejo mezclado con ese tipo de fragancia particular que nace cuando algo se encuentra encerrado. Un olor que también estaba presente era el de la sangre, el vampiro se acostumbro tanto que no le molestaba para nada. La estantería en el techo mostraba varias series de pócimas de colores, rojos intensos, rojos claros, azules, grises, negros. Dentro de estos contenedores también se encontraban partes de animales o arcanos, el nunca dirá la verdad sobre aquellos órganos guardados en frascos. De lado derecho tenia una serie de cajones, mochilas, ataúdes, cosas hechas de madera a excepción de los bolsos, esos estaban hechos de tela, cada uno de estos productos estaba destinado a esconder cosas preciosas para el portador. -Mi nombre es Adrian Baskerville, Boticario, Inventor, llámeme Adrian B si le apetece- Señalo con la mano un perchero que yacía al lado de la puerta para luego caminar hacia la mesa al fondo, dar un brinco, deslizándose por la superficie de madera y caer del otro lado. Se agacho un momento, debajo de la mesa se encontraba una serie de cajas y frascos con distintos contenidos -Es peligroso hablar cuando se encuentra en un lugar solitario, ya que en un lugar vació el sonido de las voces se amplifica, por lo tanto pueden escuchar a la lejanía y todos los cercanos se enterarían quien es usted- Tomo una caja de vidrio reforzado, la levando hasta ponerla sobre la mesa y abrir la tapa de madera que funcionaba como sello. Tenia varias cajas acomodadas minuciosamente, parecía ser un maniático del orden. El saco una caja hecha de madera con un grosor pequeño de color negro y la abrió, mostrando la flor que la señorita quería, pero no era solo una, eran varias de la misma especie. Espero a que se acercara a observar y seguir hablando -tengo los ingredientes que necesita en estado puro como ve, también tengo dos litros de esta especie de flor que molí y remoje en agua, tengo varias pociones que use con esta planta, la mayoría son venenos pero también tengo antídotos -
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Post by Cereza Koslov on May 19, 2017 1:53:56 GMT
(OOC: Te amo XD no se, tanto detalle en la descripción y en el dibujo... ¡wow! ) Ella estaba acostumbrada al olor de la sangre pero no a tal grado, en un lugar tan encerrado que no permitía ventilación... era hasta un poco peligroso para la salud misma. No dudaba que él pudiera tolerarlo e incluso vivir ahí (es decir, así era después de todo). La botica estaba repleta de ingredientes y mercancía que de seguro estaba sumamente prohibida por ser inmoral, era un frío recordatorio de que seguía presente en el Mercado Negro, en una extensión del mismo. No se molestaría en intentar indagar en el contenido de esos frascos. En vez de eso siguió con la mirada al arcano quien se puso en su lugar correspondiente como vendedor. - ¡Con que eso era! -replicó Cereza con una expresión de sorpresa seguido de una de alivio, al fin pudiendo relajar sus hombros ante la presencia de Adrian. Adrian Baskerville, que alivio al fin poder dirigirse hacia él por su nombre incluso en sus pensamientos- Si que es un hombre precavido, señor Baskerville. Aunque por la naturaleza de su trabajo me imagino que tiene que mantenerse en completo sigilo.Cereza se acercó para poder ver de cerca lo que le era ofrecido. - Quisiera las flores en su estado natural, estoy acostumbrada a trabajar con la planta desde que es cortada de la tierra. Siento que de esa forma estoy inmiscuida en todo el proceso de lo que preparo... y si algo sale mal, es responsabilidad mía y de nadie más. -la querubín sacó un par de gafas de la canasta que cargaba para colocárselas y así poder apreciar los detalles de los ejemplares. Pareció quedarse en silencio por varios segundos. - ¿Tendrá el pedazo congelado que proviene de la Corte del Invierno? Necesitaría 500 mililitros.
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Post by Adrian B on May 19, 2017 3:27:01 GMT
-Pues........-Suspiro profundamente antes de comenzar con un speach para plantear la situación que vivia el hombre...pero mejor se trago sus palabras, no quería que la señorita se abrumara por cosas que no eran de su interés como lo difícil que era obtener tales ingredientes para una persona que no viaja bajo el sol, lo complicado que es encontrar clientes sin usar un medio tan poco privado como era el chat de mirovia, ademas del problema que tenia con la confianza, solo pocos arcanos habian logrado llegar al punto de confianza mutua - es difícil, si, pero jamas me escuchara quejarme por ello señorita-
Escuchando su pedido y viendo la canasta que cargaba, aprovecho y guardo las demás cajas debajo del mostrador, dejándola que escogiera cuales serian las flores afortunadas que la señorita se llevaría a casa. Metió sus manos en los bolsillos pensativamente escuchando claramente la ultima petición -quiere el pedazo liquido....porque así serian 500 mililitros, si lo quiere solido deberían ser kilos...- Tenia su mirada pensativa en dirección al techo, pensando en que si aceptaba alguna de las dos opciones debía entrar a la parte inferior del establecimiento y buscar eso, pero dejarla sola con sus objetos...no era una idea que le causara placer.
-espero que piensen pagarle bien si por lo que esta preparando.... todo esto no es barato...- y al fin, los ojos oscuros del caballero se posaron en la mujer. Su mirada fria pero intensa, algo estaba pensando el vampiro que tenia que ver con ella pero no lo mencionaría hasta que tuviera todas las cosas que ella quisiese
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Post by Cereza Koslov on May 19, 2017 3:55:14 GMT
La mujer se rió ligeramente y de buena manera ante el comentario, llevándose una mano a sus labios. Entonces ya que tuvo oportunidad de escoger su repertorio, comenzó a separar las flores de buen tamaño en un montón a la derecha, cuidando de en ningún momento tomarlas de los pétalos. Cualquier contacto que pudiera darse entre la baba que desprendían dichos pétalos y las zonas sensibles del rostro podría ocasionarle serios problemas. Se quedó concentrada en dicha tarea sumiéndose en un silencio profundo por varios minutos.
-Ya que es una especie de hielo muy especial en su tipo, sólo puede descongelarse con métodos muy específicos -Cereza alzó su dedo índice mientras hablaba, al fin girando su atención hacia Adrian- Métodos de los que yo no dispongo, y si usted tiene dicho ingrediente en presentación líquida me ayudaría mucho para acelerar la preparación de la medicina.
Hubo un momento en medio de la plática donde Cereza tuvo que callarse, y fue cuando sus ojos al fin se conectaron por primera vez durante aquellas dos horas que llevaban de interacción. Los labios de la querubin formaron una pequeña "o" mientras inclinaba su cabeza a un lado. -En efecto, estoy segura de que sería más fácil y barato ir por los ingredientes yo misma, que comprarlos al precio que de seguro me cobrará por ellos. Pero... yo no soy muy fuerte como para viajar y defenderme, tampoco tengo el conocimiento para vivir a la intemperie cuando se requiera. -le sonrió con suavidad- Así que hago lo que puedo con lo que pueden hacer mis pequeñas manos.-se miró las palmas por unos segundos
-En cuanto al dinero que vaya a ganar por esto, prefiero no pensar en eso por lo pronto. Tengo que preparar la medicina para poder atender a los enfermos, esa es mi prioridad.
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