Post by Zadquiel Leyre on May 19, 2017 15:58:51 GMT
No recordaba donde estaba, pero recordaba un campo abierto, hectáreas de sólo pasto verde y el aire puro se sentía como si este purificara su cuerpo ya ultrajado. Se encontraba recostado inerte sobre las hierbas, mientras sentía la brisa recorrer suavemente su rostro. Su respiración lenta, casi leve, con sus ojos cerrados tratando de recordar cuándo fue la última vez que había sido feliz sin engaños.
Su cuerpo se sentía pesado, sin vida. Quería volver a sentirse vivo.
Se incorporó hasta quedarse sentado con sus piernas cruzadas. Intentó con todas sus fuerzas concentrarse para tomar su forma verdadera, así podría sentirse fuerte de nuevo y nadie podría atravesar su fuerte armadura. Su mente quedó en blanco y se conectó con el exterior, agudizando sus sentidos. Entonces sintió que su energía estaba siendo acumulada en su organismo, preparado para expulsarlos y tomar su forma verdadera.
A través de sus párpados cerrados podía percibir la luz a su al rededor. Estaba sintiendo el espacio desaparecer, cerca de el no se sentia nada sólido, y la energía llegar a cada sector de su cuerpo. Pero de pronto, dejo de respirar y abrió sus ojos con pánico. El aire no llegaba a sus pulmones y sólo veía blanco, se sentía morir. Por todo su cuerpo, sintió un dolor agudo, sobre todo en el pecho. Sus ojos lagrimeaban y jadeaba sin control.
Tratando desesperadamente de respirar, volvió a la realidad cuándo sintió sus rodillas estrellarse contra el pasto y luego su cuerpo calló como peso muerto al suelo, era angustiante la sensación que habia experimentado durante esos momentos. ¿Por qué no podía? ¿Por qué le ocurría eso justo ahora?
Esa día, se quedó en ese lugar toda la noche, a pesar del frío, llorando mientras veía las estrellas brillando en la oscuridad. Lloraba en silencio porque sabía que no volvería a tomar su forma verdadera.
Su cuerpo se sentía pesado, sin vida. Quería volver a sentirse vivo.
Se incorporó hasta quedarse sentado con sus piernas cruzadas. Intentó con todas sus fuerzas concentrarse para tomar su forma verdadera, así podría sentirse fuerte de nuevo y nadie podría atravesar su fuerte armadura. Su mente quedó en blanco y se conectó con el exterior, agudizando sus sentidos. Entonces sintió que su energía estaba siendo acumulada en su organismo, preparado para expulsarlos y tomar su forma verdadera.
A través de sus párpados cerrados podía percibir la luz a su al rededor. Estaba sintiendo el espacio desaparecer, cerca de el no se sentia nada sólido, y la energía llegar a cada sector de su cuerpo. Pero de pronto, dejo de respirar y abrió sus ojos con pánico. El aire no llegaba a sus pulmones y sólo veía blanco, se sentía morir. Por todo su cuerpo, sintió un dolor agudo, sobre todo en el pecho. Sus ojos lagrimeaban y jadeaba sin control.
Tratando desesperadamente de respirar, volvió a la realidad cuándo sintió sus rodillas estrellarse contra el pasto y luego su cuerpo calló como peso muerto al suelo, era angustiante la sensación que habia experimentado durante esos momentos. ¿Por qué no podía? ¿Por qué le ocurría eso justo ahora?
Esa día, se quedó en ese lugar toda la noche, a pesar del frío, llorando mientras veía las estrellas brillando en la oscuridad. Lloraba en silencio porque sabía que no volvería a tomar su forma verdadera.