Atlas
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Post by Atlas on May 23, 2017 5:49:13 GMT
Su rostro estaba por quebrarse. ¿Hasta que extremo podría llegar Kaira? ¿Por qué era tan obstinado? ¿Por qué no se rendía? ¿Le gustaba sufrir? Atlas frunció el entrecejo, bajando la cabeza levemente. Era un trago duro de pasar, como si hubiese clavos en la saliva que se deslizaba hacia su garganta. - Nadie va tan lejos por alguien que apenas conoce, Kaira. - volvió a lanzar otra daga mortal sin la intención de herirlo. - Además... Si quieres cambiar algo, significa que no estás conforme con ello... No estás aceptando la manera en la que soy. Quieres cambiarla a tu parecer, de la manera en que a ti te sea cómodo relacionarte conmigo... - Daga tras daga. ¿ Qué tanto podía soportar Kaira de un ser que estaba podrido por dentro ? De alguien que ya estaba perdido dentro de si. No había mejores, solo había lo que había y peores por venires. Le pudo mucho, pero no fué capaz de tomarlo de la mano. Principalmente porque no había manera de hacerlo, lo cual lo hizo sentirse aún peor. Estaba atrapada en un cuerpo enorme y grotesco. Había muchas limitantes y su horroroso tamaño también era parte de la montaña de defectos.
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Post by Kaira Voll on May 23, 2017 6:41:02 GMT
Con las manos extendidas y una sonrisa congelada escuchó las hirientes palabras del titánico tritón. Su sonrisa amable se tornó en una de amargura, sintiéndose ridículo.
Las palabras de atlas se enterraron en él como lanzas en su pecho, la expresión de cansada del mayor, la forma en que le había rechazado le hizo ver que aunque se negara a creerlo, Atlas no tenía un lado bueno. Que decepción. — Todos tenían razón... que tonto fui al pensar que estaban equivocados. — tras aquellas palabras comenzó a reír sintiéndose el más tonto de toda Mirovia. Su labio inferior temblaba, aún cuando intentaba no romperse de nuevo. Respiró profundo y se despidió. — Bueno, creo que debo irme. No creo regresar, por eso cuídate mucho. Y perdona la molestia.— Hablaba mostrándose lo más sereno que podía, no quería que lo viera llorar de nuevo. Apretó sus labios dándose la vuelta para tomar el camino de regreso y olvidando sus pertenencias mojadas sobre la arena. Ya no tenía la fuerza para seguir ahí, lo intentó y no fue suficiente.
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Atlas
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Post by Atlas on May 23, 2017 7:48:55 GMT
Se le trabó la quijada. Las palabras de Kaira fueron sus mismas dagas dando la vuelta y cobrándose el daño que le había hecho al pobre unicornio. Eso era, una decepción. Lo sabía bien, solo que no esperaba que se lo fuesen a recordar tan pronto. Se llevó la mano al pecho, como si pudiese sentir que se le había abierto, pero no había sangre ahí. Cerró el puño fuertemente, haciéndolo temblar. No sabía exactamente lo que sentía, pero ardía con una intensidad inmesurable. Era enojo. Era ira palpable mezclada con impotencia y tristeza. Y esta vez, su cuerpo actuó solo.
Se inclinó hacia Kaira y con una fuerza monstruosa, clavó sus manos en la arena, arrastrándose fuera del mar. Kaira no había caminado aún lo suficiente para librarse de su alcance y de una manera violenta, lo tomó con su mano con suficiente fuerza como para sacarle el aire pero no para lastimarlo, aunque, la manera en que sus dedos temblaban era lo suficientemente alarmante como para saber que, si el quería, podría triturar a Kaira con un solo apretón.
Lo acercó a su rostro iracundo,a sus ojos vidriosos. - ¿¡ POR QUÉ NO LO PUEDES ENTENDER ?! ¿¡ POR QUÉ TE AFERRAS !? ¡ SI ! TODOS TIENEN RAZÓN KAIRA! SOY LA PEOR PERSONA QUE ENCONTRARÁS JAMÁS. ¿¡ ES A ESTO A LO QUE TENGO QUE LLEGAR?! ¿¡A PEDIR A GRITOS QUE COMPRENDAS MI SILENCIO?! - Se le acabó el aire, así como su compostura. Su voz se había quebrado, y por más cristalinos que sus ojos pudiesen parecer, no parecía que fuese a llorar. ( Sus ojos se habían secado de tanto hacerlo en el pasado ) Cerró los ojos, de nuevo en un gesto como si estuviese tragando espadas que le cortaban la garganta. Aún con el brazo tembloroso del coraje y varias venas claramente resaltadas en su brazo y cuello, bajó a Kaira a la playa, soltándolo solo a medio metro de la arena, dejándolo caer de su mano.
- No vuelvas más. Y si vuelves... No me encontrarás. No te quiero volver a ver. -
Usó sus brazos nuevamente para acomodarse y regresar al agua, sin voltear a ver a Kaira en un solo momento. Y así como así, Atlas había desaparecido de la vista del chico hacia las profundidades del océano.
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Post by Kaira Voll on May 23, 2017 21:06:25 GMT
Ya lo había dicho, no tenía pensado en volver. Caminaba apresurado, tan rápido como se lo permitiesen sus piernas. Una sombra se posó sobre él, alarmado volteó hacia arriba y solo pudo ver la inmensa mano sobre su cabeza, intentó correr, pero el otro había sido más rápido. La fuerza con la que le sostenía era la suficiente para dejarlo sin aire. Lo veía a los ojos, con una expresión de desesperación, necesitaba aire. No podía hablar, no podía pedir auxilio, no podía hacer nada.
El miedo lo había invadido por completo dejándolo paralizado. Estaba temblando, temblaba de miedo, de impotencia.... quería irse, no quería regresar más. La voz del gigante retumbaba en sus oídos, sus palabras se le incrustaban en la piel como navajas, hiriéndolo de manera lenta y profunda. "Perdóname" balbuceó en desesperación con los ojos rojos, cristalinos, derramándose sobre sus mejillas. Desde que lo conoció sus intensiones nunca fueron cambiarlo, nunca fueron juzgarlo; quería ser su amigo, conocerlo, siempre se veía tan solo, tan triste pero no fue hasta ese día que pudo comprender la razón: Atlas no quería a nadie. El terror lo invadía, no quería volver a verlo más. Finalmente se vio en la arena, cayendo torpemente en cuatro. Escuchó las últimas palabras de Atas, no podía estar más de acuerdo.
Sollozando en la arena dejó que el tritón se marchara, esperando recobrar fuerzas. Después de un largo rato, incorporándose y con el corazón hecho pedazos juró que jamás volvería a poner un pie en ese lugar.
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