Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on May 21, 2017 22:39:45 GMT
Era una noche serena en la ciudad de Reapergate, una carreta se abrio paso hacia la entrada de la ciudad que se le conocia como una de las mas peligrosas a su vez una de las mas bellas en arquitectura, a los lados de la carreta habian dos hombres con armaduras sobre caballos, dispuestos a atacar cualquier bestia que se atreviera a defender a quien hiba en la carreta. La carreta avanzaba, en esta se encontraba una silueta femenina, cubierta por una capucha ocultando su rostro, exceptuando un hermoso cuerno blanco como el marfil que destacaba en la obscura ciudad, avanzaba la joven solo miraba con cautela las tiendas, los lugares de este mismo para lograr ver una especie de Botica, para detener el carruaje y descender con cuidado, los guardias bajaron de los caballos y uno le dijo a la jovencita. -My Lady, porfavor no se aleje...estaremos en la puerta por si nos requiere.- Dijo el guardia para colocarse ahi mismo junto al compañero, la joven solo asintio para entrar con calman hacia la tienda misma, admirando cada cosa que habia, sin tocar absolutamente nada, solo miraba, en silencio, la joven lucia un hermoso vestido largo que la cubria del frio, mientras miraba un mechon blanco de su hermoso cabello escapo de la capucha, para mirar los artefactos que habian en una vitrina que parecia antigua, miro estos con algo de curiosidad, pero no se dispuso a tocar las cosas escuchando los pasos de quien muy seguramente era el Boticario de ahi. -Buenas noches...-
Dijo la joven haciendo una pequeña reverencia hacia el dueño, era una voz timida, pero a la vez melodiosa, para quitarse la capucha mostrando su cabellera platinada, su piel porcelana con los labios levemente rojizos por muy probablemente nectar de alguna flor silvestre que generalmente las doncellas usaban como labial, sus ojos morados y llenos de tristeza se enfocaron en el dueño, no sonrio solo actuaba de manera cordial y respetuosa. -Mi nombre es...Amalthea Cibeles...eh venido...por curiosidad a esta ciudad...mirando su Botica en el camino...sus artefactos son algo interesantes.- |
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Post by Adrian B on May 22, 2017 5:50:36 GMT
En la parte trasera de el local, se encontraba el vampiro arreglando varios artículos lo llevaba y traía como si de una tarea rutinaria se tratase, por el momento se encontraba acomodando los, cuidando que el local se viera lo mas pulcro posible. El polvo le causaba una terrible molestia, igual que el desorden, no podía darse el lujo de dejar las cosas así, una persona obsesionada por el control no le venia bien todo eso.
Creyó que la puerta estaba cerrada mientras dejaba una caja pesada en la parte trasera de la tienda. Escucho las pisadas de caballos y las ruedas de un carruaje parar frente a su local, no pensó que entraría, los nobles son los únicos que andan a caballo y ninguno de ellos era bienvenido al lugar. Lamentablemente para su mala suerte la puerta había estado abierta y las trampas que puso no sirvieron puesto que no se trataban de peligros para la raza que entraba tan campante mente, incluso sin tocar.
Se apresuro a dejar la caja en una mesa larga cubierta de varios líquidos y camino al frente del establecimiento, donde al fin se topo con la simpática señorita. Para su suerte se trataba de un unicornio, los cuales eran inofensivos. Una sonrisa discreta apareció en su pálido rostro y se acerco hasta ella, quedando frente a frente
-¿Viene de muy lejos señorita? ¿En que pudiera ayudarle yo que soy un simple boticario? mi nombre es Adrian- Levanto su mano, cubierta por sus guantes, ofreciendo la, esperaba asi saludara la señorita
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Post by Amalthea on May 22, 2017 6:05:45 GMT
La joven escucho los pasos de alguien detras de la bitrina principal donde se encontraba una puerta ,cuando esta se abrio, la joven enfoco su mirada amatista en el joven vampiro que parecia ser el dueño del establecimiento, arreglado, limpio, se acerco hasta tenerlo frente a ella embozando una sonrisa ligera, para saludarla de forma cordial diciendo su nombre. "Adrian", la joven no sonrio, habia tristeza en su hermoso rostro era notable, para tomar con delicadeza la mano del hombre que se la habia ofrecido en un gesto de saludo.
-Es un placer...conocerle Sr.Adrian...y...tiene razon, vengo desde las tierras del norte debido a que usted cuenta con artefactos interesantes...ademas de conocimientos de plantas que me gustaria adquirir...segun a lo que eh sabido...es uno de los mejores boticarios...por lo cual estoy interesada en...adquirir uno de sus artefactos y...saber si tiene en su poder una flor, llamada Reina de la noche...-
Dijo cuando habia soltado la mano del boticario, se puso completamente derecha la joven, mientras que con su mano quito un cabello de su rostro para mirar mejor al dueño, para tomar una linda bolsa de seda con varios Mirvos y decir con tranquilidad.
-Espero...sea suficiente...-
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Post by Adrian B on May 22, 2017 18:20:00 GMT
Al tomar su mano, por un instante sintió lo cálidas que estas eran. Acerco la parte trasera de su palma y le dio un leve beso, algo por cortesia, aunque sus labios estuvieran frios podría sentir la calidez de la chica. Dejo su mano irse cuando escucho sobre lo que en verdad queria la señorita.
-No lo tome a mal pero a mi no me gusta llamar la atención de otros, lo encuentro de todo desagradable pero al menos eso la hizo venir aqui, eso me halaga- El joven, que se encontraba de tras del mostrador, dio un pequeño salto para sentarse sobre la mesa, paso por encima de esta y llego a el otro lado, donde la hermosa mujer se encontraba - Permitame- pidiendo disculpas de ante mano por lo que haría. Camino hasta una de las mesas que habia, lejos de ella y subio uno de sus pies a la superficie, despues el otro. Cuando sus dos pies se encontraban sobre las tablas de madera pudo estar al alcance de una de las repisas que se encontraban al nivel del techo. Tomo asi una caja de madera y con cuidado la sostuvo entre sus manos mientras que sus pies daban un pequeño salto para caer al suelo
-no suelo subirme en mis muebles lo juro...- sonriendo levemente se acerco a la mujer y abrio el cofre frente de ella, encontrando se con varios botones de flor blanca, las cuales tenian el orden de los petalos caracteristicos de la flora llamaban reina de la noche. Los petalos se veian sanos, sin señales de descomposicion, como is se hubieran encontrado bajo el sol todo este tiempo -Ignoro el uso que le dara pero si esperaba que fuera toda la planta, ya que esta crece en cactus no la tengo en el frente del local... aunque si la necesita completa podria traerla para usted...- el dinero que tenia sobre su pequeña eh inocente bolsa, no le importo, aun no, pero para lo que el hacia era muy poco si queria llevarse muchos petalos de estos ejemplares
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Post by Amalthea on May 23, 2017 5:20:40 GMT
La joven de cabellera platinada miro como su mano había sido besada, causando que sus mejillas de manera inconsciente se coloraran un poco por el gesto de cortesía por parte de el vampiro, para ser dejada su mano con delicadeza, Amalthea noto fácilmente el como el joven se había dispuesto a pasar la vitrina que los separaba y se dirigió hasta donde había una mesa cercana, subiendo a la misma para tener una mejor altura y obtener un peque;o pero lindo cofre de madera, que fue abierto mostrando unos botones de flor, Amalthea abrió sus ojos maravillada por la belleza de los mismos y mas aun, por que estaban intactos. Era como magia para ella alzando la mirada hacia el vampiro que decía que podría tener la planta entera, pero Amalthea no era ambiciosa, ella con solo un botón se encontraría mas que satisfecha, para preguntar.
-Cree que es posible...mantener un boton preservado para mi?...donde vivo ahora...no crecen plantas y eso me entristece...-
Dijo para suspirar pues recordar eso le entristecía en verdad, para ver al vendedor esperando una respuesta a su duda, mientras que sin tocar lo que se le mostraba, admiraba estos, claro que deseaba la planta completa pero, como asegurar que esta sobreviviría en el templo invernal?, no era posible al menos en su mente.
-Me encantaria la flor en su totalidad es verdad pero...no me es posible cuidarla en el templo del invierno señor...asi que quiza solo con tener una parte preservada de la misma seria algo precioso...-
Continuo para ver a los ojos del joven vendedor para tratar de sonreirle, pero la tristeza en su rostro, en su mirar era ya parte de ella, la melancolia de un unicornio que habia sufrido por mucho tiempo era en si, ella misma.
- de no ser sufiente mi pago... como puedo pagarle sus servicios señor?-
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Post by Adrian B on May 28, 2017 6:08:53 GMT
Coloco la caja en la mesa que se encontraba a su lateral izquierdo, manteniendo a la señorita enfrente de él. Tan pronto como la chica menciono que solo quería uno se desilusiono internamente, como alguien podría viajar tanto para conseguir solo un botón de tal hermosa flor, tal vez la chica no se encontraba del todo bien financieramente pero…con un carruaje y con guardias a sus espaldas… ¿En serio no poseía dinero?
-Así que viene del templo del invierno? Quien lo diría, usted no parece ser de aquella tribu, las personas de ese lugar son …- Estaba a punto de decir la palabra “tristes” pero al mirar a los ojos de la chica que lo acompañaba pudo ver que no era del todo melancolía lo que observaba –secas….las personas de esa corte son secas….usted esta llena de vida- desvió la mirada un momento, esperando que el comentario no hubiera afectado a la señorita en lo absoluto, además que fue algo tonto abrir su boca de mas en frente de un cliente
-La planta completa….si…si si se pueden preservar las flores… una pócima, es lo que yo uso para toda la flora que encontrara en entre lugar, las flores que están en la caja tienen un año de garantía- agacho la cabeza para rascar con molestia su nuca, pensando en los ingredientes necesarios para hacer una pócima de esas, por si la mujer tenía pensado en comprar esa especie de liquido mágico.
Sus ojos se abrieron al escuchar el pago sus sospechas se hicieron más claras, la mujer no poseía el dinero que parecía tener. Cruzo sus brazos, posando su mirada en un objeto distante, pensando si era propio decirle de una vez…
-porque no se decide que va a comprar y yo le digo el precio, así usted podrá decidir-
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Post by Amalthea on May 28, 2017 6:45:35 GMT
La joven escucho atentamente cada palabra por parte del vampiro, no sonrio, tampoco era que fuese alguien a quien las sonrisas sean todo para ella, pues su vida a sido total y completamente tristeza, sin embargo el comentari ode que los que viven en el templo del invierno eran ¿secas? una palabra verdaderamente interesante que fuese usado ese termino en los de su corte, no ofensivo pero si intrigante, para oir el que eligiera algun artefacto y finalmente se le diria el precio.
La joven dudo unos momentos, dinero tenia pero no creia que seria lo suficientemente buena ella para poder preservar esa planta en un lugar tan frio, sin embargo su esperanza volvio al momento en que el vampiro menciono aquella pocima para lograr que la flor prevaleciera, lo cual la hizo embozar una tierna sonrisa que duro apenas unos segundos, para caminar alrededor del vampiro y decir.
-Mi corazon recuperaria un poco de alegria con una de las flores en su estado completo...dezconocia el que se puedan preservar... con una pocion, en ese caso...si quisiera la pocion con la planta si esta en sus posibilidades...despues de todo...el viaje fue largo...-
¿Llena de vida? ¿eso creia el de ella?, sus mejillas se coloraron un poco, para evitar la mirada del vampiro y caminar un poco mas, para mantener su mente serena unos instantes y recordar el por que habia terminado en el templo invernal, si...fue por aquel espectro, pero no planea contarlo a un extraño, para solo mirarle y decir.
-Por circunstancias fuera de mi control, eh tenido que mantenerme temporalmente viviendo en el templo del invierno bajo la proteccion de mi soberano...por lo cual debo regresar pronto, asi que...¿cual seria el precio a pagar por aquella flor, la pocion y...quiza uno de los hermosos relojes que tiene por aqui...antiguos...?...-
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