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Post by Sven Velfast on Jun 25, 2017 18:20:27 GMT
La escena se le hacía sumamente patética. Un niño que simplemente no entendía el asunto en mano y estaba pagando en sangre su propia ingenuidad, y del otro lado de la moneda, un ser de la oscuridad que no abrazaba su naturaleza y luchaba contra sus instintos para proteger al suicida que se aferraba a su persona. Muy a pesar de la escena de martyr que quería perpetrar el arconte, sirvió al menos para que Akane huyera hacia el castillo.
La transformación del joven fue sumamente vistosa y brillante, lo cual sirvió de pie para aprovechar la situación y volver a actuar con prontitud. Sven saltó de su forma fated a la real con rapidez y voló entre los dos de forma ágil, enfocado mayormente en la Serpiente de Velfast. El cuerpo del fénix pasó como un rayo azul, delimitando un límite entre Rallis y Akane, y se tumbó en el piso en medio de ambos de manera estrepitosa- alzando una bola de llamaradas, las cuales manipularía con sus manos al volver en su forma fated.
Lanzó una pequeña ola contra el joven arcano, como un látigo, para intentar estamparlo fuera de la escena. Esa sería la única oportunidad que le daría para que se alejara de forma "pacífica" de aquella escena. En cuanto a la criatura de la oscuridad, esta huía en dirección al castillo, por lo que acompañó la retaguardia de la misma con fuego, como si estuviese haciendo una especie de túnel de llamas para guiar de manera apropiada a la mujer, comforme deshacía la vegetación con rapidez a cenizas.
Con un tono que raramente se le escuchaba y un rostro algo alterado, tal cual como si se quisiera pintar ira en sus ojos, gritó -HARU, REACCIONA DE UNA VEZ- |
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Post by Deleted on Jun 26, 2017 18:41:30 GMT
Después de que el fénix saliera a escena haciendo una demostración de su habilidad con el fuego que emanaba de su cuerpo, la dragona se preparó mentalmente para salir de su escondite y atacar a la oni con intenciones de que dejase al pobre (y tonto) arconte que estaba con ella; Al cual ya había arañado, mordido y dañado de más modos. El ambiente era pesado, hostil... Si hubiese sido una persona sensible en su lugar seguramente se habría desmayado hace un rato, pero no, lo único que aquel cuadro causó en ella fue una parálisis. Lo que la paralizó no fue la violencia con la que trataba al pequeño, sino los gritos que éste daba al recibir tales tratos tan salvajes y despiadados. Gritos que lentamente la devolvieron a aquellos tiempos que tanto se esmeraba por olvidar, por enterrar lejos y desechar de su mente. Tiempos que la torturaban en sus peores pesadillas y que la perseguían cual buitres acechando a una cría moribunda. La escena que estaba presenciando se vio drásticamente cambiada, ahora no veía a la Oni y al arconte, sino que se veía a sí misma sosteniendo y maltratando el agonizante cuerpo de una mujer embarazada entre sus fauces intentando satisfacer su sed de sangre. La vista era tan cruel, tan inhumana que su rostro palideció y se llenó de una expresión del más tremendo horror, el cual la obligaba a retroceder intentando librarse de aquella alucinación, pero cuando se dio la vuelta para intentar correr y huir a otra parte, nuevamente su entorno cambió. Ahora estaba encima del monte que solía recorrer con su hermana, monte desde el cual se podían observar su aldea y el refugio improvisado de un grupo de arcanos. El panorama siempre fue tan hermoso en ese punto, pero ahora lo único que se podía apreciar con claridad eran los ríos de sangre fluyendo entre las calles, los cuerpos de hombres, mujeres y niños tanto humanos como arcanos sin vida, vida que nadie mas que ella les había arrebatado. Intentó cubrirse los ojos. Ya no quería ver más aquello, ya no lo soportaba más. Pero su mente aún no terminaba de jugar con ella y ahora en vez de ver lo que había causado, ahora escuchaba los lamentos, los gritos y los rezos de todas aquellas personas. - Basta... ¡BASTA! - Gritó con furia y culpa al mismo tiempo, tomándose el cabello con fuerza y se encorvándose para ocultar su rostro. El grito del fénix fue lo que la sacó de aquel trance enfermizo, haciendo que rápidamente abriese sus ojos y retomara su compostura sólo para observar como la Oni se había ido corriendo en dirección al castillo. - Akane... - Murmuró en un tono preocupado, y dejando totalmente de lado el pequeño contratiempo que su misma mente le había causado, volvió a su forma real y decidió asegurarse de que la Oni siguiera totalmente el camino hacia el castillo y no se desviara desde el aire, por lo cual se elevó nuevamente y la siguió de cerca, olvidando totalmente que había dejado atrás a un herido al cual Sven seguramente también ignoraría. ["No dejaré que la Luna Roja te obligue a cometer lo mismo que yo hice, Akane..."] Pensó la dragona mientras observaba a la Oni desde las alturas. |
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Rallis
Los Invictos
Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Jun 27, 2017 3:25:19 GMT
El arconte observo como su amiga se habia levantado, tomando conciencia de sus actos tan atroces, para ser empujado lejos de ella sin embargo ya no pudo hacer mas, le era imposible, su cuerpo le dolia de una manera tan espantosa que no deseaba que nadie experimentara, para ver como huia de la jungla, cuando diviso un arcano volador, el que les habia lanzado fuego, Rallis tuvo miedo por la vida de su amada amiga Akane, a quien queria como si fuese una madre para el, la armadura divina que aun tenia sangre brotando a borbotones caia al suelo, avanzando a pasos pesados hacia donde Akane habia corrido pero simplemente el dolor no se lo permitio, sus alas rotas, su cuerpo tan herido.
No pudo hacer mas, tenia que huir y tratar de buscar ayuda, no podia hacer mas y eso le dolia en el fondo de su corazon que se fragmentaba cual cristal, observo unas extrañas flores en el suelo, Rallis con cuidado tembloroso tomo una con su mano, no sabia que era ni de donde habian salido, pero...quiza seria lo unico hermoso que sus ojos debiles verian, queria ver a su amado pero...quiza no lograria sobrevivir, para caminar perdiendose en la espesura de aquella jungla.
-L-lo...siento..aka...n...e...-
ooc: -Rallis Sale del Thread-
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Post by Narrador on Jun 29, 2017 16:49:03 GMT
Después de coagularse en el suelo, de la sangre comienzan a brotar unas Lágrimas de Vampiro tímidamente.
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Post by Akane Enomoto on Jul 25, 2017 21:35:43 GMT
Las lagrimas de la desesperada mujer brotaban como si de una fuente se tratase, nunca se perdonaría a si misma haber cometido semejantes atrocidades en esa noche pero, el haberse alejado de Rallis para ella era la única opción que pudo tomar antes de volver a caer como una mariposa entre las redes macabras de la luna roja. Jadeaba y gimoteaba, las traslúcidas lagrimas sabían como sangre fresca al entrar en contacto con sus labios. Aun tenia la adrenalina a mil, sentia que su pecho iba a explotar del pánico y del dolor pero debía seguir corriendo...debia dejarse atrapar y dejar que la encerraran en aquellas lúgubres celdas, aquellas reservadas para criaturas en su misma condición.
"No importa que haga...corten este cuerpo...mancillen esta ira incontrolable y tanta sed de sangre...hagan lo que sea posible para que mas vidas no sean tomadas de este monstruo" aquellas palabras resonaban en su mente, pero para ella no eran suyas, eran como si su reflejo en un espejo le hablase, carcomiendo su conciencia sintiéndose cada vez mas miserable. "¿Acaso...no hay manera en que yo pueda dejar de sentir esto?"...."No la hay..."..."¿Pero...al menos podría hacer el intento?". Hablaba con esa misteriosa voz quien negaba alguna salvación para si misma mientras el trajín de la luna se mantuviese. A lo lejos, empezó a observar la clara división entre la jungla y la ciudad...el camino manchado de sangre, oxido y lagrimas que recorría por segunda vez, pero de regreso. "Ya...casi...." sus pies sangraban por el fuerte contacto con el abrasivo terreno, constante, sin detenerse hasta que entre la multitud que la vean y gritaban de horror...."claro, quien no se asusta al ver una criatura como yo cubierta en sangre inocente"...la voz volvió a retumbar: "ahora...no hay tiempo que perder". Un pitido resonó en sus oídos, se sacudió los cabellos platinados que caían como cortinas, para fijar la vista al frente y seguir corriendo: "Rallis, Haru...Sven...lo siento tanto....".
OOC: Akane sale del thread uwu disculpen la tardanza
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Post by Sven Velfast on Jul 30, 2017 19:14:13 GMT
Ignorando al resto y con su atención completamente enfocada en su objetivo principal, la Oni, Sven continuó su trayecto de fuego y azufre a través de la espesa y peligrosa jungla de Shangri Lax. Akane corría despavorida y por ende, el fénix marcaba dirección con sus llamas para evitar que la misma se desviara. El mayordomo esperaba que ningún otro altercado alterase en curso de la misión hasta que la misma concluyera, y que Haru pudiese poner al corriente y seguirle el paso cuanto antes.
El ave no se detendría a mostrar piedad ante nadie que quisiese entrometerse nuevamente, siendo el arconte de hace unos momentos un claro ejemplo. La Eerpiente de Velfast, por otro lado, de las heridas causadas por cortaduras parecían brotar las famosas "Lágrimas de Vampiro", develando así la naturaleza del nacimiento de estas.
El mayordomo siguió el camino hacia el castillo, siendo analítico y cuidadoso con sus movimientos.
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Post by Deleted on Jul 31, 2017 19:53:55 GMT
La dragona continuó con su camino, verificando que ningun contratiempo se atravesara en el camino de las tres Serpientes. Entre la espesura de la vegetación y también en algunos techos de viviendas vecinas observó un cierto número de arcanos oscuros, los cuales se entregaron totalmente a la sed de sangre y acechaban con gran recelo a cualquier víctima posible. Era una lástima ver cómo se dejaba controlar por el instinto, aquel instinto que los haría cometer actos atroces y despiadados. Pero no podían ayudarlos, no a todos.
Al menos ya sabía que sería lo primero que haría al llegar al castillo. Sin duda bajaría a las mazmorras, sola. Ajustando las cadenas de sus invitados y asegurándose de que ninguna bestia pudiera escapar y manchar sus manos con sangre inocente.
OOC: Haru sale del Thread.
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