E2 Luna Roja On Melancholy Hill [Priv. Niku] -Cerrado-

Noto el sonrojo y el desvío de la mirada de su acompañante. O se había avergonzado y ocultaba algo que no quería comentarle . respetaba la decisión de no querer compartir información con ella siendo que acababa de conocerla pero desafortunadamente para Niku, Itzanami se sentía en todo su derecho de pedirle información.

-Puedo explicarte o mostrarte con ejemplos...tal vez ~ - le guiño un ojo de manera coqueta mientras una sonrisa se le escapaba de la boca - Oh.. Por cierto - dijo poniéndose más seria tanto en cara como en tono de Voz - necesitas algo para que te ayude a rastrear? O cómo podría hacerlo? Estoy tratando de encontrar una forma pero al no conocer el tipo de plantas locales soy... Casi completamente inútil... Lo siento - le comento un poco apenada mientras bajaba la mirada.

-Pero~ - volvió a alzar la cabeza - puedo irte explicando aquello que no entiendas de las preguntas que te hice hace rato! Iniciemos por 4. Tienes hijos? Si los tienes cuantos intentos necesitas para que tu mujer pudiera encargar. A que edad comenzó a interesarte el sexo? Y qué es más común en tu manada, el nacimiento de hembras o machos? - termino por decir un poco más tranquila, según ella se había dado a entender perfectamente aún que siempre se podía ser más directo.

-Eh? de verdad solo el Alfa? -impactada, sería la palabra adecuada para describir el rostro de la sirena, pues no podía imaginarse la clase de trabajo "físico y mental" que requería no solo encargarse de la protección y el sustento de la manada , si no también de la preservación de la especie - Y a tí? te gustaría ser un Alfa? Se ve que tienen más responsabilidad y goce que un Alfa de cualquier otra raza - Le pregunto con intriga Itzanami.

En cuando a su respuesta, luego de analizarlo un breve momento se dio cuenta que no quería continuar con la sesión de preguntas y respuestas que le estaba haciendo? - Ah... pregunte algo malo...? - le observo un poco apenada mientras retocia- No creí que hablar de sexo le incomodaría... pero tiene razón son temas muy personales que ya dejaremos para después! primero lo primero - dijo sonriendo levemente mientras miraba con curiosidad para los alrededores- Honestamente, se rastrear animales y plantas que conozco lo hago de una manera aceptable... pero en vista de que no me son familiares ni la flora ni la fauna y que usted se dedica a eso no? ... podría enseñarme algo nuevo? .

Termino por ponerse de pie torpemente, de nuevo limpiando sus ropas e intentando quitar todo el polvo de ellas- Y qué otras cosas te gustara hacer además de cazar? la verdad es que...-la chica sin darse cuenta termino tropezando sobre Niku cayendo sobre su cuerpo pero sin moverlo ni un centímetro-

Sintió que todo su cuerpo se entumía poco a poco y la vergüenza la embargaba en proporciones catastróficas. –Por qué eres tan torpe? Por qué eres así?... – se recriminaba mentalmente una y otra vez sin poder saber bien que hacer más que sonrojarse por completo de pies a cabeza. No podía ni moverse, aquellos segundos habían sido los más eternos de toda su vida, aún más porque estando tan cerca de su pecho había podido escuchar su corazón por un momento.

Siendo bastante amable la tomo de los hombros con cuidado y la puso frente a ella sonriendo con bastante amabilidad.. Tan grande... tan imponente… tenía una chispa de luz en el. Ella intento corresponder la sonrisa a su modo, sonrojada, torpe, temblorosa algo insegura, esa era su forma de sonreír y de actuar en el momento– Ah… Eh…. Ummm…- balbuceo estos sonidos queriendo decir todo y a la vez nada. Y es que no sabía cómo, las palabras se le habían olvidado, donde antes había un cerebro pensante ahora… con dificultad recordaba como respirar. – Dis…culpa mi t-torpeza. -

Le escucho con total atención mientras asentía como idiota a cada una de sus palabras- O…otras co…cosas? Có…cómo cuáles? –pregunto siendo un manojo de nervios que parecía en cualquier momento iba a salir corriendo del lugar. Y todo esto empeoro al escuchar “tu hueles bien” – hay…- pronuncio esto casi como un susurro muy bajito – Oh… en… las flores si si las flores ¡ - a como pudo se puso en marcha , a varios metros se podía observar un ciervo y comenzó a caminar en dirección a por el lugar- Ja..ja… las flores... tu también hueles bien...  – parecía que la chica se había descompuesto

Ni si quiera se dio cuenta pero cuando pudo reaccionar ya estaba siendo llevada por el gato grandulón en su espalda. No se quejo y tampoco opuso resistencia pero no pudo evitar decir - Mis piernas funcionan bien.... - como un susurro mientras se acomodaba algo de su cabello, si antes era un desastre ahora lo era al doble.

Una vez que termino aquella carrera con el ciervo observó desde su cómoda estancia en la espalda de su ahora "transporte" mientras la veía desde arriba, poniendo su codo en el hombro del chico y llevándose una mano de apoyo a la cara. Se acerco un poco a uno de sus oídos para susurrarle. - son bastante lindas... Pero apreciaría más si me bajas para poder estudiar las de cerca... - le dijo mirándolo ligeramente apenada. A pesar de su apariencia, era un poco torpe y se veía buena gente,podia lucir intimidante pero parecía ser un excelente chico o al menos esa fue su impresión hasta ahora.

Pensaba mientras aprovecho para asegurarse de que ninguna de sus pertenencias se hubiese salido de la bolsa, sobre todo la tableta arcana! Ya no tendría como reponerla y el evento apenas iniciaba como para poder sustraer más información

No pudo evitar que aquel gesto con rasgos de paranoia le parecía algo tierno, así que cuando la coloco en el piso volvió a sonreírle de una manera más normal –Eres como un gatito asustado…- puso sus manos sobre su boca , y abrió sus ojos un poco más, aquel pensamiento se le había escapado. Volvió a una pose más relajada intentando ignorar por completo el hecho anterior de haber dicho algo fuera de lugar, que debía guardar la compostura y tomar esto con más seriedad.
Se acerco ha donde se encontraban aquellas pequeñas flores y de nuevo tomo de su bolsa aquella tableta arcana – Ummm…. Si huelen algo dulzonas estas flores- aquel olor se le había metido por las fosas nasales para penetrarle la nariz y aun que no era molesto, era algo a lo que no estaba acostumbrada. Tomo un par de pictografías desde diversos ángulos para posteriormente tomar anotaciones sobre ellas:





Paso de nuevo a guardar aquel artefacto tan curioso pero útil y saco de nuevo de aquel morral gastado un cuchillo de obsidiana negra y un pequeño paño donde sostuvo la flor. De un tajo casi limpio corto aquella planta sin dañarla y tampoco dañando la flor, le envolvió como si fuese el objeto más preciado del mundo y se la hecho a la bolsa. – Haré… una investigación más profunda en casa, intentaré preservarla y también pintarla junto con mis anotaciones – Le comentaba al chico de manera bastante animada y con los ojos encendidos- También me gustaría investigar sobre sus usos! Si son útiles como ya me haz enseñado a rastrearles será muy sencillo para mí! De verdad! Muchísimas gracias! – Exclamo la sirena con alegría para luego comentarle –Creó que hay algo que no hemos tomado en cuenta… ummm… quizá… es hora de volver a casa… podrías acompañarme? No me gustaría ir sola…- No estaba del todo preocupada, pero si le gustaba ser precavida, con aquel arcano tan grande de cierta manera se sentía segura, y esa seguridad aumentaría al verle partir sano y salvo.

-Creo que ya me adelante a ti! - le dijo sonriendo bastante animada, mientras alzaba el cuello para verle y poder sonreír un poco – Ya tengo un mapa del lago y también del bosque – le comento sintiéndose triunfal por el fruto de su trabajo, desde que había llegado a Mirovia había procurado hacer un mapa del área donde tenía pensado ubicarse y después de haberse medio asentado en el sitio, inicio su “pequeño” proyecto. – Si te dijera todo lo difícil que fue para mí!, afortunadamente la fauna no varía demasiado, sin contar las especies de pájaros…. –pronuncio meditativa hasta recordar algo- La flora realmente es el problema… -dijo encogiéndose de hombros mientras venía a su mente que en alguna de sus travesías había tomado alguna especie de hiedra con una de sus manos y haber tenido problemas con ella por un par de semanas debido a la hinchazón que le provoco.

Camino lado a lado junto con Niku de regreso a su morada, fuera de todo era un tipo muy agradable al que daba gracias de haber conocido, no solo por sus conocimientos sino también por lo segura que se sentía contando con él, aparentemente era una persona de fiar. – Te gustaría ir por ahí alguna otra vez? Y por ahí me refiero a algo peligroso! Como los Manglares! – le comento bastante animada mientras seguía el paso. Había otros lugares que quería explorar pero de momento se había limitado a las opciones cercanas que tenía. Poco a poco se fueron acercando más al jacal de la Tlanchana, pues ya se podía divisar en la lejanía, iba meditando en sus pensamientos cuando de repente se acordó- Oh! Necesitas algo de comida? O provisiones? Si quieres puedo ayudarte a conseguir un par de cosas antes de que partas!- le comento con suma preocupación mientras mantenía el paso.

No tenía pensado dejar que aquel muchacho que se había ofrecido con tan buena voluntad para ayudarle se marchara con las manos vacías. Aun que el viaje había sido tranquilo, quería retribuirle el esfuerzo que había significado e ir hasta haya y acompañarla en una de sus locuras. Algo de comida o quizá medicina, algo con lo que pudiera ayudare le haría estar más tranquila consigo misma y sobre todo en estos tiempos de luna roja...donde estaba más que claro que difícilmente podrían comerciar. Ya tenía una idea de que él era auto-suficiente pero aun así no estaba de más... creía mucho en el ojo por ojo y diente por diente, e incluso lo aplicaba con as buenas acciones de las personas. -Me...me sentiría mas tranquila si me dejaras- dijo con algo de timidez.

La caminata le pareció bastante corta, más de ida que de regreso, y por su parte se sentía contenta, Niku había aceptado su ayuda y el poder retribuirle en algo su amabilidad, al menos para ella, era toda una satisfacción. Una vez que se encontraron a fuera de su vivienda, entro con bastante rapidez – Espérame ahí! – dijo en voz alta desde adentro mientras pasaba por el Koben – Dónde lo puse…? Donde!- dijo dando vueltas de un lado a otro sintiéndose desesperada.- Oh… Quizá…- corrió cruzando a toda velocidad el otro lado de su casa buscando una pequeña caja envuelta en un trozo de manta. La sostuvo con sus manos un momento y sonrió levemente. Cercas de donde se encontraba tomo un pequeño pedazo de amate y un tintero donde escribió algunas indicaciones sencillas de entender, para asegurarse de que el contenido fuera debidamente tratado– Ya la encontré! – exclamo con alegría mientras se dirigía a la entrada de su hogar.

Se detuvo un momento para contemplar el panorama y la luz era bastante escasa pero aún era lo suficientemente basta como poder guiarte por la noche - Niku…- pronuncio su nombre con amabilidad mientras rodeaba su cuerpo para verle de frente a una distancia bastante prudente –Tómala, esto es para ti.- dijo mientras quitaba aquel trozo de manta y descubría una pequeña caja de madera ala que habían labrado varios adornos étnicos representativos de su cultura, algunas conchas y diversos símbolos bastante curiosos. La caja lucía bastante rustica y en buen estado, la chica paso varias veces sus dedos por los grabados y después de un suspiro y una sonrisita de complicidad paso a abrirla.

– Mira ¡! Mira!! –abrió la caja para mostrar el contenido, dentro había unos pequeños frascos de jade bastante reluciente cuyo contenido no podía verse, pequeños sacos de tejidos multicolor que se veían bastante llenos – Uh… oh… bueno tengo esta caja que la uso en emergencias… pero creo que esto te servirá más a ti! Tómala –dijo colocándole con cuidado en las manos del arcano. –Cuando termines el contenido….me gustaría que me devolvieras la caja, era de la madre de mi madre y ahora es mía – explico con un poco de melancolía. – Lo que está adentro puedes quedártelo, son cosas variadas, desde medicinas hasta un poco de alimentos, frutos secos, carne seca, algunas setas también secas. Mi…mi primo sabe cómo hacer conservas y le encargo cada cierto tiempo… Y bueno, creó que sería todo! Yo debo volver a mi casa a trabajar! Quizá podamos vernos otro día! Y puedes visitarme cuando gustes ¡ - Le dio un par de palmaditas en la cabeza y sin pensarlo mucho entro de nuevo a su casa. Del interior podía escucharse algunas palabras dirigidas al hombre – Fue un gusto conocerte! Estoy segura de que sobrevivir será pan comido para ti ¡solo asegúrate de estar a salvo y …eso es suficiente- Después de ello se podía escuchar el vaivén de la mujer dentro de la casa, bastante atareada parecía estar.