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Post by Laiah Todorovic on Jun 2, 2017 3:49:00 GMT
No sabía que era peor, si la reacción de Eira la cual solo se limito a mirarme con decepción y blanquear los ojos con una expresión de "No otra vez" o la reacción del Orco al alejarse de mi bruscamente. Pensé que caerían... supongo que me precipité, pero bueno, al menos lo intenté, no me arrepiento. Bueno... en realidad me pone en duda, normalmente soy una perra para mis cosas... Y luego me quejo de que no le agrado a nadie... Bueno, no se le puede agradar a todos en la vida, de todas formas no es como que fuera algo tan grave lo que hice, solo fue un ligero cumplido.
Solo podía escuchar el parloteo de ambos, solo era bla, bla, bla no planeaban escuchar razones, por lo que la verdad ya no me importaba mucho si estaba herida o no, Eira podía irse, nadie la tiene obligaba a estar aquí, pero yo necesito encontrar aquella flor... Después quizás le pueda dar esa flor a Eira, pero por ahora lo primordial para mi es llevar el acto de luto.
-" Tienen razón, quizás ustedes no estén en las mejores condiciones para hacer esto, pero yo si, y me encuentro bastante determinada a hacerlo, si no me desean acompañar por mi bien, pero si hubiera querido ir a la ciudadela ya lo hubiera hecho... Yo tengo mis razones para hacerlo, por primera vez siento que no estoy haciendo esto por alguna locura, lo hago por una razón concreta, y si no me van a ayudar por mi bien... Pero yo no me ire sin una flor "-
Ambos no parecían estar de acuerdo conmigo, pero si no tengo voluntad de hacer lo que me propongo ¿Quien soy? Solo me mire por un momento a ambos
-" Aquí es donde les digo, o se quedan o se van... Cualquier respuesta es valida para mi "-
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Post by Deleted on Jun 2, 2017 5:01:59 GMT
Eira asentía a cada palabra que decía Garrel, el cual sin duda estaba de su lado. Que bonito era que alguien si la escuchara y la tomara en serio... De no ser porque era una ninfa fuerte ya estuviera llorando por aquella sensación de apoyo, y también no lo hacía porque no quería que sus sollozos atrajeran a nadie. Pronto vio como el orco se dio la vuelta y comenzó a andar, por lo que ella hizo lo mismo, siguiéndolo.
Todo parecía ir bien por un momento, ya que Nevraska no dijo nada al respecto y sólo se quedó allí parada en silencio. Eira pensó que no iba a tardar en seguirlos y que pronto iban a estar todos a salvo en la ciudadela, pero no... Nunca era fácil el tratar con ella y como era de esperarse, volvió a negarse. Pero ésta vez todo era diferente. No se trataba de un simple paseo por el parque o una infiltración estúpida. Era Luna Roja, tiempo de correr y esconderse para mantenerse con vida, no tiempo para salir al campo a cortar florecitas. Ésta vez se había pasado de la raya. ¿Que no se iba a ir sin una flor? Oh... Sí que se iba a ir, y ella se iba a encargar de ello.
Lentamente se dio la vuelta y miró a Nevraska, sonriendo animadamente de oreja a oreja. - Lo siento, tienes razón... Los amigos están allí para apoyarse unos a otros, que egoísta he sido. - Dijo mientras se acercaba caminando a ella, abrazándola cuando llegó. -Te prometo que todo va a ir bien de ahora en adelante.- Mientras decía aquello, aprovechó que tenía su arco en la mano para ponérselo al cuello y empujarla hacia un árbol, ahogándola con el. Ya no estaba dispuesta a soportar las niñerías de Nevraska... No ese día. - ¡Abre la boca, ábrela o te mato! - Gritó furiosamente mientras que le apretaba el cuello con el arco, el cual sólo estaba agarrando con una mano mientras que con la otra estaba intentando tomar uno de los somníferos que compró con mucha dificultad y lastimándose. Al menos lo hizo exitosamente y rápidamente levantó su mano hacia la boca de Nev, poniéndole en la lengua la esferita al mismo tiempo que se quejaba horriblemente por el dolor que utilizar su brazo roto le trajo. - ¡¡¡TRÁGATE LA MALDITA ESFERA!!! -
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Post by Deleted on Jun 5, 2017 5:28:44 GMT
Nevraska era una mujer testaruda que solamente se preocupaba por lo que tenía en mente, sin decidir explicar su actuar, como si el solo hecho de querer realizar algo le daba la justificacion de arriesgarlo todo. Ahora entendía que sus lamentos eran vanos, que su queja de que nadie la comprendía era como el viento. Era simplemente una niña caprichosa, que no se había decidido a crecer. "Pensar que consideré adoptarla por un momento. Eira por lo menos estaba con los pies firmemente en el suelo, aunque debería aprender a no ceder ante su amiga tan facil, no puede simplemente.... QUE MIERDA?"
El caos se desató detras suyo. Garrel inhaló hondo, parecía que en todos los lugares habían niños pequeños, ¿O era que solamente los orcos sabían lo que era madurar? Eira estaba forcejeando, casi ahogando a su amiga, mientras alrededor podían haber seres cazando. Esto ya había colmado la paciencia del orco. No tenía horas para jugar a ser una niñera esta noche, menos, si es que había gente en su hogar que podía estar dando la vida. La falta de disciplina se acababa ahora.
Con cinco largas zancadas, llegó al arbol donde ámbas reñían, su figura imponiendose sobre las jóvenes, dejando que la ira exudara de su cuerpo. Alzó su matillo, descargandolo a un par de centímetros sobre el rostro de Nevraska, sacudiendo toda la estructura del árbol, y lanzando una nube de astillas alrededor
-SUFICIENTE- El sonido reverberó el bosque. El crujido del árbol se acentuó, mientras se tumbaba, cayendo ante el impacto. El retumbar de la caída subrayaba el eco de las palabras del orco - Vais a aprender a comportaros como gente civilizada. Caminareís delante mio en dirección a la ciudadela, o juro por mis ancestros que les ROMPERÉ las piernas, para que los seres oscuros vengan a devoraros- La mirada del orco estaba inyectada en sangre, su respiracion, lanzando bocanadas de vapor en el ambiente. Alterno la vista entre Eira y Nevraska, juzgando si ambas entendían el peso de sus palabras
- Basta de peleas. Basta de deseos infantiles. Allá afuera en mi clan puede haber gente muriendo, y va a pesar en vuestras conciencias, si tengo que hacerle una pira funeraria a un familiar mío porque vine a rescataros y os pusisteis a reñir, o decidisteis ser tercas y buscar una flor maldita - Apuntó con su martillo a Nevraska - Caminareis. ¿Entendido?
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Post by Laiah Todorovic on Jun 6, 2017 22:33:39 GMT
Me preocupe un poco cuando Eira dijo aquellas palabras... Podría ser distraída, pero no estúpida, ella se acerco a mi lentamente, intentaba no bajar la guardia... Eira no era de cambiar de parecer tan rápidamente, por lo que cuando me ataco para dejarme sometida contra el árbol no me sorprendió mucho.
Presionó su arco contra mi cuello, esto me dificultaba respirar un poco, pero podía resistir. Intentaba hacer que me tragara una especie de esfera que por desgracia logró meter con éxito en mi boca, pero con unos gritos no sería capaz de convencerme. Por lo que escupí aquella esfera al piso. Si me mataba, no me importaría, no tenía mucho que perder. Los quejidos de Eira no me provocaban compasión alguna... de todas formas, a quien se le ocurre atacar imprudentemente con un brazo roto.
Estaba apunto de tomar la daga que llevaba en mi cinturón para atacar a Eira, pero fue cuando la imponente figura de Garrel se poso tras nosotras. Con su martillo cargado de poder dio un impacto el cual hizo estremecer todo lo que había en nuestros alrededores... El grito que mando al instante resonó por todo el bosque... El árbol que había tras nosotras cayó destrozado ante impacto del martillo del Orco... Escuchaba sus ordenes fuertes y claras... quizás tenía razón... Pero no... Aquello que dijo después, fue lo que realmente me molestó, cerré mi puño con fuerza mientras con la otra tomaba la daga para sacarla al aire
-" ¿Deseos infantiles? Es enserio? acaso crees que soy una perra caprichosa por hacer esto!? Uy si tu gente puede estar muriendo, ¿podrían estar muertos?, SI! y no, si eso llegara a pasar no me quedaría en la consciencia... ¿Porqué? Porqué yo ni siquiera tengo una familia, usted cree que yo no se como se siente perder a alguien de su clan? Pues que cree! Si lo se, y perfectamente... Pero lo que usted no sabe, es lo que se siente perder a tu clan entero frente a tus ojos... Enserio creen que a mi me importa esa maldita flor? NO, NO ME IMPORTA! Solo busco una flor para velar al clan que fue asesinado por los seres de la oscuridad una noche como esta... La noche en la que me quede sola... La noche en la que mi cordura e inocencia se fue! YO LOS VI CON MIS PROPIOS OJOS, COMO ERAN DESGARRADOS Y MUTILADOS... Solo necesito la flor que es la única forma que tengo para velar la última voluntad de mi desaparecido clan... Pero como siempre solo juzgan actos desinteresados... y si llegara a morir esta noche... me daría igual... No tengo nada que perder... "-
Fue lo que dije entre gritos y sollozos antes de caer desgarrada al suelo, las lágrimas caían por montones sin control de mis ojos... No podía... No podía irme sin la flor...
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Post by Narrador on Jun 7, 2017 17:18:57 GMT
Los gritos de Nevraska retumbaron por todo el bosque y aunque pareciera que todo estaba en completa calma, poco a poco, de entre las sombras comenzaron a aparecer los destellos de varias miradas hambrientas. Era un grupo de bestias hambrientas que no esperaron a atacar. Feroces, se lanzaron contra el grupo de arcanos distraídos. Eran la presa perfecta.
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Post by Deleted on Jun 7, 2017 18:33:29 GMT
Había que admitirlo, Garrel sabía como convencer a alguien para que se callara y obedeciera sin rechistar... Al menos eso pensó la ninfa, pues ella rápidamente asintió debido a lo intimidada que se sentía, aunque pronto esa intimidación se convirtió en enojo una vez más, pues Nevraska seguía con sus terquedades sobre la maldita flor.
Eira sinceramente ya no estaba de humor para intentar drogarla nuevamente ya que en parte porque no quería que le rompieran las piernas y también porque sentía casi como si el brazo se le fuera a caer por haberlo usado aún cuando lo tenía realmente lastimado. [Que haga lo que quiera, me da igual. Si quiere morir, que lo haga sola..] Pensó y sólo se limitó a suspirar de manera realmente irritada, pero aquella rabia rápidamente desapareció y fue reemplazada por miedo cuando vio como un montón de destellos comenzaron a aparecer en medio de la oscuridad del bosque... Sabía lo que era... Sabía lo que significaba.
- ... Well, we're fucked. - (:
Las bestias se abalanzaron contra ellos y Eira sabía que no tenía tiempo para cargar el arco, así que rápidamente tomó la daga que traía en el liguero de su pierna (La cual estaba impregnada con somnífero... Obviamente) y se preparó para lo peor.
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Post by Deleted on Jun 7, 2017 22:03:24 GMT
La fuerza de las palabras de la fauno lo sorprendió. Velar a un clan perdido, un ultimo intentno por mantener la memoria de aquellos que no estan, arriesgar la vida y la cordura por aquellos que se fueron. "Por mi hermano, por la sangre de las playas al zarpar. Por los que se perdieron en los mares del fin del mundo... si no hubiera quedado nadie de los míos, ¿Hasta donde habría llegado yo para mantener su recuerdo?". Una punzada de culpa llegó al corazón del orco, podía comprender aquel dolor, podría haberla ayudado, y había metido la pata.
Arreglar las cosas es dificil.
Pero alguien tenía que hacerlo.
Apoyó su martillo en el suelo, mientras se hincaba al lado de la fauno, una rodilla tocando la hierba, un suspiro cansado, como el de un padre cuando comprende las razones tras la travesura de su hijo. Su mano palmeo el hombro de la joven, buscando darle un apoyo de seguridad.
-Podrías haberlo dicho. Lo habría comprendido -Su rostro seguía serio, mas cierta bondad paternal brillaba en sus ojos - No estas sola en el duelo.
Escuchó un murmuullo, la voz de Eira diciendo unas galimatías inintengibles. Giró la cabeza, extrañado, y vio el brillo rojizo de miradas asesinas, cazadores eligiendo su presa en el bosque. "Son varias...no nos rodean todavía, podemos enfrentarlas, nos apoyamos en lo que queda de árbol espalda a espalda... ¿Nevraska puede combatir?...bueno. Puedo enfrentarlas" Descolgó su escudo de su brazo, y lo apretó, con prisa y brusquedad a Nevraska. -Espalda en el tocón. Yo enfrente, cuida mi retaguardia. ¡Eira!- El orco se incorporó, ys señaló a su espalda con su brazo - Tras de mí, ahora. Si no alcanzas a cargar, prueba arrojando cosas. Saldrán vivas de esta. Lo prometo -
su martillo en una mano se balanceaba, preparado para el combate, su otra mano en guardia, libre tanto para proteger su rostro como para agarrar al oponente, Sus pies firmes, su espalda casi rozando el cuerpo de quienes protegía. Tomo aire, mientras pensaba en los caidos. En su hermano, sus padres, los cuerpos ensangrentados en la playa, los primos que vio ahogarse en el mar del Fin del Mundo, en las decenas de barcos que no cruzaron. Pensó en Thavai, que lo estaría esperando ahora en su tienda, preguntandose si estaría haciendo lo correcto, pensó en sus hijas, defendiendo las tiendas del clan, y en sus nietos, vagando por Mirovia. Pensó en su deber: proteger a los demás, ser un guía, cuidar de su legado. Sí, tenía muchas cosas en juego, deberes, cosas que perder, riesgos que tomar. "Aquello es lo que diferencia un mero luchador de un guerrero. Los guerreros arriesgamos más que la vida al pelear, y por ello no podemos perder."
-Keivak nek Var. Khoravai korel, kravla grokel. - "Los vientos ya han soplado. Mi martilo esta alzado, Mi sangre es lava ardiendo." el juramento de batalla acudió a los labios del orco mientras veía a las bestias cargar. Otros habrían dado un paso atrás, atrapados por el miedo, pero no él, él se afirmo, como un acantilado contra las mareas, decidido a no perder terreno, ni a dar un paso atrás.El era Garrel Thelnak, Martillo del Mar, su piel era dura como la roca, sus martillo caía como las olas, y había nacido para la batalla.
Respondiendo con un rugido ante los cazadores, alzó sumano contra las crueles garras, su martillo siguiendo detrás, buscando el pecho de la criatura
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Post by Laiah Todorovic on Jun 7, 2017 22:50:38 GMT
Estaba derrumbada por dentro... Odiaba hablar sobre ese tema, recordar aquellas atrocidades cometidas por seres sin corazón...
Pero sentí la mano del Orco posando sobre mi hombro para darme confort... Acaso entendió.. aquellas palabras, se que soné un tanto grosera al hablarle de esa manera a un hombre tan respetable como el... Sin embargo al parecer a Eira le dio igual... ni siquiera le tomo importancia a un asunto tan delicado como ese ( Da igual ) Era lo único que llenaba mi cabeza, intentaba tomar esa verdad... O le rompería el cuello de la rabia que sentía en aquel momento.
Me levanté sin decir una palabra, no tenía ganas de nada... Pero fue cuando pude escuchar los gruñidos de las bestias que nos rodeaban... Esto se había puesto interesante... Pensé que sería otro año pacífico... Garrel me preguntó sobre el combate, para proseguir a darme el escudo. Debía proteger la retaguardia con el gran escudo, pero yo voy para otro lado con esto. Dejé la mochila que siempre cargaba a un lado del tocón para poder sacar un gran hacha de allí.
-" Mentí respecto a las armas... aún me queda esta... La guardaba para un momento como este. Solo no quería que miraran con mal ojo esta arma... Usada por mis ancestros para la caza. En ella se graban los recuerdos y la sangre de inocentes y culpables, la verdad y la mentira, la vida y la muerte... Fue el único recuerdo que rescaté aquella vez que encendí fuego a la vieja casa en la que vivía... Tengo ganas de cortar algunos cuellos "-
Solté una pequeña carcajada seguida de una sonrisa. Aunque no destacara en muchas cosas... Mi habilidad de batalla es algo que aún conservo... Algo que no me gusta demostrar.
Mientras Garrel y Eira se posicionaban para la batalla, yo preferí acabar con esto de una vez posicionandome entre los dos.
-" Haremos las cosas como me gusta "-
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Post by Narrador on Jun 13, 2017 17:44:48 GMT
cinco hambrientas y feroces bestias asechaban desde las sombras pero ya no era necesario seguir esperando, pues las víctimas notaron sus presencias; era momento de atacar. Dos de las feroces criaturas abalanzaron contra Eira, atacando sin piedad. Otras dos atacaron por la espalda al enorme orco quien se había preparado para recibir el ataque y por ultimo, el ser más enorme se lanzó contra contra Nevraska, encarando con ferocidad. Atacaron al grupo a matar, esto no era un juego.
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Post by Deleted on Jun 21, 2017 20:21:24 GMT
Varias instrucciones fueron dadas mientras las bestias se acercaban lentamente, pero no hubo tiempo de reaccionar, de ocultarse. Eira apenas iba a obedecer las ordenes del orco y ocultarse tras de él, pero antes de poder hacer nada fue atacada por dos salvajes bestias, a las cuales trató de contener utilizando sus cuernos y su daga.
Eran fuertes... O quizá ella estaba muy débil, ya que tan pronto como comenzó a forcejear para apartar a las bestias de ella sintió como estaba retrocediendo. El dolor volvió nuevamente a su cuerpo: Su brazo... Sus costillas, su torso, su espalda dolía. Sin embargo no podía darse por vencida, pues sabía que si llegaban a acorralarla contra un árbol o si la tiraban al piso ese sería su fin. Aquello era luchar o morir... Y Eira ya había tomado una decisión.
Dando un fuerte grito de guerra y esfuerzo, Eira luchó con todas sus fuerzas y arrojó con ayuda de sus cuernos a una de las bestias, logrando conseguir el tiempo suficiente como para cambiar a su forma verdadera antes de volver a forcejear con el atacante que quedó en pie. Si bien su raza no estaba hecha exactamente para luchar, al menos su altura le daría la seguridad de que no le iban a morder el cuello fácilmente. - ¡Estúpidas cosas! - Gritó con furia mientras se acercaba aún más a su atacante con intenciones de apuñalarlo con su daga, aunque su mano estuviera tambaleando.
Al parecer sólo llegaron a ser intenciones. Pues debido al sufrimiento que le causaba hacer esfuerzo aún cuando su cuerpo no daba para más, terminó desfalleciendo y cayendo de rodillas al piso. - D-Demonios... - Murmuró mientras levantó parcialmente la mirada para ver a la bestia. Sabía que ese era su fin.
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Post by Deleted on Jun 22, 2017 3:35:41 GMT
[[OOC: Asumo que las que atacaron por la espalda a Garrel atacan por el costado...pues a su espalda estaba Eira. ((estamos creo como un triangulo espalda con espalda si entiendo bien lo de Nev)) ¿Todo ok? ]]
La formacion estaba preparada, Nevraska pasaba a la ofensiva, portando un hacha digna de una leyenda. Estaba en pie, preparada y lista para cobrar sangre. Sin embargo, eso exponía peligrosamente a Eira, que estaba claramente herida" Maldicion, falta disciplina, no estoy con mi Clan en este momento" maldijo mentalmente el orco, atento a la proximidad de los seres enemigos.
-Nevraska, uno va hacia tí - Advirtió el orco, sus ojos atentos. Había contado tres, uno para cada uno, dos iban hacia Eira, el eslabón mas débil de la cadena. Garrel se giro, el martillo preparado para interceder, cuando vio con el rabillo del ojo como otro grupo se le acercaba. Las garras crueles se alzaban, preprandose para golpear. Tenía que pensar rápido, la joven no podría contra dos, no solo en su estado.
Sin embargo, dejarse completamente indefenso a si mismo era una estupidez. No podías rescatar a alguien ahogandose si no podías nadar firme.
Giró, avanzando un paso al encuentro de ambas bestias, su martillo siguiendo la trayectoria, buscando cualquier hueso que fuera el tronco de las criaturas. " No tengo que desangrar y matar, tengo que quebrar y deshabilitar, esta batalla se gana no perdiendo. Acompañando su martillo, su mano se alzó hacia las fauces de su otro oponente, sus musculos tensándose, las garras resbalando por su dura piel, su corazón era fuego, latiendo por la emocion del combate, su mente, hielo, atemperando aquella Emoción, buscando que no sobrepasara el límite, dirigiendo sus fuerzas justo a donde tenían que ir: A la tenaza de hierro con la cual sujetar el cuerpo de la bestia, a los musculos de su espalda mientras giraba, cargando con la bestia, y a los de su antebrazo, lanzandola contra uno de los que atacaban a Eira.
Garrel volvio a girar, quedando al lado de Eira. Una sonrisa en sus labios. Aquella danza la conocía perfectamente, y era un perfecto danzarin en ella: combate. Hermoso combate. Con los ojos atentos a cualquier movimiento de las bestias, se dirigio a su acompañante
- Atrás. De. Mi. Si viene algo, avisame, si puedes rematar algo, hazlo.-
[[Habilidades usadas: Piel de Acero, Fuerza Extraordinaria]]
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Post by Laiah Todorovic on Jun 23, 2017 2:07:12 GMT
Mis ojos estaban pegados al frente, las bestias no tendrían piedad... Por lo que pude ver eran cinco feroces bestias, esto se estaba poniendo un tanto tenso... Eran más que nosotros, y por lo que pude apreciar tenían unas buenas tácticas de batalla, lanzando a dos de aquellas bestias hacia Eira y dos hacia Garrel... Aunque hubiera preferido ver lo que sucedía, no era el mejor momento. La gran bestia, la que parecía dirigir el pequeño y sangriento escuadrón venía a por mi desde el frente...
Confiaba en las habilidades de Eira y tenía esperanzas en Garrel, ellos podrían con las pequeñas, yo me debía encargar del mayor... Era amenazador, sus fauces que dejaban ver aquellos colmillos y sus largas y filosas garras provocaban una sensación de querer huir... Pero a mi me causaba una ansiedad tremenda, por lo que fui directamente contra el gran ser para darle de grano en el pecho con el gran hacha que llevaba en mis manos...
Intentaba mantener la concentración en la gran bestia... Pero con los gritos de ambos allá atrás me causaba una intriga, pero no podía descuidarme un segundo, o podría morir en el instante...
Presionaba con más fuerza el hacha en el pecho de la bestia hasta dejarle una herida lo suficientemente profunda como para debilitarlo, por lo que en un movimiento rápido desencajé el hacha del pecho de la bestia para darle una tackleada con mis cuernos... Su cuerpo era resistente, pero no me dejaría vencer. Empujaba con todas mis fuerzas el cuerpo de la bestia con intenciones de derribar su cuerpo, pero era demasiado pesado y no sabía si lograría lograr mi cometido...
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