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Post by Lysander Velfast on May 25, 2017 4:02:37 GMT
Había llegado la noche en la que las fuerzas de la oscuridad llegaban a su apogeo de poder. Una vez al año, la luna se alzaba sobre Mirovia para brillar en todo su esplendor de un color rojizo que teñía los campos, los bosques y los mares del mismo color. Era una vista hermosa, el paraíso de la violencia y la depravación... Caminando por los pasillos de su castillo, lentamente fué recorriendo los ventanales por donde se filtraba aquella tétrica luz. Recordaba muy bien la primera vez que vió aquella luna, el año en que había llegado a Mirovia. Al observarla directamente, sintió que su ojo derecho era atravesado por mil agujas. Los recuerdos de su oscuro pasado lo llenaron como cascadas que no paraban. Una tras otra. Su miserable vida humana... Y sin más, esa noche se había transformado en un monstruo cegado por la ira y, sin perdón ni permiso, había acabado con la vida de todo arcano que se le pusiera enfrente. Esa noche... los primeros 8 sirvientes que vivieron en el Castillo Velfast perecieron ante las fauces de Lysander. Al terminar todo... sintió un dejo de resentimiento por haber asesinado a quienes habían jurado serle fiel hasta el fin de los tiempos. ¿Hubiese sido otro ser en Mirovia? No le hubiera importado. Pero sus sirvientes estaban un par de peldaños más arriba que el resto de los arcanos. Desde esa vez, había decidido ocultar aquel ojo para que ninguna otra cosa pudiese gatillar aquella locura. Continuó su camino hasta la torre más alta del castillo y entró a su gigantesca habitación, en donde un enorme ventanal lo dejaba ver la mayoría de Mirovia pintada de rojo. Era espectacular, simplemente hermoso. Ver como tantas criaturas despertaban sus más bajos instintos y se dejaban mandar por la demencia. Tristemente, no había con quien disfrutar aquel paraje. Por más castillos, ciudades y tierras que Lysander pudiese poseer, dentro de si mismo solo había melancolía. A veces también, recordaba lo terriblemente solo que se sentía. ¿Y cómo llenar ese vacío? ¿Podría ser que después de 199 años las cosas seguirían igual? Pasó su mano sobre la tela del parche que cubría su ojo, mientras el otro miraba fijamente a la luna. Y había pasado tanto tiempo... Pero para estar seguros, caminó rápidamente a su armario en donde muy bien guardadas, contaba con cadenas y collares. Se despojó de su saco para estar más cómodo y se colocó el collar alrededor de su cuello, asi como esposas atadas por cadenas a la pared de piedra. Tomó la llave y la colgó sobre su cuello de igual modo, para así, si no ocurría nada, poder soltarse de aquella prisión. De un tirón, arrancó el parche de su ojo, retándose a si mismo y a la luna a no recordar más su profundo dolor. Intentando convencerse de que había superado todo aquello que lo había atormentado... Sonrió hacia la luna. Parecía que en efecto, todo había quedado en el olvido. Sin embargo... EL encontrarse con sus manos atadas por cadenas lo hizo sentir las agujas en aquel ojo nuevamente, y, como si fuese un imán, sus ojos voltearon a ver a la luna una vez más. Le fué imposible escapar de aquello... La misera. La enfermedad. La pérdida de sus familiares y de quienes más amaba. Acogido por un vampiro que le había prometido la vida eterna y se la dió... pero a cambio de qué?... De la humillación. El tratarlo cual esclavo, haciéndole beber sangre de rata pues no merecía probar la humana. Manteniéndolo en una mazmorra, violándolo noche tras noche. Si el convertirse en un vampiro no le había quitado toda su humanidad, los horrores que vivió con su Sire lo había hecho. Hasta que en una fatídica noche, habiendo pasado 10 largos años de tortura constante, la misma ira se apoderó de el. Lo que pasó después de ese momento había sido su redención y liberación de su eterno verdugo. Los ojos de Lysander se llenaron de sangre. Su piel palideció más de lo normal, tanto, que sus venas podían verse como caminos a través de su rostro, brazos y cuello. Mirándo fijamente a la luna, comenzó a gritar como si el sol lo estuviese quemando, haciéndose resonar por todo el castillo. Había perdido toda razón una vez más. Por suerte, estaba asegurado con aquellas cadenas pero... ¿Cuánto tiempo podrían durar? ¿ Cuánto tiempo pasaría hasta que se convirtiera en el mismo monstruo que en este momento desgarraba sus entrañas?
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Post by Ivka Lawson on May 25, 2017 4:40:50 GMT
Un grito desgarrador había sucumbido por los aires, resonaba contra las paredes de cada habitación, cada pasillo, en todos los oídos de los siervos de aquella mansión provocando un palpitar nervioso y acelerado. Era la época más emblemática y problemática para los arcanos de oscuridad, cada año era la misma Luna pero diferentes experiencias agridulces que provocaban más que nada el amargo recordatorio del lugar de donde todos tienen un origen, un pasado.
Tantos años y pese a ello, aquel grito era distinto, cargado de peso, lleno de emociones que causaban confusión en el joven sirviente el cual era ignorante respecto a lo que habría de hacer en momentos como ese, en momentos tales de urgencia para su amo. Pese a ello y sin darse cuenta ya se encontraba caminando a toda prisa hasta llegar frente a las puertas de la enorme habitación de su señor, pero una punzada atacó en su pecho, la prohibición de la entrada a la habitación.
Osadía o estupidez, consideró ambas como acertadas, y sin esperar mucho únicamente se dispuso a abrir aquella puerta, ciertamente el joven estaba cruzando el límite y sería reprendido, pero su devoción era alta, sentía que debía arriesgarse por aquel que mostraba otro rostro, sin importar siquiera las consecuencias. Seguramente alguno de sus compañeros sirvientes también acudiría, tendría apoyo, no para el, sino para el amo quien parecía necesitarlo.
-Amo Velfast, me he visto obligado a entrar, podrá reprenderme después si así lo desea, por ahora...- Dijo algo apresurado, hasta que pudo ver el aspecto de su Lord, los efectos eran fuertes, las cadenas no soportaría tanto, ¿Cuanto tiempo podrá retenerlo?..Pensó ligeramente intranquilo, intentando volvér a lo suyo...- sólo es necesario tranquilizarle antes de que la Luna surta efecto por completo, es más importante ahora...- Explicó el muchacho sin mucho tapujo pero apresurado, adentrándose a la oscura habitación ignorando por completo lo que había dentro de esta, esperando soporte de sus compañeros, algo. No estaba del todo seguro siquiera si su amo aún seguía consciente, sólo estaba seguro de algo, algo iba a ocurrir.
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Post by Akane Enomoto on May 25, 2017 4:42:10 GMT
No habia olvidado aquella primera vez que pudo presenciar por si misma los efectos de la luna roja, era un dia hermoso y habia pasado la jornada ayudando a sus padres a cultivar la cosecha de ese mes. Los frutos de la tierra no eran tan hermosos como los del mes pasado, no habia llovido en mucho pero al menos uno que otro manjar de la naturaleza se habrian salvado...lo que despues ella venderia en el mercado. "Ten cuidado con llegar tarde, necesito que vendas estas verduras antes de que anochezca" le dijo su madre antes de que ella partiese con las canastas cargadas. Corrio cual gacela entre los arboles, las personas y las criaturas hasta llegar al mercado principal. Gracias a un amigo suyo el cual era mercader, pudo acomodarse en su puesto, colocando a disposicion de los clientes sus productos recien cosechados...tardo unas horas pero logro venderlas casi todas. Apurada por la hora, tomo las restantes y sus canastas, recogio el dinero ganado y despidiendose de su amigo corrio como alma que lleva el diablo directo hacia la casa. "Rapido....no falta mucho" no sabia si se decia a si misma sobre el anochecer o sobre su distancia desde donde estaba hacia su hogar. Sus pies empezaron a tener ampollas por el terreno, sin importarle que de un momento a otro comenzaran a sangrar sigio corriendo.
-MAMA!!!!- grito con todas sus fuerzas, un dolor de cabeza estaba invadiendola a pocos metros de su casa. La mujer escuchando las suplicas de su hija salio a su encuentro con el rostro palido por la preocupacion, trataba de no ver al cielo mientras agarraba a la mujer de los brazos y la arrastraba dentro de la casa. "Cariño, ve por los grilletes y las cadenas...." amablemente pidio a su esposo para que fuese por lo pedido, ambos sabian que de los 3 hermanos ella, aunque siendo la mayor era la que menos podia controlarse de los efectos de aquella luna traicionera. "RAPIDO!!" la agarraron en el momento justo donde su piel enrojecia por primera vez y cambiaba completamente su aspecto por uno mas aterrador. Sus hermanos menores la sostenian de brazos y piernas hasta que entre los cuatro lograron encadenarla, con una mordaza en su boca para que no mordiese a nadie se quedaron ahi.
Los 14 dias siguientes fueron tortuosos, Akane tuvo que estar asi en la habitacion mas recondita de la casa amarrada y amordazada por su familia, por su propio bien, por el bien de ellos y de los demas. Cada tanto le traian agua para beber, comida y ajustaban las cadenas para que ella no las rompiese ni saliera corriendo de su prision. En las noches tenian que velar con ella sosteniendola , dia y noche se repetia la fastidiosa rutina, dia y noche hasta que por fin acabo el periodo de la luna roja. Recordar aquellos dias de antaño le daban una sensacion de melancolia y amargura, odiaba ser un monstruo, negaba completamente su violencia interior...negaba su rabia...negaba su naturaleza.
Despues del encuentro con la fauno, al menos estaba segura de que esta vez contaba con su Amo, y con los demas sirvientes del castillo...se habia vuelto cercana de algunos y los demas no hablaba mucho pero aun asi su devocion, pasion, diligencia era lo que dominaban a la oni en su diaria labor. La noche hacia acto de presencia, temia por la seguridad de todos, temia por si misma...pero...no podia perder el control, no de nuevo. Pasando la limpieza como costumbre, subio hasta el piso donde se encontraba la habitacion de Lysander, queria ver si este se encontraba seguro mas un grito desgarrador confirmo sus sospechas. Penetrando en sus oidos, aturdiendola y colocandola en un trance como aquel que habia manifestado ante Haru. -"No....controlate Akane....controlate"- mordia sus labios para despertar pero el pitido de los gritos seguia presente. -"Calmate...calmate..."- se acercaba lentamente, casi arrastrandose para colocar la mano en la manija de la puerta. La abrio con delicadeza, para revelar en su interior a la criatura mas espantosa que hubiese visto en siglos: la piel del amo, ojos, todo era distinto, como si la oscuridad de su alma lo consumiesen por completo, su grito tan identico al que habia sido suyo dias atras, sintio su dolor, sintio su agonia, la oscuridad del vastago era suya...y su oscuridad era la de el. -Amo...- fue lo unico que pudo decir para caer de bruces ante el y tomar violentamente sus cabellos, su piel cambio de color para enrojecer competamente, sus cuernos crecieron, sus garras se afilaron cual dagas, sus colmillos florecieron de sus encias y sus ojos, negros como los de el. Alzo la mirada y encontro la suya...solo pudo sonreir....por lo menos, esa noche no pasaria su tormento en soledad.
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Post by aishling on May 25, 2017 4:59:56 GMT
el sonido de los gritos le habían despertado con un gran temor ,suaves jadeos brotaba de su boca causa al repentino despertar ,aquello hacia que su corazón palpitara como una loca como si de un enjambre enfurecido de abejas picoteaban de su pecho llevando su mano a este como si de esa manera pudiese calmar aquellas palpitaciones ,mas le era imposible ,tenia que obedecer y no salir del cuarto justo como se había dicho pero la preocupación hacia el bienestar de su también le carcomía y preocupaba a horribles niveles sintiéndose lo mas impotente ademas no quería sufrir ni un castigo pero le era desesperante aquello.
saliendo con calma misma y con el temor a flor de piel del calor que brindaba su cama ,dio una pequeña mirada extrañando un poco el calor del mullido colchón destendido ,volteando a la dirección de la puerta caminando hacia ella con suaves pasos para no alertar a nadie según el ,con su mano izquierda giro el pomo de la puerta empujando de esta con cuidado de que no rechinara para asomar su cabeza algo aterrado ,jamas había salido de la cama a altas horas de la noche,execto que en las madrugadas solo se iba a darse un baño en su forma arcana a la fuente pero nada mas hacia eso ,rompiéndose su burbuja mental a los sonidos de pasos apresurados cosa que lo aterro aun mas pegando la puerta dando parecer que estaba cerrada esperando a no ser visto ,suspiro cuando el peligro había pasado para volver a escuchar un segundo par de pasos iguales a los anteriores para abrir un poco su puerta observando como la oni casi casi corría en dirección a los aposento s de su amo y señor ,tomando todo el valor para salir de este para comenzar a caminar tras akane con lentitud de no ser atrapado.
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Post by Filothea du Crox on May 25, 2017 18:14:18 GMT
La noche predestinada, la luna en su magnificencia tornaba de rojo todo aquello que la sabana de su luz tocaba; probablemente para el resto del mundo mortal, la luna sangrienta no era mas que un fenómeno astronómico, o tal vez para los mas creyentes significaba el anuncio del apocalipsis; ambos bandos estarían en lo correcto, pero los humanos no tenían de que preocuparse, ya no, ahora solo Mirovia viviría el fatídico suceso en que las bestias de la oscuridad liberaban todo el poder que suprimían voluntaria o involuntariamente el resto del año; ¿seria a caso que este suceso provocara de alguna manera la gran y desastrosa caza?, ¿cuantos seres nocentes habrían que haber sido sacrificados, solo por una noche infernal?, si los arcanos significaban una minoría en el mundo antiguo , ¿estaba justificada la causa humana debido a el evento anual de la luna carmesí?; el amor y el odio son dos caras de la misma moneda, la mayoría de los seres vivientes son capaces de convertirse en los peores mountruos por amor.
En años anteriores Filothea había encontrado la manera de encontrar un refugio durante la desenfrenada noche, de alguna manera, a la par que la luna desataba los peores instintos en algunos, en la inmensa mayoría acrecentaba la compasión y la ayuda mutua, cualquier rencilla o conflicto quedaba olvidada por esa noche, todos se apoyaban para protegerse unos a otos, o para ofrecer refugio a quien lo necesitara, Filothea paso de ser auxiliada en sus peores años, a apoyar a quienes lo necesitaran mientras trabajaba en "El Dragón ahogado", sin embargo ese año a pesar de estar protegida por los muros de el castillo, no se sentía segura, tenia un mal presentimiento; bien sabia que muchos de los Oscuros se auto inclaustraban en los calabozos que el castillo tenia, eso no le preocupaba; también sabia que Akane, a quien le había logrado tener aprecio, probablemente estaría por ahí limpiando. Era cierto que le preocupara las condiciones en las que se encontrara, ¿podria controlar sus instintos?, la luna tenia un poder inmenso sobre los seres como ella; pero eso no era lo que le hacia dar vueltas entre las blancas sabanas que había lavado en la mañana, mantenía sus ojos azules totalmente abiertos, observando la la piedra grisacea del techo, por la ventana la luz roja penetraba en su habitación "ya lo tengo, es la luz, antes siempre dormí en cuartos sin ventana, por lo que la luz nunca penetraba", se levanto a colocar una de sus sabanas a manera de cortina, pues la ventana carecía de ella, entonces escucho los gritos; uno era de Akane por su puesto, pero el otro era Velfast; ¡se había olvidado completamente de el!, desde que hizo el pacto con el no lo había vuelto a ver, por lo que poco a poco fue ignorando su existencia, era eso lo que la mantenía despierta como estaba, su subconsciente le estaba advirtiendo que no era seguro dormir, no con el Señor y amo de esas tierras, tan poderosos como ya era, convertido en un Ragnarok personificado. Dejo la ventana sin cortina.
La sabana reposaba en el suelo tornada de rosa por la luz, mientras Filothea salia corriendo de su habitación casi por puro instinto, no estaba segura de lo que hacia, pero sabia que debía estar cerca, disponible para lo que fuera "¿seremos capaces de hacer algo?", su corazón latía con fuerza, como nunca antes desde la guerra, tenia miedo, a lo lejos vio la figura de el niño foca, - !Aishling, regresa a tu habitación!- grito a todo pulmón, como una madre gritaría a sus hijos.
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Post by Deleted on May 26, 2017 0:38:01 GMT
Xhime, se encontraba leyendo en la biblioteca custodiado solamente por una pintura de Lord Velfast, en lo que él creería sería una noche normal se hundía en relatos escritos por otros arcanos, ya que interaccionar con otros se le complicaba.
En un desvío de las palabras de una aventura terrorífica, su mirada se percataba de la iluminación rojiza que pasaba por la gran ventana de la biblioteca e infestaba el lugar; le recordó el día que despertó en una tumba profanada del cementerio de Reapergate, solo y sin recuerdos de nada, pero de eso ya había pasado más de un siglo. Una vez más como cada año, esa luna carmesí solo traería problemas y más trabajo para los seres de Reapergate, pero sobre todo para los entes de este castillo.
Embebecido por la diferente paleta de rojizos que cubría ese salón lleno de libros y los recuerdos de años pasados, se percata primero del grito desgarrador de Lord Lysander, podía localizarlo en la torre más alta del castillo.
Inmediatamente se gatillo dentro de él una serie de preguntas en su cabeza: ….¿Qué habría causado que un ser tan imponente como Lord Velfast diera un grito de esa magnitud?... ¿Era acaso el segundo grito de su compañera oni y este estaba al igual que el del Lord lleno de dolor?... “Obviamente algo muy malo estaba sucediendo”, pensaba para sí.
Es entonces que confirmó su hipótesis cuando escucha el tercer grito mientras se iba acercando, uno lleno de preocupación y reprimenda contra el más joven de los sirvientes, Aishling. El grito venía de su compañera Filothea, que era sobreprotectora con éste como una madre con sus hijos.
Aunque algunos de sus pensamientos le decían que no fuera, contradiciéndose de pensamiento ya se encontraba corriendo hacía el lugar usando toda su agilidad, había tomado una lanza de una de los cientos de armaduras que adornaban el lugar, no porque realmente lo pensara claramente si no por un movimiento intuitivo. Estaba listo para enfrentarse a lo que fuera por ayudar a su amo y señor e irónicamente no había pensado las consecuencias de acercarse bravamente al lugar ya que muchas veces pecaba de confianzudo, alcanzaba a Filothea y corría a su lado. Ve la puerta semiabierta y se prepara para lo peor al ver que todos llegaban.
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Post by Lysander Velfast on May 29, 2017 20:03:35 GMT
Había sonidos por todas partes, los cuales se escuchaban con triple eco. Estaba confundido. ¿En dónde estaba? ¿Quienes eran esas personas que entraban con preocupación a la puerta? ( Son tus sirvientes ) ... Silencio. Los ojos de aquella chica que lo miraban por entre sus blanquecinos cabellos que caían como cortinas, cubriendolo de el rostro de horror que ahora poseía eran suficientemente fuertes como para hacerle alzar la vista. La locura. La sed... La ira y el dolor.
Dejó salir un grito junto con el esfuerzo por liberarse de aquellas cadenas. Su fuerza estaba haciendo que los grilletes dieran de si, junto con la pared de piedra que lo aprisionaba. Se estaba rompiendo. El cuerpo de Lysander amenazaba con cambiar. Sus gritos no parecían más de alguien humanoide sino de un completo y total monstruo del mas profundo averno. Más sirvientes se acercaban... ( No, aléjense tontos... ) No podía pronunciarlo... De sus boca solo querían salir las más horribles blasfemias.
Dejó caer su cabeza hacia en frente, aun ejerciendo esa fuerza. Si nadie hacia nada, Lysander se soltaría de aquellas cadenas. - Supongo que todos estan preparados para morir esta noche... - Esbozó una sonrisa demoniaca. ¿ Acaso esta era la verdadera cara de Lysander Velfast? - Pues bien... - Dió un tirón más y una cadena finalmente se rompió. Ahora solo faltaban las demás.
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Post by Ivka Lawson on May 30, 2017 3:40:16 GMT
El muchacho, ignorante y abnegado yacía dentro de la habitación, la luz color rojizo seguía atravesando por los ventanales, el tiempo se agotaba y las manecillas del reloj no parecian querer detenerse siquiera por consideración, aquellos visillos que adornaban elegantemente la pared no servirían de nada a pesar de colocarlos adecuadamente. Tuvo nervios, todos tardaban, quizá había sido un error haber entrado en aquella habitación sin un plan, sin ideas... sin apoyo, el peso sobre sus hombros parecía ser demasiado, sus manos temblaban mientras cerraba a prisa aquellas telas con la ingenua idea de que podría mitigar un poco el color rojo que se apoderaba de las paredes. No fue hasta que después de terminar de hacer aquello, la atención del dracónico fue atraída hacia un objeto en el suelo, el parche de su amo el cual parecía rasgado... justo frente a el, al vástago monstruoso que recién mostraba su nuevo rostro. Inconscientemente se dirigió a él sin importarle mucho aquella situación, confiado de las cadenas, a pasos lentos y silenciosos se acercó lo suficiente como para inclinarse a tomar aquella delgada tela para tenerlo entre sus manos, ignorando la mirada tan tenaz y tenebrosa de su amo y el incesante retumbar de las cadenas mismas. 'Oh no...' sólo pudo pensar en eso mientras el muchacho se reincorporaba con inquietud, el parche entre sus dedos parecía querer desmoronarse por la fuerza que le había sido aplicada, hundido en sus pensamientos y ajeno a lo que ocurría lo mantuvo consigo, temeroso por la idea de que aquello podría pasarle a alguno de sus compañeros, o incluso, a el mismo. "Amo..." Un susurro escalofriante y un rechinido proveniente de la puerta junto con una luz amarillenta le tomaron por sorpresa, las cadenas seguían provocando esos ruidos tan preocupantes, no resistirian más, la atención del arcano se desvió al igual que su mirar hacia aquella enorme puerta de la cual, cabellos largos y blancos hacían aparición simulando finas cortinas. -¿Señorita Enomoto?...- Sólo aquella pregunta pudo salir de entre sus labios mientras daba un paso hacia aquella puerta, el susurro parecía haber provenido de aquella amable persona que recién había conocido el arcano. Pero un grito desgarrador le hizo reaccionar con temor, a los pocos segundos los gritos seguían y seguían como si miles de agujas fuesen clavadas en los oídos del pobre joven, todo aquello junto con el molesto retumbar de las cadenas, todo se mezclaba de una manera bizarra por la cercanía. El arcano por instinto propio colocó sus manos sobre sus orejas, intentando disminuir el dolor que le provocaban esos gritos y esos sonidos que no se detenían. Finalmente se dejó caer de rodillas al piso, deseando mitigar aquellos gritos que parecían provenir del averno. Un pitido se hizo presente en los odios del arcano, aturdiendole, todos los sonidos parecían haber desaparecido momentáneamente. [ ----------------- ] El joven Ivka lentamente bajaba sus manos intentando comprender el porque de su sordera, pero poco a poco los gemidos y gritos volvían, poco a poco adquirían fuerza. Estaba aturdido, y fue notorio. No hubo siquiera un momento para reaccionar, todo ocurrió tan fugazmente. El vástago continuaba sacudiendo con fuerza aquellas cadenas, deseoso de poder librarse de su situación, el joven dracónico sólo tuvo unos cuantos segundos para volver en si, pero una fuerte impresión le hizo caer nuevamente pero esta vez sobre su espalda , un fuerte tirón del vampiro había logrado romper aquella cadena provocando que pequeños trozos de la misma salieran volando por los aires. Ivka únicamente se quedó pasmado, el temor se apoderó de el, no podía mover su cuerpo debido a la impresión que le causaba el ver a su Lord de tal modo, tan monstruoso y diferente. En el suelo, el sirviente intentaba retroceder, pero le era algo difícil. Tenia que moverse antes de que las cadenas se rompieran o peor aún, antes de que el vampiro intentase algún movimiento contra el dracónico en búsqueda de saciar su sed. ' Un vampiro es un muerto viviente, dotado de una enorme fuerza y poder, aquellos mantienen su inmortalidad bebiendo la sangre de seres vivos, succionando cada gota, cada pequeña parte de su ser junto con su escencia y su alma. Nunca se verán saciados pero tienen control. Una bestia sin control únicamente es un sinfín de dolor...' Fue lo que pensó el muchacho mientras miraba aterrado aquellos ojos bañados en sangre, aquel rostro que había cautivado a todos los siervos,de tal modo. El joven tenía miedo, y se sentía débil por no poder moverse. Pese a ello, sintió una punzada en el pecho, algo parecía darle una señal de que se moviera o lo perdería todo, su empleo, sus conocidos, a su Lord... a si mismo. Nervioso e intranquilo retrocedió aún estando en el suelo, lo suficiente como para poder colocarse de pie con cuidado de no ser alcanzado por alguna extremidad del vástago. Sus extremidades temblaban un poco, se había apoyado de un escritorio para colocarse de pie, su respiración estaba algo agitada y su corazón acelerado. Al verse ya a unos pasos de distancia de aquel irreconocible, llevó con lentitud su diestra a su pecho intentando calmar el veloz palpitar, respirando con lentitud con el propósito de calmarse. Mientras el sirviente de cabellos color azabache hacia aquello, miraba atento las cadenas, ya faltaba poco para lo inevitable. Y lo que fuera a atravesar aquella puerta sería sólo una cosa de azar, algo bueno o algo peor, únicamente se limitó a tranquilizarse y prepararse mentalmente para lo peor.
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Post by Sven Velfast on May 31, 2017 1:19:45 GMT
Sven sabía aquel astro no perdonaría a nadie; tanto seres de la oscuridad sucumbiendo al frenesí del caos, y los demás arcanos convirtiéndose en presa de aquellas degeneradas bestias. Una sinfonía apocalíptica, acompañada de un grotesco espectáculo único de aquellas dos semanas particulares. El fénix había tomado precauciones en antelación, analizando los peores escenarios y cómo actuar de manera apropiada. El caso principal siendo que terminaría solo, y los demás sirvientes inhabilitados o asesinados por las manos de los entes de la oscuridad. Teniendo aquella imagen mental presente, días antes se había preparado con instrumentos, armas y herramientas que asegurarían una ventaja a la hora de verse asediado frente a frente con algún monstruo enloquecido. Esperaba de cierta forma que aquellos que formaban parte de las líneas de las Serpientes de Velfast, tomaran la precaución necesaria para anclarse de manera segura en alguna mazmorra y evitar una desgracia.
Sentado en una silla de cuero, calada con detalles elegantes y marcos de madera dentro de su habitación, reposaba el mayordomo, con la luz de la noche bañando sus espaldas y marcando una pronunciada sombra con su silueta frente a su vista. Su mano derecha se hallaba soportando el peso de su barbilla, y su izquierda daba toques con las puntas de sus dedos sobre el mango enfundado de su shaskha. A pesar de tener el mismo semblante de siempre, serio y frío, había una cierta impaciencia que se notaba con aquel repetitivo toque sobre su espada. Él tenía la plena seguridad que una pesadilla iría a desplegarse, y se encontraba expectante de que reventara dicho evento.
Gritos del averno resoplaron por todos los pasillos del castillo, develando así los análisis de Sven. Cerró los ojos un momento y detuvo el toque sobre su arma, ahora abrazando el mango con un agarre apretado. Exhaló provechosamente y se levantó de su asiento, sin pensar dos veces la dirección que tomaría. El infierno no era algo nuevo para él, y aquello no brindaría un acontecimiento novedoso a la amalgama de experiencias que el fénix enterraba con recelo en su poco conocido pasado... o al menos así lo pensaba. Se abrió paso por los pasillos que conectaban hacía la torre donde habitaba su amo, guiado por el ruido y alboroto que ocasionaban ecos, deteniéndose justamente en una pequeña sala que se unía a un pasillo recto que daba con la entrada de la habitación de su amo.
Pudo divisar algunas figuras en el umbral de la puerta, siendo una de la conocida Akane, en cuclillas víctima de la locura nocturna. No era momento para reprochar la falta de cuidado de la misma, por lo que dejó ese minucia pasar de momento. Si bien Ulgriff podía hacerse paso para llegar hasta el cuarto del Lord, decidió permanecer en esa sala, la cual proporcionaba un espacio adecuado para moverse libremente, opuesto al estrecho pasillo o aquella habitación que no conocía, y encima debía de estar inundada con otros sirvientes. El ave permitiría que los arcanos en mayor proximidad actuaran apropiadamente, con el doble propósito de ponerlos a prueba y estudiar sus reacciones, mientras él serviría de muralla en caso de que Lysander o Akane derrotaran los otros y decidieran correr rampantes por el castillo. El lugar en que se encontraba era algo estratégico, y contaba con implementos y herramientas que cargaba en su cinturón para ayudarle si hubiese la necesidad.
En una pose erguida e inamovible, se mantuvo, con una mano reposando sobre su arma principal y la otra un poco defensiva -Serpientes de Velfast, ¿Qué esperan? ¡Actúen como es debido!- reprochó Sven con un tono afilado -Es nuestro deber controlar esta situación.- Esperaba que con aquellas palabras, la perplejidad que mostraban algunos los sacudiera en sus zapatos y los instara a que actuaran como lo que realmente eran- guardianes de la mansión y sirvientes del Lord Lysander Velfast.
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Post by Akane Enomoto on Jun 2, 2017 3:41:59 GMT
Aquella vista era digna de una pelicula de horror: estar frente a frente con su amo quien estaba en las mismas condiciones que ella. Escuchaba cuchicheos de los demas sirvientes, gritos de advertencia, regaños, reprimiendas y ella mientras tanto estaba de bruces ahi...inmovil observando como se descomponia poco a poco aquel amo que ella tanto aprecio, quien le habia brindado la oportunidad de trabajar a su merced, de mantener a su famila, y por eso...su lealtad hacia el sobrepasaba incluso los efectos de la luna. Lo veia tenso, deseoso de desatar aquellas cadenas que lo mantenian prisionero, queria ayudarle a ser libre para que trajera la destruccion a los demas sirvientes. Sonrio para si misma acercandose con suma precaución, levanto sus manos y tomando una de las horrendas cadenas la rompio con la facilidad de romper un mondadientes. Hizo lo mismo con las demas, y para la desdicha de susodichos colegas ahora Lysander Velfast se encontraba libre. Se irguio acomodandose a su diestra con una pose sumisa y diligente, algo extraño viendo su estado actual: sus ropas desgarradas, manchadas de sangre, sucias, pero su rostro con una tranquilidad a pesar de la locura que rodeaba el ambiente.
-Para mi seria un honor morir por usted Amo...nada me haria mas feliz que servirle....-
Musito mientras permanecia a su lado, lo que hiciese a continuacion no era su problema, solo deseaba poder estar hombro con hombro y destruir aquellas miseras existencias de los demas sirvientes. En su estado usual nunca se le hubiese ocurrido hacer semejante locura ni mucho menos arriesgar de esa manera la vida de sus colegas...pero...la luna quien los manipulaba a su antojo como marionetas de sangre y carne era la verdugo en esa noche fatidica. Los rayos escarlatas habian sido aplacados...de nuevo...por las nubes quienes le devolvieron un poco de conciencia a la oni. Miro a Ivka...aquel precioso muchacho quien yacia en un rincon temblando de miedo, recordo los cuchicheos...posiblemente algun regaño o de Haru o de Sven.
-Oh no...¿que he hecho...?-
Dijo en un susurro para taparse los labios mientras las lagrimas brotaban de sus ojos inducidos por la oscuridad. "Oh Haru...espero que huyas lo mas lejos posible....no soportaria ver tu cadaver entre mis manos o entre las manos del amo...huye...tan lejos como puedas y llevate a los demas...." penso de manera fugaz "Ivka...cariño...corre...huye de nosotros que no somos el rastro de lo que fuimos..." con ese ultimo intento por recobrar un poco la cordura arrebatada por aquel astro celeste, pero la vida da vueltas y no seria esta la excepcion...irguiese para darse cuenta que el pitido regresaba, un gruñido quejumbroso broto de si misma retomando posesiónde la locura desbordante que sufrio minutos antes.
-Huyan....-
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Post by aishling on Jun 2, 2017 22:45:20 GMT
el regaño dado hizo que saltara del susto llevando su mano a su pecho mas temeroso que nunca ,podia sentir las gotas heladas que surcaban por su piel como los horrible latidos de su corazon galopando sin control mientras estos hacian su pecho doler un poco pero entre la penumbra de la rojiza nocho pudo ver como Filothea estaba hay en el pasillo a no mas de unos metros de la distancia de el y por el lenguaje corporal se veia bastante molesta cosa que lo habia puesto de nervios aun mas convinado la preocupacion por su lord se acerco a la mujer con aquel silencioso andar se sus pies.
-discúlpame Filothea pero el amo gritaba
dijo con ese tono bajo y susurrante o mas bien su manera de hablar cargado de temor ,mas no obstante escucho fielmente la voz de sven ,aunque no lo pudiese ver entre las sombras del lugar reconocía inmediatamente su voz ,mandándonos mas bien ordenando a ir a demostrar lo que tenemos y calmar la situación con nuestro señor pero ¿que podía hacer un selkie como el?,no tenia mucha fuerza y ni siquiera demasiada habilidad fuera del agua ,solo podía enviar un erudito de lo mas débil o cantar haciéndole sentir el sirviente mas débil de la mansión pero tenia que demostrar a sus compañero lo digno que tambien podia ser para su lord estando mas que decidido a participar en calmar al vampiro iracundo y sediento de sangre.
-como tu digas sven
miro a Filothea esperando buscando un si,una reacción de ella o una señal que le diga "vamos a hacerlo "o cualquier cosa de lo que pudiese ella hacer en estos momentos en donde mas se nesecita
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Post by Filothea du Crox on Jun 3, 2017 23:46:38 GMT
El ambiente estaba cambiando poco a poco, cada vez la existencia se percibía mas pesada, como si los músculos no fueran mas de carne, convertidos en hierro; aunque ver ahí a Aishling le había causado mucha impresión, había estado mal al intentar enviarle a dormir, ya no era un niño aunque para el resto de los sirvientes así lo pareciera, y si estaba ahí. era porque tenia el suficiente valor para arriesgarse a hacer algo por proteger a los demás, a pesar de su condición; sin darse cuenta tenia la mamo levantada con toda la intencion de golpearlo como reprimenda, pero se contuvo y se limito a posar su mano sobre el pequeño hombro ajeno, lo escucho mencionar el nombre de el mayordomo "¿a caso el lo envió?", pudo ver de reojo la otra puerta abierta, sentía una fuente presencia proveniente de ahí, pero no le tomo importancia, distraerse podría causar la muerte - Aishling, me preocupas, pero a la vez me haces sentir orgullosa, no se cual sea tu objetivo en realidad, pero si crees que puedes hacer algo, hazlo; yo intentare alejar a Akane de la puerta; si tenemos a esos dos juntos, no podremos ayudarlos- , entonces escucho como Xhime se acercaba, era un alivio, pues después de haber combatido con el, sabia que tenia el poder suficiente para ayudarle - Xhime, me alegro que vinieras, estamos en una situación sumamente peligrosa, Akane y Velfast están siendo atormentados por la luna, parece que luchan por no liberar sus impulsos, pero estoy completamente segura, que eso no podrá ser toda la noche...- ede pronto Akane llena de frustración les gritó que huyeran.
- ¡Maldita sea, esto se va a descontrolar! - exclamo, luego soltó el hombro de Aishling y comenzó a correr a toda velocidad, y en un movimiento salvaje se arranco las ropas , liberando sus formas femeninas que bailaban de arriba a abajo por la fuerza de las amplias pisadas, y estando a punto de llegar donde Akane, dio un enorme salto y libero su verdadera forma, y aun sin tocar el piso lanzo un tremendo remolino contra ella, con la única intención de alejarla lo mas posible de Velfast, "¿que demonios debo hacer?", se pregunto, entonces vio lo que otrora Akane veía, a Ivka pasmado ante la horripilante imagen de un murcielago antropomorfico, algunas cadenas le impedían moverse, "si esas simples cadenas pueden detenerle, entonces tenemos una oportunidad, a no ser que tengan alguna característica que les permitan ser tan resistentes " - ¡Xhime ayuda a Ivka, yo me encargo de esta Oni endemoniada! - , dijo y pensó todo aquello sin dejar de enviar ráfagas de remolinos en contra Akane, de algo tenían que servir.
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Post by Deleted on Jun 4, 2017 0:53:08 GMT
Una vez que ha llegado, observa como Sven solo se queda esperando, pero piensa que él podría actuar como el último recurso en dado caso que el sistema de bloqueo que el resto de los sirvientes genere no funcione del todo o tal vez le de una sorpresa, por lo que no lo juzga ya que sabe que el ave tiene habilidades extraordinarias.
Xhime oía a Filothea discutir con el más joven de los sirvientes y asienta con la su cabeza cuando ésta se dirige a él, ya que estaba en modo fated y había activado su agilidad no pretendía detenerse del todo, ya que solía ser un arcano de acción. Saluda con dos dedos cuando entiende el plan de Filothea, ella detendría a la oni lo suficiente para poder pasarla y defender a Ivka. "Eso haremos entonces -procede a brincar a Akane, pone un pie en la cabeza de la oni con un doble propósito, tanto darle una ventaja a Filothea como de tomar mayor impulso, sabía que la oni podría resistir muy fácilmente ese leve atropello a su persona, además le arroja un beso en el aire en señal de disculpas y porque era un fanfarrón cuando menos debía.
Una vez alcanzada la máxima altura que el impulso le dio observa la situación por lo que arroja sin la menor consideración la lanza (esperanzado de dar en el blanco), que había cargado hasta el lugar, directo a Lord Velfast, no en un acto de traición porque sabe dentro de él que es como picar a un poderoso jabalí con un mondadientes, sino como una estrategia para detenerle o aunque sea para distraerlo. Sin embargo, voltea el rostro por lo que no podría ver el resultado de su acción ya que busca caer frente a Ivka. Cae ya en su forma verdadera y procede a decir: "Vamos Ivka, no es momento de temer sino de reaccionar, hay que proteger a Mirovia y a nosotros mismos muchacho".
La cola de Xhime prepara una carga de ácido, la cabeza de dragón esta cargando una bocanada del poderoso y tóxico gas que le daba su aliento corrosivo, saca las garras de león el cual ruge y la cabra lanza un berrido de guerra aturdidor, dispuesto a atacar Xhime espera que sea secundado por el resto de los sirvientes, ya que sabía que solo en equipo es como podrían triunfar en esta terrible situación.
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Post by Lysander Velfast on Jun 7, 2017 17:35:49 GMT
Por suerte para los sirvientes, en el momento en que Akane había roto las cadenas de Lysander, La Luna se ocultó detrás de las nubes, haciéndole recobrar dejos de consciencia al vástago, quién, mareado, apenas podía incorporarse sobre sus pies. Se llevó las manos al rostro, apenas viendo entre sus dedos a los sirvientes ahí presentes, algunos con miedo y otros determinados a actuar si así era necesario. Lysander apretó la quijada, la luna estaba próxima a asomarse nuevamente. Tenía que hacer algo por ellos antes de que se volviese a repetir aquella tragedia de hace 200 años. Cerró los ojos un momento y, de pronto, estos brillaron de color azul, como si de dos grandes linternas se trataran. Aquella luz emanante llamó la atención de sus sirvientes sin excepción. - Huyan lejos, ocúltense. No quiero verlos aquí. No me busquen… Volveré a ustedes cuando el terror de la noche haya cesado. – Dijo con una voz fuerte, solemne. Aquella orden hizo eco en las cabezas de todos aquellos quienes habían visto sus ojos. ¿Había Lysander alguna vez hecho cosa parecida? Quizá… pero nunca había tenido la necesidad de usar sus poderes con sus sirvientes hasta ahora, sobre todo con un fin tan noble como el de protegerlos. Dada la orden, La luna volvió a asomarse entre el manto nublado, afectando a Lysander Velfast de nuevo. Antes de perder el completo control, aprovechó el ya no estar atado a sus cadenas y correr hacia el enorme ventanal a unos cuantos metros de distancia. El vampiro rompió el cristal, saltando al vacío de la noche, cayendo hacia el abismo de Reapergate. Antes de impactarse contra el suelo hacia, lo que para cualquier persona sería una muerte segura, de su espalda reventaron un par de alas, que con un simple batir, lo alzaron hacia el cielo nuevamente. Allá a la distancia, el vástago se perdió entre vasto rojizo del estrellato. Haría cosas terribles, si. Inmencionables. Pero con la certeza de que a sus sirvientes no les tocaría un solo pelo.
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Post by Ivka Lawson on Jun 8, 2017 4:24:02 GMT
Todo ocurrió tan rápido, lamentos y órdenes, todo al mismo tiempo resonando en la habitación. La respiración del joven ingenuo ya estaba en calma debido a que sus compañeros ya estaban ahí, actuando, cosa que el no pudo hacer. Sintió algo de culpa, se sintió inservible.- ... Soy patético ¿huh?...- fue lo único que pudo susurrar para si mismo, con la cabeza ligeramente agachada y cierto tono decaído en su voz ya que un vago recuerdo se hizo presente en su mente de forma inoportuna, el muchacho en un intento de sentirse mejor sólo soltó un suspiro de pesadez mientras observaba de reojo y detenidamente lo que ocurría para ver si podría ayudar en algo, pero parecía que todo sería algo innecesario, el actuar de los demás siervos y sus intenciones de brindar apoyo. Al parecer el actuar inconsciente de la Oni había sido de ayuda, el que aquellas frágiles cadenas fueran destruidas y las nubes ocultando el color rojizo de la luna sólo parecía una broma de mal gusto, pero todo había sido suerte por unos breves momentos, tan breves y afortunados en los cuales su Lord pudo recobrar un poco su consciencia y tener cierta cordura.
Hubo silencio momentáneamente. Poco después y sorpresivamente, una luz azul se presentó en aquella habitación, el joven dracónico no pudo evitar mirarla y al parecer, los demás sirvientes tampoco la evitaron. Aquella luz provenía de los ojos del vástago, era tan llamativa y "cautivante" pero la verdad era otra, sólo era una habilidad poderosa y bastante dominante. El llamativo brillo se presentó con una orden, una que no podría romperse fácilmente ya que aquellas fuertes palabras resonaban en su cabeza; "Huyan lejos, ocúltense. No quiero verlos aquí. No me busquen… Volveré a ustedes cuando el terror de la noche haya cesado..." esa orden retumbaba en sus oídos y posiblemente en cada uno de sus compañeros ocurría lo mismo. Ante aquello sólo se limitó a observar, apreciando como su amo se retiraba, arrojándose por aquel ventanal. Varios pedazos de aquel cristal cayeron junto con el vampiro a la oscuridad y otros pocos con sangre en la habitación, el joven de cabellos azabache pudo divisar como nacían varias flores de aquella sangre que había, flores bastante llamativas y extrañas. No les tomó tanta importancia ya que lo único que deseaba ver era o figura de su amo, el cual se alejaba apresurado, perdiéndose perdiéndose la distancia. Fue hasta ese momento en que el arcano reaccionó ante lo que tenía aún entre sus manos, ligeramente sorprendido miró aquella fina tela en su mano, destrozada y rasgada, su mirada mostraba pena y algo de desdicha, sin esperar mucho mantuvo consigo aquel objeto en su mano, presionando con un poco de fuerza mientras lo guardaba en su bolsillo, después sabria que hacer, si deshacerse de el o devolverlo.
Su semblante estaba serio, en su cabeza sólo resonaban aquellas palabras las cuales parecían tan confusas, ¿Acaso era un acto noble? Fuese o no el caso, el muchaho no podia evitar sentirse algo incómodo y ligeramente cautivado, aquel ser aún después de perder su cordura tenía la consciencia suficiente para querer proteger a los siervos.
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