Jundel Fenrir
La Resistencia
La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on May 30, 2017 5:43:52 GMT
La batalla se habia tornado tensa, el Lycan gruñia con gran furia hacia su alfa como si tratara de alejarlo de su camino hacia su presa, no fue hasta que Fauce sangrienta habia atacado con gran fuerza y ferocidad a Jundel, mordiendo directamente su muslo desgarrando por completo el musculo, el dolor por las heridas en su cuerpo mas aparte las nuevas recibidas por Fauce, eran algo que causo que el Lycan chillara de inmenso dolor. En reaccion a aquella mordida Jundel golpeo la espalda de Fauce en un intento de que soltara su pierna pero al tratar de nuevamente propinarle otro golpe, Fauce sangrienta se habia alzado quedando nuevamente la diferencia de tamaños tan notoria como cuando recien habia llegado a aquel claro del bosque a hacer que Jundel entrara en razon, de no haber intervenido alguien por fuera de la manada. Los azulados ojos de Jundel se fijaron en el Alfa, por un instante, por un momento que quiza se catalogo como un parpadeo, Jundel mostro que recobraba la cordura, no fue asi hasta que aquella bestia gruño con ferocidad hacia el alfa mostrando sus colmillos que inmediatamente recibio un golpe en la cabeza, justamente donde tenia esa herida donde estaba aturdido por un canto doloroso que ya no recordaba como haiba sucedido, cayendo al suelo de manera instantanea por la fuerza del golpe.  Ahi mismo en el cesped el Lycan gruño levemente por el dolor y se dejo llevar a la obscuridad de los sueños, poco a poco el pelaje de aquella bestia comenzo a desaparecer retomando aquella forma sellada, vulnerable ante cualquier atacante, mostrando lo herido que se encontraba finalmente, su oido sangraba por el golpe en su cabeza, el muslo desgarrado y la nuca herida por la mordida de Fauce Sangrienta, ademas de las heridas que gracias a la cicatrizacion en su forma Lycan se habian recuperado casi del todo, pero se veia palido, estaba demasiado debil por lo cual no recobraria la consciencia por un largo periodo de tiempo. |
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Post by Fauce del Norte on May 30, 2017 6:02:59 GMT
Al ver que Jundel finalmente caía inconsciente sobre el suelo, Fauce Sangrienta alzó el hocico en una reacción instintiva, tronando su cuello y acercándose al chico quien ya se había deshecho de aquella forma lycan. Le olió el cuerpo para cerciorarse de que estuviera aún con vida. Era un hecho que seguía con ellos, pero se encontraba muy débil. El alfa alzó el rostro a Diana y a Fang, quienes se habían mantenido al margen de la pelea, cosa que agradecía enormemente pues no hubiese soportado ver a nadie más involucrado y herido, especialmente a Diana. Con la mirada, Fauce le pidió a su pareja que ella se encargase de Jundel. Tenía que hacer un recorrido rápido antes de volver con la manada, pues no sabía se había otros por ahí causando problemas.
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Diana
La Resistencia
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Post by Diana on May 30, 2017 6:16:43 GMT
Al momento en que Fang la tomó del hombro Diana se dio la vuelta de manera precipitada, abriendo su boca para tirarle una mordida. Gruñó, tensa y molesta. Era evidente que no era necesario que fuese detenida, tenía el control suficiente para saber que no era momento de precipitarse a pelear. Por aquello no se percató del momento en que la chiquilla se había largado, simplemente había dejado de percibir su olor. Bien, una preocupación menos.
Sus ojos volvieron a la batalla que por fin parecía haber llegado a su fin. En el suelo yacía Jundel despojado al fin de aquella forma que lo había sometido a la violencia y enajenación. Sintió un peso menos, como si se hubiera elevado, abandonando su pecho. Bajó la cabeza, dejando escapar aire por la nariz soltándose del estrés y la angustia. Miró hacia arriba para encontrarse con los ojos de Fauce, sabía a lo que se refería por lo que caminó hasta donde el chico y el alfa se encontraban. Antes de agacharse y recoger el cuerpo de Jundel, cuya respiración escuchaba, aunque débil y suplicante, se acercó más a Fauce. Olfateó las heridas de su pecho y bajando su cabeza, lamió por un instante muy corto, lamentándose por ello.
Sin perder más tiempo, tomó el cuerpo del muchacho sin problema alguno. Lo sentía tan pequeño entre sus brazos, indefenso y frágil. Le daría un gran regaño en cuanto recobrara la consciencia pero por ahora, podía sentir esa necesidad de cuidarlo y atender sus heridas, finalmente, lo veía como un hermano pequeño, hijo incluso. Levantó la mirada para ver a Fang. Gruñó pero esta vez no con hostilidad, sólo como un llamado al muchacho para que la siguiera. Había hecho bien; le haría saber lo mucho que admiró su compostura. Debían volver; Jundel debía descansar.
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Post by Wild Fang on May 30, 2017 19:45:43 GMT
Diana había respondido con un gruñido un tanto molesto ante mi forma de dirigirme a ella. Supongo que estuvo mal y quizás se sintió como que me ponía encima de su autoridad, por lo que solo baje mis orejas con un gesto un tanto apenado. Estaba tan concentrado en la pelea, que cuando voltee me percaté que la pequeña Querubín ya no se encontraba con nosotros, supongo que recapacito y se dio cuenta que este no era el mejor lugar para que ella estuviera.
de un golpe certero en la cabeza logro hacer que Jundel cayera al suelo, ver aquel acto me provoco un susto de muerte, aunque confiaba en que Fauce no lo mataría... No podía estar seguro, y que Fauce haya inspeccionado el cuerpo daba a entender que el tampoco lo estaba. Que la pelea haya terminado me provocó un gran alivió, pero no podía evitar sentirme mal al ver a Jundel en esa posición, se encontraba inconsciente, pálido por la perdida de sangre, la cual aún brotaba de sus heridas, tanto ya antiguas como las que Fauce acababa de hacer.
Diana fue a buscar el cuerpo de Jundel el cual ya se encontraba sellado. Tenía ganas de ir y abrazarle, pero no podía interrumpir las ordenes del Alfa, por lo que solo esperé a que Diana tomara el cuerpo de mi hermano. Tenía miedo, tenía miedo de que estuviera herido de gravedad. Diana volvió hacía donde me encontraba para darme la señal de que la siguiera... Debíamos volver con la manada. No quería perder la compostura, pero ver el débil cuerpo de mi hermano mayor me hizo soltar unos aullidos de pena antes de tomar su suave y fría mano para hacerla tocar mi rostro... Con la intención de que supiera que estuviera conmigo.
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Jundel Fenrir
La Resistencia
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Post by Jundel Fenrir on May 31, 2017 3:30:18 GMT
El cuerpo inerte del joven que se encontraba herido, jadeante por tratar de seguir convida, apenas se movia, cuando Fauce se habia acercado a olfatearlo, verificando que se encontrara convida, si. Lo estaba por fortuna pero su vida quiza estaba colgado de un hilo, pues las heridas anteriores aun sangraban levemente pero las nuevas eran el principal problema ahora, cuando su cuerpo habia sido levantado por la hembra se podia sentir el frio de su cuerpo, aunque claro que tambien se sentia su respiracion agonizante, cuando su mano habia sido tomada por el cachorro, su pequeño hermano menor, Wild Fang que chillaba asustado, preocupado por la vida de su hermano mayor, para abrir muy apenas los ojos y embozar una sonrisa muy leve sintiendo el pelaje de Wild Fang en su mano que intento mover sin embargo no lo consiguio, para susurrar muy leve.
-h....hola.....ca...ch...chor...ro....hng..-
Fue lo unico que pudo decir para nuevamente desmayarse en brazos de Diana que muy seguramente le daria un gran regaño al recuperarse por completo de sus heridas pero el lobezno no dudaria en agradecer que su familia...si...su familia le habia ido a salvar de volver a hacer cosas terribles a causa de la bestia que tiene en su interior aun incapaz de controlar.
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