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Post by Ildikó on May 31, 2017 1:25:37 GMT
Visitar la Ciudadela con la luna sangrienta bien en lo alto, era una decisión bastante cuestionable si se lo preguntaban pero el alimento no era especialmente abundante en la Isla Gélida y pasar hambre con la situación actual no era una opción. La falta de alimento solo conseguiría debilitarlo, si consentía aquello justo ahora como estaba Mirovía, estaba frito. El camino de ida no fue problema, el ambiente no se sentía tan pesado como en otras ocasiones y los cielos, para su sorpresa, estuvieron despejados. Gracias a esto pudo volar a la ciudad en tiempo record y sin contratiempos. Lamentablemente la suerte dejo su lado cuando tuvo que regresar a casa con las provisiones sobre su espalda, y es que en cuanto puso un pie fuera de la ciudad, el ambiente se torno sofocante. No quería ni imaginarse como estaría el cielo en esos momentos por lo que opto por caminar un rato en lo que las cosas se calmaban un poco, o lo suficiente para permitirle volar de regreso.
En poco tiempo, los plantíos le dieron la bienvenida a un Ildikó cansado y con dolor de pies. Seguir sería lo mejor pero no lo más inteligente, si todo continuaba como hasta ahora lo único que lograría sería agotarse por completo y eso sería por demás peligroso. Sus opciones no eran muchas, por un lado podía caminar hasta las viviendas y pedir asilo pero no estaba seguro de que alguien contestara su llamado si quiera. Si fuera el, tampoco lo haría. ーInútil...ー Suspiro. Su segunda opción y la más viable al parecer, era descansar un momento. A un costado de los plantíos, los yerbajos crecían sin control en todas direcciones, perfecto para descansar sin necesidad de exponerse tanto. El dragón arrastro los pies hasta ahí, y pisoteó las yerbas como si de una gallina se tratase hasta hacer un hueco lo suficientemente grande para el y el costal. ーEsto será suficiente por ahora...ー Con las piernas cruzadas y sus alimentos seguros tras el, se tomo unos segundos para respirar profundamente con el fin de calmar el estrés acumulado.
Los minutos pasaban tranquilamente, de vez en cuando una corriente de aire pasaba y alborotaba la maleza. Todo estaban tan sereno que lo ponía de los nervios, como si presintiera que algo pasaría en cualquier momento. Sus manos se aferraban al arco de madera con fuerza, que hasta ese entonces mantenía apuntando hacía el piso para evitar un accidente. El sonido de algo moviéndose no tan lejos de el le hizo jadear de la sorpresa, en seguida se recrimino mentalmente y alisto su arma. Esperaba que ese algo no lo hubiera escuchado y siguiera su camino, de no ser así... Lenta y silenciosamente su diestra deslizo una flecha fuera de la aljaba y la posiciono. Sin tensar el arco, apunto en dirección al ruido. No era tan inconsciente como disparar a ciegas y menos antes de comprobar el objetivo pero debía ser precavido.
Las pisadas continuaban acercándose, sus dedos cosquilleaban y el aire escapaba de sus labios cada vez más lento.
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Post by Gianni on May 31, 2017 4:57:22 GMT
El chico había querido aprovechar su estadía en la ciudadela para vender algunas de sus artesanías, le había ido bien y quería darse una vuelta por los Plantios para comprar algo de sus verduras y siembras, le gustaba mas comprar las cosas frescas y a diferencia de la ciudadela era un poco mas barato.
La cosa comenzó a preocuparle a mitad del camino, el cielo había cambiado y eso no le gustaba, no era alguien fuerte, para nada, pero si muy escurridizo y esa seria su única ventaja, sin embargo si las cosas no salían bien para él no quería ni imaginarse su destino, es por eso que alejándose un poco del camino central hasta el lugar, se iría por las malezas, preocupado de no perderse, ya cuando llegara a los Plantios trataría de pedir asilo por la noche.
Camino un buen rato, el sendero se le hacia un poco difícil pero solo podía avanzar. Suponía que iba por buen rumbo, alcanzaba a ver un poco el camino pero ya comenzaba a cansarse aunque quería avanzar un poco mas y si no volaba por ahora era por guardar su energía por cualquier eventualidad. Las delgadas sandalias que llevaba no ayudaban de mucho, alguna de las malezas punzaban y lo lastimaban, considero en ir por el camio principal puesto que no había visto nada y quizá nomas estaba paranoico...bueno precavido, siempre lo había sido y hasta ahora solo por ello tenia una vida tranquila.
A la final continuo, la sensación de peligro no se iba y se apresuro, ya no faltaba mucho cuando tropezó y cayo sobre la hierba con sus cosas desparramadas.-No no, diablos...-Comenzó a recoger sus cosas rápidamente y echarlas en su bolso, para cuando se quiso para se fijo que una de las sandalias se había roto y no lo podía creer, ¿es que esto era señal de mala suerte?. Gianni se levanto y comenzó a irse con la sandalia en la mano, sus pasos eran mas torpes e iba algo distraído pensando en como la arreglaría para regresar a casa, se podría conseguí una pequeña soga y quizá...
En ese momento mira hacia un lado llamando la atención un brillo, había alguien allí, no podía ver del todo pero estaba seguro lo apuntaba con algo, su respiración comenzó a ser algo agitada, no sabia que hacer, si correr o quedarse ahí, en ambas situaciones podía ser peligroso, no quería que le hicieran daño y estaba listo para agarrar vuelo si algo se acercaba.-Yo...solo quiero pasar...-Se aventuro a decir, alerta de cualquier movimiento.
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Post by Ildikó on May 31, 2017 6:01:45 GMT
Su brazo estaba a punto de alcanzar el punto de anclaje cuando escucho una voz, o eso le pareció.ー¿Quien es?ー Grito de regreso para asegurarse. Sus dedos jamas soltaron la cuerda pero tampoco se relajaron, su posición seguía siendo casi la misma solo que en algún momento se había puesto de pie. Su corazón palpitaba en su pecho con fuerza, estaba tan concentrado que incluso podía escuchar los latidos de este retumbar en su cabeza como si de un tambor que marca el paso se tratase.ーSi pudiera acercarse... sería lo mejorー Esta vez sus palabras fueron suaves, no quería asustar a quien sea que fuera la persona más haya de la maleza. ーPor favor...ー
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Post by Gianni on Jun 1, 2017 3:44:41 GMT
Gianni salio de donde se encontraba para quedar a vista del dragón, se asusto mas al verlo con el arma pero trato de mantener la calma, solo traía un bolso, así que lo dejo en el suelo para que el chico viera que era inofensivo.-quería refugiarme por aquí...no es seguro.- El querubín trago saliva, pero cuando lo vio y se fijo que se encontraba igual de nervioso lo tranquilizo, supuso que al igual que él estaba alerta por cualquier peligro y escucharlo por allí lo puso en guardia.-No te haré nada...¿puedes bajar eso?- porque de verdad lo ponía nervioso.
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Post by Zadquiel Leyre on Jun 1, 2017 4:03:34 GMT
¿Qué diablos era esa criatura? De las sombras una criatura salió e intentó atacarlo. Al final lo alejó usando su luz celestial, aunque lo único que logró fue un pequeño corte en su antebrazo desgarrando sus ropas de un zarpazo. Había volado hasta los plantios pero en noches así ni siquiera el cielo era seguro por lo que desde ahí prefirió caminar. Miraba hacia todos lados intentando localizar alguna señal de peligro mientras se aferraba la cuerda del carcaj y su mano al arco de hierro. Aun no habia aprendido a usarlo completamente pero necesitaba alguna forma de defenderse en caso de que se encontrara con un arcano enloquecido por la luna. Su brazo dolía a pesar de ser un pequeño corte pero al ser insignificante pensó que sería un desperdicio gastar medicina en él, sólo había traído tres posiciones curativas, un frasco de veneno (para una situación más extrema) y uno de un somnifero potente, por si acaso.
Caminaba presuroso por los pastizales, con sus ojos nerviosos inspeccionando el terreno, el ambiente tan tétrico producido por la oscuridad permanente y la tensión en el aire no ayudaban en nada a calmarlo. De pronto su cuerpo empezó a punzar, hizo una mueca de dolor y tanteó en lugar de donde provenía esa sensación. Estaba equivocado, esa cosa había logrado hacerle más que un pequeño rasguño. Su mano estaba manchada de sangre y su mirada se volvió sería, eso no atraeria a ningún vampiro, verdad? Eso sólo eran leyendas... verdad? De todas formas seguía negándose a gastar en algo tan insignificante como eso, apenas volviera se curaria por si mismo.
Siguió caminando refunfuñando un poco por su mala suerte, hasta que dio a unos pocos metros de el con dos figuras entre los pastizales. Ambos niños parecían estar en medio de una pelea, dudó entre acercarse o no pero prefirió esperar un poco, quizás era un malentendido.
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Post by Ildikó on Jun 1, 2017 4:37:30 GMT
Un sabor amargo inundo su boca y el malestar pincho su corazón cuando el chico apareció frente a sus ojos. En situaciones como esta agradecía enormemente ser tan precavido con todo, si no fuera así, probablemente no estarían teniendo esa "charla" justo ahora. ーNo es seguroー Repitió con calma, como si aquello fuera más un recordatorio para si mismo que otra cosa. Se sentía muy apenado con el chico frente a el. La voz del chico se apodero nuevamente del ambiente, no era muy fuerte pero logro sacarlo de ese modo pensativo al que siempre entraba sin darse cuenta, y aunque tardo en procesar sus palabras, cuando lo hizo la vergüenza se mostró en su rostro. ーLo siento mucho, en serio... no planeaba dispararleー Se apresuro a decir al mismo tiempo que bajaba el arco, la flecha volvió torpemente a la aljaba. Una pequeña y rápida reverencia secundo su disculpa. ーLo lamentoー Se sentía muy apenado con el chico frente a el, tanto que las disculpas no parecían ser suficientes.
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Post by Gianni on Jun 2, 2017 2:36:04 GMT
Gianni al ver que el chico baja el arco se aferra a su bolso nuevamente, por su mirada no parecía algún ser que quisiera hacerle daño, al menos porque podría hablar con él de forma pacifica y se disculpaba.-No te preocupes...entiendo que por las circunstancias todos estemos algo precavidos.-Imita su referencia aunque algo apresurada.-Uhm, me llamo Gianni ¿tu igual ibas a pedir asilo? o ¿ya encontraste donde estar?- se acerca de a poco y aprovecha de sentarse mirando su sandalia rota y los arañazos. El querubín no percibió la presencia de nadie mas por ahora.
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Post by Zadquiel Leyre on Jun 2, 2017 4:14:45 GMT
Seguía observando con cautela a los extraños, hasta que un escalofrío recorrió su espalda provocando que su piel se erice en señal de un mal presentimiento. La brisa fresca recorrió los pastizales y estos se movían al compás del viento. Nuevamente miró a su alrededor, al mismo tiempo que empezó a escuchar extraños ruidos a una lejanía considerable y pensó que no era buen momento para encontrarse solo.
Su mano se aferró a su herida que empezaba a arder y pensó un momento en sus opciones, para luego comenzar a acercarse lento hasta donde ambas figuras se encontraban. Desde lejos parecían niños inofensivos así que dedujo que no había razón para preocuparse. Al llegar un poco más cerca, notó que ambos mantenían una conversación y se pregunto si habían notado su presencia por lo que simplemente terminó hablando repentinamente de mala gana y en un tono tosco, algo natural de él.
- ¿No es acaso peligroso estar afuera para ustedes? - Específicamente se refería al pequeño rubio y lo demostró mirándolo de pies a cabeza. No quería se grosero pero su poca interacción con otros arcanos lo llevaba a ese comportamiento rudo. Un estruendo se escuchó a lo lejos, lo que hizo que el arconte saltará por el susto y su herida doleriera aún más. -No es seguro estar solo...- Dijo en voz baja apretando sus labios en línea recta.
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Post by Ildikó on Jun 2, 2017 6:13:34 GMT
Sus labios se curvaron en una sonrisa de alivio cuando sus disculpas fueron aceptadas, el chico parecía tan comprensivo que calmo sus nervios casi por completo.ーI-Ildikóー Soltó a regañadientes, pues ya se sentía lo suficientemente avergonzado con sus acciones anteriores que no tenía cara para mentirle sobre su nombre, no en esta ocasión. Aparte el chico no se veía como alguien peligroso, a primera vista claro.ーPlaneaba hacerlo pero con la situación actual, sería inútil.ーGiro sobre sus talones y se alejo escasos dos pasos, recargo el arco sobre un par de rocas que sobresalían de la maleza y rebusco en su costal. Una vez que encontró lo que buscaba, regreso junto al joven, se arrodillo y extendió su brazo hacía el. Justo en el centro de su palma descansaba un pequeño tarro blanco, para no incomodarlo lo dejo a su lado en el suelo.ーEs pomada, no los curara pero evitara el ardorー Explico a la par que señalaba los rasguños. Echo un ultimo vistazo a lo que parecía ser una sandalia y negó con la cabeza antes de ponerse de pie.ーPara eso no tengo nada, lo lamento.ー Sacudió sus ropajes y dirigió su mirada en dirección a las viviendas.ーNo estoy seguro que alguien quiera abrirle la puerta de su hogar a un desconocido y menos con ella gobernando el cielo...ーAquellas palabras iban para ambos.
Su situación había cambiado, el plan de descansar un rato y seguir su camino ya no era factible, necesitaba uno nuevo. Con las manos en la cintura cerro los ojos y aspiro el aire con fuerza. ¿Si los dos iban y pedían asilo había más posibilidades de obtenerlo? Lo dudaba. ¿Despedirse y seguir su camino? Imperdonable. El dragón pudo seguir ideando planes (a medias) de no ser por que una voz interrumpió su hilo de pensamiento de forma brusca. Abrió los ojos de golpe y volteo a todos lados, no tardo en enfocar al culpable de su casi infarto.¡¿Como no lo vio venir?! Ni si quiera lo escucho acercarse, con Gianni ahí había bajado la guardia demasiado. Su mano derecha prácticamente voló hacía su espalda pero no encontró nada ahí más que sus flechas. El arco estaba muy lejos de el. Su cabeza trabajaba a toda velocidad, se recriminaba, planeaba, se ahogaba con sus propios pensamientos pero cuando la situación parecía superarle, el rostro de Ildikó se relajo así como sus hombros. Adopto una postura calmada y escudriño al extraño con la mirada.ー¿Quien es usted?ーSu tono de voz tranquilo era una mera fachada pero una muy buena. ーNo, no lo es... ¿Pero a que se refiere con "para ustedes"?, si puedo saberー El ruido a lo lejos lo alerto pero el no cambio su postura, al contrario, notar cierto detalle en el antebrazo de aquel hombre le infundio seguridad. Pronto y por mero reflejo, dio unos pasos hacía el, cubriendo con su cuerpo al rubio que se encontraba sentado.
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Post by Gianni on Jun 2, 2017 18:26:56 GMT
Le agradeció que le facilitara la pomada, por lo general llevaba estas cosas en su bolsón pero se le había quedado en casa y no se molesto en reponer cuando estaba en la ciudadela, ademas tampoco iba a imaginar que las cosas se pondrían así, o sea al menos no justamente ahora. Comienza a aplicarse y y luego a buscar si levaba alguna pequeña soga o algo para arreglar la sandalia.-Oh no te preocupes, quizá tenga algo por aquí para...- En ese momento vio a aquel salir a aquella persona salir de entre las plantas, se asusto, no lo había sentido y por el rostro de Ildikó supo que también había sido así para él. Habia tomado una roca que estaba cerca como reflejo, aquello no creía que detuviese nada pero serviría como distracción si las cosas se ponían serias, sin embargo de repente lo noto, no era peligroso, les había advertido y el dragón se veía tranquilo también, suspiro mas relajado y tratando de calmar su corazón acelerado. Gianni comenzó a levantarse pero quedo tras Ildikó por si acaso, se sentía mas seguro allí. -Uhm...creo que por aquí cerca hay un molino viejo...quizá podríamos refugiarnos allí.- si bien había escuchado algunas historias del lugar no se ls creia del todo, ademas como que era difícil que aceptaran ayudarlos la gente del lugar si no los conocían del todo, mas en estas situaciones.
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Post by Zadquiel Leyre on Jun 3, 2017 17:15:34 GMT
El sujeto pálido parecía tranquilo, por lo que el también aprovechó para destensar sus músculos. Sus hombros bajaron y sus ojos se achicaron un momento, endureciendo su mirada -Nada en especial, me pareció raro encontrarme compañia.- Una doble intención atravesaba esa frase. Aclaró su garganta repentinamente seca. - ¿Puedo acompañarlos? - Musitó en un hilo de voz. El no saber si los chicos aceptarían su compañía le pusieron ligera e inexplicablemente nervioso, no le pareció buena idea encontrarse solo con su brazo y costillas doliendo. Sacudió su cabeza y su mirada se deslizó hacia la luna cubierta de rojo antes de decidirse a hablar -Soy Zadquiel, por cierto.- Se presentó algo tarde.
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Post by Ildikó on Jun 3, 2017 21:12:10 GMT
La sugerencia del chico tras el se vio ignorada por un momento debido la dura mirada que les dirigió el recién llegado, que seguida de sus palabras hicieron que Ildikó se mostrase un poco más receloso de lo normal con el. Y no era para menos, su compañía lo ponía nervioso, sin contar que le sacaba al menos una cabeza en cuanto altura y ni pensar en la fuerza. Sin embargo, no podía negarse a su petición. El podía ser desconfiado y todo pero no era un desalmado como para dejar a alguien herido a su suerte y menos en una noche así.ーPuedes... ¿Cierto?ー Miró sobre su hombro al joven rubio, esperando que estuviera de acuerdo. No quería tomar la decisión el solo, eso sería grosero y muy desconsiderado de su parte.
"Ya veo, Zadquiel... "Pensó al escuchar su nombre pero estaba muy renuente como para darle el suyo así que optó por hacer caso omiso a su presentación.ーEntonces será el molinoー Dijo recordando la propuesta anterior de Gianni. La verdad no tenía una mejor idea, al menos no una que funcionara con tantas personas. Sin más que decir, dio media vuelta y camino hasta sus cosas, ajusto el arco en un lado de su espalda mientras que en el otro tomó lugar su pesado costal lleno de provisiones. ーSerá mejor que nos pongamos en marcha, entre más rápido lleguemos hasta el molino, mejorー En todos sus años jamás había visitado el lugar, había escuchado historias acerca del viejo molino pero nunca se dio la oportunidad de poder verlo con sus propios ojos. Por esto se encontraba algo emocionado en el interior aunque su rostro no lo reflejara.
Dio un ultimo vistazo a sus compañeros.ーUna vez ahí veremos como arreglar esoー Señalo el brazo del muchacho más alto. Sus palabras no eran duras, en cambio su rostro con ese ceño fruncido demostraba lo contrario. No es que estuviera molesto, al contrario, estaba preocupado. De una forma extraña puesto que no le agradaba del todo aquel hombre, pero al final, preocupado.
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Post by Gianni on Jun 4, 2017 21:52:37 GMT
Gianni no emitió palabra mientras ellos conversaban, aprieta los labio y se dispone a dejar caer la piedra que tenia en su mano,luego mira su sandalia y se la vuelve a poner, dejando algunos de sus dedos afuera, no importaba, igual podía caminar aunque medio raro.
-me llamo Gianni...¿viven muy lejos de aquí?-Pregunta a ambos, si bien a Ildikó lo conoció unos minutos antes no sabia nada mas que su nombre y también porque quería armonizar un poco el ambiente, hacerlo mas casual aunque la noche fuese extraña.
El querubín en ocasiones miraba el brazo del mas alto, se preguntaba si había peleado con alguien o tuvo un accidente, la verdad eso lo tenia algo preocupado, no sabia sus intenciones y no querría enfrentarse a pelear, no porque fuera cobarde...bueno si tenia un poco de miedo pero mas que nada porque no tenia muy buenas habilidades de combate.
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Post by Zadquiel Leyre on Jun 4, 2017 22:42:54 GMT
Rodó los ojos por la manera en que el peliblanco se dirigió a él y omitió el detalle de que el otro ni siquiera se hubiera presentado. Se cruzó de brazo y le dedicó una sonrisa torcida mirándolo desde arriba - Como quieras.- Miró al otro niño y asintió cuándo este se presentó. Al menos él si tenía modales. - Lejos ...- Murmuró en voz baja, casi por descuido mientras acomodaba la capucha de la capa que llevaba. Notó la mirada del más pequeño sobre su brazo herido, parecía algo intimidado y pensó que quizás era su altura pero, ¿qué podría hacerles? Dejó que ambos chicos se adelantaran y él se posiciono a sus espaldas, mirando constantemente hacia atrás temiendo por un ataque nuevamente. No sabía que eran esos niños, pero el rubio pequeño parecía un hada y el pálido un unicornio, aunque tenía bien sabido que las apariencias engañaban. De todas formas, seguía atento por si acaso.
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Post by Ildikó on Jun 5, 2017 3:38:39 GMT
El bello joven se veía tranquilo con la presencia de Zadquiel, tanto que le hacía sentir cierto remordimiento con respecto a su actitud. Pero no podía evitarlo, desde que llego a Mirovía le había costado confiar en las personas y de eso ya habían pasado muchos años, por lo que ahora le era casi imposible confiar en alguien. Se sentía tranquilo entre arcanos que transmitían un aura amable como Gianni, pero en el caso del otro chico era una historia muy diferente.
Debía ignorarlo, pasar por alto esa presión en su estomago que se tornaba más y más desagradable a cada segundo, y caminar sin mirar atrás. ¿Pero por que si sabía eso, sus pies se negaban a obedecer? ¿Por que estaba caminando hacía al sujeto en quien decía no confiar? Su rostro reflejaba confusión, enojo y sorpresa, todo a la vez, cuando se encontró a un paso de el.ー...ー Maldijo profundamente los valores y la educación que se le había inculcado desde pequeño pero ya estaba ahí, no había vuelta atrás. Dejo caer el costal de forma brusca antes de hurgar en la parte trasera de su cinturón y en un rápido movimiento, se podía apreciar un diminuto cuchillo en su mano. ーIldikó... Mi nombre es Ildikóー El tono de su voz fue tan bajo y delicado, el gran dragón parecía un pequeño ratón avergonzado. Pasó una mano por su rostro, exasperado y sin más, jalo la tela de su traje. Con ayuda del puñal rasgo un gran pedazo, y cuando este cumplió su cometido, volvió a tomar su lugar en su cinturón.ーCuando lleguemos al molino, lo tratare como es debido...ー Prometió justo antes de tomar con suma delicadeza el brazo herido del rubio entre sus pequeñas y frías manos. Deseaba echar un vistazo más profundo para saber que tan grave era pero no era el momento ni el lugar por lo que se dedico a envolverlo con la tela, misma que pronto comenzó a teñirse de carmín.ーEsto debe aguantar hasta entoncesー Sonrío satisfecho por su obra y antes de tomar el costal nuevamente, se dirigió a Gianni.ーEn marchaー
Emocionado y orgulloso por haber seguido su corazón por encima de su cabeza, emprendió la marcha. La pequeña sonrisa que bailaba en su rostro era algo cómico de ver aunque para su suerte, ninguno de sus compañeros podía percibirla.
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