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Post by Ildikó on May 31, 2017 4:31:45 GMT
Últimamente sus clientes se habían tornado bastante peculiares, uno era más extraño que el anterior y sus pedidos no se quedaban atrás. Podía rechazar sus propuestas, eso lo sabía pero el motivo de tales demandas no, y eso era lo que le impulsaba a aceptarlos. ¿Que clase de arcano pediría algo como esto? Aferro el paquete contra su pecho, medía al menos la mitad de el pero el peso era mínimo. Sin duda una de sus tantas obras maestras. Mentiría si dijera que no se encontraba hastiado en un lugar así, el Bosque de los Susurros y sus al rededores no eran sus lugares favoritos a decir verdad, pero el cliente había insistido en que la entrega fuera allí y bueno, no pudo negarse. No luego de lo que le ofreció como pago. Una vez que llego al sitio acordado, reviso cada piedra minuciosamente, para alguien tan precavido como el hasta la hoja bajo su pie podría ser parte de un trampa. Si alguien lo viera podría tacharlo de paranoico y a Ildikó no le importaría, prefería ser paranoico a pagar las consecuencias por no serlo. Cuando estuvo conforme con su inspección, tomo asiento en uno de los tantos troncos caídos, recargo el paquete a su lado y se dedico a esperar. ~~~
El tiempo paso y su pie golpeando el piso indicaba que el dragón estaba a punto de irse. Una de las cosas que más le desagradaba era la impuntualidad. Sin embargo, considerando el tiempo que había transcurrido, era muy posible que ese desagradable arcano ya no llegara a su cita. ーNo es posible...ー Gruño por lo bajo y en un arrebato, tomo el paquete y comenzó a arrastrarlo entre todas esas hojas muertas hacía la entrada del bosque. El lugar y sus macabros sonidos no ayudaban a su humor, solo lograban ponerlo más ansioso, molesto. De pronto un aullido le hizo trastabillar y detenerse de forma abrupta. ーNo no no...ー Rogaba con todas sus fuerzas que solo fuera un animal y no otra cosa debido a que ese día no iba armado como otras veces. El arco que descansaba en su espalda junto su aljaba con las flechas y la espada que colgaba de su cinturón no lo hacían sentir completamente seguro y menos en ese lugar tan traicionero.
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Post by Fiona Brennan on May 31, 2017 14:31:41 GMT
Aquellas noches sin dudas no eran la mejor opción para salir de los hogares ya que el astro bañado en sangre seguía firme en el cielo, brillando cruelmente y perturbando la mente de cualquier arcano oscuro al que sus tenues rayos de luz alcanzaran, y eso significaba que el ambiente era peligroso para cualquiera. Aun así la sirena no se cansaba, estaba decidida en encontrar una de esas dichosas flores costara lo que costara, su espíritu aventurero no le permitía rendirse y bajar la cabeza. Nunca.
Para esta aventura decidió adentrarse nuevamente al Bosque de los Susurros, que previamente había visitado en busca de un tesoro que nunca encontró. Admitía que transitar sobre la tierra le parecía algo nuevo e inusual y no podía movilizarse tan ágilmente como lo hacía en el mar, pero la exploración y el descubrimiento podían llevarla a casi cualquier lugar, ya fuese peligroso o no. Aprendió que en este bosque en particular era algo arriesgado llevar consigo algún artefacto que proporcionara luz porque por más útil que pareciera en el momento cualquier criatura podía ser atraída por esta, por lo tanto solo atravesaba el bosque con su bolso repleto de elementos útiles para su aventura tales como vendas, alguna que otra hierba para curar heridas y por su puesto armas tales como dagas e incluso una espada. Aquel sable que yacía en su bolso no era muy grande realmente, pero si lucía una afilada hoja que permanecía cubierta por una tela algo vieja.
Fiona avanzaba con paso apurado tras haber oído el aullido de lo que parecía ser un lobo y constantemente desviaba su mirada hacia todas las direcciones, pero una silueta extraña la sorprendió. Se detuvo en seco y observó la situación mientras se acercaba lentamente al joven, pero sin saber que este era un arcano puesto que la niebla interrumpía su visión. Temiendo que fuera un ser de oscuridad y deslizando su mano hacia el interior del bolso de tela, preguntó en voz alta -¿Hola? ¿Hay alguien allí?-
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Post by Ildikó on May 31, 2017 15:06:50 GMT
En situaciones como esa lo mejor era esperar y después actuar, pero con todo el murmullo que provenía de entre los arboles la espera se tornaba insoportable con cada segundo que pasaba. Sus pies parecieron echar raíces en ese suelo árido pues a juzgar por la posición y el leve temblor causado por la tensión en estos, no pareciera que fuesen a moverse ni un solo milímetro. Y no es que el miedo lo hubiera paralizado, todo lo contrario, estaba analizando su situación a profundidad. La ideas en su cabeza revoloteaban como pájaros, algunas caían en picada al no obtener el visto bueno del dragón.
Con un plan siendo estructurado en su mente y sin haber escuchado un aullido más hasta ahora, su cuerpo se relajo, sus manos aflojaron el agarre sobre el paquete y se permitió suspirar por lo bajo. Aunque la calma fue momentánea y una voz se abrió paso de entre la niebla. Las ideas en su cabeza huyeron como pequeñas aves que han sido asustadas y no pudo evitar fruncir el ceño ante tal descuido de su parte. No dudo en responder al llamado pero si se tomo su tiempo, aun no sabía con exactitud de donde provenía la voz y eso era un problema.ーSolo pasaba por aquí...ー Quiso añadir algo más, ser más cordial o un poco más cálido con sus palabras pero no sabía con quien estaba tratando.ー...No soy un ser de oscuridadー Se apresuro a decir con el mismo tono neutro de antes. En noches como esa era mejor aclarar eso desde un principio para evitar esparcir el miedo o provocar altercados innecesarios.
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Post by Fiona Brennan on May 31, 2017 18:30:24 GMT
De repente una joven de piel pálida, ojos de color púrpura y larguísimo cabello negro se abrió camino por entre la niebla hasta que se detuvo a varios metros del muchacho. Lo observó un poco en silencio para asegurarse de que realmente no era un ser oscuro y para su alivio él había dicho la verdad. Mientras respiraba aliviada se revolvía los cabellos con una mano -Menos mal... temía encontrarme con un lycan- Murmuró en voz alta. Lo había dicho más que nada para ella misma, pero su tono de voz fue lo suficientemente alto como para que él la oyera también.
Hizo una pausa breve para recordarse que estaba hablando con aquel chico como si ya lo conociera, pero era en efecto un completo extraño del cual no sabía sus intenciones, por lo que para no alimentar la desconfianza y la tensión del ambiente decidió hacer una pequeña y torpe presentación -Emm.. Soy Fiona, solo estoy explorando el bosque, no soy peligrosa- No esperaba que él se presentase, pero prefirió aclarar sus intenciones antes de que algo pasase.
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Post by Ildikó on May 31, 2017 19:11:09 GMT
Más temprano que tarde, pudo apreciar la silueta de alguien acercándose y unos segundos después, se encontró en presencia de una chica. Sutilmente, muy sutilmente le escudriño con la mirada para darse una idea sobre el nivel de peligro que representaba. No era mucho, pero no se confiaría. Sin embargo, lo que llamo su atención y le hizo echar un nuevo vistazo, fueron sus ojos. No quería parecer grosero por lo que desvió casi de inmediato.ーLo mismo aquí...ーSus labios articularon las palabras pero el sonido jamas llego. En cambio, trato de agudizar su oído para comprobar si había alguien más cerca. A primera vista parecían estar solos.
Luego de escuchar su presentación junto con la aclaración, se sintió más tranquilo. Definitivamente no era alguien peligrosa, pensó.ーIl-... Byakko, me llamo Byakko.ーCorrigió torpemente, tal vez no era alguien peligrosa pero seguía siendo una extraña. ーYo... Esperaba a alguien pero al parecer tuvo un inconveniente por que jamas aparecióー Se alzo de hombros como restando-le importancia y prosiguió. ーCon la luna roja arriba, explorar no parece ser la mejor ideaー Comento sin malas intenciones, incluso se permitió mostrar su bonita sonrisa ensayada para aligerar el ambiente.
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Post by Fiona Brennan on Jun 1, 2017 4:45:57 GMT
Observó la sonrisa que el joven le brindó luego de hablarle y le resultó un poco extraña. No se sintió ofendida con el comentario puesto que él tenía razón al decir eso, pero sus ansias de encontrar aquella flor eran más fuertes que otra cosa, por lo que se vió impulsada a salir. -Es verdad, pero hay cosas importantes que debo atender esta noche...- Comenzó a decir mirando hacia un rincón oscuro del cual emanaba bastante niebla. -Una flor que solo aparece bajo la luna sangrienta crece por toda Mirovia y debe ser mía- A pesar de mantener su vista en la niebla su mirada era fuerte y poseía un brillo de determinación y seguridad notables. No se trataba de dinero o de cuánto valor poseía dicha flor ya que ella la buscaba para atesorarla y si podía encontrar más de un especímen mejor.
De repente empezó a sentir su hombro derecho algo entumecido por el peso que aguantaba su bolso de tela, el cual si bien no era demasiado si era lo suficientemente pesado como para generar molestias. Optó por sentarse sin darle la espalda al muchacho, dejandose caer suavemente en el suelo y situando su bolso por delante de ella, siempre sin quitárselo. Admitía que le gustaba estar acompañada en un sitio tan traicionero como aquel puesto que el sentimiento de soledad parecía acrementar en dicho bosque maldito.
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Post by Ildikó on Jun 1, 2017 20:39:10 GMT
Se podría decir que ya esperaba algo como eso, con todo el revuelo que había hecho la aparición de dicha flor, era imposible que que las personas se quedaran resguardadas en su casa. Incluso el estaba al tanto de la extraña planta pero no planeaba ir en su búsqueda, o al menos no directamente. El tenía bastante cosas en que ocuparse ya, como para entretenerse en buscar algo que no tenía ni idea de como lucía. Era interesante sin dudas, no se dedicaría de lleno a buscarla pero si echaría un vistazo cada que estuviera en el exterior.ーMe parece haber escuchado de ella, pero también he escuchado que no resulta fácil hallarla, ¿cierto?ー Se aventuro a decir una vez que la chica se acomodo en el suelo. Para no parecer desconsiderado flexiono sus rodillas hasta quedar en cuclillas, la tela que cubría los costados de sus piernas se deslizo un poco dejando parte de su piel al descubierto.
Medito un segundo sus palabras antes de abrir la boca.ーNo estoy tan interesado en obtenerla, sin embargo si que me gustaría verla con mis propios ojos, le importaría... ¿Le importaría que le acompañe en su búsqueda?ーLa pregunta salio de manera natural.
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Post by Fiona Brennan on Jun 2, 2017 3:24:04 GMT
La joven permaneció unos minutos sentada en el suelo y mientras masajeaba su hombro escuchaba al joven. En efecto, esa flor resultaba dificil de hallar debido a que solo permanecía bajo la luz roja y no se podía encontrar en otro lugar que no fuera en esta corta época. Ese detalle hacía que el valor de dicha planta aumentara considerabemente, lo cual a ella eso no le llamaba tanto la atención en esta ocasión.
Cuando él le preguntó si podía acompañarla permaneció unos segundos pensando en su respuesta y luego asintió con la cabeza mientras se levantaba y acomodaba su bolso de tela - Está bien, creo que sería mejor si permanecemos juntos por si algo llegara a suceder. Creo que podríamos protegernos bien- No sabía cual era la especie del muchacho, pero desde que se topó con él no dejó de observarlo como si quisiera descubrir su raza. Aun así confiaba que, junto a él podrían ser capaces de defenderse bien ya que para sorpresa de la joven y quitando el aullido del lobo que escucharon momentos atrás, todo a su alrededor estaba tranquilo, demasiado tranquilo. Fiona se dió media vuelta y observó la eterna hilera de árboles que se extendía hasta donde llegaba su vista. - Supongo que podríamos seguir por aquel camino. No hay mucha diferencia entre cualquier camino que tomemos, todos parecieran lucir igual. Al menos para mi- La joven sirena todavía tenía algunos problemas para orientarse sobre la tierra, era algo que todavía tenía que aprender.
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Post by Ildikó on Jun 2, 2017 8:38:54 GMT
Cuando la chica se puso de pie, le observo desde abajo un momento con aire pensativo, sin embargo no dijo nada y en seguida se enderezo.ーSi eso creo, aunque espero que no pase nadaーDedico un momento a acomodar su ropa de forma que esta no le hiciera tropezar más adelante y tomo el paquete entre sus brazos. Ahora que lo notaba, la compañía de la muchacha le era agradable a pesar de que su encuentro había sido en un lugar de lo más desagradable. A pesar de eso, Ildikó no bajaba la guardia, hacerlo estando aun en los terrenos del Bosque de los Susurros era peligroso. La voz de la chica le distrajo de crear conjeturas sin sentido y lo regreso a la realidad.ーTiene razón pero siempre podemos marcar algo a nuestro pasoー Abrazó el paquete con un solo brazo, permitiendo-le sacar un pequeño y elegante cuchillo de detrás de su cinturón. Con maestría lo mostró a la chica mientras una sonrisa orgullosa bailaba en su rostro, el pequeño artefacto era fruto de su trabajo pero no lo mencionaría pues no lo veía necesario.
ーBien, después de ustedー Y de esa forma, uno detrás del otro se adentraron más en el bosque, siguiendo aquel camino hacía lo desconocido. En silencio ambos miraban por ahí en busca de algo que sobresaliera, algo que fuera diferente, que tuviera vida. El dragón iba un paso atrás por precaución, no de su acompañante, si no de algo más que pudiera aparecer a sus espaldas. ーMmm... ¿puedo preguntar por que busca esta flor?ー Su voz apenas era audible para ambos, no quería llamar la atención pero tampoco quería estar en completo silencio, le ponía de los nervios.
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Post by Fiona Brennan on Jun 2, 2017 22:23:18 GMT
Comenzaron a caminar por aquel bosque muerto mientras ninguno decía ni una sola palabra. El hecho de escuchar pasos detrás de ella no la dejaba tranquila, no porque fueran los pasos del joven, sino que el sonido la llevaba inmediatamente a pensar que estaba siendo seguida por alguien. Aun desde que se había topado con él no le resultaba para nada molesta su companía.
Cuando el muchacho le preguntó cuál era la razón de su búsqueda, Fiona tomó un momento para responder. Supuso que no había problemas con decirle la verdad. -Exploro diferentes lugares y me gusta coleccionar artefactos u objetos. No tengo muchos objetos pertenecientes a la tierra y menos que tengan que ver con la Luna Roja- Debía admitir que en su pequeño hogar poseía más objetos marinos que objetos pertenecientes a la tierra o las ciudades mirovianas y por eso mostraba especial interés en explorarlo todo siempre y cuando tuviera posibilidad. Siempre había algún objeto que podía conservar.
De repente la sirena se llevó las manos a sus brazos debido al cambio brusco que sintió en el aire. A su parecer la niebla parecía sentirse más húmeda, lo cual hacía que su piel se sintiera más viva, pero esta traía consigo el frío que comenzaba a calarle hasta los huesos. No recordaba que el bosque estuviera tan helado ¿Había sido producto de la Luna? - ¿Soy yo o el aire está más frío? Parece como si esta dichosa Luna Roja modificara todo a su alrededor- Decía la joven sirena mientras continuaba caminando siempre con el mismo ritmo, mirando para todos lados y a veces dirigiendo algunas miradas por sobre su hombro.
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Post by Ildikó on Jun 4, 2017 17:44:35 GMT
De cierta forma pudo entender sus motivos, pues al igual que ella el solía coleccionar infinidad de cosas aunque sus intereses eran muy diferentes. Por ejemplo, Ildikó jamas había sentido la necesidad de recolectar objetos provenientes de Mirovía, su búsqueda se centraba en el pasado, piezas creadas por humanos o en su mundo era lo que más anhelaba tener en sus manos. Pero por precaución no solía hablar mucho de ello. ーEntiendo, Mirovía suele ofrecer muchas cosas interesantes de vez en cuandoー No se refería meramente a los objetas que la tierra pudiera ofrecer, sus palabras iban más haya, mucho más. Con el temor de hablar de más, dejo que la conversación muriera ahí y siguió caminando.
Unos pasos más adelante pudo notar cierta familiaridad en un grupo de arboles, rápidamente considero la idea de que habían estado dando vueltas pero la aparto de inmediato, no deseaba alarmar a nadie hasta estar seguro. ー¿Que?ー Su rostro mostró confusión por un momento y tuvo que repetir las palabras una vez más en su cabeza para lograr comprenderlas. Una vez que lo hizo, soltó el broche que aseguraba su capa al rededor de su cuello y retiro la prenda, apresuro el paso para darle alcance a su acompañante y toco su hombro ligeramente. ーÚselo por favorー La tela caía sobre su mano, tan sedosa y larga que se asemejaba a cierta cascada que conocía.ーEl lugar donde vivo, digamos que suele hacer a las personas más resistentes al fríoー Bromeó, o al menos lo intentó. ーYo... No quería mencionarlo hasta estar seguro pero creo que hemos estado caminando en pequeños círculosーPodía notarse la frustración en su voz, su rostro por otro lado, permanecía tranquilo.
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Post by Fiona Brennan on Jun 5, 2017 4:14:59 GMT
Fiona miró la cara del muchacho cuando este le dió su capa y no pudo evitar sonrojarse un poco. Muy dentro suyo admitía que le daba vergüenza que otros se preocuparan por ella y al estar la mayor parte del tiempo sola se desacostumbraba a estos actos, pero a pesar de eso le agredeció con un tímido "Gracias" a la vez que intentaba esbozar una sonrisa. La capa poseía una textura muy sedosa y agradable al tacto y sin duda proporcionaba cierta calidez a quién la usaba, pero aún cuando la capa se acomodó sobre sus hombros, sintió de alguna manera que le estaba quitando algo a él.
Luego el joven dijo una verdad que ni ella había querido admitir ya que la tierra era mayormente desconocida por la joven sirena y era normal que esta se desorientara, pero perderse no era algo que le gustara. Apretó los puños arrugando un poco una de los estremos de la capa mientras se detenía y miraba hacia todas partes. Todos esos árboles le resultaban familiares. -Uggg... siempre me sucede lo mismo. Odio caminar en círculos, pero... supongo que no puedo evitarlo, no conozco la tierra tanto como el mar- Suspiró algo frustrada. A este paso no encontraría aquella flor y en esos momentos era la que más anhelaba -Creo que será mejor que encontremos otro camino o que regremos al sitio de an- No pudo terminar de decir la oración cuando uno de sus pies se apoyó en el comienzo de un camino sendero empinado que estaba camuflado gracias a unos arbustos muy altos y que la joven no pudo ver. Su cuerpo se tambaleó bruscamente, la capa voló y cayó en la tierra y pocos segundos después Fiona desapareció para comenzar a deslizarse sobre peligrosamente por sobre la tierra húmeda, las piedras y malezas. El canto de una sirena era algo precisamente hermoso y que se consideraba como el espejo de su portadora, pero su grito era algo que, si bien no se asemejaba al horroroso grito de una Banshee, era algo muy poco agradable.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHH!- La voz aguda de la muchacha parecía resonar en todo el bosque puesto que mientras sus extremidades se lastimaban debido a la vertiginosa velocidad con la que caía, delante suya se situaba un árbol de tronco muy grueso y como siguiera acercándose iba a ser una amenaza para ella...
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Post by Ildikó on Jun 5, 2017 5:50:52 GMT
Podía notar que no era el único que se sentía frustrado con la situación, y aunque una parte de el quisiera culparse, los hechos se lo impedían. Nadie era culpable, nadie más que ese bosque maldito.ーCreo que aunque conociéramos el lugar como la palma de nuestras manos, seguiríamos perdidos...ーMurmuro con la intención de alentar a su compañera, no era el mejor comentario que podía hacer en un momento así pero era preferible a quedarse callado. Ese par de ojos fríos como el hielo se pasearon por el lugar, a donde quiera que mirara todo se veía igual. Chasqueo la lengua en señal de molestia, algo que a decir verdad, no era nada propio de el. La joven tenía razón, debían encontrar otro caminar, tal vez era lo mejor, tal vez... El pensamiento quedo a la mitad pues en ese momento su mirada que regresaba a encontrarse con su compañera, se desenfoco por el horror que le causo la escena frente a el. La desesperación exploto dentro de el instándole a moverse, el paquete hizo un sonido seco al caer contra el piso y sus pies trastabillaron hasta hacerlo tropezar, sus manos golpearon el suelo con fuerza pero eso no lo detuvo. Sus dedos se hundieron en la tierra seca a pesar del dolor esto pudiera causarle y se impulso, los torpes pasos de sus pies pronto se convirtieron en zancadas.
Aquel grito caló profundamente en el, hizo vibrar cada uno de sus huesos y por un momento se temió lo peor. El miedo se instalo en su corazón y lo estrujo una y otra vez sin piedad, aquel miedo que hacía años que no sentía, ahora amenazaba con paralizarlo... No podía, no podía permitirlo, y con eso en mente, siguió. Sus piernas no se detuvieron incluso cuando llegaron a la orilla de la cuesta, su cuerpo se inclino y sus pasos se volvieron más cortos para evitar caer. Podía escuchar su voz, podía sentir su dolor, su miedo en ella. ー¡¡¡FIONA!!!ーGrito sin parar su nombre, a pesar de que el aire era escaso en sus pulmones, no dejaba de llamarla. Su ansiedad le hizo olvidarse de todo lo minimamente seguro y las zancadas regresaron, era peligroso, podía tropezar y rodar cuesta abajo como ella y eso no sería de gran ayuda pero si no lo hacía, jamas la alcanzaría, se dijo. Pronto pudo divisar el cuerpo de la muchacha, alivio recorrió su rostro aunque esto solo duro milésimas de segundo, cuando noto hacía donde se dirigía, su rostro palideció, el palpitar de su corazón se detuvo y su garganta se seco. No no no... ¡NO! Gritaba mentalmente, sus brazos se estiraban pero no la alcanzaban, sus ojos ardían, una humedad en su rostro se hizo presente. "Estas llorando" Escucho una voz, la conocía perfectamente.
No podía. Estaba tan cerca, tan cerca y aun así no lograba alcanzarla, no podía. "Puedes. Tu puedes." Escucho de nuevo. Percibió un fuerte dolor en su pecho y lo siguiente que supo es que su cuerpo estaba cambiando, los cuernos en su cabeza se abrían paso entre sus cabellos, sus uñas se convirtieron en unas brutales garras. El crujir de sus huesos taladraba sus oídos, Ildikó sufría, la transformación siempre era una tortura, sin embargo, la transición no se completo. El dragón en el no hizo acto de presencia, pero el cambio fue suficiente para otorgarle la fuerza y velocidad que necesitaba. Se impulso con todas sus fuerzas, y en el ultimo segundo logró alcanzar a la chica, sus garras se enterraron en los ropajes de esta y con una fuerza descomunal, la atrajo hacía el. La tela pronto se hizo añicos, y en un momento de desesperación, las fuertes garras se aferraron a los brazos de Fiona, los rodearon con tal firmeza que lo más probable era que le causaran daño. La fuerza de su impulso inicial, les hizo rodar el tramo restante de aquella cuesta con tal fuerza, que la mínima muestra de debilidad de su parte, le arrebataría a la chica de entre sus brazos. Para evitar esto, abrazo su delicado cuerpo, lo envolvió entre sus brazos y piernas, procurando cuidar su cabeza protegiéndola con una de sus manos. La seguridad de su compañera era su prioridad, inclusive si era a costa de la suya. No podía perderle, no podía perder a nadie más. Su cuerpo impactaba por todos lados, no sabía si un golpe dolía más que el otro. Solo podía rogar para que todo eso terminara, rogar para que la chica en sus brazos estuviera bien.
Sus plegarias fueron escuchadas, más tarde que temprano el calvario concluyo, y el avance de sus cuerpos se vio truncado por un montón de matorrales secos. Desorientado, Ildikó intento moverse, ponerse de pie para auxiliar a la joven, sin embargo, su magullado cuerpo no respondió en ningún momento, no tenía fuerza ni para abrir los ojos. La oscuridad era total y sus sentidos no percibían nada en absoluto ーFiona... Fiona... FionaーLlamo y llamo, a duras penas lograba mantenerse despierto. Se aferraba a este mundo con todo lo que tenía y a pesar de eso, no era suficiente.
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Post by Fiona Brennan on Jun 5, 2017 7:17:51 GMT
El sonido de golpes y la hierva siendo violentamente aplastada por la velocidad de su propio cuerpo era lo último que la sirena escuchó antes de que su cabeza golpeara contra una roca y su visión se tornara negra. Pero como si estuviera luchando en contra de su cuerpo, su conciencia era recobrada de a ratos. A veces sentía dolor... a veces oía su nombre. De a ratos sentía ese olor metálico y podía sentía ese gusto fuerte a sangre en su boca, mientras su cuerpo explotaba de dolor a medida que caía. Su voz ya se había apagado y ahora mismo estaba a merced de otras fuerzas para que pudieran parar el dolor. Pero algo sucedió. De repente, mientras su mente pendía de un hilo, su cuerpo se sintió acorralado por una fuerza superior a la de ella y era tan así que hizo que sus ojos se abrieran un poco. Y allí lo observó. Una criatura la apresaba con su brazo hasta que rápidamente cubrió por completo su delgado cuerpo. No podía verlo bien, todavía sentía el crujir de las ramas, las rocas rodando... pero sabía que era él quien estaba con ella. Ambos estaban rodando. -B-bya...- Su voz se apagó nuevamente, su mente cayó presa del dolor...
El letargo no duró mucho tiempo y más temprano que tarde los ojos púrpuras de Fiona se abrieron lentamente para toparse con el pecho del chico y sentir todo su cuerpo abrazándola. Sentía como si estuviera estuviera caminando sobre nubes, todo parecía irreal y sentía la sensación de querer cerrar sus ojos nuevamente para poder abandonarse en un profundo sueño, pero lo oía... su nombre. Aquello fue lo que inició una secuencia frenética y violenta de imágenes inundando su cabeza, recapitulando los hechos ocurridos y provocándole un grito de horror. Él estaba con ella. ÉL HABÍA CAÍDO TAMBIÉN. De repente todo su cuerpo se sobresaltó de tal manera que comenzó a moverse violentamente para liberarse del agarre del joven. Tenía que ayudarlo, tenía que hacer algo y ya. -¿B-byakko? ¡BYAKKO! - Intentó sacudirlo para despertarlo, pero la mente del joven parecía haberse desvanecido. La sangre proveniente de un corte en su cabeza y las lágrimas comenzaron a nublar su vista y mientras colocaba ambas manos en el rostro de él no pudo evitar llorar entre gritos y maldiciones hacia ella misma. Lo había hecho otra vez, gracias a ella estaban perdidos y heridos y lo más probable es que quedaran allí, en entre la niebla y los árboles.
No. No podía ser cierto. No iba a aceptarlo. Mientras lloraba la sirena fue desplazando el brazo del joven y a medida que hacía esfuerzo físico miles de puntadas de dolor se manifestaban en su cuerpo provocándole más lágrimas. Cuando se vió liberada intentó levantarse para ver que sus extremidades estaban cubiertas por sangre y escamas violetas. Al parecer, en un intento torpe de proteger su cuerpo, su mente provocó que sus escamas intentaran cubrir los golpes, lo cual fue en vano porque algunas de ellas habían sido arrancadas. Apenas podía mantenerse en pie y no sabía con exactitud si tenía algún hueso roto, pero notó que su bolso de tela no estaba con ella y dentro de él poseía hiervas y vendas para intentar aunque sea aliviarle las heridas al dragón. Había decidido en su búsqueda solo por él, no podía dejarlo ahora... -Lo siento mucho...- Susurró entre lágrimas y comenzó dando pequeños pasos buscando aquel bolso mientras sentía el extremo cansancio de su cuerpo y el dolor punzante querían vencerla. Observó que no estaban tan lejos como parecía del sitio donde cayeron y totalmente decidida empezó a mirar para todos lados y a moverse. Con aquella herida en la cabeza de la cual borbotones de sangre afloraban, la chica tenía el tiempo contado para encontrar aquel dichoso bolso.
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Post by Ildikó on Jun 6, 2017 8:08:50 GMT
Entre llanto y gritos con su nombre, Ildikó perdió la batalla y la inconsciencia lo devoro como un lobo lo hace con su presa. Ambos, su cuerpo y mente se hundían en un basto y oscuro mar, la luz apenas se filtraba a través del agua, la corriente movía su cabeza de un lado a otro. Sus brazos y piernas se alzaban hacía la superficie, inertes. El seguía descendiendo. Un espeso liquido sanguinolento contrastaba la marea junto antes de fundirse con la negra agua. Se sentía tan pesado y tan tieso que temió haberse convertido en piedra. Tal vez por eso me estoy hundiendo en vez de flotar... Pensó. En el momento en que pensó que su caída sería eterna, la fina y suave arena lo recibió como si se tratara de una de esas camas de exorbitantes precios pero calidad inigualable. Los pequeños granos pronto cubrieron sus extremidades con ayuda de las corrientes marinas. ¿Así fue también para ti? ¿La madre tierra te arropo a ti también cuando ya no pudiste más? ¿Me... guardas rencor? El llanto que había retenido por varios años, se vio liberado, las pequeñas lagrimas se mezclaban tan pronto salían de sus ojos. Curioso por saber que liquido era más salado, desenterró su diestra y paso sus pálidos dedos por el borde de uno de sus ojos antes de llevarlo hasta su boca. Una acción por demás estúpida, pero reveladora. Sus papilas gustativas no parecían funcionar, el agua no invadía su cuerpo al momento de abrir la boca, y el aire en su interior tampoco escapa. ¿Acaso había aire en sus pulmones? No era consiente del tiempo, ni cuanto de el había desperdiciado llorando ahí en medio de la nada. Y a decir verdad, poco le importaba. Ya estaba hecho, de cierta manera había cumplido su promesa y saldado su deuda. Ahora su alma sangraba a causa de los recuerdos. "¿Y el dolor?" Escucho a los lejos. ーNo siento ningún dolorー "Pero ¿no lo recuerdas? " Insistió. ーNo, y no me interesa recordarlo. Ya he sentido suficiente dolor todos estos añosー "La agonía de la muerte no puede eliminarse de la memoria fácilmente. Volverá a ti cuando menos te lo esperes." Sus palabras se parecían mucho a unas que guardaba en lo profundo de su memoria, mismas que no había podido borrar nunca pues le habían marcado de por vida. ーEso no sucederáー Mintió, claro que sucedería en el futuro, no ahora. ーY no he muerto.ー Se sorprendió de lo firme que eso había sonado. ¿Como sabía que no? Si a juzgar por el escenario donde su cuerpo retozaba, estaba más que muerto. No entendía pero algo le decía que aun se encontraba respirando y luchando por aferrarse a la vida en algún lugar. "No, pero algún día lo estarás. Y el dolor no te dejara descansar..." Un zumbido entró por su oído izquierdo, le impedía escuchar bien. "Recuerda... Los errores nos persiguen, los rencores, el arrepentimientos. Por toda la eternidad." Tan pronto como escucho aquella frase, miles de puñales se clavaron en su corazón. El agua a su al rededor comenzó a ejercer presión en todo su cuerpo, quería entrar en el, habitar su cuerpo como si de un recipiente vació se tratara. Pero no lo estaba, dentro de el aun habían cientos de cosas que quería proteger, resguardar del olvido. Si se rendía ahí, el agua entraría y arrasaría con todo, cada pequeño recuerdo, cada error monumental, todas las anécdotas a lo largo de su vida se perderían en cuestión de segundos. ¿Y acaso eso no sería lo mejor? ¿No era lo que venía esperando con ansias desde que puso un pie en la isla? Si, pero no así. Con esas cuatro palabras clavadas en su cabeza, su cuerpo reacciono. Salio de su letargo y con un frenesí desquiciado, comenzó a moverse. La arena que lo cobijaba tan delicadamente, se aferro a sus extremidades restante como si de cadenas de hierro se tratasen. Producto de la desesperación que nuevamente se había apoderado de su ser, los últimos acontecimientos de su vida se mostraron ante el como si se tratara de una película. Eso solo redoblo la intensidad de sus esfuerzos. Pronto la arena cedió y su cuerpo salio disparado en dirección a la superficie donde pertenecía. ~~~ El dragón comenzó a toser, abría y cerraba la boca como un pez fuera del agua. Una sustancia bizcosa en su garganta y nariz le impedía respirar correctamente. El asqueroso sabor metálico en su boca le dio una idea sobre lo que estaba asfixian-dolo. Sentía que todo a su al rededor estaba girando, su cabeza dolía pero no tanto como su cuerpo. Moverse aun no le era posible, concentraba toda su fuerza en recobrar la conciencia por completo.
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