Post by Itzanami Aquetzali on May 31, 2017 4:55:09 GMT
Itzanami necesitaba un merecido descanso después de todos los trotes que había vivido en los últimos días. Necesitaba relajarse y lo primero que pensó fue en aguardiente para pasar un rato agradable, quizá conocer a alguien y hacerse de más amistades, o tal vez ligar. No sabía que le esperaba la noche, y eso le parecía emocionante. Antes de salir en el hostal donde se estaba esperando, tomo una ducha y se perfumó un poco, peino su cabello y de arreglo como por lo regular lo hacía.
Una vez considerándose lista, salió caminando a un lugar llamado “La taberna del Dragón ahogado”. - vaya nombre! - pensó la chica con una risita tonta y así mostrándose despreocupada, salió caminando a paso lento y relajado hacia su destino. Observó un lugar muy diferente a lo que se imaginaba, no estaba nada mal pero estaba acostumbrada a cosas y ritos más ceremoniales, esto era muy “normal” aún que bastante diferente. Abrió la puerta y se quedó observando desde el umbral la escena, cada quien estaba en sus asuntos. Tranquilamente y pretendiendo no llamar la atención pasó a la barra.
A pesar de querer salir y conocer gente, su posición de observadora de toda la vida la tenía tan arraigada dentro de su persona que en ocasiones inconscientemente se aislaba en un rincón a observar e intentar predecir comportamientos de las personas que se encontraban ahí - hablar menos y sonreír más ~ - pensó en esto muy seriamente mientras esperaba que algo pasara o al menos que le sirvieran. Pudo observar a un hombre de ropa llamativas sosteniendo un instrumento al que el mismo llamó "Laúd". Se encontraba preparándose y apretando las cuentas de este. - espectáculo en vivo... - susurro mientras le miraba intrigada.
Una vez considerándose lista, salió caminando a un lugar llamado “La taberna del Dragón ahogado”. - vaya nombre! - pensó la chica con una risita tonta y así mostrándose despreocupada, salió caminando a paso lento y relajado hacia su destino. Observó un lugar muy diferente a lo que se imaginaba, no estaba nada mal pero estaba acostumbrada a cosas y ritos más ceremoniales, esto era muy “normal” aún que bastante diferente. Abrió la puerta y se quedó observando desde el umbral la escena, cada quien estaba en sus asuntos. Tranquilamente y pretendiendo no llamar la atención pasó a la barra.
A pesar de querer salir y conocer gente, su posición de observadora de toda la vida la tenía tan arraigada dentro de su persona que en ocasiones inconscientemente se aislaba en un rincón a observar e intentar predecir comportamientos de las personas que se encontraban ahí - hablar menos y sonreír más ~ - pensó en esto muy seriamente mientras esperaba que algo pasara o al menos que le sirvieran. Pudo observar a un hombre de ropa llamativas sosteniendo un instrumento al que el mismo llamó "Laúd". Se encontraba preparándose y apretando las cuentas de este. - espectáculo en vivo... - susurro mientras le miraba intrigada.