Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on Jun 4, 2017 3:32:40 GMT
El manantial del unicornio, un lugar en el cual una mujer de piel porcelana, cabellos blancos con gamas platinadas que se lograban ver escapando por aquella capucha de su vestido. Se encontraba en la orilla de las aguas tranquilas reflejadas por aquella luna que era blanca nuevamente, hermosa... la joven se encontraba con los ojos cerrados mientras lagrimas caian por sus suaves mejillas, como gotas de plata. La mujer alzo su mirar hacia el astro que se encontraba en lo alto para poner sus manos en su pecho y comenzar a cantar una cancion tan triste como el corazon roto de aquel tan hermoso ser, que poseia un hermoso y largo vestido azul con unas mangas moradas, pareciendo el cielo estrellado en esa noche, se sentia su tristeza inundando el manantial y sus alrededores donde pudieran escuchar aquel hermoso canto.
-El mundo era joven, las montañas, verdes. No se veían todavía manchas en la luna No se colocaban palabras sobre arroyos ni piedras, cuando el se despertó y caminó solo El mundo era justo, las montañas altas, en días antiguos antes de la caída Los mares occidentales han pasado: El mundo era justo en el Dia de su despertar Él fue un rey sobre un un trono tallado, en vestíbulos de piedra con muchos pilares Con un techo de oro y un suelo de plata y runas de poder sobre la puerta...-Cantaba mientras caminaba por la orilla del agua clara que solo se movia levemente por una brisa fresca de la noche, era hermosa en verdad, casi tanto como la cantante.
-El mundo era justo, las montañas altas, en días antiguos antes de la caída Los mares occidentales han pasado: El mundo era justo en el Dia de el El mundo es gris, las montañas viejas. La oscuridad mora en los vestíbulos de el Pero todavía la estrella hundida aparece en el oscuro y quieto Mirrormere Ahí yace su corona, bajo las profundas aguas, hasta que el despierte de su sueño...-
La joven muchacha habia terminado de cantar cuando un sonido del bosque habia llamado su atencion, tuvo temor de que algo le hiriera. Bajo su capucha dejando caer su largo cabello blanco por completo que llego hasta mas abajo de su cintura y su cuerno brillaba con los rayos de la luna que hacian que se viera como si fuese una gema alargada en su frente, abrio mas sus ojos amatistas, se veian llenos de tristeza, cuando cambiaron subitamente a temor, era un arcano que parecia borracho, al parecer se habia perdido en el bosque de tanto que habia bebido que miro a la hermosa dama y sonrio apuntandola mientras se tambaleaba diciendo. -Aja! S-sabia que eras tu ¡HIC! esa voz es inconfundible! tu HIC cantas en el mercado HIC cerca del bar, ahora que e dado coontigo, tendras que acceder a lo que HIC yo te diga si HIC quieres vivir!-
Dijo para sacar una cuchilla y acercarse a la joven con una mirada sumamente depravada, una mirada con lujuria y se relamio los labios de una forma repugnante, la unicornio se alejo lentamente de quien estaba dispuesto a hacer una de las mas asquerosas barbaridades ¿todo por que ella hacia lo que amaba?¿cantar?. -S-señor, le pido que por favor baje esa arma...y-yo no estoy armada...-
Su voz se habia tornado temeroza, retrocedio hasta que topo contra un arbol viejo, para comenzar a llorar ahora de temor, estaba sola o eso ella creia, creia que seria profanada por ese hombre y dejada en el bosque manchada con su escencia, solo queria escapar de ese destino cruel, necesitaba un milagro mientras sintio como el hombre comenzo a sentir el aliento y el fetido aroma del alcohol cerca suyo cuando las manos de aquel arcano comenzaron a tratar de meterse bajo el vestido de la joven, acariciando su pierna mientras que con la mano que yacia con aquella arma blanca amenazaba con cortarle la garganta.
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Post by Sven Velfast on Jun 4, 2017 19:44:49 GMT
Era atípico del fénix abandonar el Castillo Velfast, pero esta era una de esas pocas ocasiones en que lo había hecho. De vez en cuando necesitaba despejar su mente, aparte de los demás sirvientes, su labor y hasta de sus fervientes estudios. Aunque no era de tomarse días libres aunque fuesen estipulados cada cuando dentro de su servidumbre, esta vez se le insistió que lo hiciera, por lo que dejó en manos de Haru el bienestar de Lysander. Sin haberlo decidido de antemano, se embarcó en un vuelo que lo llevaría a las tierras del Oeste, donde recientemente tuvo un altercado durante la Luna Roja. No obstante, esta vez decidió dirigirse a las zonas pertenecientes a la soberana de la primavera, siendo el Bosque de las Hadas respectivamente. El paisaje era mágico, sobrio, risueño. No de su gusto inmediato, pero más tolerable que otras zonas más concurridas. Estaba en silencio, pero se podía respirar cierta paz entre los parajes, la cual Sven aprovechó dando una caminata. El mayordomo vestía de negro completamente, con pequeños detalles elegantes como su chaleco con textura abotonado. Sus pasos eran ligeros y casi inaudibles, debido a que tenía cierta gracia natural otorgada por su agilidad de caminar de forma sigilosa. De un momento a otro, dio con una vista muy particular- un manantial. No fue mucho cuando recordó el nombre de aquella zona, que conocía sólo por descripción. Su vista analizó cada detalle, cada árbol y cada hoja, inspeccionando cuanto terreno le era posible, hasta toparse con una escena sumamente desagradable. Contra un árbol se hallaba una dama de singular belleza, siendo acosada por una criatura que cargaba un cuchillo consigo. Sven miró con atención la situación que se presentaba ante sus ojos, juzgando sin tener más información a la mano Grotesco. Sólo a una tonta se le ocurriría andar a estas alturas de la noche por su cuenta.Pensado aquello, instintivamente Ulgriff se vio obligado a actuar, puesto que su desprecio hacia la gente desconsiderada y vulgar es mayor que la seguridad de una desafortunada, y no quería tener que atestiguar algo tan obsceno como aquello. Dando unos cuantos pasos, se colocó a unos cuantos metros detrás del hombre, apenas y desenfundando ligeramente su Shashka, causando un chirrido afilado para sacar a aquella pareja de su trance. -Desaparezca- advirtió el joven de cabello azabache, dándole la oportunidad al arcano víctima del alcohol a que huyera intacto de la escena.
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Post by Amalthea on Jun 8, 2017 4:47:08 GMT
La joven se encontraba completamente asustada por lo que estaba viviendo, jamas habia un ser sido atacado en aquel hermoso lugar donde se encontraba siempre vagando ¿por que el destino habia sido de esa manera con su imprudencia?, para escuchar una voz ajena a la de su atacante y de ella misma ¿quien era?¿otro atacante o era alguien que estaba por auxiliarla?, fue cuando el hombre amenazo a su atacante, si...era un defensor quiza...cuando noto como aquel ser tan repugnante se alejo de ella para encarar a quien la defendia.
-.................-
El hombre embriagado se giro hasta el que se veia bien vestido para decir escupiendo un poco y amenazando con la navaja.
-Ha! q-quien te crees tu tio? HIC! ACASO QUIERES QUITARME A LA DELICIOSA MUJER QUE TENGO AQUI? ESTAS CELOSO? TENDRAS QUE QUITARMELA HIC A LA FUERZA!-
dijo para tratar de lanzarse de manera muy torpe hacia el hombre que apesar de mostrar la espada que llevaba consigo habia ignorado por el control del alcohol.
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Post by Sven Velfast on Jun 8, 2017 13:33:47 GMT
Con lo que en servidumbre y labores de mayordomo respectaba, el fénix era un ser paciente- pues debía, ya que era parte de su perfil de trabajo ser de esa manera. Pero fuera de aquel ámbito, nunca se repetía dos veces, y esa no sería la excepción. Se mantuvo imponente e inamovible, aún cuando el sujeto perpretador de aquel crimen escupía sus amenazas con dicha arma en mano.
Abalanzándose de una manera pobre sobre su persona, Sven fácilmente pudo dar un paso a un lado para evitar que pusiera un solo dedo inmundo encima suyo. Aprovechando el momentum, el joven Ulgriff desenvainó su Shashka por completo, la cual simplemente reflejó el destello de la luna por un segundo en un movimiento rápido y habilidoso contra el arcano alcoholizado, para regresar prontamente al lado de su dueño. Aquello sucedió de una manera tan fugaz que era difícil discernir por ojos ajenos si algo tan siquiera había pasado.
El borracho, por su parte, pareció detenerse en seco. Se observó a si mismo a ver si algún golpe o herida había sido proporcionado. Sven lo miró profundamente, con desprecio. Apenas y torciendo la comisura del labio con desagrado, para pronto sacar un pañuelo de su chaleco y limpiar la hoja de su espada.
En la hoja, habían unos hilos de sangre, que fueron prontamente removidos por el trozo de tela que le acariciaba. De un momento a otro, de ambas muñecas del arcano bajo los efectos etílicos, empezó a brotar un líquido carmesí, que en cuestión de segundos se convertirían en pequeñas fuentes disparadas por la presión de sus arterias. Las manos del hombre empezaron a deslizarse fuera de su lugar, para caer pesadamente en el suelo.
Al terminar de limpiar su arma, el fénix la envainó y procedió a quemar el pañuelo al expedir llamas azuladas que cubrían su antebrazo izquierdo. Igualmente, las llamas azules brotaron de su brazo derecho, y sus pies dieron pasos en dirección al alcoholico el cual estaba completamente en shock. Ardiendo a temperaturas altas, las manos de Sven cubrieron las muñecas del hombre, presionando fuerte contra la herida y cauterizándola para evitar que más sangre se perdiera.
Lo soltó, para que este cayera al suelo asediado por un dolor profundo. El mayordomo retrocedió y regresó su cuerpo a su estado sellado, con una actitud como si nada hubiera acontecido. Volteó su mirada hacia la dama de cabellera plateada, sin mencionar palabra alguna, pero analizándola profundamente.
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Post by Amalthea on Jun 10, 2017 5:50:47 GMT
Aquella escena tan aterradora estaba pasando frente a sus ojos, jamas habia visto algo como ello, no estaba herida y eso era una gran fortuna pues la unicornio creia que moriria esa noche en el lugar que mas disfrutaba estar, para notar la mirada penetrante de lo que parecia ser era un fenix, escuchaba los quejidos del borracho que finalmente habia caido noqueado debido al shock de sus nuevas heridas, lo merecia quiza aunque era algo cruel lo que habia hecho el defensor suyo pero ¿quien era para juzgar estando en esa posicion, para regresar su mirada a esos ojos del hombre con semblante firme y frio de cabello obscuro, para la joven aun temblorosa inclinarse de manera respetuosa, tenia modales que debia respetar desde muy joven y ahora le debia su vida al ser que tenia enfrente.
-En verdad le agradezco por salvarme la vida mi señor...¿como puedo pagarle?....-
Pregunto mientras recuperaba su semblante, estaba aun un poco nerviosa y podia verse en sus ojos reflejado, pero trataba de mantener la compostura con quien le habia auxililado, para ver como guardaba su espada y solo la miraba en silencio, le causaba un poco de nervios que le mirara asi, pues era notable que la juzgaba en su cabeza, acomodo su cabello con su mano y limpio sus lagrimas poco a poco para ver al hombre en el suelo que solo sufria de espasmos y preguntar.
-¿Puedo saber el nombre de quien me a salvado?...-
Su voz era triste, el aura de la joven emanaba pura tristeza y aveces contagiaba a aquellos a su alrededor, no por nada esa mujer era nombrada como el unicornio melancolico.
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Post by Sven Velfast on Jun 13, 2017 1:53:05 GMT
-Sven Ulgriff- respondió el mayordomo tras un vasto silencio, con una voz inalterada, serena y fría.
Procedió a inspeccionar el resto de la dama con la vista, siendo así su atuendo y otros detalles, intuyéndo la naturaleza de la raza de la misma gracias al prominente cuerno que emergía de su frente. El ave volteó la cara sutilmente, para observar al hombre que, a pesar de haberse desmayado, se retorcía ante sus pies. La escena se le hizo desagradable, por lo que se apartó y caminó a la orilla del mágico lago, dejando la dama a sus espaldas de una forma un tanto seca.
-Nada- respondió a la primera incógnita de la mujer de cabello plateado -No hay necesidad-
El arcano había cometido aquel acto mayormente por interés propio, el cual era silenciar un ser tan nefasto y desagradable como aquel borracho, más allá que el de rescatar una damisela en peligro. O al menos así pensaba él. No había nada que pudiera ofrecerle, o que el siquiera aceptaría como para "pagarle". De momento, el ave sentía la necesidad de alejarse de la unicornio, debido a el aura melancólico que la misma despedía. Era una sensación extraña e incómoda que le ponía intranquilo.
Siendo un hombre de pocas palabras, Sven permaneció ahí en silencio, divagando colores y formas sobre la superficie de aquella agua que parecía etérea y fuera de ese mundo.
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Post by Amalthea on Jun 23, 2017 3:59:41 GMT
-Sven Ulgriff, un nombre bastane bello...espero no ofenderlo con eso mi señor...- Dijo para notar como era observada la joven era bellisima, se sintio apenada por que era observada hasta que la mirada penetrante del hombre que habia salvado su vida miro asqueado al que sufria de dolor inconsiente y apartarse del mismo dirigiendo su camino hacia la orilla del lago. "-Nada-" ¿en verdad no queria nada a cambio?, que misterioso y aterrador el fenix, para con pasos delicados seguir al mismo manteniendo una distancia respetable hacia el mientras admiraba el bosque mirandole de reojo una que otra vez, sentia curiosidad.
-Usted...se ve que es un hombre bastante...elegante...¿que le trae hasta el bosque en esta noche mi señor?...si se puede saber...-
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Post by Sven Velfast on Jun 25, 2017 18:28:57 GMT
Aquella incógnita lo llevo a analizar el propósito de su visita. Realmente no había definido una razón para hacerlo. Sólo se acercó al lugar para darse un respiro, y conocer la zona. Conforme pensaba frotaba sus dedos índices contra las pulgares de cada mano respectiva, desoegó la mirada del lago y la levantó al cielo, dejando vastos segundos pasar hasta finalmente voltearse en dirección de la belleza exudante de la unicornio -Necesitaba un lugar tranquilo, mas parece que me equivoqué en elección- respondió con una honestidad cortante. El áve no estaba siendo grosero a propósito, más sólo era parte de su personalidad recia el ser frío y desensibilizado.
No dejó que el momento se alargara más y extendió una incógnita -¿Reside usted en las cercanías de esta área?- inquirió con la intención de extenderle una invitación.
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Post by Amalthea on Jun 28, 2017 18:20:44 GMT
El ave fenix sin dura era un ser algo cortante, frio, pero habia una pizca minima de...cortesia en lo que era el mismo, como todo un hombre de modales y elegancia. Miro el lago en silencio mientras hacia lo que parecia ser un movimiento ansioso con sus dedos, era misterioso en su totalidad, para mirar como habia alzado la vista a las estrellas y la joven hizo lo mismo encontrandose con los astros y suspirar levemente.
-Lamento haber importunado su noche mi señor, pero en verdad estoy agradecida de que haya terminado con ese hombre...pues asi me dio mas tiempo de disfrutar mi vida y...evito que ese horrible hombre me hiciera algo que seria repulsivo.-
Habia dicho eso con un gesto de verguenza ante pensar en su destino de no haberse aparecido ahi el mayordomo, hasta que escucho la voz contraria que le preguntaba si recidia en las cercanias del lago, si era verdad, ella vivia en las cercanias del bosque aunque era una casa muy pequeña y modesta para responder a la pregunta del arcano.
-Si señor, mi hogar no esta muy alejado de esta zona...¿puedo saber el por que lo pregunta su gracia?-
Era amable, era una joven educada como si de una doncella se tratara, los rayos de luna se reflejaban en el agua del manantial y en su cabello, que con un movimiento pareciera como los mirvos de plata bien pulidos.
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Post by Sven Velfast on Jul 3, 2017 14:26:06 GMT
Similar a su persona, la dama exudaba educación y modales, tan cual una doncella. Pero donde el cuchillo cortaba la diferencia, probablemente, era las intenciones con las que actuaban de aquella forma. Era parte de la forma de ser de Sven el ser educado y caballeroso, pero no necesariamente significaba que eso fuera una extensión de empatía o gusto de su persona. Mientras que la unicornio parecía ser así de corazón. Cálida por dentro y fuera, a pesar de la melancolía que destilaba.
Sven respondió de manera reverente ante la incógnita de la otra -Es tarde. Para evitar otra desgracia es mejor que regrese cuanto antes- sugirió casi que a forma de orden -Le acompañaré.- añadió el arcano, comforme caminaba a las cercanías de la mujer de cabello plateado.
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Post by Amalthea on Jul 10, 2017 5:02:23 GMT
El gesto extrañamente gentil proveniente de un arcano que yacía con un mirar frió y en parte algo despectivo le había sorprendido a la unicornio, sin embargo no dudo en aceptar lo que él le había pedido, más bien ordenado, pero no le molestaba en absoluto. “-Es tarde. Para evitar otra desgracia es mejor que regrese cuanto antes-“ Eran sus palabras para acercarse a la jovencita que le miraba con aquellos ojos profundos carentes de un brillo, sobre aquellas leves ojeras de un ser que o había dormido muy poco o solo quizás años de un sufrimiento, sus labios carnosos que no se alzaban más que para hablar de ciertas cosas o dar respuestas a las incógnitas del arcano, un rostro que solo daba más dudas y misterios reflejados en los ojos que estaban enfocados en los del hombre de cabellera negra como la misma noche. -Wow…discúlpeme por esto mi señor pero…sus ojos, son preciosos…azulados como si fueran dos gotas del océano mismo…y sería un honor y placer que me acompañe hasta encontrarme a salvo en mi hogar, ¿cree que sería posible compartir conmigo una taza de te antes de que se retire señor?-
Exclamo para caminar hacia donde se encontraba su hogar ubicado en compañía de Sven, pasos delicados, cuidadosos mientras la unicornio miraba el follaje admirando el bosque de las hadas, era precioso, las pequeñas hadas danzarinas alrededor de ciertas zonas del bosque, incluso alrededor de ambos arcanos haciendo un lugar precioso entre ellos, como luciérnagas que los guiaban por su camino. -Su lugar de residencia ¿está cerca de aquí mi señor?- Pregunto con gentileza mientras avanzaban, Amalthea quería romper el silencio que se podría tornar algo abrumador para ambos, pues sabía que emanaba aquella tristeza de su corazón, ya que debajo de tan bello rostro abrumado por el dolor y la tristeza del pasado. Habría algo oculto y misterioso que no cualquier arcano ha llegado a ver de cerca. Llegando hasta una hermosa casa en medio de un precioso claro en el bosque bañada por la luz de la luna como si fuese un oasis en el gran desierto de Mirovia, modesta y elegante como si fuese una pequeña parte de un pueblo de elfos sin embargo era una casa que quizá la joven había levantado con ayuda de otros arcanos una vez llego y se estableció en Mirovia, Amalthea se acercó a la puerta y se giró hasta Sven esperando que aceptara su invitación ante el tomar una taza de té, se respiraba un ambiente de paz absoluta, mientras una pequeña fuente sonaba como si fuese música nocturna con el sonido de los grillos en el bosque. -¿Entonces mi señor? ¿Aceptaría una taza de té conmigo? O puedo ofrecerle otra cosa si así lo prefiere.-
Dijo mientras acomodaba su cabello, permitiendo que sus delicados dedos pasearan atravez de las hebras de su cabellera platinada, mirando los hermosos ojos que eran un poco hipnoticos del contrario, aunque de vez en cuando desviaba la mirada hacia el suelo, intimidada por el mismo, la belleza de la arcana resaltaba mientras la luz lunar la bañaba en aquel umbral donde yacían. Belleza extraordinaria. Por naturaleza, la belleza con la que cargan estos seres es de una intensidad mayor a la común por lo que tienen ventajas al tratar de seducir a sus objetivos.
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Post by Sven Velfast on Jul 10, 2017 19:34:00 GMT
Quizás era inocencia, o un forzoso sentido de deuda y cortesía que la conllevo a tan deliberadamente el invitarle en su residencia, a él, un completo desconocido que bien podía ser el diablo en carne. Sven se tomó un segundo en observar a la dama, no su figura, ni la forma tan sutil y elegante en que era bañada por los rayos de la luna; fueron aquellos ojos singulares, empáticos y melancólicos lo que se detuvo a analizar en unos fugaces segundos. No tenía razón por la cual aceptar realmente, aparte de simple educación por lo decisiva que parecía estar la unicornio. Su mirada hostigante y afilada se apartó de la vista ajena, y se dirigió al umbral de la puerta que ya estaba abierto, pacientemente esperando por la invasión de aquel extraño. No se demoró en agradecer secamente y adentrarse en la sala de aquel hogar, que destilaba elegancia y algo de magia, propia del bosque donde estaba edificada.
Conforme observaba los alrededores, sus pensamientos viajaron en miles de posibilidades y situaciones, desde las esperadas hasta las más oscuras y torcidas, lo cual a cierta medida despertó su curiosidad. ¿Por qué invitarle? Definitivamente el arcano no estaba acostumbrado a recibir un trato de aquel tipo- no diría bondadoso, pero al menos desinteresado. Era inusual toparse con criaturas tan aceptantes después de una situación de dicha índole que los había reunido.
Sven decidió esperar, erguido con su inconfundible porte, en la sala de la casa ajena, conforme recibía invitación o dirección de tomar asiento. Aprovechó al mismo tiempo, responder las incógnitas pronunciadas por la dama, las cual dejó escapar de sus sentidos al profundizarse tanto en sus propios pensamientos -Té es apropiado- mencionó un poco áspero, pero sin ser grosero. Usualmente prefería bebidas fuertes, pero aquel momento no se prestaba para ese tipo de bebida -Resido actualmente en los reinos del Soberano de Otoño- respondió vagamente, aludiendo a Reapergate como tal. No deseaba utilizar el castillo Velfast o el nombre de su Lord en una conversación casual, ya que eso usualmente atraía una atención innecesaria.
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Post by Amalthea on Jul 12, 2017 4:14:19 GMT
"-Te es apropiado-" Fueron la respuesta ante la duda u ofrecimiento de una bebida mejor que lo principalmente le fue ofrecido, la joven sin sonrisa alguna solo tranquilidad asintio para caminar hacia la habitacion que yacia mas a la izquierda, una hermosa cocina modesta y no muy llena de cosas pues era para una sola persona quiza incluso era demasiado lo que tenia en la misma, comenzo a poner agua en la pequeña hoguera que tenia ahi mientras acomodaba los pequeños platos de porcelana en la mesa donde invito a sentarse con la mirada al hombre elegante. -Por favor tome asiento, en un momento servire el te para su deleite señor. ¿Las tierras del soberano del otoño dice?, eh escuchado de aquellas tierras, debe ser un lugar tranquilo para vivir.-Dijo con aquella voz llena de calma, aunque tambien era algo abrumadora mientras la joven se ataba su largo cabello para evitar quemarlo al tomar la tetera que comenzo a emanar aquel sonido de que el agua se encontraba lista, para tomar unas hojas de melisa hojas de mora, hojas de ortiga y manzanilla y ponerlas en el agua mientras tapaba la cacerola, el aroma del te era delicioso para aquellos que tuviesen tension en sus nervios pues ese te era para relajar hasta el mas alterado nervio en el cuerpo de cualquier arcano. -¿gusta algo para degustar mi señor?, tengo algunas tartas para acompañar con su te...-La casa era limpia, habia libros por muchos lados pero acomodados y cuidados de forma muy estricta, libros de historias libros de amor, libros incluso de medicina o de cosas antiguas, inclusive habia dibujos, uno especifico de una criatura con astas de ciervo y llena de oscuridad inutilmente escondido en un libro de las criaturas de ceniza, Amalthea se acerco con la tereza de porcelana para servir el delicioso te en aquellas tazas una para ella y una para el mientras se encontraba concentrada para no derramar ni una gota. -¿Podria hacerle otra pregunta si no le molesta mi señor?-
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Post by Sven Velfast on Jul 12, 2017 15:44:20 GMT
El olor a té que despedía aquella humilde pero elegante tetera prontamente inundó la sala, y el resto de la hogareña vivienda. Al ser servida en su respectiva taza, el cual era un juego de té de porcelana, formado con cuidado por las diestras manos de un artesano, aquel suave pero invasor aroma se hizo presente en su olfato con más fuerza. Le recordaba las mezclas peculiares de la Serpiente de Velfast con la que le tocó lidiar con en dos ocasiones; Akane, las cuales preparaba repetidamente para complacer a su Lord. Sven esperó a que la unicornio sirviera la mesa antes de tomar asiento, como forma respetuosa de darle tiempo a la otra a preparar el aperitivo. La mujer en sí era educada, similar a lo que se esperaría de una criada de la realeza, pero sin caer en el orgullo o altanería. En la otra mano, la vivienda escondía curiosidades entre libros y adornos, que la vista furtiva del mayordomo alcanzó a discernir, entre otros, un dibujo que detallaba al mítico Black Stag.
Conforme notaba estos detalles, Amalthea inició su plática, preguntando y comentando diversas cosas, que usualmente no despertaban el interés del arcano. Típico de él, se reservó el hablar por unos segundos, primeramente degustando el té -Sorpréndame- inquirió, hacia la oferta que extendió la dama con respecto a las tartas. Aquella experiencia estaba siendo inesperada, y quería mantener ese poco de incertidumbre en el aire. Retomó la palabra y continuó -Es meramente subjetivo- reprochó, con respecto a la “tranquilidad” que asumió existía en el reino del Otoño. El bosque de los susurros encerraba un sin número de criaturas y monstruos inmencionables, y eso sin mencionar el nido de delincuentes e ilegalidades que nacían en los barrios bajos de Reapergate. No se vio en la obligación de tener que explicar aquello. Finalmente respondió a la ultima incógnita de la mujer, siendo algo sobrio con su permiso -Adelante-
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Post by Amalthea on Jul 15, 2017 20:36:22 GMT
La joven tan limpia, tan elegante como si fuese una dama de la alta cuna pero...¿por que viviendo en un lugar tan alejado de las mejores cortes? la dama sirvio las pequeñas tartas en un plato pequeño de porcelana. Como movimientos lentos, finos y delicados se sentó frente al hombre acomodando su vestido, la fina servilleta de seda puesta en su regazo, para tomar un pequeño sorbo a su te y mirar con aquellos ojos profundos enfocados completamente en los contrarios para comenzar a formular la pregunta con cuidado, temía incomodarlo, parecer una mujer in propia o incluso atrevida pues no conocía al hombre, pero al mencionar de donde era su procedencia no podía evitar sentir la abrumadora necesidad de preguntarle sobre aquel ser que ya no se había presentado frente a ella sin embargo sentía que se encontraba mas cerca que nunca incluso observada, para entreabrir sus labios para finalmente formular su pregunta, movía sus delicados dedos en el dorso de la taza algo nerviosa pero no temerosa, no mas. -Mi señor, dado a que usted proviene de los reinos del otoño, me pregunto si usted se a encontrado en el bosque de los susurros a...el ser conocido como ¿Black Stag?, perdóneme pero...hace tiempo me encontré con aquella entidad y siento una inmensa curiosidad ante aquel ser.-Alzo la mirada del te para encarar el rostro serio del caballero, miro su largo cabello, sus ojos azules analíticos y penetrantes,si,desde que se habían encontrado ella sabia que era juzgada en silencio por el caballero y no había sido el único que lo hacia, estaba cansada pero ¿quien era ella para juzgar a la gente? nadie,tomo un libro cercano a la mesa para abrirlo mostrando el dibujo por completo, aterrador y misterioso al mismo tiempo, para acercárselo con cuidado al hombre.
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