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Post by Amelia Carrigan on Jun 5, 2017 2:16:40 GMT
observaba el crepitar del fuego con serenidad, de vez en cuando removía la leña con una ramita y arrojaba otro trozo de madera a la fogata par mantenerla viva, una rudimentaria pero bien elaborada estructura sostenía una olla por encima del fuego y dentro de la misma una mezcla de ingredientes con aromas agradables hervían a la espera de ser preparados hasta el punto exacto para una perfecta cocción. Luego de calcular el tiempo aproximado en que su comida estuviese lista, Amelia estiró los brazos y se levantó para caminar hasta su carruaje, se asomó dentro con la puerta ya abierta y estirándose apenas un poco logró alcanzar un cofre mediano logrando arrimarlo hasta una distancia mas cómoda. sacó una llave de entre las capaz de tela que conformaban su vestimenta y con cuidado retiró la seguridad del candado, el sonido de los finos cristales resonando entre sí se hizo presente cuando rebuscó entre las distintas pociones, pero una mala expresión apareció en su rostro cuando lo que encontró no fue suficiente.
Alzó el frasco y sacudió su contenido, ya lo habia gastado todo a lo largo de la semana, pero el dolor de cabeza seguía intacto. Sabia que no era a causa de una enfermedad, no era debido a un resfriado o incluso por estrés, miró a la luna bajando de nuevo su mano y sus ojos brillaron entonces con un poco habitual destello rijoso - estúpida luna - murmuró de pronto con resignación volviendo a guardar todo en su lugar
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Simeón Delfino
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Supongo entiendes que los secretos y las dudas... no tienen buenos términos
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Post by Simeón Delfino on Jun 5, 2017 7:45:06 GMT
Silencioso era aquel dia, o mejor dicho; noche. decidido a salir en búsqueda de aquella misteriosa flor de la cual todos hablaban, no era que le interesara para algun metodo curativo, posiblemente el venderla no estaria de mas, dinero “fácil”. un suspiro emergió de sus labios, llevo su mano a la cara frotandola con lentitud, era un fastidio hacer algo de lo que no estuviera acostumbrado, pero en primer lugar, el de la idea fue el. quizá seria un tanto aburrida aquella experiencia, pero no podia hacer mas, estaria bien con solo encontrarla e irse, estaba cansado, se sentía un tanto agotado, sus botas ahora le eran incómodas ante aquella caminata, humo fue lo primero que percibió, una duda.
.— Amigo o enemigo...— entrecerró la mirada, si se acercaba con cautela , no resultaría un peligro, o quizá lo contrario. apenas se asomó entre unos arbustos, mirando un carruaje , un tanto llamativo, parecía de aquellas típicas de la fortuna, seguido una mujer, se deleito de pies a cabeza, un arqueo de ceja seguido de un pequeño soplido, quizá pedirle un fruto e irse sería lo mejor, a menos que deseara venderle lo que solicitara, acomodo su chaleco; limpiando unas cuantas hojas a los hombros, salió con un poco de cautela a espalda de quien estaba revisando.— … Buenos días, tardes…. Noches...— no sabía siquiera que hora era, una sonrisa de medio lado , mientras cruzaba sus brazos al haber tratado de captar la atención de aquella misteriosa mujer.
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Post by Amelia Carrigan on Jun 5, 2017 19:21:20 GMT
volvía a guardar todo en su lugar cuando el dolor en su cabeza se intensificó, creyó sentir el aroma de alguien acercándose, pero descartó la idea de que eso fuese siquiera posible al pensar que se trataba solo de un producto de su imaginación. Durante dias habia sido lo mismo, su instinto cedía hasta los mas bajos niveles a causa de la luna llena y el dolor de cabeza y las ansias por querer saciar caprichos se hacían cada vez mas evidentes conforme trataba de ignorarlos.
Sin embargo, al escuchar la voz, que en efecto no se trataba de algo de su imaginación, la sorpresa la hizo dar un pequeño sobresalto. Se giró con cierta premura observando al desconocido cruzado de brazos, sus ojos se abrieron mas de lo normal pero logró conservar la calma
- ...buenas... - terminó por cerrar el candado y despegar la llave a sus espaldas procurando que el otro no viera nada, había pasado por tantas situaciones similares que le resultaba fácil esperarse cualquier cosa. Le miró de pies a cabeza sin mover mas que solo sus ojos y empujando de nuevo el cofre al interior de su carruaje, se despegó un poco de este ultimo para tomar una pose aparentemente mas calmada - ¿puedo ayudarte, guapo? - aparentó estar tranquila pero una fina linea se formó entre sus cejas pues algo le incomodaba, el camino que ella había tomado no era transitado con frecuencia, tampoco existían aldeas cercanas en un radio de varios kilómetros, había planeado que esa fuese su ruta para no tener que toparse con nadie y sin embargo... - ¿estas perdido? - no se movió de donde estaba, quería saber primero cuales eran las intensiones de su inesperado visitante . Su ojo dió un ligero tic al sentir de nuevo el dolor clavándose en su sien
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Simeón Delfino
Junior Member
Supongo entiendes que los secretos y las dudas... no tienen buenos términos
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Post by Simeón Delfino on Jun 6, 2017 2:14:33 GMT
De reojo miro aquel movimiento hacia el cofre de atrás, llevo una de sus manos al rostro frotando su barbilla, creando un leve suspiro, rió entre dientes ante el momento.— No planeo robarte si ...acaso crees eso .— Apenas avanzó unos cuantos pasos con un semblante calmado , dejando quizá una distancia adecuada, con un determinado toque de sutilidad miro un poco más abajo del área del cuello, hasta mirarla a los ojos.— oh,¿Perdido? . . .— negó , continuamente de su bolsillo trasero sacó un pequeño saco donde solía guardar unas frutillas secas.— unas de mis provisiones terminaron por agotarse .— no es como si realmente estuviera por morir debido a eso, realmente la curiosidad por aquella mujer entre esos lados ante la luna roja era lo que le ganaba la curiosidad, inclusive su búsqueda por aquella flor prefería mantenerla en secreto…¿Y si la buscaba también? .— Solo deseaba saber si… tu tenias algo que me interesara .— otro paso más, una mano a la cadera, acompañada de una sonrisa de lado.
Apenas unos segundos duro de esa manera, acercándose aquella área del fuego, miró la olla, continuamente a la mujer.— Mi nombre es Sam .— No había mentido del todo, solo cambio una vocal, ¿No era malo ó si? .— es un lugar peligroso para alguien como tu… no crees?...No te preocupa que alguien..malo aparezca y …¿Quizá pueda lastimarte? .— una risa acompañada fue la siguiente, no es como si hablara de él, no tenía porque lastimarla si nadie se lo había pedido, desvió la mirada de ella antes de ver los alrededores continuamente.— por suerte yo no soy ese alguien.— frotó su mejilla derecha acariciando aquella barba, mientras avanzaba— ¿tendrás algo que puedas venderme y así continuar mi camino? .— el caminar que llevaba se detuvo nuevamente , manteniendo su vista en la mujer apenas entrecerrando sus ojos verdes junto con una apenas sonrisa de medio lado.
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