Andate con cuidado (Priv.)

El ojo del bosque era el lugar predilecto de los Santori para dos cosas: para una caza en grupo y para los largos paseos de su líder. En esta ocasión, el bosque servía para la segunda opción, izark había pasado bastante días revisando y leyendo miles de documentos sobre sus inquilinos, sabia que tenia que hacerlo y era su obligación, pero incluso él llegaba a cansarse. Decidió pues esa noche salir a despejar su mente por unas horas y quizás cazar algo para la cena.

El sonido más común de aquel lugar eran árboles crujiendo, hojas quebrándose al contacto con sus botas, leves gemidos aterradores, etc. debido a todo lo anterior nombrado, izark estaba extrañado de escuchar una flauta no muy a lo lejos, no era un mal sonido pero sí era bastante extraño escucharlo en el interior del bosque. Apresuró el paso hasta toparse con la fuente del sonido, una mujer sobre un tronco de árbol que con sus manos y aquel instrumento tocaban música hermosa. El vástago la observó durante varios minutos hasta que terminó su interpretación, a lo cual, el no se contuvo a aplaudir lenta y pausadamente. 

Izark dio unos cuantos pasos al frente para hacerse ver, debido a sus ropas obscuras y a la locación donde se encontraban, era fácil para el vástago pasar desapercibido. Recibió a la mujer con un semblante casi inexpresivo, a pesar de la cierta calidez que le habia hecho sentir su melodía -Lo estabas, llegue hace unos minutos- dijo moviéndose un poco más cerca de la chica, guardando la distancia prudente.

-Izark Santori a tus servicios- hizo una pequeña reverencia sin dejar de observarla -Hacia mucho que no escuchaba algo tan...- se quedó pensando por unos segundos -¿relajante tal vez?- dijo por fin el vástago -Es bastante buena con ese instrumento señorita-

-Entonces supongo que soy muy afortunado, ¿No es así?- volvió a mirar a la chica, esta vez de una forma más ¿provocativa?, el lenguaje corporal de ella en conjunto con su fría mirada lo hacía sentirse bastante seguro y curioso, era normal que las personas al verlo bajaran la cabeza en completa sumisión, estaba acostumbrado a eso, pero la joven frente a el se negaba a reconocerlo como un superior y eso era algo que a izark le agradaba. 

-Dígame, ¿Qué hace una joven dama en un lugar tan inhóspito y peligroso como este?- le parecía curioso que los arcanos insistieran tanto en pasearse por lugares como ese solo para provar valor u otros motivos mundanos, ¿Que acaso no se daban cuenta del potencial peligro en el que se estaban metiendo?, en fin, arcanos muertos significaban más comida para izark.

—Asi que un paseo ¿Eh?— aquel cuestionamiento iba más para el que para la mujer. Volvía a lo mismo, ¿Cual era el afán de los arcanos por pasearse en lugares donde obviamente no debían hacerlo?, aquel hecho comenzaba a molestarle bastante, pero no podía hacer nada y no queria, al menos no por ahora.

—Sólo le recuerdo que esto no es el templo de la primavera señorita— dijo mientras se recargaba en un árbol cercano —Y por mucho que sepa defenderse o por muy inteligente que sea, no la exonera a ser una víctima mas— no pudo evitar mirar hacia el cielo y dar un largo suspiro.

—Sólo trato de empatizar un poco con usted señorita, no hay ninguna razón para ser tan hostil— en su mente soltó una pequeña risa, sus palabras eran un tanto absurdas tomando en cuenta que el era un vampiro sediento de sangre y estaba enfrente de una potencial víctima.

—Debo suponer entonces que lleva tiempo viviendo por aqui— miró directamente a la mujer —no cualquiera de adentra al bosque con tan poco equipaje y sin ningún tipo de angustia— la chica se notaba tan segura y eso en parte molestaba a Izark, no se podía atacar a alguien que no tuviera miedo.

El vástago sólo soltó una ligera risa, no valía la pena enfadarse por una actitud tan poco social. Decidió entonces comienzar a caminar en círculos a la chica, como rodeandola. si quería ser poco agradable bien, pero Izark estaba en su tiempo de descanso y necesitaba divertirse.

—¿Encerio? Muestrame entonces ante quien estoy— dijo mientras se iba acercando cada vez más. Como tal, no tenía una idea clara de lo que le iba a hacer a la chica, pero esperaba que ella respondiera de alguna forma, quería probarla de cierto modo, ver que tan cierto era que podía cuidarse sola.

Izark se detuvo en seco ¿Qué rayos estaba haciendo?, miro directamente a la mujer para luego bajar su cabeza con algo de pena. No habia razon para molestar a aquella chica, ya no era un joven alocado, ahora era el líder de una organización bastante estable. también era padre, ¿Qué dirían sus hijos si se enteraran acerca de la conducta del vástago?, conociendolos estarian bastante sorprendidos y extrañados. 

Comenzó a alejarse de la chica lentamente dándole la espalda -No vale la pena, disculpe mi comportamiento tan inapropiado señorita- izark dio un suspiro  -Buenas noches- dicho esto, el vástago volvió a perderse entre el espeso bosque, reflexionando sobre sus acciones.